Origen cultural e histórico de la Circuncisión
Hay varias teorías que explican su origen. Según una de ellas la circuncisión iniciaba el camino de la purificación de la persona a quien se le realizaba porque reducía el placer sexual. Según otra, representaba una ofrenda de sangre a las divinidades. También se asoció como un ofrecimiento para la fertilidad a favor de la persona que lo realizaba o para la fertilidad de la tierra de algunas tribus.
Su realización a lo largo de la historia es desigual y las diferentes comunidades la han ido incorporando en diferentes momentos y por distintos motivos:
1. Las primeras referencias a la circuncisión provienen de Egipto, donde se practicaba como símbolo de realeza o nobleza y a sacerdotes. Los antiguos egipcios la realizaban entre los 6 y los 12 años.
2. Los judíos consideran que la circuncisión representa un pacto entre Dios y Abraham. Por lo tanto, la ley judía obliga a realizarla a todos los niños, 8 días después del nacimiento.
3. Muchos niños musulmanes son circuncidados siguiendo las recomendaciones de la sharia (principios de la ley islámica que dicta aquello que es obligatorio, facultativo, ilícito y permitido) y no porque esté escrito en el Corán.
4. Los griegos también la practicaban y de ellos se toma el nombre de fimosis.
5. Para los cristianos, el procedimiento es opcional, de acuerdo con las escrituras de San Pablo en el Nuevo Testamento, pero abandonan la práctica en el siglo I.
6. Los países de habla inglesa adoptan la circuncisión como parte de su historia y cultura desde el siglo XIX por criterios médicos. La primera vez que se realizó en el Reino Unido fue en 1865 y en Estados Unidos en 1870.
7. Más recientemente, Corea del Sur la adopta de sus aliados (EE.UU.), en tiempos de la guerra de Corea (1950-1953).
No obstante, en algunos países o comunidades, como finlandeses, húngaros, alemanes, hindúes, mongoles y países orientales, la circuncisión como acto quirúrgico rutinario es prácticamente desconocida.
Según la finalidad que adopte la circuncisión rutinaria las comunidades o sociedades que la practican se pueden dividir en dos grupos. En el primer grupo, en el que se incluyen musulmanes, judíos, cristianos coptos, algunos grupos étnicos de África y pueblos indígenas de
América Latina, la circuncisión adopta una finalidad socializadora humana, ya sea de pertenecer al grupo, a la religión o al género. En algunas de estas sociedades, la vida de la persona está jalonada por una serie de ceremonias que marcan su acceso a los grupos de edad específico, los ritos de iniciación. Éstos no son ritos de pubertad, porque no coinciden con la pubertad fisiológica, sino que son ritos de pubertad social, edad que varía según el grupo, y suponen una ruptura con la infancia y el paso al mundo de los adultos.
El significado de estos ritos es muy complejo y se compone de tres fases. En la primera fase, o de separación, los niños son separados de la comunidad y circuncidados. La segunda fase, también llamada de marginación, tiene una duración variable según el tiempo necesario para la cicatrización y el proceso de aprendizaje. En este período se transmiten la riqueza cultural y social, los tabúes y las normas de su pueblo a través de personas seleccionadas. Por último, la tercera fase es la de agregación, en la que la persona es presentada públicamente como un nuevo miembro del grupo.
En el segundo grupo están incluidos, de manera muy importante, los países de habla inglesa, donde la circuncisión tiene una finalidad preventiva. Fue a finales del siglo XIX cuando se inició la circuncisión profiláctica. En este período histórico coincidieron diferentes teorías científicas y aspectos sociales que hicieron posible que la sociedad y la clase médica la incorporasen como una práctica médica rutinaria en el período neonatal.
Una de ellas fue la teoría de la neurosis refleja, reactualizada en ese momento, y con la cual se atribuían diferentes trastornos mentales, inexplicables para la época, a una causa de base somática. De esta manera, era frecuente la realización de la extirpación quirúrgica de ovarios y la amputación, manipulación y aplicación de sustancias químicas al clítoris con la finalidad de controlar cuadros de cefaleas y crisis de histeria; y la realización de circuncisión para prevenir la epilepsia. Otro factor fue la moral victoriana de la época que, además de inculcar a la sociedad del momento valores de extrema moral y buenas costumbres, introdujo una creciente obsesión por la higiene personal.
Esta última idea fue reforzada con la aparición de la teoría bacteriana, que asociaba la suciedad con diferentes miasmas (como orina, heces, sangre, pus o esmegma), y por lo tanto, consideró valida la circuncisión como una medida higiénica preventiva. Por último, muchos de los promotores de la circuncisión consideraban el prepucio como un vestigio primitivo, basándose en la teoría de la evolución de Darwin, sin función y con un pasado evolutivo superfluo. Por todos estos motivos y por las supuestas atribuciones preventivas de enfermedades de transmisión sexual, inflamaciones locales y cáncer de pene y de cuello uterino, la circuncisión se ha mantenido a lo largo de los años.
Fuente: Circuncisión infantil: revisión de la evidencia autores C. Puig Solà, O. García-Algar y O. Vall Combelles, Servicio de Pediatría. Hospital del Mar. Barcelona. España, 2003.
Ilustración: Cuadro "Bebé jugando", 1876 Thomas Eakins
Su realización a lo largo de la historia es desigual y las diferentes comunidades la han ido incorporando en diferentes momentos y por distintos motivos:
1. Las primeras referencias a la circuncisión provienen de Egipto, donde se practicaba como símbolo de realeza o nobleza y a sacerdotes. Los antiguos egipcios la realizaban entre los 6 y los 12 años.
2. Los judíos consideran que la circuncisión representa un pacto entre Dios y Abraham. Por lo tanto, la ley judía obliga a realizarla a todos los niños, 8 días después del nacimiento.
3. Muchos niños musulmanes son circuncidados siguiendo las recomendaciones de la sharia (principios de la ley islámica que dicta aquello que es obligatorio, facultativo, ilícito y permitido) y no porque esté escrito en el Corán.
4. Los griegos también la practicaban y de ellos se toma el nombre de fimosis.
5. Para los cristianos, el procedimiento es opcional, de acuerdo con las escrituras de San Pablo en el Nuevo Testamento, pero abandonan la práctica en el siglo I.
6. Los países de habla inglesa adoptan la circuncisión como parte de su historia y cultura desde el siglo XIX por criterios médicos. La primera vez que se realizó en el Reino Unido fue en 1865 y en Estados Unidos en 1870.
7. Más recientemente, Corea del Sur la adopta de sus aliados (EE.UU.), en tiempos de la guerra de Corea (1950-1953).
No obstante, en algunos países o comunidades, como finlandeses, húngaros, alemanes, hindúes, mongoles y países orientales, la circuncisión como acto quirúrgico rutinario es prácticamente desconocida.
Según la finalidad que adopte la circuncisión rutinaria las comunidades o sociedades que la practican se pueden dividir en dos grupos. En el primer grupo, en el que se incluyen musulmanes, judíos, cristianos coptos, algunos grupos étnicos de África y pueblos indígenas de
América Latina, la circuncisión adopta una finalidad socializadora humana, ya sea de pertenecer al grupo, a la religión o al género. En algunas de estas sociedades, la vida de la persona está jalonada por una serie de ceremonias que marcan su acceso a los grupos de edad específico, los ritos de iniciación. Éstos no son ritos de pubertad, porque no coinciden con la pubertad fisiológica, sino que son ritos de pubertad social, edad que varía según el grupo, y suponen una ruptura con la infancia y el paso al mundo de los adultos.
El significado de estos ritos es muy complejo y se compone de tres fases. En la primera fase, o de separación, los niños son separados de la comunidad y circuncidados. La segunda fase, también llamada de marginación, tiene una duración variable según el tiempo necesario para la cicatrización y el proceso de aprendizaje. En este período se transmiten la riqueza cultural y social, los tabúes y las normas de su pueblo a través de personas seleccionadas. Por último, la tercera fase es la de agregación, en la que la persona es presentada públicamente como un nuevo miembro del grupo.
En el segundo grupo están incluidos, de manera muy importante, los países de habla inglesa, donde la circuncisión tiene una finalidad preventiva. Fue a finales del siglo XIX cuando se inició la circuncisión profiláctica. En este período histórico coincidieron diferentes teorías científicas y aspectos sociales que hicieron posible que la sociedad y la clase médica la incorporasen como una práctica médica rutinaria en el período neonatal.
Una de ellas fue la teoría de la neurosis refleja, reactualizada en ese momento, y con la cual se atribuían diferentes trastornos mentales, inexplicables para la época, a una causa de base somática. De esta manera, era frecuente la realización de la extirpación quirúrgica de ovarios y la amputación, manipulación y aplicación de sustancias químicas al clítoris con la finalidad de controlar cuadros de cefaleas y crisis de histeria; y la realización de circuncisión para prevenir la epilepsia. Otro factor fue la moral victoriana de la época que, además de inculcar a la sociedad del momento valores de extrema moral y buenas costumbres, introdujo una creciente obsesión por la higiene personal.
Esta última idea fue reforzada con la aparición de la teoría bacteriana, que asociaba la suciedad con diferentes miasmas (como orina, heces, sangre, pus o esmegma), y por lo tanto, consideró valida la circuncisión como una medida higiénica preventiva. Por último, muchos de los promotores de la circuncisión consideraban el prepucio como un vestigio primitivo, basándose en la teoría de la evolución de Darwin, sin función y con un pasado evolutivo superfluo. Por todos estos motivos y por las supuestas atribuciones preventivas de enfermedades de transmisión sexual, inflamaciones locales y cáncer de pene y de cuello uterino, la circuncisión se ha mantenido a lo largo de los años.
Fuente: Circuncisión infantil: revisión de la evidencia autores C. Puig Solà, O. García-Algar y O. Vall Combelles, Servicio de Pediatría. Hospital del Mar. Barcelona. España, 2003.
Ilustración: Cuadro "Bebé jugando", 1876 Thomas Eakins
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