La lactancia protege de la contaminación ambiental
Vivir en una ciudad con mucho tráfico rodado o cerca de una
siderurgia supone habitar con dos intensos focos de contaminación
ambiental. Un estudio de la Universidad del País Vasco apunta que el
efecto nocivo de las partículas contaminantes PM2,5 y el dióxido de nitrógeno (NO2)
desaparece en bebés amamantados con leche materna en los primeros
cuatro meses de vida. Según los resultados, la lactancia desempeña un
papel protector ante esos dos contaminantes atmosféricos.
Por primera vez se ha realizado una evaluación sobre la incidencia de las partículas contaminantes (PM2.5) en el desarrollo de la capacidad motora
El estudio de Lertxundi, dentro del marco del programa INma (Infancia
y Medio ambiente) dirigido por Jesús Ibarluzea del departamento de
Sanidad del Gobierno Vasco, se centra en la repercusión que tienen la
exposición a los contaminantes atmosféricos PM2.5 y NO2 en el desarrollo motor y mental en los primeros años de vida.Partículas del aire en el desarrollo motor del bebé
Las partículas PM2.5 miden menos de 2.5 micras, es decir, son cuatro veces más delgadas que un cabello y están en suspensión en el aire. Al ser tan pequeñas penetran con facilidad en el cuerpo, y al pesar tan poco se expanden sin dificultad por el aire y se alejan desde el foco inicial de emisión.
La composición de estas partículas neurotóxicas depende de las fuentes de emisión de la zona. El área de estudio INMA Gipuzkoa presenta una elevada presencia de partículas neurotóxicas formadas por plomo, arsénico y manganeso procedentes de la actividad industrial y el tráfico. En comparación con medios urbanos donde la fuente principal de contaminación es el tráfico esa concentración es menor.
Los datos también muestran que ni las partículas PM2.5 ni el NO2 tienen un efecto nocivo en los bebés amamantados con leche materna durante cuatro meses
El trabajo ha permitido detectar la relación inversa entre la
exposición a las partículas contaminantes y el desarrollo motor de los
bebés. En este sentido, la investigadora destaca que “los índices
muestran una alteración frente a la generalidad y, aunque no son
preocupantes, sí son significativos al mostrar la relación que existe
entre la calidad del aire y desarrollo motor.” El análisis de los datos
también muestra que ni las partículas PM2.5 ni el NO2 tienen un efecto nocivo en aquellos bebés amamantados con leche materna por lo menos durante cuatro meses.El estudio de seguimiento comenzó en 2006, cuando las madres estaban embarazadas y continúa en la actualidad, cuando las niñas y niños tienen ya ocho años. Hasta ahora han analizado las muestras tomadas a 638 mujeres embarazadas y sus bebés cuando tenían 15 meses de vida. Son habitantes de los valles del Goierri-Alto y Medio Urola, zona de Gipuzkoa donde se entremezclan la actividad industrial (11 industrias siderometalúrgicas), la actividad rural, zonas residenciales y el paso de la carretera Nacional.
Referencia bibliográfica:
Aitana Lertxundi, Michela Baccini, Nerea Lertxundi, Eduardo Fano, Aritz Aranbarri, Maria Dolores Martínez, Mikel Ayerdi, Jon Álvarez, Loreto Santa-Marina, Miren Dorronsoro, Jesus Ibarluze. “Exposure to fine particle matter, nitrogen dioxide and benzene during pregnancy and cognitive and psychomotor developments in children at 15 months of age” Environment International (2015) http://dx.doi.org/10.1016/j.envint.2015.03.007
Aitana Lertxundi, Michela Baccini, Nerea Lertxundi, Eduardo Fano, Aritz Aranbarri, Maria Dolores Martínez, Mikel Ayerdi, Jon Álvarez, Loreto Santa-Marina, Miren Dorronsoro, Jesus Ibarluze. “Exposure to fine particle matter, nitrogen dioxide and benzene during pregnancy and cognitive and psychomotor developments in children at 15 months of age” Environment International (2015) http://dx.doi.org/10.1016/j.envint.2015.03.007
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