Así era la primera mujer que ganó un premio Nobel de medicina en solitario
Durante los años 40 y 50 del pasado siglo, los estudios de
Barbara McClintock descubrieron numerosos detalles de los procesos de
recombinación del genoma
La especialista estadounidense en citogenética Barbara McClintock es la única mujer que recibió en solitario el Nobel de Medicina o Fisiología, en 1983, por
su trabajo que permitió entender los mecanismos de recombinación
y transposición de genes que se producen durante la meiosis, el proceso
de creación de los gametos.
Sus estudios
durante los años 40 y 50 del pasado siglo descubrieron numerosos
detalles de los procesos de recombinación del genoma con tal nivel de
calidad que fue aceptada en 1944 en la Academia de Ciencias de los EE
UU, siendo la tercera mujer.
Pero cuando descubrió los transposones y otros
mecanismos de regulación sus teorías no fueron bien recibidas hasta tal
punto de abandonó esta línea de investigación en 1953 para dedicarse a
la etnobotánica del maíz sudamericano y la citogenética de esta planta
vital.
Hija de un médico y niña solitaria estudió
botánica en la escuela de agricultura de la universidad de Cornell
contra la oposición de su madre, que no consideraba la ciencia algo
atractivo en una mujer con vistas al matrimonio.
Allí se graduó en Botánica, aunque desde el principio mostró interés por la genética. Sus técnicas de tinción de cromosomas están en los libros de texto y se usan hoy en día.
Según un catedrático de Cornell un artículo que publicó McClintock en
1929 contenía 10 de los 17 mayores avances en ciencia conseguidos en
toda la universidad entre 1929 y 1935.
Tras varias
estancias en diferentes instituciones científicas se incorporó como
profesora a la Universidad de Misuri, donde su investigación avanzó pero
era tratada con desdén por ser mujer; su jefe de
departamento amenazó con despedirla si se casaba al ver en la prensa un
anuncio de compromiso de otra mujer llamada igual a pesar de
que por entonces McClintock era ya vicepresidenta de la sociedad de
genética de los EE UU. Una muestra más de que en los 50 y los 60 la
ciencia era tan machista como el resto de la sociedad.
Al final dejó la universidad de Misuri y se instaló en el Laboratorio Cold Spring Harbor,
donde trabajaría el resto de su carrera en la que por ejemplo publicó
una obra fundamental de la etnobotánica, paleobotánica y botánica
evolutiva del maíz.
Sus
descubrimientos sobre la regulación del genoma no se reconocieron hasta
que los franceses Jacob y Monod llegaron a las mismas conclusiones a
partir de los años 60, cuando ella
estaba ya jubilada. Con todo, y pesar del Nobel, hay libros de texto
actuales que no incorporan sus contribuciones o las atribuyen a sus
redescubridores.
Imagen de Smithsonian Institution/Science Service; Restored by Adam Cuerden - Flickr: Barbara McClintock (1902-1992), Public Domain.
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