La Asociación de Víctimas de Talidomida de España (Avite) ha anunciado este jueves que va a presentar sendas demandas civiles contra los dos laboratorios que comercializaron en España este fármaco, "causante de las graves malformaciones y secuelas" que sufren los afectados.

La decisión ha sido adoptada por la Junta Directiva de Avite, según ha informado a Efe uno de sus miembros, Rafael Basterrechea, quien ha precisado, no obstante, que el sábado tendrá que ser votada y ratificada por la Asamblea General de Socios.

Las compañías farmacéuticas contra las que se querellará la asociación son Grünenthal y UCB, como "responsables y causantes" de los problemas que los afectados de talidomida españoles "arrastrarán de por vida".

Estos dos laboratorios comercializaron el producto en este país y todavía están "radicados aquí" por lo que, según estas mismas fuentes, deben responder de "haberse lucrado en su momento, con la venta de talidomida en España, sin haber compensado, aún a día de hoy, a los afectados españoles".

En cuanto a Grünenthal, cuya sede central está en Stolberg (Alemania), Avite ha asegurado que fue "el inventor de la talidomida", su distribuidor mundial y vendedor en España, y además, quien comercializó la patente a otros laboratorios.

Los afectados denunciarán también a la farmacéutica UCB, cuya sede central está en Bélgica, por vender el fármaco en España hace ahora más de cincuenta años.

Los miembros de Avite han declarado que "no existe precedente alguno en ningún país del mundo, en que ninguna asociación de afectados de talidomida del planeta" se haya atrevido a demandar judicialmente a las compañías responsables, "por el miedo y temor que existe y se les tiene a estos imperios farmacéuticos mundiales".

Han recordado que, después de más de 50 años, el Gobierno ha reconocido a los afectados recientemente con la aprobación de un real decreto que contempla una serie de ayudas "pequeñas" que no contemplan pensiones vitalicias ni ayudas psicológicas ni médicos especialistas que traten sus "degeneraciones físicas".

Estas mismas fuentes han indicado que, "evidentemente, la medida no indemniza el daño", algo a lo que están "obligadas" las farmacéuticas que "lo causaron y se lucraron con ello".

Avite basará la presentación de las demandas judiciales anunciadas en tres estudios jurídicos de viabilidad previos, encargados a otros tantos bufetes de abogados.

"Con todo esto ya ha pasado a la historia la célebre frase que algunos pronunciaban sobre nosotros, en el sentido de que nacimos sin brazos y sin piernas debido a un virus de origen desconocido o incluso, divino, o porque sencillamente nuestras madres la tomaron para los vómitos y mareos, cuando fueron a Francia a hacer la vendimia", han aseverado los dirigentes de Avite.

La talidomida fue un fármaco producido por la empresa alemana Chemie Grünenthal, que fue comercializado entre los años 1958 y 1961, aunque en España siguió vendiéndose oficialmente hasta 1963.

Consumido como sedante y calmante por mujeres embarazadas que padecían náuseas, sus efectos a medio plazo sobre el feto se desvelaron como catastróficos, ya que unos 20.000 niños nacieron con graves problemas congénitos en el medio centenar de países donde se vendió bajo unos ochenta nombres comerciales.

Concretamente, fueron víctimas de la focomelia, una anomalía congénita caracterizada por la carencia o excesiva cortedad de las extremidades.

Asimismo, a la talidomida se la asocia con la neuropatía periférica, una enfermedad que genera una debilidad muscular que en muchos casos llega a postergar a una persona en una silla de ruedas.