Los embriones masculinos se dividen más rápidamente que los femeninos
La diferencia entre sexos estriba en dos momentos: la velocidad del desarrollo del embrión en la sincronía 2 y el tiempo de formación de la mórula
Los embriones masculinos se
dividen más rápidamente que los femeninos en algunas etapas de su
desarrollo. Así lo revela un trabajo de investigación realizado por IVI,
presentado en el 30º Congreso de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF).
La investigación, titulada «¿Existen diferencias en el
desarrollo embrionario en función del sexo? Estudio de time-lapse», se
llevó a cabo mediante un estudio retrospectivo y observacional con un
total de 359 embriones a los que se les realizó Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP), para detectar alteraciones cromosómicas.
En algunas especies ya era conocida la diferencia de desarrollo de los embriones según el sexo,
durante el período preimplantacional. Y a día de hoy la literatura
científica ya cuenta con estudios que indican que los embriones
masculinos alcanzan antes la etapa de blastocisto. «Esta investigación
demuestra que los humanos no somos diferentes en el desarrollo y que
nuestros embriones siguen ritmos en función del género, sin embargo
nuestros resultados matizan que la diferencia entre sexos estriba en dos
momentos: la velocidad del desarrollo del embrión en la sincronía 2 y
el tiempo de formación de mórula», ha explicado el doctor Fernando
Bronet, autor de este estudio.
«Hemos observado que los embriones femeninos tardan más
tiempo en la sincronía 2, pasando de 3 a 4 células en un tiempo superior
a 2 horas y que forman la mórula en un período comprendido en 18 horas
determinadas (entre la 80,8 y la 98,3). Así pues la formación de mórula
dentro de ese rango, indica que el embrión es femenino con una
probabilidad que alcanza el 71%», matiza Bronet.
Los embriones observados en este estudio han sido cultivados en el Embryoscope,
un incubador cinematográfico que permite observar en tiempo real el
desarrollo del embrión. La evaluación de estos embriones ha incluido
parámetros como número de células, tamaño de las mismas, tasa de
fragmentación, multinucleación, etc.
«Estudios anteriores han abarcado este tema basándose en el
desarrollo morfológico. Con la tecnología que disponemos ahora en los
laboratorios de fecundación in vitro podemos
observar parámetros morfocinéticos del embrión que nos permiten
identificar las diferencias específicas de sexo», concluye Bronet.
Este hallazgo evidencia que el comportamiento del embrión y su desarrollo expresa aspectos genéticos, pero en ningún caso esta observación sustituye al Diagnóstico Genético Preimplantacional en el que el embriólogo conoce con exactitud la cantidad, tipo y disposición de los cromosomas.
En España, la selección de sexo, solo está permitida cuando
con ello se evitan las enfermedades ligadas al cromosoma sexual X
(femenino).
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