miércoles, 1 de agosto de 2018



Tenemos una nueva palabra en español y la han inventado en Andalucía: escutoide

Cuando sabemos quién y cuándo creó una palabra, hablamos de "onomaturgia



Escutoide es una forma geométrica nueva y también una nueva palabra
Escutoide es una forma geométrica nueva y también una nueva palabra


Tenemos una nueva palabra en español y es escutoide. La repetimos, saboréala: es-cu-toi-de.
La han inventado unos investigadores con base en Sevilla y la utilizan para designar algo que han descubierto sobre el tejido del epitelio (o sea, el que recubre la superficie externa del cuerpo y también algunos de nuestros órganos). Vamos por partes: antes se pensaba que nuestras células se unían unas a otras formando prismas, de manera que la unión de esos prismas daba lugar al epitelio. Gracias al equipo liderado por el biólogo de la Universidad de Sevilla Luis M. Escudero, se ha descubierto que el abrazo de las células no conforma prismas sino una forma distinta de la que pensábamos hasta ahora. ¿Recuerdas la lista de cuerpos geométricos que nos enseñaban en el colegio (cilindro, cono, esfera...)? Pues bien, el escutoide es el nombre que han dado a esa figura nueva que observan cuando miran en el microscopio el epitelio (humano o animal) y cómo se pliega. En este artículo de una de las investigadoras que ha participado, Clara Grima, se explican los detalles científicos.
Saber cómo se empaquetan las células para formar tejidos celulares es, pues, un gran avance para la ciencia. Pero este descubrimiento ha tenido también una consecuencia lingüística, sin duda no prevista por el equipo que ha puesto en circulación en nuestro idioma la palabra escutoide.
¿De dónde ha salido la palabra? Según declara a Verne Alberto Márquez, matemático de la Universidad de Sevilla y uno de los miembros del equipo descubridor de los escutoides, la génesis de la palabra se debe a una “doble inspiración”: por un lado, el jefe del equipo científico, Escudero, fue el primero en advertir que el epitelio no era como nos habían contado, y que había una forma geométrica nueva a la que dar nombre. Su apellido, derivado del latín scutum (escudo), fue un primer aliento para la nueva palabra, que contaba además con otro apoyo: el hecho de que la estructura del escutoide recordase a la forma del tórax o scutum de algunas variedades de escarabajo. A la base de escudo se añadió el sufijo griego –oide, que significa ‘parecido a’.
No es raro que en la ciencia se conozcan determinados logros o hallazgos científicos con el apellido de su descubridor (pensemos en DopplerAspergerDownAlzheimer, que fueron personas antes que nombres técnicos). Hablamos de epónimos para esos términos derivados de nombres de persona.
El descubrimiento de los escutoides ha sido expuesto en la prestigiosa revista científica Nature Communication hace unas semanas en un artículo escrito en inglés y firmado por el equipo de dieciséis investigadores que ha desarrollado las pruebas: matemáticos, físicos y biólogos. Los investigadores tradujeron para ese artículo al escutoide como scutoid. Por tanto, la palabra ha nacido simultáneamente como voz nueva del inglés, lengua en la que está escrito el artículo original donde se difunde el descubrimiento, y palabra nueva del español, a través de los textos que los investigadores han puesto en circulación en esta últimas semanas para explicar su logro.
Es curioso que esta voz, en principio un mero tecnicismo, ha logrado en los últimos días colarse en las redes sociales con usos científicos y con usos menos científicos; ha sido abrazada de forma seria pero también de forma humorística, lo que, sin duda, ha ayudado a su difusión, tanto en inglés como en español: 
Son muchas las palabras nuevas que van llegando a nuestro idioma, unas se incorporan por vía del préstamo, otras las creamos los hablantes y las lanzamos al mar de las conversaciones y los libros para que en ese mar se difundan. Podemos reconstruir, pero siempre aproximadamente, la fecha en que surge una palabra, y difícilmente podremos señalar quién fue el primer hablante en decirla. Por eso, lo relevante lingüísticamente de escutoide es que sabemos con toda exactitud quién ha creado la palabra y cuándo. Y eso es una rareza en cualquier idioma vivo.
La invención de una palabra con fecha de nacimiento y autor concretos es un fenómeno no muy común en las lenguas; recibe el nombre técnico de ‘creación léxica’ u ‘onomaturgia’. Por supuesto, para considerar una creación léxica como voz nueva en el vocabulario de una lengua, no basta con la mera invención de una palabra, sino que es necesaria su difusión y aceptación social. Cualquiera puede inventar una palabra pero no se considera que entra a formar parte del vocabulario de un idioma si no consigue aceptación y uso en la sociedad.
Entre los casos de onomaturgia del español, estudiados con detalle por el académico Pedro Álvarez de Miranda, contamos con vetustas palabras inventadas hace siglos. He aquí una muestra:
-La palabra perogrullada (verdad notoria que no es preciso explicar) fue creada en el siglo XVII por el escritor Francisco de Quevedo.
-Otro escritor, Miguel de Unamuno, acuñó a fines del XIX la palabra intrahistoria, que explicaba como “la vida silenciosa de millones de hombres sin historia que a todas horas del día y en todos los países del globo se levantan a una orden del sol” (En torno al casticismo), o sea la historia de los que no salen en los libros de Historia; una palabra para reclamar las historias olvidadas.
-La voz quirófano, usada para designar a la ‘sala de operaciones’ aislada del exterior, fue ideada en 1892 por el doctor Andrés del Busto, que utilizó dos raíces griegas para formarla (la de ‘mano’ y la de ‘mostrar’).
-También tenemos ejemplos cercanos: la muy simbólica palabra mileurista fue inventada por una lectora de EL PAÍS, Carolina Alguacil, que la usó en una Carta al director en 2005 dando curso a su empleo hasta hoy.
Añadamos ahora una palabra más a la lista de creaciones lingüísticas con autor conocido: escutoide, surgida en 2018 de Escudero y su equipo. Un equipo que, por cierto, está formado íntegramente por españoles (quince andaluces y un madrileño radicado en Estados Unidos) que, de nuevo y frente al tópico, nos muestran que ni en ciencia ni en lingüística tiene sentido la frase que también puso en circulación Unamuno, el famoso ¡que inventen ellos!

NADA MEJOR QUE UNA BUENA TETA

Amamantar

Los médicos insisten en los beneficios de la lactancia materna

En el comienzo de la Semana de la Lactancia Materna, los especialistas destacan su importancia.


Lactancia materna en todo y para todos: los números reales detrás de las campañas a favor de amamantar.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF recomiendan el inicio inmediato de la lactancia en la primera hora de vida del bebé. En un informe presentado el martes, de cara al inicio de la Semana Mundial de Lactancia Materna, alertó sobre la problemática de la tardanza en el inicio de la práctica, al recordar que millones de bebés corren riesgo de vida por no ser amamantados en su primera hora de vida.
Recomendó, además, la lactancia exclusiva hasta los 6 meses y, hasta los 12, combinarla con alimentos seguros. Si es posible, continuar amamantando hasta los dos años o más. Pero, ¿qué pasa en la realidad?
Según una encuesta de la consultora TrialPanel a 380 personas, el 22% de las mamás dicen haber amamantado a su bebé hasta los 6 meses de edad, el 23% declaró haberlo hecho hasta el año, un 12% hasta los 18 meses y el 24%, más de 18 meses.
Además, un porcentaje relativamente alto (60%) utilizó leche de fórmula porque: el bebé se quedaba con hambre (40%), el retorno a la vida laboral (30%), y una tercera razón es "recomendación del pediatra" (20%).
Según un informe del año pasado realizado por la organización Global Breastfeeding Collective, dirigida por la OMS y UNICEF, en Argentina solo el 33% de los bebés de hasta 6 meses se alimentan exclusivamente con leche materna, un número similar al ya citado. 

Primeros momentos

"La leche materna es como una primera vacuna para el niño. Lo protege de infecciones potencialmente letales y le da todo el alimento que necesita para sobrevivir y desarrollarse bien", dijo el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, respecto del último informe.
Los primeros días son oportunos para el buen desarrollo de la lactancia, especialmente porque, luego del nacimiento, el bebé se encuentra en un estado de alerta, lo que facilita la prendida y hace que sea más efectiva.
"La primera leche que se produce es el calostro que, por su gran valor nutritivo y anti-infeccioso, aporta todos los anticuerpos que el bebé necesita en sus primeros días de vida. Luego, aproximadamente al tercer día, comienza a bajar la leche. El estímulo más importante para favorecerla es la succión del bebé, ya que cada vez que es puesto en el pecho el cuerpo de la mujer libera hormonas que desencadenan la producción y expulsión de leche", detalla Ana Pedraza, Jefa de Neonatología de Clínica y Maternidad Suizo Argentina.
"Para favorecer la succión del bebé es fundamental amamantarlo a libre demanda, sin horarios, el tiempo y las veces que lo solicite. Es habitual que coman hasta diez o doce veces por día en este período inicial. Con el crecimiento, se ajustan los horarios tanto de la demanda como de la producción de leche".

Lactancia materna en todo y para todos: los números reales detrás de las campañas a favor de amamantar.
Lactancia materna en todo y para todos: los números reales detrás de las campañas a favor de amamantar.

La vuelta al trabajo

A veces lo real no es lo ideal. Casi 4 de cada 10 mujeres está de acuerdo con que el tiempo ideal para amamantar es el primer año. Y el 60% de las entrevistadas dijo haber trabajado total o parcialmente durante este período.
Un 24% de las mamás volvieron a sus trabajos antes de los tres meses de vida de su hijo; un 32%, lo hicieron cuando cumplió los tres meses; y un 30% lo hizo entre los tres y seis meses de vida. El sacaleche es el recurso que más eligieron para mantener la lactancia (35%) durante el regreso a sus puestos laborales.

Lactancia materna en todo y para todos: los números reales detrás de las campañas a favor de amamantar.
Lactancia materna en todo y para todos: los números reales detrás de las campañas a favor de amamantar.

Fiesta de oxitocina: salud y amor por dos

"La lactancia es un proceso fisiológico que favorece el vínculo entre la mamá y el bebé, y contribuye al desarrollo de niños capaces, seguros y emocionalmente estables. Además, la leche materna es balanceada de grasas, proteínas, minerales y vitaminas, y su temperatura es la adecuada en todo momento. Asimismo, debido a los componentes únicos –que no existen en las leches de fórmula- protegen de las infecciones como diarreas y otitis", explica la doctora Cristina Osio, jefa del Servicio de Neonatología del Sanatorio Otamendi.
El doctor Luis Azula, médico pediatra y miembro de la Subcomisión de Lactancia de la Sociedad Argentina de Pediatría, subrayó que “otros efectos positivos radican en que la leche humana contiene algunas bacterias y oligosacáridos quecontribuyen a establecer una microbiota o flora intestinal saludable, que protege el intestino del bebé, favorece la absorción de nutrientes y previene enfermedades, como alergias o infecciones que pueden afectarlo”.
“Todas las leches de fórmulas buscan replicar los componentes de la leche humana, que es el mejor alimento: nos mantuvo vivos durante toda la historia de nuestra especie. Por otra parte, se trata de un vehículo para unir aún más a la madre con el hijo, fortaleciendo el vínculo afectivo; este es un elemento insustituible”, amplió el doctor Héctor Pediccino, médico pediatra y neonatólogo, miembro de la Subcomisión de Lactancia de la Sociedad Argentina de Pediatría y Presidente de la filial de la provincia de Córdoba de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Como en todo vínculo, el intercambio va y vuelve. La madre alimenta y el bebé también protege a la madre con este acto. La lactancia "ayuda a que el útero vuelva a su tamaño normal, ya que el amamantamiento estimula la liberación de la oxitocina, una hormona que produce una sensación de relajación", asegura Osio.
También se estima que la lactancia ayuda a prevenir enfermedades futuras, como cáncer de mama y osteoporosis, y si se mejorasen las prácticas de amamantamiento, se reduciría el riesgo de diabetes tipo 2 y de depresión post parto.

Lactancia materna en todo y para todos: los números reales detrás de las campañas a favor de amamantar.
Lactancia materna en todo y para todos: los números reales detrás de las campañas a favor de amamantar.

Para una lactancia poderosa

La fatiga acumulada durante el embarazo y el comienzo del post parto, las pocas horas sin dormir, la lactancia, el cuidado del bebé y el cuidado personal requieren de mucha energía y de un consumo adecuado de vitaminas y minerales.
Según Julieta Lupardo, nutricionista de Halitus Instituto Médico, "la alimentación materna no tiene ninguna restricción alimentaria, salvo la ingesta de alcohol, que debe estar restringida". 
Según la especialista, hay algunos puntos a tener en cuenta en la alimentación materna durante el post parto y la lactancia. "El consumo diario de frutas y verduras crudas y/o cocidas para aportar vitaminas y minerales al organismo, la ingesta de cereales (arroz, papa, fideos, tarta) es necesaria para aportar energía, consumir 2 litros de agua diarios (de 8 a 10 vasos), ingerir alimentos ricos en hierro (para proteger a la mamá del riesgo de anemia por la cantidad de sangre perdida durante el parto), asegurar un buen consumo de calcio para restituir las reservas de este nutriente y evitar un ayuno de más de tres horas"
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Charly García "Mauricio Macri, la pu#! que te parió" - Plaza de la Músic...

¿Sabes en qué momento declina tu fertilidad?

Una encuesta muestra que, pese a que la mayoría de los jóvenes quieren tener hijos algún día, desconocen cuáles son los límites que impone la biologia

El estudio destaca la dificultad universal a la que se enfrentan muchos jóvenes para equilibrar sus aspiraciones profesionales con la reproducción.
El estudio destaca la dificultad universal a la que se enfrentan muchos jóvenes para equilibrar sus aspiraciones profesionales con la reproducción. GUILLAUME DE GERMAIN ON UNSPLASH
La mayor parte de los jóvenes universitarios tiene la intención de tener hijos, pero no sabe que quizá cuando decida tenerlos ya será demasiado tarde. Es la conclusión de una encuesta realizada entre 1.215 universitarios australianos que se publica en la revista Human Fertility. En ella, menos de la mitad identificaron la edad a partir de la que la fertilidad femenina desciende y ni siquiera uno de cada cinco sabían cuándo comienza ese declive en los hombres.
En el estudio, liderado por Eugénie Prior, de la Autoridad Victoriana de Tratamientos de Reproducción Asistida de Melbourne, se refleja que menos de un 10% de los jóvenes preguntados no deseaba tener hijos y de los que querían, un 75% preferían tener dos o más. Sin embargo, antes de reproducirse, un 90% considera importante o muy importante completar sus estudios, progresar en su profesión y lograr un trabajo que puedan combinar con el cuidado de los niños.

“Nuestro estudio muestra que los estudiantes universitarios, de forma mayoritaria, quieren ser padres algún día. Sin embargo, la mayor parte tienen expectativas poco realistas de lo que pueden lograr antes de la concepción, ya sea en su carrera profesional o económicamente. Tenemos que educar a los jóvenes sobre los límites de la fertilidad y apoyarles para que sean padres en un punto que es ideal biológicamente y al mismo tiempo esté equilibrado con los objetivos vitales que quieren alcanzar”, ha apuntado Prior en un comunicado.
Prior considera que en muchas ocasiones estos objetivos no se habrán logrado antes de alcanzar los límites de fertilidad que comienzan a hacer difícil concebir. Según refleja el estudio, el 38% de los hombres y el 45% de las mujeres identificaron correctamente el periodo entre los 35 y los 39 años como la edad en el que la fertilidad femenina desciende significativamente. Respecto a la fertilidad masculina, solo el 18,3% de los hombres y el 16,9% de las mujeres identificaron correctamente el periodo entre los 45 y los 49 como la edad en la que se produce ese descenso.
El artículo destaca la dificultad universal a la que se enfrentan muchos jóvenes, en particular mujeres con educación superior, para equilibrar sus aspiraciones académicas, profesionales y personales con la reproducción en una edad en la que la fertilidad no dificulta tener hijos.