sábado, 23 de octubre de 2010

FELICES SUEÑOS

Un estudio explica por qué algunas personas recuerdan más sus sueños

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Hay quienes se despiertan de repente en la noche por culpa de una pesadilla muy real. Los que sueñan de forma sumamente lineal, como si se tratara de una película. Y los que al despertar en la mañana no recuerdan nada. ¿De qué depende esta diferencia? Un estudio italiano, publicado en el journal Human Brain Mapping , explica ahora por qué los sueños tienen una intensidad emotiva más o menos fuerte en diferentes personas. Según sus conclusiones, todo depende de cuánto incide en la actividad onírica la “medida” de la amígdala y del hipocampo, dos estructuras cerebrales profundas que juegan un papel crucial en la regulación de las emociones y en la formación de la memoria durante el estado de vigilia.

Colaboraron para este descubrimiento investigadores del Departamento de Psicología de Sapienza, del Departamento de Neurología Clínica y Comportamiento del Irccs Santa Lucía y de la Universidad de L’Aquila y de Bolonia. “Seguimos de cerca la actividad onírica de 34 personas, de entre 20 y 70 años, durante 14 días”, explica el profesor Luigi De Gennaro, de la Universidad La Sapienza, coordinador del estudio. “Para hacerlo, usamos una resonancia magnética 3 Tesla, instrumento que está en condiciones de “fotografiar” al cerebro con resolución alta”. La tarea asignada a la muestra consistía en la compilación de un diario de los sueños. Al momento de despertar, todos debían registrar en un video lo que recordaban. En un segundo momento, y para evaluar la calidad e intensidad del recuerdo, los estudiosos midieron el volumen y densidad de la materia gris de la amígdala y el hipocampo , comparándola con los registros recogidos. Con los resultados descubrieron una disociación entre calidad y cantidad. La cantidad promedio de sueños recordados al día siguiente no mostró ninguna relación importante con la “medida” de la amígdala y el hipocampo. La relación significativa, en cambio, era aquella entre estas zonas del cerebro y la calidad del sueño, a saber, carga emotiva, originalidad y vivacidad. En especial, a un mayor “volumen” de la parte izquierda de la amígdala le correspondía un sueño más breve y un grado más bajo de carga emotiva.

La originalidad y vivacidad, en cambio, se correspondían mayormente con un “volumen” superior de la amígdala derecha y, en pequeño grado, con la dimensión del hipocampo.