martes, 15 de mayo de 2012

COMO SER UN PAYASO Y CREERSE MEDICO

Cavadas: ser médico para ligarse enfermeras

.
El cirujano Pedro Cavadas. / JORDI VICENT


El cirujano Pedro Cavadas, conocido por sus trasplantes experimentales de piernas o cara, nunca se ha distinguido por su discreción. Ni en su indumentaria (son célebres en las ruedas de prensa sus estilismos tipo safari o étnico) ni en sus manifestaciones públicas. Pero su atracción por lo políticamente incorrecto nunca le había salido tan cara como para llegar a ponerse en contra al colectivo de enfermeras.
En una reciente entrevista en el diario Información de Alicante, Cavadas respondió que no creía en la vocación profesional. Y para ilustrar su argumento, indicó que ningún niño sabe en qué consiste ser médico. “Te puede gustar llevar bata blanca, o [puede] que creas que vas a ganar mucha pasta o que te tirarás a la enfermera”, comentó. La respuesta de las asociaciones de enfermería no se ha hecho esperar.
El Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (Cecova) ha exigido una rectificación pública. Las enfermeras “no son las concubinas de los médicos, aunque da la sensación de que por sus manifestaciones [en alusión al cirujano] esta creencia pesó excesivamente en su decisión de ser médico”, dicen. “Una persona que se refiere con ese desprecio a otros profesionales sanitarios demuestra una altura moral que no es merecedora de ningún reconocimiento público, por muchos méritos profesionales que haya atesorado”, ha añadido el Cecova. Cavadas acababa de recibir el premio de la Fundación Doctor Balmis Rotary Club de Alicante cuando pronunció sus polémicas palabras.
También el sindicato de enfermería Satse ha cargado contra las expresiones de Cavadas. “Es indignante que en el tercer milenio y en boca de un médico de prestigio internacional se recurra a nombrar a las mujeres como objeto sexual, denigrando su imagen como mujer y como profesional”. Además, ha comentado el sindicato, el especialista en medicina reconstructiva “ofende al colectivo de enfermeras al volver a incidir en el archiconocido y falso estereotipo de la relación sexual entre médicos y enfermeras”.
La referencia pública a las enfermeras en los términos que emplea Cavadas es novedosa. Pero no, las palabras que dedica a las personas que han perdido el empleo y cobran una prestación, o al sector público. “Hay que intentar que dinero se gestione con buenos criterios y evitar tener miles de vagos a quienes se les paga por no hacer nada”, planteó en la misma entrevista. “Todo el mundo prefiere que hayan empresas públicas porque así se puede hacer más el vago, coger más bajas, no tener a nadie que te exija una productividad y que te paguen trabajes o no”. Y dió un paso más. “La sanidad tiene que ir hacia optimizar recursos y pagar el cuidado sanitario, pero no las vacaciones en el mar de mucha gente”.
Cavadas se dedica a la medicina privada. Pero gracias a la pública –en concreto, a un convenio que le permite operar en el hospital La Fe de Valencia- ha podido ser el primer cirujano en el mundo que ha conseguido practicar un trasplante bilateral de manos; de cara, mandíbula y lengua; o de piernas. Para ello, ha necesitado la ayuda de un amplio equipo de excelentes profesionales de la Agència Valenciana de Salut (de la red pública). Entre ellos, ¿adivinan quien? Exacto, enfermeras.

¿PARA QUE QUEREMOS ALARGAR LA VIDA?

Investigadores españoles prueban con éxito la primera terapia para alargar la vida

Telómeros en seres humanos.Telómeros en seres humanos.
Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han probado con éxito la primera terapia génica contra el decaimiento del organismo asociado al envejecimiento. Por el momento, la 'terapia antienvejecimiento' ha conseguido, con un solo tratamiento, prolongar la vida de ratones hasta en un 24%.
El trabajo, que publica este miércoles en la revista 'EMBO Molecular Medicine', desarrolla una estrategia nunca antes empleada para combatir el envejecimiento, se trata de un tratamiento efectivo y seguro -en el modelo animal-, que actúa directamente sobre los genes, pero que se aplica a animales adultos, y una única vez.
Liderado por la directora del CNIO, Maria A. Blasco, y Bruno M. Bernardes de Jesús, coautor del trabajo, en colaboración con Eduard Ayuso y Fátima Bosch, del Centro de Biotecnología Animal y Terapia Génica de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), trataron a ratones adultos, de un año de edad; y viejos, de dos años. En ambos casos la terapia génica tuvo un efecto "rejuvenecedor", escriben los autores.
Los ratones que fueron tratados al cumplir el año vivieron, de media, un 24% más; los de dos años, un 13$ más. Así, la terapia consistiría en lograr que las células expresen telomerasa, la enzima que 'ralentiza' el 'reloj biológico'.
En general, la terapia mejoró sensiblemente la salud de los animales, retrasando la aparición de enfermedades asociadas a la edad -como la osteoporosis y la resistencia a la insulina- y mejorando los valores de indicadores de envejecimiento, como la coordinación neuromuscular.
Este trabajo "demuestra que es posible desarrollar una terapia génica antienvejecimiento con telomerasa sin aumentar por ello la incidencia de cáncer", escriben los autores. "Los organismos adultos acumulan daños en el ADN resultado del acortamiento de los telómeros, este trabajo muestra que una terapia génica basada en la producción de telomerasa es capaz de reparar o retrasar este tipo de daño", añaden.

La telomerasa, tratada como un virus

La terapia se basa en tratar al animal con un virus cuyo ADN ha sido modificado, concretamente ha sido sustituido por la enzima telomerasa, uno de los genes más importantes para el envejecimiento. La telomerasa repara los extremos de los cromosomas, los llamados telómeros, y al hacerlo frena el reloj biológico de la célula y por ende del organismo. El virus, al infectar al animal, actúa como un vehículo que deposita el gen de la telomerasa en las células.
Los telómeros son estructuras que protegen los extremos de los cromosomas, pero de forma limitada en el tiempo: con cada división de la célula, los telómeros se acortan, hasta que se reducen demasiado y ya no pueden desempeñar su función. Como resultado, la célula deja de dividirse y envejece, o muere. Esto se evita con la telomerasa, que frena el acortamiento de los telómeros o incluso los reconstruye de nuevo.
El gen de la telomerasa, no obstante, sólo está activo en la mayoría de las células antes del nacimiento; las células del organismo adulto, salvo excepciones, no tienen telomerasa. La excepción son las células madres adultas y las cancerígenas, que se dividen sin límite y son por tanto inmortales. Precisamente, riesgo de promover el desarrollo de tumores siempre había supuesto un obstáculo a la hora de plantear terapias antienvejecimiento basadas en la telomerasa.
Por esta razón, los investigadores destacan que los animales de este ensayo no han desarrollado cáncer. Los investigadores lo atribuyen a que la terapia comienza cuando los animales ya son adultos, y por tanto no tienen tiempo de acumular el número de multiplicaciones aberrantes necesarias para la aparición de tumores.
El virus empleado para llevar el gen de la telomerasa a la células derivan de otros no patógenos en humanos y que no tienen capacidad para replicarse. Por tanto son "muy seguros, ampliamente usados en terapia génica con un gran éxito en el tratamiento de la hemofilia y enfermedades oculares".

Vía al tratamiento de enfermedades

Los investigadores Virgina Boccardi, de la Universidad Segunda de Nápoles, y Utz Herbig, del New Jersey Medical School-University Hospital Cancer Centre, han señalado que este trabajo se considera ante todo una "prueba de concepto de que la terapia génica con el gen de la telomerasa es una estrategia factible y en general segura para prolongar la vida en buenas condiciones de salud y tratar enfermedades relacionadas con presencia de telómeros cortos".
Así, destacan que aunque a corto plazo su aplicación en humanos contra el envejecimiento no es posible, sí podría abrir una nueva vía al tratamiento de enfermedades relacionadas con la presencia en los tejidos de telómeros anómalamente cortos, como algunos casos de fibrosis pulmonar humana.
Del trabajo Blaco destaca que, aunque "el envejecimiento hoy no se considera una enfermedad, cada vez más los investigadores tendemos a verlo como la causa común de enfermedades como la resistencia a la insulina o las cardiovasculares, cuya incidencia aumenta con la edad", por tanto, si se trata el envejecimiento de las células se podrían tratar también las enfermedades.
Por su parte, Bosch señala que el decubrimiento "podría ser imprescindible para una terapia antienvejecimiento, ya que cualquier otra estrategia requeriría de una administración constante del fármaco durante toda la vida del paciente, aumentando el riesgo de efectos adversos".