domingo, 12 de septiembre de 2010

Fumigando gente

Carta abierta de médicos de pueblos fumigados a entidades agropecuarias

La carta responsabilizó a los dirigentes rurales por la fumigación de los campos. (TELAM)

Otras notas

  • Los niños nacen con hidrocefalia, alteraciones en el sistema endocrino y con tumores melomelingocelos que afectan su capacidad para pararse, orinar por sus propios medios y hasta para respirar”, relató el doctor Hugo Gómez Demaio su día a día como jefe de Cirugía Infantil del Hospital Pediátrico de Posadas, durante el primer Encuentro Nacional de Médicos de Pueblos Fumigados realizado en Córdoba la semana pasada. “Los padres, cuando les llevamos los niños después de nacer y los ven con estos problemas, siempre nos preguntan ‘¿Por qué?’ ‘¿Por qué a nosotros?”, agregó Gómez Demaio.

  • El viernes último, en su programa matinal por Continental, Víctor Hugo Morales organizó un debate sobre los problemas de la sojización en el que participaron el médico y productor agrario Gastón Fernández Palma, presidente de Aapresid (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa), la socióloga y especialista en temas rurales Norma Giarracca y el ingeniero agrónomo Alfredo Galli. Por la calidad e intensidad que tuvo la discusión, Miradas al Sur consideró oportuno publicar un extracto amplio del debate.

  • Para cuando dentro de unos años esta historia llegue a los cines y pelee por el Oscar, no habrá modo de resarcir víctimas ni estragos ni retroceder en el tiempo: será previsiblemente tarde. Aunque ya son varios los fallos de la Justicia que sumaron alertas por los riesgos que conlleva para la salud humana y el medio ambiente el uso de herbicidas –particularmente el glifosato, en plantaciones no sólo de soja–, el grueso de la política mira para otro lado, enredada con presiones económicas, ingresos fiscales y algunos funcionarios con intereses en la industria sojera.

  • El Gobierno de la Ciudad tiene la obligación de tener dotaciones suficientes de cualquier especialidad crítica, entre ellas, la anestesiología. Esto es una responsabilidad indelegable del Ministerio de Salud porteño que permite que, desde hace ya mucho tiempo, las ambulancias del Same trasladen a los anestesiólogos de un hospital a otro. En cualquier sistema sanitario deben planificarse los recursos humanos necesarios para que la población esté cubierta, porque la salud es un derecho humano fundamental y universal.

  • Hay una injusticia silenciosa y poco conocida que termina de denunciar en una rigurosa investigación la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. Muchas enfermedades propias de vastos sectores vienen de dolencias que requieren cirugía, como temas cardíacos, cáncer, accidentes automovilísticos, nacimientos complicados. Las tecnologías han mejorado permanentemente y la ciencia médica está hoy en condiciones de ayudar muy efectivamente en muchos casos, y a riesgos cada vez más bajos.

  • Toda mujer tiene derecho a decidir la interrupción voluntaria de su embarazo durante las primeras 12 semanas del proceso gestacional.” Así reza el artículo 1º del proyecto de ley que ingresó al Congreso de la Nación el 16 de marzo de este año y lleva la firma de 37 legisladores.
    El tema, al igual que el matrimonio igualitario es transversal a todos los bloques. Miembros del FpV, la UCR, la Coalición Cívica, el Partido Socialista, el Bloque Nuevo Encuentro, Proyecto Sur, la Concertación, el GEN y algunos partidos provinciales han rubricado la iniciativa.

Una de las resoluciones que se votó en el Primer Encuentro de Médicos de Pueblos Fumigados, en el que participaron casi 200 especialistas de la salud de diversos puntos de la Argentina castigados por el uso de agrotóxicos y herbicidas, fue dirigir una misiva a los dirigentes de las principales entidades agropecuarias. La misiva con fecha 27 de agosto del corriente año se transcribe íntegramente a continuación:
“Señor Hugo Biolcati, Presidente de Sociedad Rural Argentina (SRA).
’’Señor Mario Llambías, Presidente de Confederaciones Rurales Argentina (CRA).
’’Señor Eduardo Buzzi, Presidente de Federación Agraria Argentina (FAA).
’’Los miembros de los equipos de salud de los pueblos fumigados de Argentina, junto con los científicos, investigadores y académicos, reunidos en el 1º Encuentro Nacional de Médicos de Pueblos Fumigados, concretado en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba, nos sentimos en la imperiosa necesidad de dirigirnos a ustedes, en forma directa y pública para hacerles conocer que es muy grave la situación de la salud de las poblaciones de los pueblos fumigados en la Argentina y que ésta se agrava día a día.
’’Que los cánceres y otras enfermedades severas son detectadas con más frecuencia ahora que antes. Al igual que los abortos espontáneos, trastornos de fertilidad y nacimiento de hijos con malformaciones congénitas que encontramos con índices muy elevados. Y que los trastornos respiratorios, endocrinos, hematológicos, neurológicos y psíquicos son, también ahora, mucho más frecuentes en las poblaciones sistemáticamente fumigadas. Fumigadas porque comparten el mismo espacio geográfico que los cultivos agroindustriales y transgénicos que ustedes explotan.
“En las 23 millones de hectáreas ocupadas por cultivos transgénicos viven, en o entre sus campos, 12 millones de compatriotas, ellos son nuestros pacientes y, por lo tanto, tenemos una enorme responsabilidad en el resguardo de su salud y en la defensa de sus derechos a la misma.
Queremos decirles a ustedes, presidentes de las principales entidades agropecuarias, que sabemos que están fumigando 300 millones de litros de venenos sobre esta población, que lo hacen sin ningún tipo de control.
Queremos decirles, también, que nosotros, los médicos y demás miembros de los equipos de salud, los investigadores, científicos y académicos que analizamos este problema, estamos seguros que los crecientes padecimientos en la salud de los habitantes de los pueblos fumigados son generados por las fumigaciones que ustedes realizan. Y esta seguridad nos las da conocer cómo viene evolucionando la salud de nuestras comunidades y cotejarla con la creciente información científica, que destaca las evidencias disponibles con respecto al daño que genera la exposición de pesticidas a la salud en poblaciones susceptibles.
Queremos decirles que no tenemos ningún interés mezquino oculto, no tenemos ningún interés económico ni político partidario ni religioso ni de ningún otro tipo, que no sea el resguardo de la salud de nuestros pacientes, para decirles lo que aquí estamos afirmando y exhortarlos a que PAREN DE FUMIGAR.
Por último, queremos decirles que sabemos que están aprovechando una coyuntura internacional con precios en alza y demanda sostenida, pero sus ganancias no justifican los cánceres de nuestros pacientes ni las malformaciones de nuestros hijos.”.