Comprendiendo el Lenguaje Neandertal
Introducción al post
En esta entrada os traigo la revisión de un artículo científico en proceso de publicación, que ya ha pasado la revisión por pares -es decir, ha sido aceptado definitivamente. Se trata del estudio titulado: On the antiquity of language: the reinterpretation of Neandertal linguistic capacities and its consequences, por Dan Dediu y Stephen C. Levinson.
El paper en cuestión trata sobre el lenguaje neandertal. Y, más en general, sobre el origen y trayectoria evolutiva e histórica del lenguaje, entre los distintos seres humanos (todo el género Homo).
En mi opinión, es un trabajo con grandes aciertos, que se venía haciendo muy necesario. Un soplo de aire fresco en comparación con algún otro estudio que hemos revisado aquí. Tiene la suficiente extensión y detalle para abordar la revisión de la mayor parte de las problemáticas relacionadas con el origen del lenguaje: Lo anatómico, lo genético, lo arqueológico, etc. Y lo hace con bastante acierto.
En el conjunto del trabajo, y en sus reflexiones finales, tiendo a coincidir con lo que sus autores defienden y concluyen. Creo que, en términos globales, hacen una correcta valoración de la mayor parte de las evidencias que manejan.
Algunos aspectos, sin embargo, me resultan menos convincentes, o creo que están equivocados, en especial en la evidencia arqueológica y con los modelos que manejan para el remplazamiento poblacional de inicios del Paleolítico superior en Eurasia. Estos aspectos que, desde mi punto de vista, son algo más criticables, los desglosaré al final del post.
Ahora, sin más dilación, paso a resumir el contenido del trabajo en sus elementos esenciales.
El meollo de la cuestión
El artículo de Dan Dediu y Stephen C Levinson viene a refutar, de manera contundente, una idea: que se puede situar el origen del lenguaje humano hace entre 50.000 y 100.000 años (Chomski 2010), coincidiendo con una putativa "revolución del comportamiento moderno" (Mellars 2005), en un escenario saltacionista, motivado por una mutación genética fortuita (y revolucionaria en si misma).
Por el contrario, los autores revisan y ponen en orden las evidencias de los distintos campos (arqueología, paleoantropología física y ADN antiguo, etc.). Con ello, muestran que la hipótesis más plausible y acorde a las evidencias es un origen mucho más antiguo del lenguaje humano, tal y como lo conocemos. Ese origen del lenguaje, según los autores:
- Es anterior a la separación genética de Neandertales y Humanos Anatómicamente Modernos (HAM).
- Sucedió en África.
- Coincidiría con el último ancestro común a la rama neandertal y los HAM.
- Y se data hace -al menos- medio millón de años.
En cuanto a las evidencias genéticas, el peso de los argumentos
lo llevan las similitudes (tanto en términos de genes heredados, cómo de
variabilidad en los mismos), entre las poblaciones humanas extintas
(Neandertales y "Denisovanos") y las actuales. En particular en lo que
se refiere a los genes -probablemente- relacionados con la formación, y comprensión, del habla y del discurso. También se recogen los datos que prueban la existencia de interfertilidad entre estas poblaciones, y de una notable herencia neandertal en todos los no-africanos, y de los "Denisovanos" en Asia y Oceanía.