miércoles, 24 de febrero de 2010

HISTORIA DE LA MEDICINA

Hipócrates de Cos, el incorrecto

Este griego que vivió cinco siglos antes de Cristo, en cuya historia es tan difícil hoy separar el mito del dato, creía que nada había en las enfermedades humanas por fuera de la naturaleza –aun en las del alma–, creó más de un concepto que hoy se presenta como “de avanzada” y consideraba a la salud como algo que, en exceso, inclusive puede ser malo “hasta para los atletas”.



Por Marcelo Rodriguez

Cinco cabezas grotescas, ilustracion de Leonardo Da Vinci sobre los cuatro humores (colerico, melancolico, sanguineo y flematico).

Veinticinco siglos de vigencia del Juramento Hipocrático, compromiso que los médicos pronuncian cuando se consagran a la profesión, parecerían ser argumento suficiente para considerar a su autor, nacido en la isla de Cos en el año 460 antes de Cristo, como el padre de la medicina científica occidental. Padre pero no creador porque en ese siglo unas muy desarrolladas artes médicas estaban ampliamente extendidas en toda Grecia que combinaban entre sus ingredientes mucha sistematización de saberes empíricos basada en la observación de casos y un alto nivel de especulación teórica.

En su desarrollo, estos saberes iban despojándose cada vez más del pensamiento mágico y de la mera ritualidad, y por eso Hipócrates resultó ser un caso paradójico, porque su imagen llegó a nuestros días como la del máximo exponente de esa tendencia –tanto que eclipsó a todos sus contemporáneos hasta dejarlos semiperdidos en el túnel del olvido–, pero a la vez su figura está tan teñida de mística que determinar quién fue en realidad, cuándo vivió o qué libros de verdad escribió parece por momentos tan difícil como si se hablara de un patriarca del Antiguo Testamento.

A Hipócrates de Cos se le atribuyeron más de 60 obras, casi todas concentradas después de su muerte en la gran Biblioteca de Alejandría, pero sólo dos –los tratados titulados Articulaciones y Fracturas– son irrebatiblemente suyas. Sobre otras 17 de esas obras, entre las cuales se incluyen los siete célebres volúmenes de Aforismos, pesa un alto grado de evidencia de que fueron escritas por él mismo. Del resto se admite que muchas directamente fueron escritas por algunos de sus discípulos; incluso algunas de las más famosas, como Las epidemias o Los humores, han entrado en esta categoría de “muy dudosas” en cuanto a su autoría real, aunque su procedencia y coherencia integral les confiere autenticidad como dignos productos de la escuela hipocrática.

Sus biografías apoyaron también el mito. La más antigua de ellas es un anónimo, y ya se cita ahí mismo a otros biógrafos anteriores cuyas obras se perdieron: es decir, la crónica más fehaciente ya era material de segunda mano.

De Hipócrates se dijo que era descendiente directo del mismísimo Esculapio, el dios médico del Olimpo, como que a través de su linaje materno se llegaba hasta el semidiós Hércules, como que cumplió la rara proeza de vivir más de cien años (versiones más dignas de crédito dicen que murió a los 90) y que tuvo una vida intensa y huyó muy joven de su isla natal por haber incendiado una biblioteca, pero para después volver y fundar allá la más famosa escuela de medicina de la Antigüedad. O que mantuvo correspondencia con el rey Artajerjes, con Demócrito, fundador de la teoría atómica, e incluso con Aristóteles y Platón.

Observar, registrar, imaginar

“Cuanto más alimentéis un cuerpo lleno de impurezas, más lo perjudicaréis.” Con la disección de cadáveres totalmente prohibida, no había posibilidad alguna de saber lo que había en el interior del cuerpo, ni siquiera post mortem (además, sólo al hombre moderno se le ocurriría averiguar cómo funciona un cuerpo vivo estudiando algo tan diferente de éste, como un cuerpo muerto). ¿Cómo era posible saber lo que había en el cuerpo de la persona enferma o dolorida sin técnicas de visualización, sin siquiera termómetros? ¿Cómo se las arreglaban para saber lo que a esa persona le podía estar pasando sin instrumentos apropiados? La única manera era inferirlo a través de los signos exteriores: su expresión o su estado de ánimo, la coloración de su piel, si tenía hambre o sed, fiebre, disneas, delirios, insomnio o convulsiones. Para averiguar directamente lo que había en el interior del paciente era importante el registro de lo que entraba –la dieta– y fundamental el examen de los fluidos que brotaban del interior.

Observación, registros sistemáticos, cuidados especiales y las poquísimas y dudosamente eficaces medicinas con que se contaba entonces, fueron los principales elementos con los que unos y otros edificaron las escuelas que enseñaban el arte de la salud y la enfermedad en la Antigua Grecia. Con tan precarias herramientas, la escuela de Cnido –bajo la guía de Ctesias, eterno Salieri de Hipócrates de Cos, al que criticaba por la excesiva audacia de algunas de sus prácticas quirúrgicas– llegó a un muy sofisticado sistema de diagnóstico, al que ellos consideraban la base de la curación.

En cambio, bajo el lema de que “no hay enfermedades sino personas enfermas”, los hipocráticos prefirieron afinar las herramientas para el pronóstico. En la obra del Sabio de Cos hay muchas más referencias a las dietas y a las purgas para regular los fluidos internos, que a la aplicación de medicinas. Y una gran resignación frente a los signos que se consideraban fatales o de mal pronóstico, como “la aparición de un espasmo después de una herida o traumatismo”, o de “tomar eléboro”, o el hipo después de una purga “excesiva”.

Los buenos humores

La forma de organización democrática en la polis griega –democracia sólo de hombres, con esclavos y metecos casi sin derechos– debió implicar un pasaje progresivo del lenguaje oscuro, ambiguo y esotérico del oráculo a otro que, aún expresando ideas tanto o más complejas, debiera ser comprensible por todos; de un lenguaje para sentenciar, interpretar y obedecer a otro, para poder discutir. Hipócrates es un digno exponente en su esfuerzo de llevar los conocimientos de la medicina a ese segundo campo de la palabra. Las convulsiones epilépticas, por ejemplo, estaban tan asociadas con estados de posesión o éxtasis místico que ni siquiera los médicos griegos de entonces se resistían a llamarla “enfermedad divina”. Y a eso respondió Hipócrates con uno de sus conceptos fundamentales: “En nada me parece que sea algo más divino ni sagrado que las otras –dice en referencia a la epilepsia–, sino que tiene su naturaleza propia, tanto como las demás enfermedades”.

No había para él en las enfermedades, así como en la salud, en la vida y en la muerte, nada por fuera de la naturaleza. Pero para ir más allá, su medicina debía demostrarlo dando mejores explicaciones que las dadas por la mística sobre los fenómenos que no se podían observar, y para eso Hipócrates recurrió, además de la observación empírica, a la poética y a la metafísica, en suma, a los elementos con que los intelectuales de su tiempo indagaban a la naturaleza.

Fue así que abrevó fervientemente en la teoría de los cuatro humores fundamentales –la sangre del corazón, la flema pulmonar, la bilis hepática y la atrabilis o bilis negra, del bazo–, cada uno de ellos relacionado intrínsecamente, según creían, a uno de los elementos que componían el universo, respectivamente: aire, agua, fuego y tierra. Estos cuatro humores, decía entonces Hipócrates, habitan el cuerpo vivo en permanente fluir, logrando estados de equilibrio que no necesariamente son los mismos en cada persona y en cada momento, predominando unos u otros para darle un carácter arrojado y vehemente, o bien taciturno y tranquilo, o irascible o melancólico por naturaleza. Las vicisitudes del clima inadecuado y de la dieta pueden alterar ese equilibrio en que consiste la salud, y aparecen así las enfermedades, que exigen purgar el organismo y cuidar la alimentación para restituir el equilibrio si es posible, y si los signos del organismo dicen que no, esperar pacientemente la muerte.

Pero la salud no era para Hipócrates, tampoco, un equilibrio ideal: “La salud excesiva, aun en los atletas, es peligrosa –afirma en su primer libro de Aforismos– por la imposibilidad de mantenerse siempre en el mismo punto y por la imposibilidad de mejorar. De ahí que únicamente pueda deteriorarse. Será pues conveniente mantener esa exuberancia por debajo del máximo”.

martes, 23 de febrero de 2010


Sostienen que estar enamorado más de seis meses puede ser patológico

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Por: Valeria Román

Hagop Akiskal sabe cómo armar una pareja. Se enamoró a los 16 años de una mujer. Tiene 65 años y todavía sigue junto a ella. Pero tras décadas de estudios en desórdenes psiquiátricos no defiende el enamoramiento eterno. Por el contrario, sostiene que "vivir en el estado de encantamiento por más de seis meses puede ser patológico. Es un estado muy cercano a desórdenes mentales, como la depresión, el desorden bipolar o el obsesivo-compulsivo".

Este psiquiatra es reconocido en la comunidad científica de los Estados Unidos por sus trabajos sobre el humor de las personas (ver Perfil), desde una perspectiva que mira más las cuestiones de la evolución y la química de las relaciones humanas. Invitado como orador en una de las sesiones del congreso anual de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, que finaliza hoy en la ciudad californiana de San Diego, Akiskal contó a Clarín que siempre quiso saber sobre el amor romántico: "Suena superficial y algunos colegas prefieren evitar el tema, pero las pasiones amorosas han sido un misterio que ha preocupado a muchos pensadores, como Platón y San Agustín, quien afirmaba que era una locura temporaria".

Akiskal defiende entonces "la ciencia del amor", un campo reciente de trabajo. "Décadas atrás estuve investigando el comportamiento en monos y los diferentes desórdenes del humor, y con el tiempo focalizamos también en el enamoramiento, que tiene varios síntomas: la persona no puede dormir, no puede concentrarse en otros temas, y sólo tiene una obsesión por el enamorado", explicó Akiskal. El psiquiatra hizo estudios en personas enamoradas y encontró que los niveles de serotonina, que es un neurotrasmisor en el sistema nervioso, eran similares a los de pacientes con desorden obsesivo-compulsivo. "Situaciones similares se dan en personas con depresiones. Por lo tanto, a los seis meses se puede seguir con la misma pareja, pero habría que sospechar si los síntomas del enamoramiento siguen. Es conveniente que el enamoramiento dure sólo meses. De lo contrario, se sufre demasiado", aclaró Akislal.

"Desde la ciencia del amor, nos hemos dado cuenta que los perfumes de alguna manera van en contra de la evolución. Porque necesitamos oler al otro y no enmascararlo, porque cada ser humano puede usar el olfato para descubrir si hay una histocompatibilidad con la otra persona. Por eso, es tan bueno el baile y la transpiración", opinó el psiquiatra.

Akiskal también consideró que hay que prestarle atención a los niveles de la oxitocina, también llamada "la hormona de la confianza", que se libera como respuesta a la estimulación del pezón por la succión del bebé. "Aunque las investigaciones están en curso, podemos afirmar que las relaciones de confianza están basadas en la oxitocina, que ya existe en el mercado como un spray nasal", señaló el psiquiatra nacido en Siria. Luego disparó una idea controvertida: "Se podría usar el spray para hacer negocios y generar empatía. Son unos polémicos de las drogas".

El psiquiatra, que no toma café pero admite que se devora chocolates, marcó un cambio en el modo de tratar a los pacientes: "En los sesenta, se empezaron a cerrar los neuropsiquiátricos y se crearon centros de salud mental en las comunidades, un cambio que también hizo que muchos pacientes quedaran en las calles de los Estados Unidos". En el centro en que trabajaba, Akiskal abrió una "clínica" dedicada al humor de los pacientes y fue pionero en esta estrategia.

"El 15% de las personas tiene algún problema de humor, y es importante tratarlo tempranamente porque así se puede llegar a prevenir futuras depresiones y suicidios", cerró Akiskal.

sábado, 20 de febrero de 2010

A medicina virou uma indústria


A medicina virou uma indústria, por isso fujo dos médicos

Estudo publicado pelo European Heart Journal esta semana concluiu que pessoas felizes têm menos riscos de apresentar problemas cardíacos. Parece óbvio, mas sempre é necessário um estudo científico para que as pessoas dêem credibilidade às verdades mais irrefutáveis.

De minha parte, acrescentaria o seguinte: fujo de médicos.

Sei que existem médicos fantásticos, super competentes e, melhor do que isso, verdadeiramente preocupados em ajudar seus semelhantes, e não apenas em ganhar dinheiro. A maioria dos que me atenderam, porém, fez consultas tão rápidas e superficiais que não consegui acreditar em seus vereditos sobre minha saúde.

A medicina (como o futebol, o carnaval, o sexo e tudo mais) virou um grande negócio. Existe uma fenomenal indústria de medicamentos, equipamentos e exames que tem que dar resultado, gerar receita, aquele papo que conhecemos bem.

Laboratórios levam nossos doutores a viagens nababescas à Eurpoa, com tudo pago, hotel cinco estrelas. Na volta, dão a eles caixas e caixas de remédios, as chamadas amostras grátis.

Aí, você vai a um médico porque está com uma dorzinha de cotovelo e pronto: o cara já te manda automaticamente fazer uns três exames e lhe dá uma caixinha de remédio (bem que a minha avó dizia que a primeira dose de droga é sempre de graça). E você, por causa de uma dorzinha de cotovelo, já entrou na engrenagem dos laboratórios de análises, hospitais e farmácias.

Depois do primeiro exame, descobrem um pontinho, que pode não ser nada, mas por precaução dizem que você deve fazer mais uns três exames, todos chatérrimos, alguns doloridos, talvez até invasivos. E você lá, naquela roda-viva, sem poder mais sair, porque se não fizer vai ficar com aquela dúvida eterna: será que tem um caranguejo crescendo dentro do meu peito?

E a dor no cotovelo não era nada, apenas decepção por aquela vizinha boazuda ter preferido o dono da padaria aos seus encantos de dom Juan.

Fujo de médicos. Não faço exames, check ups. Quando Deus achar que é a minha hora, eu vou, sem passar por via crucis de pontes de safena, CTI e quimioterapias.

Lembro do filme De caniço e samburá, do Jerry Lewis, em que ele é diagnosticado com uma doença incurável:

O médico, desolado logo depois de dar ao paciente a notícia fatídica, diz assim:

_ Odeio ser médico nessas horas...

E o Jerry:

_ E eu odeio ser paciente nessas horas.

Depois, o desenganado sai viajando pelo mundo, gastando os tubos no cartão de crédito e curtindo seus últimos três meses adoidado.

Nem precisa dizer que, quando volta de viagem, é informado de que o diagnóstico estava errado e que ele terá muitos anos de vida pela frente para pagar as dívidas que acumulou.

Sei que alguns leitores vão me rogar milhares de pragas por desdenhar do sacerdócio da medicina.

Mas, como cantou Almir Guineto, se o santo deles é forte, meu anjo da guarda é Superman.

Falando sério, nenhum médico conhece melhor o meu corpo e a minha cabeça do que eu. Três meses antes de morrer de infarto, o humorista Bussunda tinha feito um check up completo, numa clínica caríssima, e o médico disse que ele estava... ótimo.

Erros médicos nunca são punidos porque a sociedade reconhece nesses profissionais o direito sobre suas vidas.

Como o leão que não conhece sua força e se curva ao adestrador. Como o índio que acha que a tempestade de raios é a fúria dos deuses.

Não me leve a mal, sei que vou morrer um dia, nenhum de nós pode evitar isso.

Mas a parte do hospital, eu vou pular.

viernes, 19 de febrero de 2010

LAS TRAMPAS DE PFIZER

Publicado por Miguel Jara el 18 de Febrero de 2010

En los últimos días numerosos medios de comunicación han publicado noticias sobre la falsificación de medicamentos, con cifras por cierto escandalosas. Todas provenían de una única fuente, la multinacional farmacéutica Pfizer, que hace unos años emprendió una campaña de marketing del miedo que esconde intereses que han de conocerse. De nuevo la habilidad con el marketing de una compañía ha conseguido que buena parte de los medios de comunicación masivos hayan participado, de buena fe o por ignorancia, en una campaña publicitaria a coste cero. Escribo la “habilidad” porque sin duda el laboratorio (número uno del mundo) ha sabido “tocar la fibra sensible” de la población (mass media mediante) con un tema real, el tráfico de medicamentos falsos es un hecho (y grave ya que pone en jaque la salud pública, como tantos fármacos legales, incluso del propio laboratorio impulsor de esta campaña de marketing del miedo).

Pfizer1

Pero ¿por qué Pfizer da a conocer el estudio que ha realizado sobre el estado de la falsificación de medicamentos en el mundo? ¿Qué persigue el laboratorio al difundir estas ”informaciones”? Medicamentos falsificados; un mercado negro en el que se comercian y que pone en peligro la vida de los ciudadanos; fallos en la distribución de fármacos que pueden provocar que una persona fallezca al no encontrar un medicamento indispensable; elevado número de muertes cada año por efectos adversos de los preparados farmacológicos. Éstas son tres situaciones reales provocadas en buena parte por los enormes intereses económicos que han crecido alrededor del negocio del medicamento. Pero al mismo tiempo son el medio perfecto para infundir temor en la población, una manera muy solvente de prepararla para venderle soluciones preparadas de antemano aunque lo que se cuente sólo sea la parte “humana” del asunto: que el 10% de los medicamentos que hay en el mercado son falsos y que por ello multitud de personas se hayan en peligro (cosa que repito es cierta, los medicamentos son productos tóxicos en sí mismos).

¿Quién no aceptaría la imposición de “tecnologías duras” por su propio bien ante una situación extrema? Que muchos medicamentos que hay en las farmacias sean peligrosos e ineficaces y que en nuestra sociedad estemos sobremedicados no importa tanto. Desde hace algunos años algunos laboratorios farmacéuticos desarrollan campañas de lobby (otros lo llaman comunicación) de diferente intensidad destinadas a crear ciertos temores para impulsar aplicaciones encaminadas a controlar absolutamente toda la cadena del medicamento, desde que sale del laboratorio, pasando por su tránsito en las farmacias, hasta que llega al botiquín casero.

El medicamento más falsificado del mundo es Viagra (de Pfizer). En enero de 2006 Pfizer realizó su primer envío del producto desde Francia a clientes de Estados Unidos con un etiquetado de identificación por radiofrecuencia (RFID):

“en su reciente iniciativa de lucha contra la falsificación en la industria farmacéutica, con el propósito de proteger la seguridad del paciente. [...] Las etiquetas de identificación por radiofrecuencia incorporan el código electrónico del producto en cada embalaje, caja y pallet de Viagra, y las farmacias y distribuidores mayoristas utilizan escáneres electrónicos, diseñados especialmente para este fin, que realizan transmisiones vía Internet hacia un website seguro de Pfizer”, explicaba una nota de prensa de esta compañía.

Las aplicaciones RFID se utilizan desde hace tiempo para el seguimiento de productos y personas mediante etiquetas que portan en su interior microchips que emiten radiofrecuencias que pueden ser recogidas y analizadas a cierta distancia por un aparato denominado transpondedor. Éste a su vez puede almacenar y enviar la información a otro punto mucho más lejano desde el que puede controlarse el objeto —o persona, insisto—, que se está siguiendo. Éste es pues uno de los intereses de Pfizer ocultos tras su presunto interés por la falsificación de medicamentos (entre ellos los suyos).

Menos reconocido es el objetivo de Pfizer de utilizar la tecnología RFID para eliminar, en la medida de lo posible, las denominadas “importaciones paralelas”. Ésta es una práctica legal que se produce cuando un distribuidor de la Unión Europea (UE), alemán, por ejemplo, compra lotes de cualquier fármaco en España, cuyo precio es más bajo, para luego venderlo en su país, cuyos precios son más caros y así obtener un beneficio extra. Las compañías farmacéuticas consideran que esto les provoca “pérdidas” (no ganancias) y presionan ante las autoridades de la Unión Europea para que se establezca un precio único para cada medicamento dentro de sus fronteras.
En breve seguiremos ofreciendo más datos paradójicos sobre este tipo de campañas.

martes, 16 de febrero de 2010

INVENTAR ENFERMEDADES MENTALES PARA GANAR DINERO

Publicado por Miguel Jara el 16 de Febrero de 2010
La Web nunca deja de sorprendernos. Existe una página encargada de inventar trastornos psiquiátricos y se la conoce como “La máquina de crear enfermedades”.
http://www.naturalnews.com/disease-mongering-engine.asp
¿De qué se trata? Muy sencillo. Es un programa capaz de tomar al azar un grupo de síntomas frecuentes que de manera habitual presentan los pacientes con enfermedades mentales y genera en base a ellos raros diagnósticos, fraudulentos por cierto, los que llamativamente suelen coincidir muy seguido con los que figuran en el manual DSM-IV utilizado por la Asociación Psiquiátrica Estadounidense. Esta Web creada por Mike Adams pretende poner en evidencia a los grandes negociados que existen entre la industria farmacéutica y algunos inescrupulosos que deciden cómo puede llamarse tu enfermedad y cómo curarla, quizás, sin que la tengas ni que la enfermedad exista.
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Una verdadera “máquina de crear enfermedades”. El Disease Mongering Engine, al que se puede acceder a través del sitio NaturalNews.com, es capaz de generar más de 73 mil nombres de trastornos diferentes y su objetivo es en realidad parodiar o poner en ridículo al discurso psiquiátrico. Este motor/generador de enfermedades utiliza terminología técnica que imita la lógica de enfermedades mentales utilizada en el manual DSM-IV, donde la Asociación Psiquiátrica Estadounidense (APA) define a los trastornos de los que se ocupan lo psiquiatras.
Página de inicio de “La máquina de crear enfermedades”
Al llegar a la página de inicio de esta máquina, debes pulsar el botón indicado para “crear” tu nueva enfermedad mental y automáticamente eres llevado a una página donde te brindan el nombre, las siglas (en inglés) y la descripción del trastorno, fruto de combinaciones al azar que el sistema se encarga de generar. Por ejemplo, recién acabo de enterarme que tengo un “Desorden Nervioso Bipolar Repetitivo con Incontinencias”, Repetitive Bipolar Nervous Disorder With Incontinence (RBNDWI). Naturalmente que semejante tecnicismo viene acompañado con su clarísima explicación y justificación de lo que me sucede: “RBNDWI primarily involves frequently repeated thoughts and behavior surrounding unpredictably extreme mood responses when using the brain, combined with an inability to control one’s own bladder”. Es decir, mi humor cambia rápidamente de manera impredecible cuando uso mucho mi cerebro y eso desemboca en orinarme encima.
Peor es que te sorprenda un IAGD de repente (Intermittent Amnestic Gender Dysfunction) y que no recuerdes con exactitud de qué lado estás en el momento menos esperado. Incluso, los creadores del sitio informaron que, luego de una entrada de patrones al azar, el programa inventó más de 25 desórdenes que actualmente figuran de manera textual en el DSM-IV. Pero, ¿a quién se le ha ocurrido esto? El programa fue ideado por Mike Adams, conocido por sus duras críticas al “negocio”. “La psiquiatría moderna” – opina Adams – “ha perdido su ruta y se transformó en una rama del marketing de las farmaceúticas”. Desde su óptica, categorías como el llamado “Trastorno por déficit de atención (ADD)” o el “Trastorno social de ansiedad” son categorías “inventadas” por los laboratorios y por la corporación de psiquiatras para vender las soluciones correspondientes, como toda empresa que busca incrementar sus ganancias.
La consulta a un profesional de confianza es fundamental para no caer en la trampa, afirma Mike Adams
“Convencer a la gente sana de que está enferma y ponerla en riesgo con medicación química poco segura no es una forma legítima de promover su acercamiento a la salud”, asegura el creador de este sitio de Internet. Sin embargo, su prédica no resulta ser una novedad. Dentro y fuera del campo de la salud mental, la crítica a lo que se llama “disease mongering” o “tráfico de enfermedades” poco a poco va ganando adeptos en todo el mundo y plantea un serio cuestionamiento sobre “la forma” en que una parte de la ciencia médica está desarrollando soluciones para el sector de la salud.
Según Adams, las grandes corporaciones farmacéuticas y la psiquiatría moderna son una especie de hermanos siameses unidos por partes vitales del cuerpo. Por supuesto que de intentar separarlos, uno (o tal vez los dos) moriría de manera indefectible. Y ellos dependen uno del otro para poder tener un éxito comercial que les depare un venturoso porvenir. Un grupo es el encargado de inventar las enfermedades ficticias y el otro ha llegado al mundo para fabricar las soluciones (las drogas) a estas enfermedades, a veces funcionando a la inversa, cuando las compañías farmacéuticas ensayan nuevas drogas en tratamientos aún por comprobarse que apenas han superado las instancias de ensayos de laboratorio. Según Adams, esto constituye una estafa brillante y amparada bajo la confianza popular en las habilidades profesionales de los psiquiatras, de quienes Adams no posee el mejor de los conceptos, según se desprende de sus opiniones vertidas en la Web.
La teoría de los siameses, según Mike Adams
Aclara en la teoría de los hermanos siameses que la ingesta de antidepresivos provoca diabetes en muchos pacientes, además de un considerable incremento de peso. Esto es aproximadamente 40 kilogramos durante un año tomando antidepresivos mal indicados. Naturalmente un incremento de peso de esta magnitud provocará un cuadro aún peor de depresión que desembocará, por un lado, en un aumento de la dosis de antidepresivos y, por el otro, en la acción de ingerir otros fármacos para tratar la diabetes y el exceso de peso. Pero esto no es todo. Algunos medicamentos contra la diabetes provocan daños al hígado y el paciente ya deberá comenzar a ingerir medicamentos para curar su hígado que probablemente le exijan un funcionamiento más arduo de los riñones para filtran esas drogas, trayendo complicaciones también en estos órganos. Es decir, el paciente que inicialmente tenía un bajón anímico fácilmente solucionable con cariño de familia, amigos, salidas grupales y hasta salidas esporádicas a pescar para reflexionar sobre su historia y sus problemas termina en un círculo vicioso con su vida envenenada, destruida y con serio riesgo de muerte.
Basándose en los derechos constitucionales de la libertad de expresión, el programa desplegado por el sitio es una simple anécdota humorística y sólo en alguna mente verdaderamente perversa podría despertar sensaciones de ataque hacia la que Adams considera la “buena” medicina. Las discusiones para cierto sector crítico se centran en saber si las enfermedades verdaderamente existen o no. Es decir, si a la categoría de diagnóstico le corresponden parámetros clínicos que puedan definirse como una enfermedad propiamente dicha. En este sentido, la psiquiatría es un campo paradigmático debido a que la mayoría de los diagnósticos se efectúan en base a la conducta o el malestar de la persona y pocas veces en base a manifestaciones fisiológicas u orgánicas empíricamente comprobables en el paciente.
Las drogas sin control son un camino directo a la autodestrucción
Por ejemplo, la andropausia masculina – situación generalizada de decaimiento y malhumor en hombres de más de 50 años, atribuida al déficit de la hormona testosterona – ha sido ampliamente estudiada como un ejemplo de enfermedad “creada” por la industria. En este caso, la polémica acerca de si la andropausia “es o no es” una enfermedad puede no tener fin. Sin embargo, la polémica avanza mucho más allá de la psiquiatría y de una supuesta cultura de convertir todo malestar en una nueva enfermedad o toda conducta molesta en un nuevo trastorno. Actualmente en Europa se habla de la vacuna contra el HPV como ejemplo de mongering, porque este virus de transmisión sexual, si bien está muy diseminado entre la población mundial, sólo el 1% de la infecciones provoca cáncer de cuello de útero, que es el mal mayor que se intenta prevenir. La complejidad del problema es muy grande y va más allá de la imposición publicitaria de una “cultura de la medicalización”.
En cambio, para otras personas no se trata de definir si los trastornos en cuestión existen o no, ya que la mayoría de las veces son los propios pacientes quienes concurren al consultorio del psiquiatra en busca de un alivio para su malestar y, en la mayoría de los casos, las medicaciones que el profesional prescribe como consecuencia del diagnóstico son eficaces. La medicalización de la sociedad sería, desde este punto de vista, una tendencia del mercado y a la vez un modelo de desarrollo de la salud, funcional a la industria farmacéutica, que sería en definitiva quien toma las decisiones para definir y separar qué es salud y qué es enfermedad.
Una mala administración inicial puede terminar en un coctel muy peligroso
Como objeto de estudio, el concepto de “tráfico de enfermedades” fue creado por Lynn Payer en la década del 90 en un libro titulado: “Disease Mongers: Cómo es que médicos, empresas aseguradoras y farmacéuticas lo hacen sentir enfermo” (1992) y fue introducido en la literatura médica por el periodista Ray Moynihan, que en el año 2002 trató el tema en el prestigioso British Medical Journal. El punto bajo la mira parece estar en las grandes inversiones que la industria farmacéutica realiza en acciones de marketing directo sobre la comunidad médica y también sobre la prensa, a través de diferentes estrategias en las que las políticas de marketing se convierten en campañas de educación.
No dejes de visitar el sitio de Mike Adams donde, además de encontrar mayor cantidad de información acerca de este fenómeno socio-cultural, podrás descubrir mucha bibliografía para poder avanzar hacia una vida más sana, más natural y con menos drogas que día a día envenenen tu organismo prometiendo falsas curaciones a falsos diagnósticos. Incluso, observa la ingeniosa sátira compuesta por 10 sencillos pasos donde se explica el proceso desde que te “asignan” un diagnóstico hasta la facilidad de pagar los gastos de tu muerte. Completan este interesante espacio en la Web seis caricaturas (una de ellas la de los siameses) donde se explica en detalle la gran farsa a la que algunos inescrupulosos se prestan con el sólo objeto de ensanchar sus arcas sin importarles la salud de sus pacientes. Homicidas con títulos académicos, de accionar lento e impunes (cuanto más tiempo sobreviva el cliente, perdón, el paciente, más dinero se genera). Mike Adams te ayuda a estar atento y nosotros te acercamos su pensamiento como simples comunicadores de la realidad que hay allí afuera y que debes conocer.

Durante los últimos años se ha publicado mucho sobre el fenómeno que los anglosajones denominan disease mongering o tráfico de enfermedades. El concepto de enfermedad está estirándose todo lo posible para abarcar a la mayor cantidad de personas que sean catalogadas como “enfermas”, aunque no lo estén, claro. El objetivo es que todo el mundo esté medicado para algo. Pero hoy no vamos a tratar sobre ninguna de ellas, eso ya lo hemos hecho en otras ocasiones y seguiremos haciéndolo. Resulta que el escritor Mike Adams ha desarrollado un invento por el que cualquier persona puede crear su propia enfermedad mental. Con ello trata de poner en evidencia los enormes intereses creados que hay en torno a determinadas enfermedades que no lo son y que sólo existen como excusa para vender más fármacos. Adams ha denominado a su invento La máquina de crear enfermedades.

Ésta consiste en un programa que coge al azar un grupo de síntomas que suelen darse en persona con patologías psiquiátricas y genera extraordinarios diagnósticos -inventados, claro- pero cuya gracia -o falta de ella- está en que suelen asemejarse a denominaciones de enfermedades mentales que podemos encontrar en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales que, publicado por la Asociación Psiquiátrica Estadounidense, es más conocido como DSM-IV. Este manual es la “Biblia” de la psiquiatría y en la actual versión, la cuarta, ofrece un catálogo de más de 800 enfermedades mentales (en breve renovará su contenido y se auguran numerosas nuevas patologías que sumarán más de 1.000 diagnósticos diferentes). Se da la circunstancia que un estudio publicado en abril de 2006 en Psychotherapy and Psychosomatics reveló que más de la mitad de los 170 miembros del panel responsables del DSM tenían nexos financieros ocultos con la industria farmacéutica, cifra que ascendía al 100% de los “expertos” en los paneles sobre trastornos de la personalidad incluidos en el DSM.

Adams denuncia que la psiquiatría en buena medida hace tiempo que perdió el rumbo y se ha convertido en parte del marketing de las farmacéuticas. Lo cierto es que multitud de especialistas han cuestionado durante los último años “enfermedades” como la Fobial social, con la que se diagnostica a personas a las que les cuesta hablar en público; el Síndrome de las Piernas Inquietas, ciertos problemas nerviosos de origen desconocido reconceptualizados como “enfermedad” por determinado laboratorio interesado en vender antidepresivos; o el Déficit de Atención con o sin Hiperactividad, la inquietud propia de la infancia y pubertad.

Un ejemplo de enfermedad creada por esta máquina es el Trastorno Hipoactivo Dismórfico Mental (HDMD):

“Que aparece como extrema resistencia y bajo consumo de energía que se correlaciona con la infelicidad extrema cuando se involucran en la actividad cognitiva extenuante”.

O también la Disfunción Género Nervioso Hiperactivo (HNGD):

“Comportamiento de alta energía que se correlaciona con una alteración fisiológica que crea síntomas de agitación y sudoración relacionaos con las preferencias de pareja sexual”.

Y así hasta varias decenas de miles de combinaciones que surgen como parodia de lo que Adams denomina la teoría de los hermanos siameses:

Según este autor, las grandes corporaciones farmacéuticas y la psiquiatría moderna son una especie de hermanos siameses unidos por partes vitales del cuerpo. Por supuesto que de intentar separarlos, uno (o tal vez los dos) morirían de manera indefectible. Y ellos dependen uno del otro para poder tener un éxito comercial que les depare un venturoso porvenir. Un grupo es el encargado de inventar las enfermedades ficticias y el otro ha llegado al mundo para fabricar las soluciones (las drogas) a estas enfermedades, a veces funcionando a la inversa, cuando las compañías farmacéuticas ensayan nuevas drogas en tratamientos aún por comprobarse que apenas han superado las instancias de ensayos de laboratorio.

Por último, un consejo del creador de La máquina de crear enfermedades, que dicho de paso explica que no pretende desacreditar a la buena Medicina:

Consultar a un profesional de confianza es fundamental para no caer en la trampa.

lunes, 15 de febrero de 2010

una nube de pedos....

Trinidad Jiménez y Griñán destinan 40 millones a una planta 'ficticia' de vacunas

.Trinidad Jiménez y Griñán destinan 40 millones a una planta 'ficticia' de vacunas

La psicosis de la gripe A abrió una jugosa oportunidad de negocio para los Laboratorios Farmacéuticos Rovi. Sus buenas relaciones con el Ministerio de Sanidad y la Junta de Andalucía, así como el respaldo de Bernat Soria, fueron suficientes para desarrollar un ambicioso proyecto con financiación pública: construir una gran planta en Granada que produjera y comercializara vacunas para España, África y América Latina. Una gran idea, excepto porque la española Rovi no sabe, ni tiene la tecnología adecuada para fabricar vacunas. Y porque su pacto con una empresa estadounidense para que le proporcionara el know-how necesario se derrumbó la semana pasada.

Rovi informó el 30 de junio de 2009 a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de la firma de un protocolo con el Ministerio de Sanidad y las consejerías de Salud y Empresa de la Junta de Andalucía para crear un centro de investigación y producción de fármacos contra la temida pandemia. Ese mismo día, la farmacéutica comunicó a la CNMV “la firma de un acuerdo inicial” con la estadounidense Novavax que le permitiría utilizar su tecnología para fabricar las vacuna contra la gripe A.

Este acuerdo con Novavax permitió a Trinidad Jiménez y José Antonio Griñán publicitar a bombo y platillo que España se disponía a producir sus propias vacunas, y que Granada, en palabras del presidente andaluz, ya no era “sólo la ciudad de la justicia, sino del conocimiento y de la investigación”. Además, Griñán puso este proyecto como ejemplo de la nueva economía sostenible y se mostró convencido de que situaría a España “a la vanguardia del I+D+i”. Por su parte, Jiménez valoró la iniciativa como “un gran paso adelante”, y afirmó que dotaría a España de “suficiencia” en materia de vacunas.

Las diferentes administraciones no tardaron en ponerse de acuerdo para financiar el proyecto. Según consta en la nota de Rovi a la CNMV, “el Gobierno español financiará con un préstamo de 25 millones de euros la creación de una fundación sin ánimo de lucro” para apoyar el desarrollo clínico y otros estudios que conduzcan a la aprobación en la Unión Europea de las vacunas producidas en Granada. Asimismo, la Junta de Andalucía se comprometió a “asumir la mayor parte del coste de la fábrica y del equipamiento que s estima en aproximadamente 20 millones de euros, siendo el resto aportado por Rovi”. El Gobierno andaluz fijó en 12 millones la subvención, incluyendo los terrenos, la construcción del edificio y su equipamiento. Por su parte, la farmacéutica se comprometió a invertir 48 millones de euros.

En busca de un nuevo socio

Pero casi 8 meses después, el proyecto sigue siendo una fantasía. El “acuerdo inicial” de Rovi con la empresa estadounidense saltó por los aires la semana pasada. En realidad, nunca hubo pacto, sino simples “negociaciones”. Así se explica en la nota enviada a la CNMV el pasado 8 de febrero. Juan López-Belmonte, consejero delegado de Rovi, indicó en el comunicado: “No hemos podido llegar a un acuerdo con Novavax en los términos de la colaboración propuesta. Reiteramos nuestro compromiso para seguir adelante con nuestros planes de establecer una planta de fabricación en el territorio español y para este propósito Rovi buscará un nuevo socio. Estamos muy agradecidos al Gobierno español, que ya nos ha concedido un préstamo de 11,9 millones de euros”.

Es decir, el Gobierno y la Junta pagan mientras Rovi busca un nuevo socio extranjero que le aporte toda la tecnología y el conocimiento necesario para desarrollar la planta, que debe estar a pleno rendimiento en 2012, fabricando 6 millones de vacunas al mes. Desde el departamento de comunicación de Rovi se explicó a este diario que la farmacéutica no hace declaraciones al respecto, aunque se confirmó que los planes siguen adelante, a la espera de que se llegue a un acuerdo con otra empresa proveedora, realmente capaz de producir vacunas.

Y es que el posible fracaso de esta iniciativa supondría un duro golpe a la credibilidad de Jiménez, hasta ahora muy valorada por su gestión de la pandemia de gripe, y del ya cuestionado Griñán. Así, el mismo día que Rovi anunció el fin de las negociaciones con Novavax, la Junta de Andalucía aseguró que el proyecto “no corre ningún peligro”, porque hay “muchas empresas internacionales” que cuentan con la misma tecnología. Claro que, por ahora, se desconoce si están dispuestas a compartirla y a qué precio.

¿LA LEY ANTITABACO SIRVE PARA ALGO?

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¿1.500 muertes menos por la Ley antitabaco de 2005?

Al parecer, según los que han presentado un estudio de la Sociedad Española de Epidemiología sobre los efectos de la ley antitabaco de 2005, o según los periodistas que han asistido a la presentación, que nunca se sabe, dicha ley nos ha servido para reducir en 1.500 las muertes anuales relacionadas con el consumo de tabaco. ¿Será verdad?

Para comprobarlo, disponemos del texto completo del estudio, que gentilmente proporciona la SEE en su página web. Busquen, busquen en el texto una afirmación tajante como la de la evitación de 1.500 muertes. No la encontrarán. Lo más que encontrarán en las conclusiones del capítulo sobre los efectos de la ley para la salud es:


La entrada en vigor de la Ley 28/2005 parece que ha tenido efectos benefciosos para la salud de la población general, en términos de una reducción de los ingresos hospitalarios por infarto agudo de miocardio y de la morbilidad respiratoria de los trabajadores no fumadores del sector de la hostelería.

Y en las conclusiones del estudio:

5. La ley ha tenido un impacto positivo en la salud, específcamente en la reducción de los síntomas respiratorios en los trabajadores de la hostelería. Además, hay datos preliminares que sugieren una reducción de los casos de infarto de miocardio en la población general.

"Parece", "sugiere que". Y ninguna cifra en las conclusiones. ¿Y en el texto? ¿Cuál es la sustancia en que se basan esas conclusiones y, en particular, la afirmación de las 1.500 muertes evitadas? La siguiente, una sustancia más etérea que el humo del tabaco (mis negritas):

Para complementar esta información sobre morbilidad se presenta una estimación de la mortalidad atribuible al consumo de tabaco, para población general >= 35 años, asumiendo un escenario hipotético con una reducción de la prevalencia debida a la ley. Así, si la actual tendencia decreciente se acelerara gracias a la Ley 28/2005, y si la prevalencia en el año 2010 descendiera aproximadamente un 20% en términos relativos, la mortalidad atribuible al tabaquismo contaría con 1070 defunciones menos en hombres y 289 en mujeres (Tabla 5.1). De manera similar, si la prevalencia de exposición al HAT en los hombres entre 35 y 64 años se mantuviera hipotéticamente en los hogares y disminuyera un 80% en términos relativos en el ámbito laboral, la mortalidad atribuible al HAT descendería en 121 muertes anuales, mientras que en las mujeres de la misma franja de edad, asumiendo un descenso relativo del 25% (ya que parten de una prevalencia de exposición menor), la mortalidad atribuible descendería a 51 muertes (Tabla 5.1). De manera conjunta, la reducción en el consumo de tabaco y en la exposición al HAT tendría un impacto de 1482 muertes menos al año.

Sepan que HAT no es sombrero, sino Humo Ambiental del Tabaco.

Como ven por las negritas, se trata de un escenario hipotético, previsto para 2010, en el caso de que se cumplieran determinados supuestos. O sea, nada referido a lo que ha ocurrido, sino a lo que podría ocurrir. Y, en todo caso, los datos mezclarían dos efectos: el de la caída previa a la ley y el de la hipotética caída extra.

Lo mejor es que el supuesto fundamental (el que implica la caída de un mayor número de muertes), de reducción extra de la prevalencia del consumo de tabaco, no se sostiene ni con los datos del propio estudio. En el capítulo dedicado a los efectos de la ley en la prevalencia del consumo de tabaco se concluye (mis negritas):

Con la información disponible en la actualidad, los resultados no sugieren ningún impacto de la Ley 28/2005 sobre los indicadores de consumo de tabaco. En general, el descenso en la prevalencia de fumadores y en el número de cigarrillos consumidos, así como el aumento del abandono del tabaco, reflejan una continuación de la evolución temporal a corto y medio plazo observada antes de la entrada en vigor de la ley.

Repitan conmigo: "ningún impacto de la Ley 28/2005 sobre los indicadores de consumo de tabaco". La tendencia a la baja es previa a la ley y se ha mantenido después sin cambios discernibles.

Entonces, ¿en qué se basan para partir de la hipótesis de que la ley acelerará la caída en la prevalencia? En nada. Lo suponen y ya está.

Luego quieren que confiemos en los científicos....

miércoles, 10 de febrero de 2010

ESTUDIO CON 15.000 VARONES Y 25.000 MUJERES

Seis copas de vino al día no dañan el corazón pero sí al resto del cuerpo

  • Los que toman dosis elevadas de alcohol tienen un 30% menos de enfermedad cardiaca
  • Los autores no encontraron esta asociación cardioprotectora en las mujeres
  • Beber eleva el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer y enfermedades hepáticas
Asistente a una cata de vino. (Foto: Bernabé Cordon)
PATRICIA MATEY

MADRID.- Una, dos, tres y hasta seis copas al día de vino son 'saludables' para el corazón. Pero exclusivamente para él. Lo acaba de confirmar un trabajo español que constata que el consumo moderado, y también el elevado, de bebidas alcohólicas disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular en los varones.

Su autora principal, Larraitz Arriola, del Departamento de Salud Pública del Gobierno Vasco, en Guipúzcoa, confirma a ELMUNDO.es que "nuestros hallazgos han suscitado mucha polémica en Reino Unido, tras su publicación en la revista 'Heart'. Pero lo cierto es que beber, aunque sean cantidades más elevadas, protege el corazón. Este hecho se ha constatado ya en estudios previos. Lo que también es cierto es que el alcohol eleva el riesgo de sufrir otras enfermedades, cómo cáncer de hígado y laringe y patologías hepáticas".

Por este motivo, "empezamos el artículo apuntando que las bebidas alcohólicas son la razón de 1,8 millones de muertes al año en todo el mundo. Nosotros, y máxime siendo miembros del departamento de Salud Pública, no recomendamos el consumo de alcohol. Tampoco lo recomienda la Organización Mundial de la Salud. Lo que sí aconseja esta institución es que las personas que beben, al menos, intenten hacerlo de forma moderada".

La investigación, que forma parte del conocido Estudio Prospectivo Europeo en Investigación sobre Cáncer (EPIC), en el que participan 10 países europeos, ha sido llevada a cabo con 15. 630 hombres y 25. 808 mujeres de entre 29 y 69 años a los que se les ha hecho un seguimiento de una década.

Tanto Arriola como su equipo analizaron el estilo de vida de los participantes y sus posibles patologías: dieta, ejercicio, consumo de tabaco, historia médica, padecimiento de hipertensión, angina de pecho, diabetes o algún problema cardiaco, entre otros. Asimismo indagaron en el consumo de alcohol a lo largo de la vida de los participantes.

Clasificaron así de consumo moderado la ingesta de cinco a 30 gramos de alcohol al día, mientras que el uso elevado lo situaron de 30 a 90 g y el muy alto a partir de 90. Un vaso de vino contiene entre 8 y 10 g de etanol.

Ninguna asociación entre las mujeres

"Uno de los aspectos novedosos del trabajo es que es de los pocos en los que hay una separación entre abstemios y ex bebedores. Se piensa que cuando una persona deja de beber es porque tiene alguna enfermedad y el médico le recomienda la abstinencia. Efectivamente, nuestros ex bebedores sufrían más hipertensión y diabetes, además de un mayor consumo de medicación antitrombótica y cardiaca", comenta la doctora Arriola.

Los datos revelan que los hombres que consumieron alcohol a diario de forma moderada, alta y muy elevada sufrieron un 30% menos de enfermedades cardiacas en comparación con los abstemios, tras tener en cuenta todos los factores que podían alterar los resultados.

"Sin embargo, no encontramos que la asociación entre alcohol y cardioprotección se diera en mujeres. La razón puede residir en que ellas sufren enfermedades cardiacas en edades más avanzadas, cuando desaparece la protección de los estrógenos y nuestro estudio se limitó a una población de entre los 35 y 64 años. Tal vez si hiciéramos un seguimiento más largo podríamos ver también esta asociación".

Esta especialista reconoce que en su investigación "la protección cardiovascular se produjo independientemente del tipo de alcohol ingerido". Y recuerda que estas bebidas reducen el riesgo de enfermedad cardiaca "porque son vasodilatadoras y antiagregantes, lo que ya se ha demostrado en estudios con animales".

DOLOR DE CABEZA


Cefaleas: el 70% es por abuso de analgésicos

En lugar de dar alivio, agravan el dolor

Fabiola Czubaj
LA NACION

Aunque parezca increíble, siete de cada diez personas sufren cada vez más dolor de cabeza por el uso excesivo de los analgésicos con los que, precisamente, buscan alivio día tras día.

Así surge de un programa internacional de seguimiento computarizado de pacientes con cefalea por abuso de medicamentos (CAM), que en la Argentina, donde más de la mitad de los analgésicos son de venta libre, llevan adelante Fleni y la Universidad ISalud.

"Pasan de ser medicamentos supuestamente inocentes a provocar más dolor. Cuando el paciente siente que no controla el dolor, puede llegar a abusar de los fármacos. Y esto ocurre en todos los tipos de dolores de cabeza; que el 30 por ciento de las personas con migrañas tengan una alta tasa de desempleo y una mala calidad de vida demuestra que las cefaleas son también un problema social", dijo el neurólogo Jorge Leston, del Centro Integral del Dolor de Fleni.

El diagnóstico de la cefalea por abuso de medicamento (CAM) es clínico y tiene en cuenta no tanto la intensidad, sino la frecuencia con que aparecen los ataques de dolor. Además, el médico indaga en la cantidad de analgésicos consumidos por lo menos en los últimos tres meses, siempre y cuando se hayan descartado otras causas cerebrales o metabólicas del dolor.

Se dice que una persona la padece cuando sufrió dolor de cabeza 15 días o más al mes y si necesitó tomar una o más pastillas diarias de analgésicos durante 10 o 15 días al mes, según el tipo de medicamento utilizado.

"Un ejercicio sencillo y muy útil para tener en cuenta es llevar un control de los días que tiene cefalea al mes y de la cantidad de días que toma medicación para aliviarla. Lo puede hacer en la agenda, el teléfono celular o en un almanaque en casa. Si hay un aumento de la frecuencia de los dolores y de los analgésicos, debe consultar al médico", aconsejó la neuróloga María Teresa Goicochea, también de Fleni.

Dentro del gran grupo de dolores de cabeza hay dos que son los más frecuentes: la migraña, un síndrome que cambia con los años y en cada paciente, y la cefalea tensional, entre cuyas causas está la tensión muscular por el estrés, la depresión o la ansiedad. Según indicaron ayer los especialistas, el 54% de las personas con migrañas no sabe reconocer adecuadamente el origen de su dolor (ver infografía).

Un círculo vicioso

Con los años, la automedicación cada vez que aparece un dolor de cabeza dispara un círculo vicioso en el circuito del dolor en el cerebro.

"Hay determinadas áreas involucradas en el comportamiento, las emociones, la memoria y la adicción, que alteran su metabolismo tratando de inhibir el ciclo de dolor", explicó Goicochea a LA NACION luego de la presentación de los resultados del programa "Comoestas", de la Comunidad Europea, en el que participan más de 600 pacientes de 6 centros especializados en cefaleas de Alemania, Dinamarca, España, Italia, Chile y nuestro país.

Las zonas cerebrales afectadas son la corteza orbitofrontal, que está relacionada con el comportamiento; el cíngulo anterior, la ínsula, el tálamo, y el lóbulo parietal, principalmente el derecho, que está más asociado con las emociones. (La tristeza, por ejemplo, puede gatillar cefalea.)

"Al suspender el fármaco de que se abusa, todas las áreas recuperan el metabolismo normal, salvo la corteza orbitofrontal -precisó la neuróloga-. Esto tendría que ver con la predisposición al abuso, algo que sería común en las personas con adicciones."

En estos casos, la misma dosis del medicamento tendría cada vez menos efecto. Sólo el 23% de los pacientes argentinos del programa había realizado un tratamiento previo, que incluye la suspensión del fármaco (desintoxicación) y la modificación del estilo de vida; no saltearse comidas; reducir el consumo de cafeína (café y gaseosas), de mateína y hasta de alcohol, chocolate y otros alimentos si generan dolor de cabeza; caminar por lo menos 20 minutos por día, y reducir el estrés, ya sea evitando las situaciones de tensión o mediante actividades como el yoga.

"El frente de batalla en este problema está en los médicos clínicos y los pediatras -dijo Leston-. No sólo hay que educar a los médicos, sino también a los pacientes en el hábito saludable de la consulta."

lunes, 8 de febrero de 2010

HACERSE VIEJO......


Científicos británicos identifican la longitud de los telómeros como causante del envejecimiento biológico
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Científicos de la Universidad de Leicester y el 'King's College' de Londres en Reino Unido han identificado por primera vez variantes definitivas asociadas con el envejecimiento biológico en los humanos.
Los investigadores, que publican su trabajo en la edición digital de la revista 'Nature Genetics', analizaron más de 500.000 variantes genéticas en todo el genoma humano para identificar las variantes que están localizadas cerca de un gen llamado TERC.
Los autores explican que existen dos formas de envejecimiento, el cronológico que se refiere a la edad que se tiene y el biológico, en el que las células de algunos individuos son más viejas o jóvenes de lo que sugiere su edad.
Según Nilesh Samani, de la Universidad de Leicester y codirector del estudio, "existe evidencia acumulada de que el riesgo de enfermedades asociadas a la edad incluye la enfermedad cardiaca y otros tipos de cánceres más relacionados con la edad biológica que con la cronológica".
Los investigadores estudiaron estructuras llamadas telómeros, que son partes de los cromosomas. Los individuos nacen con telómeros de cierta longitud y en muchas células los telómeros se acortan a medida que las células se dividen y envejecen. La longitud de los telómeros se considera por ello un marcador del envejecimiento biológico.
"En este estudio lo que descubrimos es que estos individuos que portan una variante genética particular tenían telómeros más cortos, por lo que parecían biológicamente más mayores. Dada la asociación de los telómeros más cortos con las enfermedades asociadas a la edad, los descubrimientos plantean la cuestión de si los individuos que portan la variante se encuentran bajo un mayor riesgo de desarrollar tales enfermedades", adelanta Samani.
Tim Spector, del 'King's College' de Londres y otro de los codirectores del trabajo, apunta que las variantes identificadas se encuentran cerca de un gen llamado TERC que ya se conocía por su importante papel en el mantenimiento de la longitud de los telómeros.
"Lo que nuestro estudio sugiere es que algunas personas están genéticamente programadas para envejecer a una tasa más rápida. El efecto era bastante considerable en aquellos con la variante, equivalente a entre 3 y 4 años de 'envejecimiento biológico' medido por la pérdida de longitud de los telómeros", afirma Spector.
Por otro lado, el investigador añade que las personas susceptibles genéticamente podrían envejecer incluso más deprisa si se expusieran a ambientes 'malos' para los telómeros como el tabaquismo, la obesidad o la carencia de ejercicio, y terminar varios años biológicamente más mayores o sucumbir a más enfermedades asociadas a la edad.
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viernes, 5 de febrero de 2010

SI FUMAS PORRO,NO SERAS PAPÁ


Los espermatozoides inician la carrera hacia el óvulo por un mecanismo eléctrico

El descubrimiento permite avanzar hacia la contracepción masculina

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El pistoletazo de salida para la carrera de los espermatozoides humanos hacia un óvulo es un mecanismo eléctrico, han demostrado unos curiosos experimentos. Hasta ahora, los científicos sólo sabían que el estado de movilidad o de reposo de los espermatozoides depende de su grado de acidez (pH) interno, pero investigadores estadounidenses han logrado localizar los canales de la membrana por los que los espermatozoides en reposo se liberan de su carga de protones (iones positivos) para iniciar su viaje de fecundación. Estos canales, buscados desde hace muchos años, se activan por el voltaje.

La noticia en otros webs

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En los testículos las células espermáticas están en reposo y cuando son liberadas en la vagina su pH aumenta, por lo que se empiezan a mover. Según Yuriy Kirichok , el especialista en canales iónicos que ha hecho los experimentos, que publica la revista Cell , los espermatozoides en reposo son como globos llenos de protones en vez de aire. Sus colas están cubiertas por muchos de los canales descubiertos y, cuando éstos se abren, los protones salen por todos ellos a la vez. Entonces cambia el pH interno de ácido a alcalino y se mueven por el tracto reproductivo femenino hacia los óvulos.

El descubrimiento se debe a que por primera vez se ha conseguido aplicar un diminuto electrodo de cristal a células espermáticas para medir el flujo de iones a traves de la membrana plasmática celular. De esta forma, los investigadores pudieron observar el flujo de protones en tiempo real. Sin embargo, todavía no saben qué condiciones producen la activación del canal: puede ser el cambio en el pH ambiental al pasar del hombre a la mujer;la disminución del cinc, que es absorbido en el tracto femenino, y también la presencia de un canabinoide natural que puede estar en una concentración mayor en las cercanías del óvulo. Es posible, ha dicho Kirichok, que los consumidores de marihuana tengan problemas de fertilidad debido a que esta sustancia activa los espermatozoides prematuramente y no tienen energía suficiente para la fecundación.

Pero lo más importante es que el nuevo canal descubierto puede permitir modificar la actividad del esperma, que depende de los niveles de acidez. "Podemos imaginar que ahora que conocemos la molécula responsable podríamos bloquearla y prevenir la activación de los espermatozoides y por tanto la fertilización, como una forma de contracepción masculina".

jueves, 4 de febrero de 2010

MAS SOBRE CUBA Y LOS CUBANOS


HABLA EL JEFE DE LOS 744 MEDICOS CUBANOS INSTALADOS EN HAITI DESDE HACE DOCE AñOS

“Vamos a estar cuando todos se hayan ido”

Llegaron en el ’98, con los huracanes, como un contingente de ayuda. Después del sismo fueron referentes para todos los médicos.

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Por María Laura Carpineta

Más de 34.500 pacientes, 2728 operaciones –de ellas, 1297 cirugías de alta complejidad–, 380 amputaciones de miembros superiores y 644 de miembros inferiores. 744 médicos, enfermeros y laboratoristas, 18 equipos quirúrgicos, tres hospitales estables en Puerto Príncipe y centros de atención en los 10 departamentos de Haití. Ese era el resumen de las dos semanas posteriores al terremoto que hicieron el viernes a la noche las brigadas médicas cubanas en una tienda de campaña en el corazón de la capital haitiana.

Los cubanos no aterrizaron en Haití como héroes en helicópteros de guerra frente al Palacio de Gobierno en ruinas ni deslumbraron al mundo rescatando de entre los escombros a ancianos y bebés dejados por muertos. No. Los médicos cubanos llegaron hace muchos años y en silencio. Y en silencio también fueron los primeros en atender a las víctimas del terremoto, junto a los profesionales del Hospital Reubicable de la Fuerza Aérea argentina. Y en silencio también serán los que se queden cuando la atención internacional se desvanezca.

“Muchas delegaciones ya empezaron a irse y la ayuda que llega no es la misma que al principio. Como lamentablemente pasa, en algunos días aparecerá otra tragedia, en otro país, y el pueblo de Haití quedará en el olvido y librado a su propia suerte”, diagnosticó el jefe de la misión médica permanente de Cuba en el devastado país caribeño, Carlos Alberto García Domínguez.

La historia le da la razón. La Habana envió a sus primeros médicos a Haití después del huracán George en 1998, cuando el 80 por ciento de los cultivos del país más pobre del continente había quedado totalmente destruido y la ONU pronosticaba una crisis humanitaria. Desde entonces, se enfrentaron a una serie ininterrumpida de huracanes y tormentas tropicales, que dejaron al país bajo el agua una y otra vez y a miles de personas muertas. En cada desastre natural vieron llegar la ayuda del mundo y la vieron irse. El martes 12 de enero, cuando la tierra comenzó a moverse y los edificios a agrietarse, las brigadas cubanas eran la única fuerza médica con insumos y capacidad para atender a víctimas en todo Haití.

“En un primer momento se montó un hospital de campaña donde viven nuestros médicos, en la parte de atrás del Palacio de Gobierno. Se montaron unas carpas, incluyendo un quirófano, y se comenzó a operar”, relató vía telefónica el doctor García Domínguez. Según contó, no tuvieron que ir en busca de las víctimas; las colas se armaron apenas dos horas después del terremoto en la plaza más cercana. “Hace mucho que estamos acá y la gente sabe dónde vivimos”, explicó. En esa tienda de emergencia se hicieron las primeras amputaciones. “Teníamos anestesia, pero sólo para aplicarla en dosis locales. Es algo terrible tener que amputar un miembro con anestesia local”, recordó.

El veterano médico habla con la calma de quien está acostumbrado al caos, la tragedia y el dolor. Hace más de un año y medio que está trabajando en Haití como jefe de la misión cubana. Cuando el terremoto sacudió al pequeño país caribeño estaba justo de vacaciones en La Habana, según contó con una mezcla de vergüenza y bronca. Ese mismo día juntó a una brigada médica de refuerzo, litros de plasma y sangre y cargó todos los insumos básicos que le entraron en el vuelo charter.

Cuando llegó, sus compañeros en Puerto Príncipe hacía 24 horas que operaban sin parar. “Lo primero que hice fue hablar con la seguridad de los hospitales públicos que estaban en pie para que nos abrieran las puertas”, recordó. La segunda noche después del terremoto, la misión cubana operaba y atendía pacientes en tres hospitales de Puerto Príncipe.

“Lo más difícil –aseguró– fue intentar que los pacientes operados se quedaran internados. Estaban aterrorizados y no querían quedarse dentro del edificio. Tuvimos que instalar carpas afuera, en las calles y los parques, aunque no era lo más higiénico.”

Con la llegada de misiones médicas y ayuda internacional la situación fue mejorando de a poco, explicó García Domínguez. En las últimas dos semanas profesionales de España, Chile, Venezuela, Colombia y Alemania se sumaron al trabajo contra reloj en los hospitales manejados por los cubanos. Lo mismo hicieron unos 400 haitianos recién recibidos o a punto de terminar sus estudios de Medicina en La Habana.

La misión de médicos argentinos que volvió al país la semana pasada también trabajó junto a los cubanos, a quienes les derivaban los pacientes quirúrgicos en Puerto Príncipe y en otras ciudades afectadas, como Leogane. “Se pusieron totalmente a nuestra disposición”, recordó con agradecimiento Selva Font, voluntaria de Cascos Blancos.

Estados Unidos, en cambio, se niega a acercarse a los cubanos. Sin contar la misión de paz de la ONU, Washington y La Habana son los dos países con más gente desplegada en el devastado país. El gobierno cubano y hasta el mismo Fidel propusieron una cooperación humanitaria. La Casa Blanca optó por el silencio, aun después de que Cuba le cediera su espacio aéreo para que la ayuda norteamericana tardara cinco horas menos en llegar a Puerto Príncipe.

Según el relato que hizo García Domínguez, la capital haitiana intenta volver a pararse. Algunos negocios venden agua y combustible, y la vida comercial está reviviendo de a poco. La electricidad, en cambio, sigue siendo sólo un recuerdo. “En cualquier otro país eso significaría caos, pero acá ya estamos acostumbrados. La electricidad nunca fue estable en Haití”, explicó el médico.

De día, aseguró, la ciudad parece estar ganando de vuelta su ritmo. Pero al caer la noche se ve la verdadera dimensión de los estragos que dejó el terremoto. “Las avenidas más grandes de la ciudad se llenan de gente. Es algo terrible. Son personas y personas, durmiendo una al lado de la otra. No son algunos, sino casi toda la población”, describió.

Tres semanas después del terremoto y con las primeras señales de recuperación apenas asomando, los contingentes extranjeros ya organizan su salida definitiva. “Es una pena porque el pueblo haitiano aún nos necesita”, se limita a comentar García Domínguez. Su equipo de casi 800 médicos y enfermeras, en cambio, se dedica a hacer planes: campañas de vacunación contra el tétanos, despliegue en todo el país de brigadas de control higiénico y epidemiológico, fumigaciones y la llegada de un equipo de salud mental para ocuparse de la gente que perdió más que su casa y su negocio.

“La verdad es que a uno le choca ver que los haitianos no han logrado recuperarse de una tragedia y ya les está cayendo otra. Nos desconcierta –aseguró, y se tomó un segundo para ahogar la tristeza, que se escapa entre sus palabras–. Pero lo que nos queda es que prevalece la voluntad. Uno nunca pierde el optimismo de que este pueblo tenga un futuro mejor, porque realmente lo merece.” Por eso él y sus compañeros se quedan en Haití, porque para ellos las palabras de esperanza que hoy repite el mundo entero no son sólo una expresión de deseo.

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miércoles, 3 de febrero de 2010

Publicado por Miguel Jara el 3 de Febrero de 2010
LA ESTUPIDEZ, LA CODÍCIA Y LOS GENÉRICOS
1. LA ESTUPIDEZ
España ha entrado tarde y mal en la prescripción de los genéricos y la prueba es que años después de su introducción somos todavía uno de los países con una utilización más baja de estos medicamentos.
Por una parte, nuestra población, conceptúa en general mal la palabra “ahorro” en asuntos relacionados con la sanidad, hasta el punto de que en el ideario social colectivo suscita incluso un rechazo instintivo. Ello es una actitud claramente de nuevo rico sin ninguna justificación inteligente.
Por otra parte las voces de numerosos médicos, y entre ellos muchos líderes reconocidos de opinión, han expresado públicamente su convicción de que “no es lo mismo” un genérico que una marca, y ello manifestado sin pruebas y sin rubor.
Todo esto sucede en un ambiente general de “permisividad” y de “yo no quiero generar debates que me hagan perder votos” de nuestros responsables políticos. Nuestros superiores, no “se han mojado” en el tema de los genéricos y siempre que los han defendido ha sido con la boca pequeña, para después por detrás, exigir a los médicos de familia que aumentasen su porcentaje de prescripción. Nuestros políticos no han normativizado el uso de genéricos y lo han dejado, una vez más, en manos del voluntarismo o la capacidad de implicación de los profesionales. A partir de aquí, han habido médicos que han hecho un verdadero esfuerzo de persuasión a sus pacientes explicándoles la bioequivalencia y la razón de la diferencia de precio, lo cual no ha sido siempre fácil y ha supuesto siempre una inversión en tiempo bastante por encima de los 10 minutos por visita, especialmente cuando se trataba de una de las muchas recetas (algunas con la nota manuscrita de “no pasar a EFG”) inducidas por “colegas eminentes”, para que se las “pasen por el seguro”.
2. LA CODÍCIA
La industria dispone de muchos recursos para evitar la salida al mercado de productos genéricos una vez ha finalizado el derecho de patente.
La Comisión Europea ha investigado a empresas farmacéuticas por retrasar, una media de 7 meses, o bloquear la comercialización de medicamentos genéricos para mantener sus beneficios durante más tiempo. Este ardid ha supuesto, según la propia Comisión por boca de la Comisaria de Competencia Neelie Kroes, para los sistemas de salud, entre los años 2000 y 2007, unos 3.000 millones de euros de desembolso extra, según una muestra en 17 paises. Y lo han conseguido con diferentes estrategias, pero básicamente comprando empresas o voluntades de empresarios de genéricos para que ofrecieran precios altos o para que retrasaran la venta de productos ya aprobados, o iniciando (y perdiendo) pleitos con los fabricantes de genéricos que tardan años en resolverse, etc.
La comercialización de las marcas durante el período en el que están protegidas por las patentes es el verdadero negocio de las multinacionales y es aquí donde invierten la mayor parte de sus recursos en diferentes líneas de actuación pero con un objetivo único: la venta de sus productos y muy especialmente de sus novedades. Su mecanismo de acción es a través de líderes de opinión que se hacen oir en congresos y se hacen leer en guias de práctica clínica, de sociedades científicas absolutamente “ocupadas”, de revistas científicas “financiadas” y artículos escritos por profesionales con conflicto de intereses no declarados, de asociaciones de pacientes “sponsorizadas”, de los medios de comunicación cada día más “infectados”, y por último por la red de simpáticos y generosos vendedores de fármacos en sus relaciones individualizadas casi “cheek to cheek” con los médicos.
La comercialización de los genéricos, cuando acaban los períodos de protección de las marcas, se realiza a través de las oficinas de farmacia. Esto ocurre porque la normativa actual permite que sea el farmacéutico quien realmente elige al fabricante del producto que se entrega al paciente. ¿Por qué entonces perder el tiempo con el médico? Los fabricantes de genéricos envian a sus vendedores a las farmacias para convencerles de que escojan sus productos y lo hacen con argumentos absolutamente comerciales y ofreciendo otras muchas prebendas que antes reservaban únicamente a los médicos. Y ¡todos contentos!
3. LO QUE TODOS SABEN Y NADIE DICE SOBRE LOS GENÉRICOS
Otro gran error de nuestros dirigentes ha sido el fijar un precio de referencia de una misma molécula igual para todos en lugar de permitir que la competencia siguiendo las leyes de mercado fuera ajustando los precios. Actuando de otra manera, el sistema público no hubiera tenido más que decretar que de cada molécula solo financiaría la presentación genérica más barata y que el propio paciente debería pagar la diferencia con respecto a otras más caras. Esto que parece una tontería, supone una pérdida para las arcas del estado de cientos de millones de euros. Efectivamente, el hecho de que el precio de una molécula sea igual para todos, hace que los descuentos que la competencia consigue no beneficie al sistema nacional de salud, sino directamente a la oficina de farmacia. En este sentido. la Autoridad Catalana de la Competencia ha publicado el informe Impacto de la regulación del precio de los medicamentos en el mercado de los genéricos: valoración de los efectos y necesidad de reforma hace unos tres meses en el que denuncia un beneficio medio del 40% (en un rango entre el 10 y el 70%), para las oficinas de farmacia por las ofertas que los diferentes fabricantes que compiten entre si, les hacen. Estas ofertas designadas en las facturas “pronto pago” o “por volumen del pedido” se llevan a cabo de una forma que me recuerda demasiado el mercadillo de los sábados de mi pueblo: por cada 5 cajas que me compres te ragalo una, o 4 x 1, o 3 x 1, o incluso 2 x 1. Cuantos más competidores hay de la misma molécula (paracetamol, omeprazol, simvastatina, enalapril, etc.) mejores ofertas hay para las farmacias. De esta forma este 40% adicional de lucro se añade al 30 – 33% que tiene por derecho en su participación en la cadena de distribución de los fármacos con lo que puede llegar a un beneficio absoluto de hasta el 49%, rendimiento solo al alcance de unas pocas empresas. Esta ganancia adicional y bajo mi punto de vista perversa, no se traslada ni al paciente ni tampoco al sistema público de salud que paga lo mismo por cualquier marca. Tan solo favorece a la oficina de farmacia que obviamente escoge el fármaco del fabricante que más le conviene, ignorando la prescripción del médico, y cambiándolo a otra marca cuando le interesa más. La empresa líder en ventas de genéricos en 2007 fue CINFA, que tiene por accionistas a 2.500 farmacéuticos. En el año 2005 los farmacéuticos españoles se embolsaron, gracias a la venta de genéricos, 163 millones de euros que provienen de descuentos prohibidos por la ley 25/1990 del Medicamento. En cambio en otros paises como Canadá, Holanda, Alemania, Noruega y Suecia se estan utilizando fórmulas como la eliminación del sistema de precios de referencia, la devolución de parte de los descuentos al financiador público (clawback) o la introducción de subastas competitivas. Aquí, a pesar de la crisis, somos nuevos ricos como decia más arriba, y además cualquier presidente de Colegio Profesional importante o cualquier gerente de una multinacional de farmacia tiene en su agenda el teléfono móbil del presidente del gobierno o de los ministros. ¿Que creéis que vamos a poder hacer además de lo que ya estamos haciendo?
Josep M. (Barcelona)
Médico de Família.

Josep M., Médico de Familia de Barcelona que ya ha colaborado en otras ocasiones en este blog, me envía un interesante artículo que ha preparado en exclusiva para ustedes. Se trata de un breve análisis sobre los problemas que conllevan la expansión de los fármacos genéricos. Estos son aquellos que una vez ha finalizado el derecho de patente del laboratorio fabricante pueden ser producidos y vendidos por otras compañías respetando la bioequivalencia y que suelen tener por ello un precio mucho más bajo que los originales.

1. LA ESTUPIDEZ

España ha entrado tarde y mal en la prescripción de los genéricos y la prueba es que años después de su introducción somos todavía uno de los países con una utilización más baja de estos medicamentos. Por una parte, nuestra población, conceptúa en general mal la palabra “ahorro” en asuntos relacionados con la sanidad, hasta el punto de que en el ideario social colectivo suscita incluso un rechazo instintivo. Ello es una actitud claramente de nuevo rico sin ninguna justificación inteligente. Por otra parte las voces de numerosos médicos, y entre ellos muchos líderes reconocidos de opinión, han expresado públicamente su convicción de que “no es lo mismo” un genérico que una marca, y ello manifestado sin pruebas y sin rubor.

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Todo esto sucede en un ambiente general de “permisividad” y de “yo no quiero generar debates que me hagan perder votos” de nuestros responsables políticos. Nuestros superiores, no “se han mojado” en el tema de los genéricos y siempre que los han defendido ha sido con la boca pequeña, para después por detrás, exigir a los médicos de familia que aumentasen su porcentaje de prescripción. Nuestros políticos no han regulado bien el uso de genéricos y lo han dejado, una vez más, en manos del voluntarismo o la capacidad de implicación de los profesionales. A partir de aquí, han habido médicos que han hecho un verdadero esfuerzo de persuasión a sus pacientes explicándoles la bioequivalencia y la razón de la diferencia de precio, lo cual no ha sido siempre fácil y ha supuesto siempre una inversión en tiempo bastante por encima de los 10 minutos por visita, especialmente cuando se trataba de una de las muchas recetas (algunas con la nota manuscrita de “no pasar a EFG” [Especialidad Farmacéutica Genérica]) inducidas por “colegas eminentes”, para que se las “pasen por el seguro”.

2. LA CODICIA

La industria dispone de muchos recursos para evitar la salida al mercado de productos genéricos una vez ha finalizado el derecho de patente. La Comisión Europea ha investigado a empresas farmacéuticas por retrasar o bloquear, una media de siete meses, la comercialización de medicamentos genéricos para mantener sus beneficios durante más tiempo. Este ardid ha supuesto, según la propia Comisión por boca de la Comisaria de Competencia Neelie Kroes, para los sistemas de salud, entre los años 2000 y 2007, unos 3.000 millones de euros de desembolso extra, según una muestra en 17 paises. Y lo han conseguido con diferentes estrategias, pero básicamente comprando empresas o voluntades de empresarios de genéricos para que ofrecieran precios altos o para que retrasaran la venta de productos ya aprobados, o iniciando (y perdiendo) pleitos con los fabricantes de genéricos que tardan años en resolverse.

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- La comercialización de las marcas durante el período en el que están protegidas por las patentes es el verdadero negocio de las multinacionales y es aquí donde invierten la mayor parte de sus recursos en diferentes líneas de actuación pero con un objetivo único: la venta de sus productos y muy especialmente de sus novedades. Su mecanismo de acción es a través de:

líderes de opinión que se hacen oir en congresos y se hacen leer en guías de práctica clínica, de sociedades científicas absolutamente “ocupadas”, de revistas científicas “financiadas” y artículos escritos por profesionales con conflicto de intereses no declarados, de asociaciones de pacientes “sponsorizadas”, de los medios de comunicación cada día más “infectados”, y por último por la red de simpáticos y generosos vendedores de fármacos en sus relaciones individualizadas casi “cheek to cheek” con los médicos.

- La comercialización de los genéricos, cuando acaban los períodos de protección de las marcas, se realiza a través de las oficinas de farmacia. Esto ocurre porque la normativa actual permite que sea el farmacéutico quien realmente elige al fabricante del producto que se entrega al paciente. ¿Por qué entonces perder el tiempo con el médico? Los fabricantes de genéricos envían a sus vendedores a las farmacias para convencerles de que escojan sus productos y lo hacen con argumentos absolutamente comerciales y ofreciendo otras muchas prebendas que antes reservaban únicamente a los médicos. Y ¡todos contentos!

3. LO QUE TODOS SABEN Y NADIE DICE SOBRE LOS GENÉRICOS

Otro gran error de nuestros dirigentes ha sido el fijar un precio de referencia de una misma molécula igual para todos en lugar de permitir que la competencia siguiendo las leyes de mercado fuera ajustando los precios. Actuando de otra manera, el sistema público no hubiera tenido más que decretar que de cada molécula solo financiaría la presentación genérica más barata y que el propio paciente debería pagar la diferencia con respecto a otras más caras. Esto que parece una tontería, supone una pérdida para las arcas del Estado de cientos de millones de euros.

Efectivamente, el hecho de que el precio de una molécula sea igual para todos, hace que los descuentos de la competencia no beneficien al Sistema Nacional de Salud, sino directamente a la oficina de farmacia. La Autoridad Catalana de la Competencia ha publicado el informe Impacto de la regulación del precio de los medicamentos en el mercado de los genéricos: valoración de los efectos y necesidad de reforma hace unos tres meses en el que denuncia un beneficio medio del 40% (en un rango entre el 10 y el 70%) para las oficinas de farmacia por las ofertas que los diferentes fabricantes que compiten entre si, les hacen.

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Estas ofertas designadas en las facturas “pronto pago” o “por volumen del pedido” se llevan a cabo de una forma que me recuerda demasiado el mercadillo de los sábados de mi pueblo: por cada cinco cajas que me compres te ragalo una, o 4 x 1, o 3 x 1, o incluso 2 x 1. Cuantos más competidores hay de la misma molécula (paracetamol, omeprazol, simvastatina, enalapril, etc.) mejores ofertas hay para las farmacias. De esta manera este 40% adicional de lucro se añade al 30-33% que tienen por derecho en su participación en la cadena de distribución de los fármacos con lo que puede llegar a un beneficio absoluto de hasta el 49%, rendimiento solo al alcance de unas pocas empresas.

Esta ganancia adicional y bajo mi punto de vista perversa, no se traslada ni al paciente ni tampoco al sistema público de salud que paga lo mismo por cualquier marca. Tan solo favorece a la oficina de farmacia que obviamente escoge el fármaco del fabricante que más le conviene, ignorando la prescripción del médico, y cambiándolo a otra marca cuando le interesa más. La empresa líder en ventas de genéricos en 2007 fue CINFA, que tiene por accionistas a 2.500 farmacéuticos.

En el año 2005 los farmacéuticos españoles se embolsaron, gracias a la venta de genéricos, 163 millones de euros que provienen de descuentos prohibidos por la ley 25/1990 del Medicamento. En cambio en otros paises como Canadá, Holanda, Alemania, Noruega y Suecia se estan utilizando fórmulas como la eliminación del sistema de precios de referencia, la devolución de parte de los descuentos al financiador público (clawback) o la introducción de subastas competitivas. Aquí, a pesar de la crisis, somos nuevos ricos como decía más arriba y además cualquier presidente de Colegio Profesional importante o cualquier gerente de una multinacional de farmacia tiene en su agenda el teléfono móvil del presidente del gobierno o de los ministros. ¿Que creéis que vamos a poder hacer además de lo que ya estamos haciendo?