«La menopausia no es una enfermedad»
El Foro de Salud de IDEAL y Hefagra deja una lección de las personas de mediana edad: cumplir años es una bendición y no un problema
En España hay más de tres millones de mujeres ubicadas en la franja de edad entre 50 y 59 años. Suponen el 14% de la población femenina y el 7% de la población total española. Son cifras del Instituto Nacional de Estadística que la jefa de Servicio de Obstetricia y Ginecología del Complejo Hospitalario Universitario de Granada, Carmen Padilla, recordó ayer tarde en el Foro de Salud organizado por IDEAL en el auditorio del Centro García Lorca y presentado por el director gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Granada, Manuel Bayona -quien se destapó como un maestro de ceremonias con grandes habilidades sobre el escenario-. Es en esa horquilla de edad en la se hacen más presentes los síntomas de la menopausia, un «seísmo» vital que solo significa «el fin del período fértil de la mujer». Porque, a pesar de las incomodidades que pueda generar en el cuerpo, la desaparición de la ovulación, según Padilla, no es más que eso. «La menopausia no es una enfermedad», zanjó la doctora. «Es un período distinto y de oportunidades», añadió para desterrar el concepto erróneo que la sociedad tenía hasta hace pocos años de este proceso. Afortunadamente «las mujeres de la mediana edad están cambiando» y empiezan a afrontar esa etapa de su vida de otro modo.
Cumplir años no debe afrontarse como una tragedia, sino todo lo contrario, como «una bendición». Es lo que opina Bárbara Rey, madrina ayer del Foro de Salud, y es lo que corroboran los médicos especialistas que deleitaron al público que llenó la sala y se divirtió gracias a las dosis de humor con la que los ponentes impregnaron sus charlas. Una actitud que dejó una lección más: la salud hay que tomársela en serio pero los problemas derivados de ella y el envejecimiento hay que afrontarlos con optimismo y con la máxima vitalidad posible. De hecho, la doctora Padilla considera que «viene una nueva etapa» en la sociedad y atrás han empezado a quedar ya ciertos corsés derivados del ideal de eterna juventud que hasta ahora se exigía. «Ahora mismo, en la revista Sports Illustrated aparecen mujeres de más de 60 años», ilustró la doctora.
Longevidad saludable
La médica especialista en Endocrinología y Nutrición, María Luisa Fernández Soto, también profesora asociada de la Universidad de Granada, considera también que los tiempos están cambiando y que el modelo de éxito femenino sigue otros derroteros. «No somos las mismas. Hemos llevado al cuerpo todos los símbolos de la sociedad. Si sigues los esquemas que te marcan vas a tener éxito profesional, social y sexual, pero va a ser insatisfactorio», criticó. Por ello, apuesta por otro modelo que empieza a florecer en la sociedad, en el que se presta más atención a «una longevidad saludable» y en el que el ejercicio físico y la alimentación correcta juegan un papel preponderante.
Fernández Soto hizo hincapié en fomentar la dieta mediterránea y olvidarse de los llamados alimentos funcionales y los suplementos alimenticios. «¿Tengo que comprarlo todo? No, es un carro muy caro y hay que dejarlo para cuando tengamos carencias», apuntó en referencia al abanico de productos que hoy día se venden con el reclamo de contener ácidos grasos como Omega 3, soja y toda esa gama de suplementos que hay en las estanterías.
«¿De qué me sirve tomar leche desnatada si luego me voy a comer unos huevos con chorizo?», cuestionó. De ahí que aconseje la dieta mediterránea, de la que recordó que está catalogada como patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco. A su juicio, la «cocina reposada» es la más conveniente. Y las comidas, «en compañía y sin prisas». Un argumento, este último, rebatido ante una pregunta del público que colocó sobre el tablero el supuesto de una persona sin pareja o sin familia.
Barbara Rey ejerció de discordante al señalar que ella, actualmente sin pareja, disfruta comiendo sola igual que con amigos. «Aunque soy muy charlatana, mí me gusta masticar la comida y si tengo a alguien enfrente que no para de hablar, me obliga a hablar y no disfruto igual de la comida», apostilló para levantar las risas entre el público. La actriz y presentadora detelevisión resaltó que ella no es «una entendida» en asuntos médicos, pero su experiencia le ha llevado a comprobar que en su vida «la alimentación ha sido muy importante para la salud». Se definió como «mediterránea de interior» (es originaria de Totana, en Murcia), por lo que ha tenido «la gran suerte de tomar alimentos de la dieta mediterránea». En su caso, eso sí, asegura que la genética «ayuda».
A la buena alimentación añadió el ejercicio físico como uno de los elementos que le han ayudado a sentirse bien. «Mi profesión me obligaba a mantenerme en forma. A mí me gusta nadar y es algo que me ha ayudado con la menopausia. A las mujeres nos quitan muchas veces la autoestima a cierta edad. Hay que ser conscientes de que no todo el mundo está capacitado para lo mismo. Pero hay que tener la suficiente entereza para afrontar las situaciones que se presentan. Sentir que una es válida y sentirse bien consigo misma. Las mujeres, cuando entrar en determinada edad, es cuando más atención necesitan. Que nos quieran, nos amen y nos cuiden. Yo no entiendo de medicinas, pero sí entiendo que no me tomo ninguna», remató la artista.
Sexo y otras verdades
El sexo en la menopausia fue uno de los temas que la propia Bárbara Rey se atrevió a tratar. «Mis experiencias mejores y más bonitas han llegado con la menopausia», confesó. Este apartado fue uno de los ingredientes que recomendó el profesor titular de la Facultad de Medicina de la UGR y especialista en Ginecología y Obstetricia, Nicolás Mendoza Ladrón de Guevara. «Ejercicio, dieta y sexo», aconsejó como principales recursos. «La menopausia se ha entendido mal, se ha transmitido mal», opinó, al tiempo que recordó que también existe la andropausia en el hombre.
El doctor Mendoza es partidario de «individualizar los tratamientos», porque en cada caso el diagnóstico es distinto. Coincidió con la doctora Padilla en que la menopausia no es una enfermedad y sacó a colación un artículo de 2002 «que demonizó la terapia hormonal» y que recientemente tuvo una réplica de sus propios autores en el 'The New England Journal of Medicine' para pedir perdón por generar una «hormonofobia mundial» con aquel primer artículo.
«La terapia hormonal no produce cáncer», advirtió el especialista, quien ofreció un decálogo de recomendaciones entre las que incluyó tener hijos antes de los 45 años, no fumar (ni él ni ella), hacer ejercicio físico, ingerir dieta adecuada y evitar sobrepeso, hacerse una mamografía al año, controlar la tensión y mantener una sexualidad satisfactoria. A los hombres les dejó otro mensaje: «El 'Punto G' no existe, está en la cabeza».
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