domingo, 4 de mayo de 2014

A FIFAR QUE SI NO SE ACABA EL MUNDO


 Fuck For Forest es el nombre de la ONG

Sexo para salvar el bosque

  • La ONG más 'verde' del mundo es la de los sexy-activistas Leona y Tommy

  • Cuentan con 1.300 afiliados, españoles incluidos

  • Practican porno al aire libre y lo graban para hacer caja

  • Lo reunido, más de 360.000 euros, se destina a salvar bosques de Perú, Brasil...


«Salvar al planeta puede ser muy sexy», se lee en una señal amarilla a la entrada de la sede de Fuck For Forest, un apartamento en el distrito berlinés de Friedrichshain. Allí viven Leona y Tommy junto a su perra Janis. El techo está decorado con luces fluorescentes de todos los colores. Plantas, velas y basura rodean el salón. De una pequeña mesa de cristal se vislumbran restos de incienso y colillas de porros de marihuana. En una gran pared blanca cuelgan varios artículos de prensa. En uno de ellos aparece en alemán un llamativo titular: «¿Esto es arte, protección de la naturaleza o revolución sexual?».
Leona y Tommy son «sexy activistas». Así se autodenominan. Llevan la premisa de la ecología sexual marcada en el corazón, combatiendo los problemas medioambientales con orgasmos en la naturaleza. Muchos les critican por su extraña cruzada ambientalista, pero ellos llevan 10 años repitiéndose día a día: «¿Por qué salvar el planeta de forma aburrida, cuando se puede hacer de manera excitante?».
En 2004, Leona Johansson (30 años) y Tommy Hol (37) -ella sueca y él noruego- se pusieron a practicar sexo en un escenario delante de 4.000 espectadores como manifestación ecológica, durante el concierto en Noruega del Quart Festival en el que actuaba la banda The Cumshots (los eyaculadores). Leona y Tommy querían hacer una protesta diferente para defender el medio ambiente.
Tras esa polémica actuación, se les ocurrió la idea de fundar Fuck For Forest (sexo por los bosques), o simplemente FFF. Seguramente sea la ONG más extraña del mundo. Sí, es una ONG. Una organización sin ánimo de lucro en la que la pornografía y ecología van de la mano en defensa de la naturaleza. «Queremos divertirnos con el sexo y mostrar la naturaleza a la gente», afirman. Su web es la única sobre ecoporno del mundo.

Por sólo 12 euros

¿Pero es serio todo esto? La realidad es que Fuck For Forestcuenta con más de 1.300 afiliados, ecoamantes, sexy-activistas..., autodenominados de diversas formas, de varias partes del mundo, que pagan mensualmente 12 euros para ver fotos y vídeos de sexo amateur. El funcionamiento es sencillo. Al realizar una donación en su web vía tarjeta de crédito se tiene acceso a una serie de contenidos pornográficos. Escenas que están protagonizadas por miembros y colaboradores de la ONG. Gente de a pie convertida en estrellas del porno en la intimidad de la naturaleza.
El sexo vende, pero ¿qué puede comprar? Esa es la pregunta intrigante que persigue el documental Fuck For Forest, con una gran difusión en los últimos meses, realizado por dicha organización y dirigido por el cineasta polaco Michael Marczak en 2012.
Muestra la vida de neohippies que profesan el amor libre, el sexo y la ecología. A ritmo de música tecno se adentran en la selva acompañados por un grupo de indígenas, bailan, se desnudan; practican el sexo en la calle, en los parques, en una iglesia... «La gente en occidente ha perdido su conexión con la naturaleza y con su propio cuerpo», dice Tommy. «Haz el amor y no la guerra», proclamaban los pacifistas en los años 60. Ahora que el activismo sexual está de moda y que «salvar el planeta es sexy», quién sabe si en estos tiempos de calentamiento global la solución viene por el calentamiento inguinal. ¿Verdad Paloma? Porque así se llama una de las afiliadas españolas al movimiento. Madre de un niño pequeño, ella se define como una mujer de mente abierta. Lleva desde 2008 colaborando con la ONG.
Desde sus inicios, FFF ha recaudado más de 360.000 euros, con los que financian ocho ecoproyectos para salvaguardar los bosques tropicales. En Costa Rica, por ejemplo, la organización compró 60 hectáreas arboladas, ahora zona protegida. En Ecuador, junto con indígenas shuar, han creado un centro cultural de intercambio de conocimiento sobre medicina herbolaria. Y en Perú, con su proyecto Comunidad Arco Iris, han invertido 13.000 euros en hectáreas para reforestar y reeducar a las poblaciones en el uso responsable de los recursos. Invernaderos, un horno solar, un extractor de aceite de coco son algunos de los instrumentos con los que cuentan.
Sin embargo, la crisis también ha perjudicado a esta nueva industria ecopornográfica. «El año pasado los ingresos disminuyeron ligeramente. Pero el dinero no es para nosotros más que una herramienta para ayudar al medio ambiente», afirma a Crónica Leona. Esta joven activista cuyas rastas le caen sobre su desnudo cuerpo piensa que la sexualidad se ha convertido en una herramienta de marketing en la sociedad actual. «La pornografía genera mucho dinero, ¿Por qué no invertirlo en crear una cultura positiva del sexo, donde se celebre el placer y nos ayude a conectar con la naturaleza?».
Varias instituciones públicas y ONG se oponen a este modo de acutar. Se preguntan hasta dónde es realmente activismo cruzar la línea de la exposición y venta sexual. «Todo lo hacemos nosotros, no somos un negocio», dice Leona, «sino una expresión contra la destrucción del medioambiente».
La EPA

CUIDATE QUE YA LLEGO EL SOL EN EL HEMISFERIO NORTE


Pedro Jaén: «Un día bastará una pastilla para protegernos del sol»

Ha hecho de la lucha contra el cáncer de piel una prioridad en su vida. El diagnóstico precoz marca aquí la diferencia entre la vida y la muerte

Iba para internista pero descubrió que la dermatología le permitiría mirar a sus enfermos desde una perspectiva global, con la piel como espejo de su salud. Hoy es el dermatólogo en el que confían algunos de los rostros más famosos y un militante convencido de la lucha contra el astro rey. Lo hace desde el hospital Ramón y Cajal, donde ha sido testigo del cambio de los españoles en su relación con el sol, ese peligroso enemigo que alimenta el tumor más frecuente en nuestro país. La incidencia del cáncer de piel se triplica cada década, aunque Pedro Jaén se resiste a ser pesimista: «Los mensajes de prevención están funcionando», asegura.
-¿Cómo se puede ser militante contra el sol en un país donde nos bronceamos desde niños y la exposición solar es casi inevitable?
-Repitiendo sin cansancio los mismos mensajes, año tras año. Yo soy completamente optimista. La acción más eficaz es la prevención y veremos sus frutos dentro de 15 años. Australia empezó con campañas de sensibilización hace 40 y cada año se ven menos casos. En nuestro país, personas de la edad de mi hija que ahora tiene 29 años no habrán tomado tanto el sol cuando lleguen a los 50. Hoy aún estamos diagnosticando los cánceres sembrados antes de las campañas que advierten de los peligros del sol. También soy optimista porque se trata mejor la enfermedad. Cuando la piel coge el camino del cáncer, aparecen unas lesiones precancerosas que antes no se trataban y se esperaba a ver su evolución. Ahora nos anticipamos al cáncer, cuando vemos una persona con terreno abonado para padecer cáncer, tratamos la piel en su conjunto.
-¿Ven a sus pacientes más concienciados o hasta los diagnosticados con cáncer de piel siguen tomando el sol?
-Intentamos ser muy cautos en el mensaje a nuestros pacientes. La tendencia de los médicos siempre es prohibir cosas, pero la experiencia me ha hecho ver que debemos darles herramientas para que puedan seguir haciendo una vida normal. Un paciente que ha tenido un cáncer de piel, si utiliza fotoprotección y mantiene unos buenos hábitos de exposición solar, puede seguir haciendo una vida al aire libre como antes.
-¿Juegan los genes un papel importante en otros tipos de cáncer de piel?
-Sí, la genética influye mucho en los carcinomas, el grupo más importante de cáncer de piel. Pero son tumores que se curan aunque no los diagnostiquemos precozmente. El melanoma, cuando ya está avanzado tiene un mal pronóstico, por eso nos preocupa tanto.
-¿Quién es el mejor vigilante de su piel, ¿el médico o uno mismo?
-Sin duda uno mismo. Salvaríamos muchas vidas si todos supiéramos reconocer un cambio peligroso en un lunar.
-Hay aplicaciones en el móvil que ya lo permiten. Con una foto del lunar se obtiene un diagnóstico. ¿Son fiables?
-El diagnóstico siempre debe hacerlo un médico. En el Hospital Ramón y Cajal hemos desarrollado FotoSkin, una aplicación gratuita para el móvil que permite fotografiar los lunares para hacer el seguimiento de sus manchas. Con esta aplicación no se obtiene un diagnóstico, pero los usuarios pueden hacer su propia fototeca de lunares. Esa información es clave para que el dermatólogo realice el diagnóstico.
-¿Podemos soñar con una pastilla para el sol y prescindir de la crema?
-No lo veo imposible. Algún día bastará con tomar una pastilla y no necesitaremos nada más. De hecho, nuestro mejor protector, la melanina, la fabricamos nosotros y no la tenemos que aplicar desde fuera. Ya hay algunos principios activos que han demostrado esa capacidad de fotoprotección oral, pero de momento son solo un complemento a los de uso tópico. Por poner un ejemplo, no demasiado exacto, si una crema tiene un 50 de protección, uno oral protege como 3. Es una pequeña ayuda.
-Hay mayor concienciación, todavía hay mitos en torno al sol: se sigue hablando de radiaciones buenas y malas, que no es necesario protegerse si no es verano...
-Sí, aún hay muchos mitos. Por ejemplo, no se entiende que hay dos tipos de radiación y ambas son malas, la ultravioleta A y la B. Las dos provocan envejecimiento y cáncer. La «B» avisa con la quemadura solar; la otra no, y eso no se entiende. Es más, todos los fotoprotectores protegen mucho menos frente a la ultravioleta A. Es decir, para la A estamos bastante desprotegidos. Esto pasa con las camas de bronceado, nos bronceamos y no nos quemamos. Pero es una radiación traidora que no avisa.
-Si son tan malos los centros de bronceado ¿por qué no se prohíben?
-Es como el tabaco. Sabemos que es muy malo y no se ilegaliza. Al menos, ahora se ha prohibido el acceso de menores a los salones de bronceado, aunque no es suficiente advertencia. Igual que en la cajetilla de tabaco se advierte que produce cáncer de pulmón, se debería advertir que tomar rayos uva produce cáncer de piel.
-La dermatología está comiendo terreno a la cirugía plástica en la lucha contra el envejecimiento. ¿Podemos dar por muerto el «lifting»?
-La cirugía estira la piel pero sigue siendo la misma piel envejecida. La Dermatología está investigando mucho cómo mejorar su estado y con los avances en medicina regenerativa estamos a punto de revertir los daños del paso del tiempo. Buscamos tratamientos que permitan a la piel trabajar para rejuvenecerse. Mientras, disponemos de técnicas menos invasivas que la cirugía como los peeling químicos o el bótox.
-¿Guardaremos nuestras células de la piel de la juventud como ahora hacemos con los óvulos para resolver las arrugas del futuro?
-Es posible que conservemos nuestras células de la infancia o juventud o que seamos capaces de regenerar el tejido con células adultas o diferenciadas. Nosotros queremos hacer un ensayo clínico para ver cómo se pueden aplicar las células madre de la dermis a la regeneración de la piel. Uno de nuestros proyectos es reparar con células madre el tejido graso que se pierde con el envejecimiento.
-Cada día se anuncian técnicas que prometen devolver la juventud. ¿Cómo separar el grano de la paja?
-Lo mejor es ponerse en manos de médicos con formación en estética. Los dispositivos que se utilizan en estética, tanto los materiales de relleno como los aparatos son dispositivos médicos pero no siguen la normativa de los medicamentos. Puedes tener un láser aprobado por la FDA americana o con el sello CE europeo para el tratamiento de las estrías, por ejemplo, pero eso no garantiza su eficacia. Solo significa que es seguro y no ha perjudicado a un grupo de pacientes en los que se ha aprobado para tratar las estrías.