viernes, 6 de julio de 2012

blanqueate el culito que negro no me gusta

Blanqueamiento anal, nueva tendencia estética de famosos y americanos

Se puso de moda entre actores porno y ahora es un hit en las clínicas estéticas del otro lado del charco. Médicos y cirujanos nos cuentan métodos, pros y contras de esta técnica de belleza

Glady de la Cruz
Blanqueamiento anal.
Blanqueamiento anal.
Parece increíble, pero es totalmente cierto. Las pocas personas que hayan oído hablar de ello, será por un monólogo de Paco León de hace un par de años. Pero es totalmente cierto. El blanqueamiento anal existe. Lo que empezó como un rumor entre círculos del mundo del cine porno, se convirtió en una moda cuando Paris Hilton admitió haberse sometido a este tipo de cirugía.
El blanqueamiento anal, -del inglés, ‘anal bleaching’-, consiste en, como su propio nombre indica, someterse a un tratamiento para que la zona que rodea el ano se aclare. Casi siempre suele ser por cuestiones estéticas. De hecho, toda esta historia empezó cuando una actriz porno se dio cuenta de que la zona perianal la tenía muy oscura. Y no le gustaba cómo quedaba, por lo que intentó buscar una solución.
“El sobrepeso o el roce de la piel son algunos de los factores que influyen en el oscurecimiento de la piel”
En la actualidad, es una de las tendencias más populares en las clínicas de Miami, junto a la depilación brasileña, y suelen tratarse tanto hombres, como mujeres. Guillermo Aldana, el director de Aldana Laser en Venezuela, afirma que existen diversos factores para que la zona genital y perianal tienda a oscurecer: “La edad, el roce de la piel con la ropa muy apretada, el sobrepeso, embarazos, o cambios hormonales son algunos de ellos”. El doctor Pablo González, añade que “son áreas muy húmedas, y sensibles a los cambio hormonales y de peso, que son mucho más pronunciados en mujeres de piel trigueña y posterior al embarazo”.
Por estas razones muchas las mujeres se someten a esta práctica, que no siempre son quirúrgicas, ya que existen diferentes métodos.
Diversos métodos
Al ser una práctica de cierta popularidad en lugares como Miami, Colombia o Venezuela, ya existen diversos métodos para el blanqueamiento anal: cremas, peelings químicos o tratamientos con láser.
El primero de estos métodos es la aplicación de una crema específica con funciones blanqueadoras. ESTRELLA DIGITAL contactó con William Kercher, de la empresa South Beach Skin Solution, que se encarga de fabricar ese tipo de cremas. “Puedes hacerlo con total seguridad en tu casa, aplicando el gel de forma suave sobre la zona”, explica. También advierte que algunos productos similares utilizan algunos elementos químicos “muy dañinos para el cuerpo humano, como la hidroquinina y el mercurio, que pueden tener efectos secundarios”, por lo que hay que tener mucho cuidado a la hora de elegir una buena crema blanqueadora.
El doctor Aldana afirma que para el blanqueamiento genital y anal, “en tiempos pasados, se usaron peelings químicos de diferente composición, como ácido glicólico, ácido mandélico y hasta fenol. Con estos procedimientos, se logran buenos resultados, pero son dolorosos”. Por eso su clínica se especializó en la Tecnología Láser.
En este caso, el procedimiento se hace tras un estudio de la piel, después de determinar la condición en la que se encuentra, para escoger qué tipo de láser utilizar: o bien de pigmento específico o láser quirúrgicos. Se realiza en dos o tres sesiones, dejando un período de descanso de tres semanas entre sesión y sesión. El láser “interactúa con el pigmento que genera la mancha, oxidándola y disminuyendo su concentración en la zona, con lo cual generamos su blanqueamiento”, cuenta el doctor. Este tratamiento se complementa con la aplicación de cremas emolientes en casa durante diez días. Este procedimiento cuenta con la ventaja de ser más eficaz que el uso de las cremas blanqueadoras, y además su tiempo de recuperación es más rápido y menos molesto para el paciente.
Efectos secundarios
“Las contraindicaciones más comunes son las quemaduras, el incremento de la coloración, o las infecciones bacterianas”
Pablo González, de la clínica Venus Touche, hablando de las distintas técnicas de blanqueamiento, como la cremas o el láser de radiofrecuencia, afirma que “no generan ningún tipo de incapacidad”, y que los efectos son “mínimos”, entre los que se encuentran la  irritación temporal”.
En cuanto a la tecnología láser, el doctor Aldana asegura que “bien usada, está exenta de efectos secundarios”, pero en ocasiones, en malas manos pueden surgir algunas complicaciones, de las cuales, “las más comunes son las quemaduras, el incremento de la coloración, o la infección secundaria”. Es decir, que pueden surgir complicaciones que se traducen en un exceso de blanqueamiento, algo que quedaría antinatural. Lo que se busca es un tono rosáceo acorde al tipo de piel.
Las infecciones son otro punto en contra de este tipo de procedimientos. Sobre todo si las condiciones higiénicas del spa o de la clínica son cuestionables, los pacientes están expuestos a coger alguna infección bacteriana, como el herpes, lo que podría hacer difícil y dolorosa la evacuación.
El ginecólogo Jorge Alberto García argumenta que “siempre existe la posibilidad de alguna reacción alérgica a los componente de la crema. Hasta ahora no se han presentado complicaciones, sin embargo en la medicina la palabra ‘nunca’ no se debe usar”.
Miami, Venezuela y Colombia, donde más se aplica
Si tuviéramos que hacer un ránking de lugares donde más se da este tipo de tratamientos, a la cabeza estaría Miami, la meca de las clínicas de cirugía estética y donde empiezan todas las modas.
Sin embargo, Venezuela y Colombia también son países en los que se conoce de forma generalizada este tratamiento, ya que por las características de la piel de los habitantes de la zona, suelen ser más personas más afectadas por el oscurecimiento de la piel.
En España todavía no se conoce del todo este tratamiento, pero el doctor William Kercher confirmó que, aunque su empresa no tiene salones de belleza en nuestro país, han realizado numerosos envíos a España, por lo que un pequeño porcentaje de españoles han podido someterse a un blanqueamiento anal.