El príncipe heredero de España,ha demostrado ser tan escaso de neuronas como su padre,o por lo menos tener tan poca cultura científica como el.
El rey se acercó a Santiago de Compostela y le pidió y rezó a una imagen de escayola y madera que hay allí,en medio de olores de incienso,que ayudara a Spain a salir de la crisis económica.
Su hijo,con su mismo nivel,se pone un pedazo de algodón y plástico detrás de una oreja porque le han vendido -o quizás regalado--una cajita de parches de energía positiva,al precio de 30 euros.
Con la publicidad asegurada ¿vaya a saber que porcentaje cobra por facturacion ?o lo que le han "acomodado" los vendedores de humos,nubes y otras pelotudeces que se lo han dado.
¿Quiere ganar regatas o hacerle un hijo macho heredero de la corona?
Por primera vez en la península,en el año 1980 se pusieron de moda una pulseras que venían de EEUU(era mentira,venía fabricadas en un polígono de Jerez,de vulgar plástico)y los dos fabricantes terminaron presos por unos días.
Luego los soltaron y desde hace 30 años vienen vendiéndoles a los españoles/as productos milagrosos,basándose en la energía positiva.
Una vez pulseras especiales para imbéciles que quieren mantener el equilibrio,otra collares para boludos/as que quieren impactar al otro sexo,hay infinidad de variantes.
Cuando el Ministerio de "la Trini"llega a prohibirlas,los millonarios se esfumaron.
Cuentan las malas lenguas que hay por allí un muchacho de apellido Lobo,que se ha hecho millonario desde el primer gobierno de González con estas cosillas.Ahora está en Castilla-La Mancha.
Es decir,entre los borbones borboneando,las menestras trinconas ,los Lobos y Bernates que les gusta el dólar más que una langosta,llevamos 30 años de bisuteria milagrosa ,y como si tal cosa.
El Príncipe de Asturias volvió ayer a participar en la regata de la Copa del Rey de Vela Audi Mapfre. Un hecho que habría pasado casi inadvertido, pues lleva tres días haciendo lo mismo, si no hubiera sido porque Don Felipe apareció en el Real Club Náutico de Palma con un parche en el cuello por debajo de la oreja que dio pie a todo tipo de especulaciones. Al final, por muchos esfuerzos que haga uno, siempre se acaba hablando de lo anecdótico.
El rey se acercó a Santiago de Compostela y le pidió y rezó a una imagen de escayola y madera que hay allí,en medio de olores de incienso,que ayudara a Spain a salir de la crisis económica.
Su hijo,con su mismo nivel,se pone un pedazo de algodón y plástico detrás de una oreja porque le han vendido -o quizás regalado--una cajita de parches de energía positiva,al precio de 30 euros.
Con la publicidad asegurada ¿vaya a saber que porcentaje cobra por facturacion ?o lo que le han "acomodado" los vendedores de humos,nubes y otras pelotudeces que se lo han dado.
¿Quiere ganar regatas o hacerle un hijo macho heredero de la corona?
Por primera vez en la península,en el año 1980 se pusieron de moda una pulseras que venían de EEUU(era mentira,venía fabricadas en un polígono de Jerez,de vulgar plástico)y los dos fabricantes terminaron presos por unos días.
Luego los soltaron y desde hace 30 años vienen vendiéndoles a los españoles/as productos milagrosos,basándose en la energía positiva.
Una vez pulseras especiales para imbéciles que quieren mantener el equilibrio,otra collares para boludos/as que quieren impactar al otro sexo,hay infinidad de variantes.
Cuando el Ministerio de "la Trini"llega a prohibirlas,los millonarios se esfumaron.
Cuentan las malas lenguas que hay por allí un muchacho de apellido Lobo,que se ha hecho millonario desde el primer gobierno de González con estas cosillas.Ahora está en Castilla-La Mancha.
Es decir,entre los borbones borboneando,las menestras trinconas ,los Lobos y Bernates que les gusta el dólar más que una langosta,llevamos 30 años de bisuteria milagrosa ,y como si tal cosa.
El Príncipe de Asturias volvió ayer a participar en la regata de la Copa del Rey de Vela Audi Mapfre. Un hecho que habría pasado casi inadvertido, pues lleva tres días haciendo lo mismo, si no hubiera sido porque Don Felipe apareció en el Real Club Náutico de Palma con un parche en el cuello por debajo de la oreja que dio pie a todo tipo de especulaciones. Al final, por muchos esfuerzos que haga uno, siempre se acaba hablando de lo anecdótico.
Unos decían que se trataba de un parche para prevenir el mareo, algo difícil de creer en un nieto del Conde de Barcelona, pero finalmente, el anagrama del parche, que llevaba la P de Phiten, ayudó a despejar las dudas. Para los profanos en la materia, se trata de un parche de titanio resistente al agua —la última tecnología en remedios orientales— que utilizan los deportistas profesionales para aliviar dolores musculares.
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