lunes, 27 de junio de 2011

AZNAR DIRIGIRÁ LA PRIVATIZACION DE LA SANIDAD


ESTRATEGIA DE LOS CONSERVADORES

Rajoy confía a Aznar la misión de rediseñar la sanidad pública

La FAES estudia varias alternativas de financiación, sin excluir el copago

La exministra Ana Pastor cifra en 15.000 millones la deuda que acumula el sistema

Al líder del PP le gusta alardear de que él y su equipo están preparados para un adelanto electoral y de que tiene una alternativa guardada en el cajón para, en caso de llegar al poder como auguran todas las encuestas, darle la vuelta a España y a su economía como a un calcetín. Pero la realidad es que al programa electoral con el que Rajoy pedirá el voto en las generales (cuyo responsable será el conservador Baudilio Tomé) le faltan aún algunas páginas por concretar, como las que conciernen a la sanidad. Y siendo este un tema de alto voltaje, Rajoy ha creído una buena idea encargar a José María Aznar un proyecto de reforma del modelo sanitario público en el que se contemplará, entre otras vías de financiación, el copago, según fuentes del PP y del entorno del expresidente.


Aznar ha recibido con agrado el encargo y ha puesto a trabajar en ello a su fundación, la FAES, que se plantea elaborar una propuesta sin excesivos prejuicios, como ya hizo hace meses con sus polémicos informes sobre la reforma del modelo autonómico y el sistema energético. El presidente de honor del PP ¿que transfirió la sanidad a las autonomías en el 2002¿ tiene claro el camino que, a su entender, debe seguir el modelo sanitario si quiere sobrevivir: abrir aún más la puerta al sector privado.

MÁS SECTOR PRIVADO / «España necesita profundas reformas en el modelo de prestación de los servicios públicos asociados a la sociedad del bienes-
tar, y en particular en su sistema sanitario, para adecuarlo a la realidad de un país que ha aumentado su población en los últimos años a un ritmo nunca visto en nuestra historia», advertía Aznar en su libro España puede salir de la crisis (Planeta), publicado hace un par de años. En él ya abogaba por fomentar «la oferta plural de servicios» en el área sanitaria. «La participación de productores privados puede contribuir de forma importante a la pluralidad y la calidad de la oferta y a la racionalización del gasto. No deben desdeñarse las ganancias de eficiencia y de bienestar para el conjunto de la economía que supone abrir a la competencia amplios sectores de la economía hasta ahora, en gran medida, ajenos a la misma», añadía, en línea con las políticas que en este ámbito ha impuesto Esperanza Aguirre en Madrid.

Con esa filosofía, Aznar se dispone ahora a celebrar una veintena de seminarios con expertos del mundo sanitario (ya han tenido lugar tres) para poder entregar a Rajoy, en otoño, una propuesta cerrada que pueda incorporarse, si así lo desea el líder del PP, al programa electoral de los conservadores. Los dirigentes de la FAES se están coordinando con la responsable de asuntos sociales del PP, la exministra Ana Pastor, con el objetivo de organizar debates en torno a cuestiones como el copago (se realizarán estudios comparativos con países europeos que lo han incorporado a sus modelos), el margen para la cooperación con el sector privado y la industria farmacéutica, la posible liberalización de las oficinas de farmacia, la revisión de la cartera de servicios y las distintas posibilidades de gestión hospitalaria y centros de salud, entre otras cuestiones.

GUERRA DE CIFRAS / El rifirrafe PP-PSOE sobre las cuentas autonómicas, además de las polémicas medidas que en el mundo de la sanidad catalana está aplicando Artur Mas, han originado una guerra de cifras en estas semanas sobre la deuda sanitaria. Farmaindustria calcula que los hospitales públicos deben a los proveedores más de 9.000 millones. Pastor aseguró hace unos días que la deuda real es de 15.000 millones. Otros políticos, como el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, reclaman un pacto de Estado por la sanidad por considerar que el sistema es «insostenible», mientras que el expresidente Felipe González abogó recientemente por suprimir diputaciones o agrupar municipios para, con lo ahorrado, aumentar la financiación sanitaria en uno o dos puntos del PIB.

Está por ver cuál es la apuesta de Aznar, y de Rajoy si finalmente la asume, para revitalizar la sanidad, una de las joyas de la corona del Estado del bienestar español.