SÓLO LES VALE EL HOMBRE CANALLA
“Hay mujeres que hacen lo que sea por tener pareja"

Rosetta Forner, escritora y 'coach'. (Mao)
.“El feminismo radical de mayo del 68 decía que la mujer tenía que pasar del hombre, tratándole desde el odio y la revancha. Esto ha generado mucho daño. Los hombres sinvergüenzas se han aprovechado de esta situación, y los buenos para muchas mujeres son sosos. Se cree que lo que vale es el hombre canalla”. Así explica Rosetta Forner, escritora, coach y, como ella suele definirse, “hada madrina”, la evolución que ha tenido el feminismo y, en general, las relaciones de pareja. En su nuevo libro, Las damiselas son de Venus y las reinas son del planeta que les da la gana (Zenith), Forner aboga por un "feminismo de dignidad" y distingue dos tipos de mujeres: damiselas y reinas.

La escritora no es muy amable con el comportamiento de las damiselas, pues “generan infelicidad y problemas para las otras mujeres”. En su opinión, “ir de víctima por la vida se ha normalizado y por eso nos tienen que poner unas cuotas, que es el peor insulto que se nos puede hacer”. Forner cree que el famoso “techo de cristal”, esa barrera invisible e infranqueable que impide a las mujeres escalar en el mundo laboral, es un invento de las damiselas, “que quieren victimizar su complejo de inferioridad”. En realidad, según la escritora, son las propias mujeres las que no dejan a sus compañeras escalar en los entornos empresariales: “En las oficinas las damiselas se unen como pirañas contra las reinas. Cuando hay una mujer inteligente o atractiva van todas contra ella”.
El hombre, “asustado y perdido”


Puede que la mujer damisela haya existido siempre, pero Forner cree que hay un momento preciso en que se popularizan estas actitudes. Las damiselas por excelencia son para la escritora las mujeres del baby boom de los 70, “mujeres frustradas y enfadadas con la vida, que se divorciaron con 40 o 45 años y le han dedicado más tiempo a encontrar pareja que a sus hijos. Enseñándoles que hay que perder el culo por un hombre, en vez de dignificarse”. Y así es como la idea de que “hay que tragar con lo que sea con tal de tener pareja” se trasmite a los hijos. Y, tal como dice Forner, “besando sapos y polveteando no se descubre al Príncipe Azul”.
De damisela a reina


La monogamia, ¿en crisis?
Se ha hablado mucho del fin de la monogamia como única forma aceptada de relación amorosa. Forner cree que no hay una sola forma de relación y cada uno debe encontrar la suya, pero al mismo tiempo rompe una lanza a favor de las parejas sentimentales monogámicas: “Tanta modernidad, o intento de convencernos de que todos tenemos que estar con todos, y al final la gente sólo quiere relacionarse con una persona”. En el fondo amar no debería ser algo tan difícil pero, según Forner, “estamos inmersos en una crisis espiritual tremenda”.