Los espermatozoides humanos son
excelentes nadadores. Lo hacen a contracorriente y en corrientes fuertes
para alcanzar su objetivo último: el óvulo.
Ahora, científicos del Instituto de Tecnología
de Massachusets descubrieron que en vez de nadar en línea recta y a modo
de competencia, lo hacen es espiral y en equipo, en busca de las zonas
donde la corriente es más lenta.De los cientos de millones de espermatozoides que empiezan su viaje por el oviducto, sólo unos pocos llegan a su destino.
No sólo estas células deben nadar en la dirección correcta en distancias que son 1.000 veces su longitud, sino que en el camino se exponen a distintas sustancias químicas y corrientes.
Para estudiar cómo el esperma lidia con estos retos, el profesor Jorn Dunkel y su equipo establecieron una "mini trayectoria de esperma" en su laboratorio usando una serie de tubos y canales de distintos tamaños.
Descubrieron que, a cierta velocidad de corriente, los espermatozoides podían nadar corriente arriba con mucha eficacia durante varios minutos.
"Cooperación"
Los especialistas sospechan que los espermatozoides se comportan igual en las trompas de Falopio, cuando nadan hacia el óvulo.
Además, los investigadores le explicaron en la revista eLife, donde publicaron el estudio, que los espermatozoides se agrupan, probablemente para nadar más rápido.
"Es una creencia común de que hay una competencia entre los espermatozoides, donde el más fuerte llega primero al óvulo", comentó Dunkel.
"Pero nuestro reciente estudio -así como el de otros- muestran que el esperma se acumula prácticamente siempre en la superficie de un tubo, y puedes terminar con una alta concentración localizada de espermatozoides".
El experto agregó que esto podría significar que hay una cooperación entre estas células, lo que les permite nadar más rápido colectivamente
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