miércoles, 13 de julio de 2011

Hacer el amor , ¿rejuvenece?

Sexo bueno, ¿corazón saludable?

Investigadores europeos compararon los niveles de felicidad y la salud coronaria. Hubo sorpresas: estar conforme a nivel sexual es más saludable que estarlo con las relaciones amorosas.

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Siempre se dijo que la depresión y la ansiedad son factores de riesgo para las enfermedades cardíacas. Entonces, ¿los estados de ánimo positivos son beneficiosos? Parece que sí.

Según un estudio publicado por la Sociedad Europea de Cardiología, las personas que están satisfechas con su vida tienen menos riesgo de padecer una enfermedad cardíaca. Incluso, a mayor satisfacción, mayor es el nivel de protección.

Los resultados mostraron que unos índices elevados de satisfacción vital media estaban asociados con un riesgo un 13% inferior de enfermedad. Se observó tanto en hombres como en mujeres.


Buen sexo, ¿buen corazón?

La investigación fue realizada con 8.000 funcionarios británicos de una edad promedio de 49 años. Se les preguntó sobre su satisfacción en siete aspectos de la vida: trabajo, familia, relaciones amorosas, actividades de ocio, nivel de vida, sexo y uno mismo.

Luego, examinaron los historiales médicos de los participantes (durante seis años de sus vidas), para ver si tuvieron enfermedades del corazón.

Un dato curioso. La disminución del riesgo de tener enfermedades cardíacas se encontró en sólo cuatro áreas: sexo, trabajo, familia y satisfacción con uno mismo. No pasó lo mismo con las relaciones amorosas, las actividades de ocio o el nivel de vida.


Los resultados

"Esta investigación indica que la satisfacción con aspectos específicos de la vida cotidiana, en particular el trabajo, la familia, la vida sexual y la satisfacción con uno mismo, tiene un efecto positivo asociado con la reducción de cardiopatías coronarias, independientemente de los factores de riesgo tradicionales", explicaron los autores en un comunicado de prensa.

La doctora Julia Boehm, de la Escuela de Salud Pública de Harvard en Boston (Estados Unidos), sugirió que las intervenciones orientadas a potenciar estados psicológicos positivos, y no solamente a aliviar estados psicológicos negativos, pueden surtir un efecto considerable entre individuos de alto riesgo.