NUEVO ESCÁNDALO EN LA IGLESIA CATÓLICA
Más de 300 curas acusados de abusar sexualmente de más de mil niños en Pensilvania
El informe de un gran jurado habla de encubrimiento "sistemático" de líderes religiosos en EEUU y el Vaticano
La ocultación durante siete décadas y los estatutos de limitaciones impedirán llevar muchos casos a juicio
El fiscal general del Estado, Josh Shapiro. / MATT ROURKE
Durante siete décadas más de 300 sacerdotes católicos en seis diócesis de Pensilvania abusaron de más de un millar de menores, protegidos por el sistemático encubrimiento de los líderes religiosos en la comunidad y en el Vaticano. La mayoría de sus crímenes quedarán impunes, precisamente porque la estrategia de ocultación combinada con los estatutos de limitaciones hacen que muchos de los casos no se puedan perseguir judicialmente. Pero al menos la dimensión de la barbarie sale a la luz y fuerza a la Iglesia en Estados Unidos y al Papa Francisco a encarar la crisis que, desde que empezó a revelarse hace casi dos décadas, no deja de crecer.
La devastadora información sobre lo ocurrido en Pensilvania, donde uno de cada cuatro habitantes es católico, se ha conocido este martes, cuando el Tribunal Supremo estatal ha presentado un informe de casi 1.400 páginas preparado por un gran jurado y basado en una investigación de 18 meses. Son las mayores pesquisas hasta la fecha en EEUU y las ha dirigido el fiscal general del estado, Josh Shapiro, que en una rueda de prensa ha apuntado al "encubrimiento sistemático por altos cargos de la Iglesia en Pensilvania y el Vaticano".
Miles más
Aunque sacando los nombres de los propios registros de la iglesia se han identificado más de mil menores como víctimas, sobre todo niños pero también niñas, el informe cree que "el número real, de niños cuyos informes se perdieron o que siempre tuvieron miedo de denunciar, es de varios miles". "Algunos fueron manipulados con alcohol o pornografía. A algunos les hicieron masturbar a sus agresores, o fueron manoseados por ellos. Algunos fueron violados oralmente, algunos vaginalmente, algunos analmente", denuncia el texto.
Varias demandas del clero habían retrasado la publicación del informe, que ve la luz con algunos detalles y nombres editados, pero el fiscal Shapiro ha prometido luchar para eliminar todas las ediciones. Y ahora queda por ver la respuesta del Papa Francisco, cuya respuesta a crisis recientes por la pederastia en Chile y en Australia muchos consideran fallida e insuficiente. El mes pasado el pontífice aceptó la dimisión del cardenal Theodore McCarrick, antiguo arzobispo de Washington, que fue subiendo en la jerarquía pese a estar acusado de abusos.
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