viernes, 9 de noviembre de 2018

SI ES VERDAD,PODREMOS VIAJAR POR EL TIEMPO

CIENCIA
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Representación de un agujero negro que engulle materia (naranja) y libera energía (azul) - NASA/JPL-Caltech / Vídeo: Agujeros negros para principiantes

Descubren un agujero negro capaz de hacer girar el espacio-tiempo

En el sistema binario 4U 1630-47 hay un agujero negro que gira casi a la máxima velocidad permitida por la Relatividad y que retuerce todo lo que hay a su alrededor

ESTO 
Según los científicos, que utilizaron el satélite indio AstroSat y el Observatorio de rayos X Chandra, de la NASA, y cuyo trabajo se publicará próximamente en Astrophysical Journal, estudiar a los agujeros negros con altas velocidades de giro resulta de la máxima importancia para poner a prueba nuestras teorías sobre el Universo, entre ellas la propia Relatividad.Un equipo internacional de investigadores, liderados por la Indian Space Research Organization (Isro) y la NASA, acaban de descubrir en el sistema binario 4U 1630-47 un agujero negro que gira casi al máximo de la velocidad permitida por la teoría de la Relatividad General de Einstein. De hecho, su rotación es tan rápida que el objeto estaría obligando a que el propio espacio circundante rote junto a él.
Todo comenzó en 2016, cuando el AstroSat descubrió un agujero negro en el sistema binario (dos objetos estelares orbitándose mutuamente) 4U 1630-47. Desde el primer momento, una serie de violentos estallidos en el rango de los rayos X llamaron poderosamente la atención de los investigadores. Poco después, el Observatorio Chandra confirmó los resultados y quedó claro que ese agujero negro en concreto no era como los demás.

Devoradores de materia

La emisión de rayos X de un agujero negro se produce a medida que la materia circundante (en su mayor parte gas y polvo) se precipita y es «devorada» por él. Esas emisiones permitieron que los investigadores se dieran cuenta de que el agujero negro en cuestión, cuya masa es diez veces la de nuestro Sol, estaba girando sobre sí mismo a una velocidad de vértigo. La tasa de rotación de un agujero negro puede oscilar entre dos valores, 0 y 1. Y el agujero negro de 4U 1630-47 mostraba una tasa de giro de 0,9, lo que equivale casi a la velocidad de la luz.
Un dato que dejó a los investigadores con la boca abierta, ya que la teoría de Einstein implica que si un agujero negro es capaz de girar tan rápido, entonces será capaz de hacer que el espacio mismo gire junto a él.
Hasta el momento, de los veinte agujeros que se conocen en nuestra galaxia, solo ha sido posible medir la tasa de rotación de otros cuatro. Y el del sistema 4U 1630-47 es, sin duda, el más rápido de todos. Los científicos creen que, si lo que sabemos de los agujeros negros es correcto, la combinación de factores como la velocidad de rotación, la materia que entra en ellos y las altas temperaturas reinantes podrían ser la clave para entender cómo se forman las galaxias.

¿Cómo se sabe lo rápido que giran?

La masa y la velocidad de rotación son las dos propiedades principales que caracterizan a un agujero negro. Pero mientras que la masa se puede calcular con facilidad, gracias a la gravedad que genera,averiguar la tasa de rotación es algo mucho más complicado.
En palabras de Mayukt Pahari, autor principal del estudio, «las mediciones de la velocidad de rotación son muy difíciles de realizar, y solo es posible llevarlas a cabo por medio de observaciones de rayos X de muy alta calidad de un sistema estelar binario, en el que el agujero negro está absorbiendo materia de su estrella compañera».
Si los cálculos son correctos, el agujero negro del sistema binario 4U 1630-47 podría ser la llave para averiguar cómo afectan al propio espacio estos extraordinarios objetos. Y desvelar, de paso, el desconocido proceso que llevó a la formación de las galaxias.

LOS MACHOS ESPAÑOLES SON LOS MAS TONTOS DEL PLANETA,SI LAS MATAN A TODAS.¿SE HARÁN PAJEROS O PUTOS?



Más del 63% de mujeres españolas ha sufrido acoso y un 26% agresiones

Estos son algunos de los datos que se extraen del I Barómetro Feminista en España, elaborado por a empresa 40dB para la revista "CTXT" y que se ha presentado hoy en Zaragoza en las I Jornadas Internacionales Feministas.




Una mujer protesta contra la violencia machista.- EFE
Un 63,5% de las mujeres admiten haber sufrido situaciones de acoso físico o psicológico, mientras un 26% de ellas declaran haber sido en algún momento víctimas de agresiones físicas o sexuales, de las que solo el 8% denuncia.
Estos son algunos de los datos que se extraen del I Barómetro Feminista en España, elaborado por a empresa 40dB para la revista "CTXT" y que se ha presentado hoy en Zaragoza en las I Jornadas Internacionales Feministas.
La directora de la empresa de sondeos y expresidenta del Centro de Investigaciones Sociológicas, Belén Barreiro, ha destacado dos datos fundamentales: en primer lugar, que la sociedad es "plenamente consciente" de la situación y que "queda mucho por hacer", como muestran los datos "terribles" y "abrumadores" sobre el acoso y las agresiones.
Así, el 81,6% de la muestra opina que hay desigualdad en relación con los derechos sociales, políticos y económicos, una cifra que llega hasta el 86,9% en las mujeres.
El otro dato más destacado del barómetro es que un 52% de los españoles -un 58,6% de las mujeres y un 45,1% de los hombres- se declara abiertamente feminista, pero la mayoría se reconoce "poco activa" en la causa y solamente un exiguo 1,2% milita en alguna organización adscrita al movimiento.
Aunque predominan los que conciben el feminismo como un movimiento "ni de izquierdas ni de derechas", cerca del 40% lo identifica con la izquierda y solo un 1,2 con la derecha.
Esto se percibe también en la adscripción política de los que se presentan como feministas: suponen el 74,1% de los votantes de Unidos Podemos, un 56,7% de los del PSOE, frente al 38,1% de Ciudadanos y el 37,6% del PP.
La encuesta está basada en una muestra de 1.007 entrevistas realizadas "online" entre el 11 y el 17 de octubre pasado a residentes en España mayores de 18 años y con un margen de error del 3,09 %.
Resalta también que la gran mayoría de los encuestados aboga por cambios legislativos que avancen en la igualdad. Fijar por ley la igualdad salarial entre hombres y mujeres es la medida más apoyada, seguida de la formación de género para los jueces y la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad, todos ellos con más del 80% de apoyos.
Por contra, el uso del lenguaje inclusivo es lo que encuentra menos partidarios, solo un 41,5%, aunque recibe un apoyo mayoritario entre los jóvenes de entre 18 a 24 años y de cerca de la mitad de los mayores de 55.

La más machista: la Iglesia

En general, los españoles se ven peor en términos de igualdad que los países de su entorno y percibe a la mayoría de instituciones como machistas. La peor parada es la Iglesia -un 82,1% de la muestra la considera una institución machista-, seguida de la publicidad y los representantes políticos con más del 60%, y jueces, cine y televisión con más de la mitad.
En cuanto a aspectos más cotidianos, nueve de cada diez cree que se critica más a una mujer que a un hombre que tiene una vida sexual activa, cerca del 80% opina que la pornografía es machista y el 58% considera que muchos hombres se sienten incómodos cuando tienen a una mujer como jefa.
Del mismo modo, el 78,3% percibe la brecha salarial, una cifra que se incrementa al 86,6% si se pregunta solo a las mujeres. Sin embargo, algo más de la mitad ve "exagerada" la crítica a los chistes machistas.
Asimismo, cuando se pregunta solo a las mujeres, el 60% considera que lleva la mayor parte de la carga de las tareas del hogar, un 35% reconoce tener miedo al volver a casa por la noche y algo más de un 20% declara haber sufrido mansplaining (que un hombre le haya explicado una cosa en actitud paternalista dando por hecho que no la sabe).
El porcentaje es menor cuando se trata de quienes se han sentido discriminadas en el trabajo por ser mujer (un 14,4%) y quienes han dejado alguna vez de expresar lo que piensan en público (un 12,6%).
El barómetro también incluye datos sobre la percepción de la prostitución en la población, con más de un 60% a favor de la legalización y solo una minoría -un 11,5% - partidaria de abolirla, aunque también defienden mayoritariamente que se apoye a estas mujeres en su transición hacia otra forma de vida, lo que Barreiro achaca a que la sociedad "se pone del lado de las personas que sufren".
Por último, se ha preguntado a los encuestados sobre qué es el feminismo, algo que casi el 70% relaciona con la igualdad entre hombres y mujeres, si bien más de un 30% todavía cree que este movimiento beneficia exclusivamente a las mujeres.

SOMOS HUMANOS "MILECHES"

La compleja prehistoria genética de América


Un amplio estudio internacional ha analizado el ADN de una serie de famosos restos antiguos de América del Norte y del Sur. De acuerdo con los resultados de este estudio, la dinámica poblacional de los primeros pobladores americanos no puede explicarse mediante simples modelos o patrones de dispersión.

<p>Cráneos y otros restos humanos de Lagoa Santa, Brasil, guardados en el Museo de Historia Natural de Dinamarca / Natural History Museum of Denmark</p>
Cráneos y otros restos humanos de Lagoa Santa, Brasil, guardados en el Museo de Historia Natural de Dinamarca / Natural History Museum of Denmark
Como parte de un amplio estudio internacional, se ha analizado genéticamente el ADN de una serie de restos antiguos famosos y polémicos de América del Norte y del Sur, incluido un antiguo esqueleto de 10.600 años de la llamada ‘Momia de la Cueva del Espíritu’, la momia humana más antigua encontrada en América del Norte, los restos de Lagoa Santa (Brasil), una momia inca y los restos más antiguos de la Patagonia chilena. Además, también estudiaron los segundos restos humanos más antiguos de la cueva Trail Creek en Alaska: un diente de leche de 9.000 años de una niña.

Ahora, el equipo de investigadores ha secuenciado los genomas de estos 15 americanos antiguos –que abarcan la totalidad del continente americano, de Alaska a la Patagonia–, seis de los cuales tenían una antigüedad mayor de 10.000 años. Los resultados muestran la compleja imagen de la expansión y diversificación de la población.
Las investigaciones genómicas previas sugerían que las primeras poblaciones americanas se separaron de sus ancestros siberianos y asiáticos orientales hace casi 25 000 años, dividiéndose a continuación en distintas poblaciones de América del Norte y del Sur aproximadamente 10 000 años después.
El estudio más complejo de una colonización
La revista Science acaba de publicar los resultados, que cuentan con la participación del investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) Antonio Salas Ellacuriaga, además de científicos de Dinamarca, Canadá, Inglaterra, Estados Unidos, Brasil, Argentina, Armenia, Chile, Alemania o Suiza.
Nunca antes se había logrado un resultado semejante y nunca antes se había alcanzado un retrato tan preciso de cómo se llevó a cabo la colonización del continente americano, los movimientos poblacionales a través de los que se conformaron las comunidades de esta región del planeta y como el genoma de las poblaciones actuales se han reflejado en estos momentos iniciales de la prehistoria humana en el continente americano.
“Durante la última década se publicaron trabajos de una docena de genomas aislados extraídos de restos arqueológicos, cada uno de los cuales permitió líneas de trabajo “muy interesantes, pero inmaduras”, explica Salas.
La magnitud de los descubrimientos tienen un alcance singular. “Son tantas las conclusiones que se derivan que es difícil resumir la trascendencia de los hallazgos. Es llamativa la cantidad de información que puede cobijar un solo genoma” señala Salas.
El estudio se centra en el modelo de expansión de las poblaciones americanas desde sus inicios más ancestrales hace más de 25.000 años, desde que estas poblaciones proto-americana divergen de sus vecinos y  ancestros en  Siberia y el este de Asia.
Los orígenes desde Alaska y Yukón
La mayor parte de la variabilidad nativo-americana deriva de un grupo ancestral que vivía en Alaska y en el territorio Yukón, aproximadamente 23.000 años atrás.
Esta población, aclara el científico, se divide “al menos en dos grupos: uno dará lugar a todas las poblaciones de nativo americanos que conocemos hoy en día y el otro permanece en la región de Alaska, lo que hoy denominamos como antiguos  beringianos”. Estos últimos no dejaron descendentes y “su existencia tan sólo se puede deducir del análisis del genoma de restos arqueológicos”.
“Hoy sabemos que la gente habitaba Alaska como mínimo desde hace 14.000 años”, aclara el científico, para quien los análisis permiten “precisar el momento y lugar donde se pudo haber llevado a cabo esta división poblacional entre los antiguos  beringianos y los ancestros de todos los nativo-americanos actuales, clave para la colonización de todo el continente”.
Según el equipo encargado del trabajo, “desde hace aproximadamente entre 17.500 y 14.600 años existe una división mayor en el norte de América entre las gentes que daría lugar a los norteamericanos y los sudamericanos”.

Modelo de colonización del continente 
Además el estudio evidencia la existencia de un “componente genético misterioso de origen austral-asiático, más próximo a poblaciones australianas, de Nueva Guinea, con una antigüedad de como mínimo 10.400 años”. Sobre este hallazgo Salas afirma que “detectamos la existencia de un ADN fantasma que no sabemos cómo pudo llegar a América: se detecta en Brasil, es decir, en el lado este de los Andes, ubicación que añade más misterio, aunque que nuestra hipótesis es que procede del lado norte americano”.
La primera entrada de proto-americanos se produjo por el este de la Beringia y se extendió hacia zonas no glaciares del norte de América. Esta entrada de poblaciones a través del puente Beringio se sucede desde hace aproximadamente 25.000 años hasta hace aproximadamente 13.000 años.
Genomas analizados sugieren la existencia de varias  subdivisiones poblacionales: en la propia  Beringia y alrededor del lago Big Bar en la región de la Columbia británica en Canadá. En ese período, una representación de esta población nativa se dispersa por el resto del continente norte americano, “será la población que dará lugar posteriormente a los habitantes de Suramérica”.
El segundo período importante implica la colonización de casi todo el continente hacia el sur, hasta llegar a la Patagonia. Los datos apuntan que “este proceso fue muy rápido y tuvo lugar, no de modo gradual, sino más bien a modo de pequeños saltos de colonización”.

Por otra parte, desde las primeras colonizaciones del sur del continente
 hubo dos grandes rutas de emigración, una a cada lado de los Andes.  En simultáneo, en el norte de América también se mezclaron hace 9.000 años las poblaciones que dieron lugar a los norteamericanos y las que dieron lugar a los sudamericanos nativos.El trabajo indica que habría comenzado 14.000 años atrás y se prolongaría durante otros ocho mil años. Los primeros pobladores del sur de América “probablemente llevaron consigo un componente austral-asiático en sus genomas”, aclara el investigador además de añadir que “sabemos que esta señal genética está presente en Brasil 10.400 años atrás, “aún no hemos podido encontrar uno solo genoma más antiguo o más al norte de Laguna Santa con este componente”.
Un tercero movimiento importante en el continente se inicia en Mesoamérica 8.700 años atrás, con movimientos poblaciones hacia el norte, en lo que se conoce como la Gran Cuenca, localizada en el noroeste de Norte América. Por otra parte, comienza una segunda onda de expansión poblacional hacia el sur de América que dará lugar a la mayor parte de la variabilidad genética observada hoy en día en el sur.
Salas opina que estamos viviendo “la que seguramente es la época más excitante de la genómica. Los avances tecnológicos nos están permitiendo no so abordar y entender las enfermedades complejas y sus causas de una manera mucho más elaborada, sino también afinar enormemente en cuestiones que tienen que ver con nuestros orígenes, con lo que somos y cómo hemos evolucionado con el paso del tiempo”.
Referencia bibliográfica:
“Early human dispersals within the Americas” : J. V. Moreno-Mayar et al., Science 10.1126/science.aav2621 (2018).