Test para medir tu inteligencia sexual
Foto: Shutterstock.
¿Qué cualidades definen a los amantes más competentes? ¿La cantidad
de orgasmos? ¿El número de parejas? ¿La frecuencia con que practican
sexo? ¿Un físico imponente? ¿Atributos sexuales de
excepción? No. Los parámetros que predicen quién puede fracasar en un
encuentro sexual o quién recibirá cum laude están cambiando. Quien hoy
puntúa alto en su coeficiente erótico es una persona que valora bien su
sexualidad y le dedica esfuerzo, igual que lo hace con otras tareas de
su vida cotidiana. No hace nada que no le guste. No se abochorna de su
pasión sexual. Y ha sabido vencer la amenaza de los estereotipos,
principal causa del fracaso sexual de muchas personas.
El psicólogo Antoni Bolinches aporta algunos rasgos más que caracterizarían a una persona con buen nivel de inteligencia sexual: "Busca un sexo gratificante para ambos, un sexo que perviva en el tiempo y un sexo que no convierte a la pareja estable en pareja estática, ni en pareja errática".
Durante mucho tiempo hemos utilizado el test de la psiquiatra brasileña Carmita Abdo para medir nuestra excelencia sexual, pero su enfoque es sobre todo masculino y ya tiene más de diez años, por lo que algunas de sus preguntas van quedando caducas. Bolinches nos ha ayudado a renovar un formulario que permitirá una idea más exacta y actual de nuestra inteligencia entre las sábanas. Bastante menos genital que el propuesto por Abdo y menos centrado en el mantenimiento de la erección y en el control de la eyaculación. Sobre todo, unisex y válido tanto para encuentros casuales como para parejas estables.
De acuerdo con este nuevo código sexual que hace que una persona puntúe más o menos alto, la inteligencia sexual no nos hace mejores amantes que los demás sino todo lo bueno que podamos y queramos en función de nuestro respectivo potencial. Así lo resume el psicólogo: "El coeficiente erótico decide si somos capaces de dar y recibir placer hasta alcanzar la plena satisfacción de las necesidades de cada uno".
A una persona sexualmente inteligente no le basta con disfrutar del sexo, sino que necesita sentir que su pareja ha quedado satisfecha. En ese difícil equilibrio entre placer experimentado y placer procurado está la clave, según Bolinches. La inteligencia sexual convierte el sexo no solo en una fuente de placer sino también en un mecanismo de afirmación de la personalidad. Además, Bolinches introduce el factor de mínima inversión energética para compartir y optimizar el placer y llegar a las más altas cotas de satisfacción.
Las destrezas que nos hacen sexualmente inteligentes son ajenas a la frecuencia con que uno practica el sexo y prescinden de los cánones de belleza que podrían ayudarnos en cada momento a tener un físico más o menos agraciado. Un buen coeficiente sexual ayuda precisamente a no caer en una actitud derrotista frente al sexo por esta causa y contribuye a que determinadas experiencias sexuales o emocionales del pasado puedan condicionar la vida sexual actual.
Con el fin de aprovechar la utilidad del test, Bolinches aconseja realizarlo a los dos, pero por separado, y comentar juntos los resultados. "Puede que en pareja cada uno puntúe de modo diferente, pero servirá para iniciar un diálogo, obtener información, superar ciertos prejuicios, conciliar criterios, templar la actitud y generar confianza". Aunque el resultado sea decepcionante, no hay coeficiente sexual tan bajo que impida mejorar. Y este será el desafío más genuino.
Preguntas 3, 6, 8, 9, 11 y 12, cada NO suma un punto.
3-4 puntos: Insuficiente
5-7 puntos: Aceptable
8-10 puntos: Alto
11-12 puntos: Excelente
El psicólogo Antoni Bolinches aporta algunos rasgos más que caracterizarían a una persona con buen nivel de inteligencia sexual: "Busca un sexo gratificante para ambos, un sexo que perviva en el tiempo y un sexo que no convierte a la pareja estable en pareja estática, ni en pareja errática".
Durante mucho tiempo hemos utilizado el test de la psiquiatra brasileña Carmita Abdo para medir nuestra excelencia sexual, pero su enfoque es sobre todo masculino y ya tiene más de diez años, por lo que algunas de sus preguntas van quedando caducas. Bolinches nos ha ayudado a renovar un formulario que permitirá una idea más exacta y actual de nuestra inteligencia entre las sábanas. Bastante menos genital que el propuesto por Abdo y menos centrado en el mantenimiento de la erección y en el control de la eyaculación. Sobre todo, unisex y válido tanto para encuentros casuales como para parejas estables.
De acuerdo con este nuevo código sexual que hace que una persona puntúe más o menos alto, la inteligencia sexual no nos hace mejores amantes que los demás sino todo lo bueno que podamos y queramos en función de nuestro respectivo potencial. Así lo resume el psicólogo: "El coeficiente erótico decide si somos capaces de dar y recibir placer hasta alcanzar la plena satisfacción de las necesidades de cada uno".
A una persona sexualmente inteligente no le basta con disfrutar del sexo, sino que necesita sentir que su pareja ha quedado satisfecha. En ese difícil equilibrio entre placer experimentado y placer procurado está la clave, según Bolinches. La inteligencia sexual convierte el sexo no solo en una fuente de placer sino también en un mecanismo de afirmación de la personalidad. Además, Bolinches introduce el factor de mínima inversión energética para compartir y optimizar el placer y llegar a las más altas cotas de satisfacción.
Las destrezas que nos hacen sexualmente inteligentes son ajenas a la frecuencia con que uno practica el sexo y prescinden de los cánones de belleza que podrían ayudarnos en cada momento a tener un físico más o menos agraciado. Un buen coeficiente sexual ayuda precisamente a no caer en una actitud derrotista frente al sexo por esta causa y contribuye a que determinadas experiencias sexuales o emocionales del pasado puedan condicionar la vida sexual actual.
Con el fin de aprovechar la utilidad del test, Bolinches aconseja realizarlo a los dos, pero por separado, y comentar juntos los resultados. "Puede que en pareja cada uno puntúe de modo diferente, pero servirá para iniciar un diálogo, obtener información, superar ciertos prejuicios, conciliar criterios, templar la actitud y generar confianza". Aunque el resultado sea decepcionante, no hay coeficiente sexual tan bajo que impida mejorar. Y este será el desafío más genuino.
TEST DE INTELIGENCIA SEXUAL
- ¿Te sientes libre y muestras disposición para tomar la iniciativa sexual?
- ¿Hablas libremente con tu pareja sobre sexualidad?
- ¿Te sientes utilizado/a sexualmente a menudo?
- ¿Consideras que la mayoría de los contactos sexuales, sean de una noche o con tu pareja de toda la vida, resultan gratificantes para ambos?
- ¿Mantienes contactos sexuales con la frecuencia que desearías?
- ¿Crees que tu pareja es demasiado egoísta y solo busca su placer?
- ¿Después de alcanzar el orgasmo tienes deseo de permanecer al lado de tu pareja?
- ¿Consideras que tus relaciones son demasiado monótonas o rutinarias?
- ¿Cuándo tienes pensamientos sexuales o practicas la masturbación, te sientes culpable?
- ¿Consideras que los rituales sexuales que practicas son los que deseas?
- ¿Aceptas determinadas iniciativas de tu pareja pero después crees que está demasiado liberada?
- ¿Piensas que la mayoría de la gente tiene una sexualidad más gratificante y plena que la tuya?
RESULTADOS
Preguntas 1, 2, 4, 5, 7 y 10, cada SÍ suma un punto.Preguntas 3, 6, 8, 9, 11 y 12, cada NO suma un punto.
NIVEL DE INTELIGENCIA SEXUAL
0-2 puntos: Deficiente3-4 puntos: Insuficiente
5-7 puntos: Aceptable
8-10 puntos: Alto
11-12 puntos: Excelente
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