jueves, 5 de noviembre de 2009

ESTUDIO CURIOSO

Estar de mal humor hace pensar con más claridad

  1. Un estudio publicado en la revista 'Science' reafirma que el liderazgo requiere desconfianza

Estar de mal humor y ser un gruñón hacen pensar con más claridad, según un estudio australiano publicado en la revista Science que investiga las emociones. Así, indica que en contraste con las personas que parecen siempre felices, las de ánimo miserable son mejores a la hora de tomar decisiones ya que son menos crédulas. El estudio justifica las críticas que tan a menudo sufren los jefes, generalmente más respetados en el entorno laboral cuanto más agrio tienen el carácter.

"Mientras la jovialidad fomenta la creatividad, la melancolía facilita la atención y el pensamiento reflexivo", asegura el investigador y psicólogo de la Universidad de Nueva Gales del Sur, que ha dirigido el estudio, Joe Forgas. El experto afirma que una persona irritable y desconfiada puede lidiar con situaciones más exigentes que un individuo feliz, por la forma en la que el cerebro "promueve estrategias de procesamiento de la información".

Estudio en la práctica

Para llegar a estas conclusiones, el científico le pidió a un grupo de voluntarios que mirasen diferentes películas y pensasen en situaciones positivas o negativas de sus vidas, con el fin de ponerlos de buen o mal humor. Posteriormente, les pidió una serie de ejercicios, como juzgar la veracidad de los mitos urbanos y dar detalles como testigos oculares de un hecho.

Los malhumorados superaron a los joviales, ya que cometieron menos errores y fueron mejores comunicadores. "Mientras que el humor positivo parece promover la creatividad, la flexibilidad y la cooperación, el malhumor activa una forma de pensar más atenta y cuidadosa, haciendo que la persona preste más atención al mundo externo", añadió Forgas.

La tristeza del mensaje escrito

El estudio también concluye que los individuos tristes son mejores exponiendo sus ideas a través de argumentos escritos. A juicio del psicólogo, esta situación muestra que "un humor moderadamente negativo puede en realidad promover un estilo de comunicación más concreto, más armonioso y, en definitiva, más exitoso". Finalmente, el anterior trabajo de Forgas apuntaba a que el clima tiene un efecto similar sobre el ser humano: un día húmedo y gris agudiza la memoria, mientras que uno soleado vuelve a las personas más olvidadizas.