lunes, 1 de agosto de 2011

MAS SEXO Y MENOS ASPIRINAS

Entrevista al investigador carlos beyer flores

“El orgasmo y la estimulación sexual funcionan como un analgésico”


De visita en el país para una charla en Tecnópolis, el científico mexicano reveló el resultado de sus estudios. Pusieron un resonador magnético en mujeres voluntarias. Al masturbarse, dejaban de sentir intensamente el dolor.

El cerebro y el sexo (o la ciencia del orgasmo)” fue el título de la conferencia que ayer dio en Tecnópolis el científico mexicano Carlos Beyer Flores. En diálogo con Tiempo Argentino, el investigador explicó por qué “la estimulación sexual, la estimulación de los nervios genitales, funciona como un analgésico” para los animales y los seres humanos.

–¿Cuál es su investigación?

–Trabajo en el efecto de las hormonas sobre comportamientos reproductivos: sexual, maternal, y la agresividad, también asociada a la reproducción. He trabajado en las hormonas que regulan el comportamiento sexual: en qué partes del cerebro actúan, cuáles son. Hace ocho años, con un grupo de colegas de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, empezamos a trabajar esto en seres humanos.

–¿Por qué decidió investigarlo?

–Porque descubrimos el fenómeno de “la analgesia genital”. La encontramos en animales, no por pervertidos sino porque intentábamos producir “el pseudo embarazo”, un cambio endócrino que es un modelo interesante para estudiar ciertas cosas en biología de la reproducción. Estimulamos una rata introduciendo parte de una jeringuilla en su cérvix uterino.

–¿Qué resultados obtuvo?

–Analizamos los cambios que se producen durante el orgasmo en ratas y gatos, por ejemplo. Encontramos que se producían alteraciones, aparentemente en la percepción, y vimos que era una verdadera analgesia. La estimulación del cérvix uterino y los nervios genitales en general producen analgesia. Por eso decidimos finalmente estudiarlo en humanos.

–¿Y cómo se hizo?

–Pusimos, de a una, mujeres voluntarias de Rutgers y de otras universidades en un aparato de resonancia magnética nuclear funcional. Obtuvimos datos por masturbación, no podemos ponerles una pareja. Se medía la analgesia mientras la mujer se auto estimulaba la región genital.

–¿En qué consiste esa analgesia?

–Significa que en ese momento no se percibe tan intensamente el dolor. Es lo que se obtiene cuando se toma una aspirina o idealmente si se tomara morfina. La estimulación sexual, la estimulación de los nervios genitales, funciona como un analgésico. Al llevarlo a humanos, vimos que algunas mujeres se estimulaban en magnitud y tiempo suficientes para producir orgasmos y había cambios interesantes. Como había gente interesada en hacer este estudio, nos introdujimos al mundo del orgasmo. Fue el único grupo que trabajó esto en mujeres. En Holanda hay un grupo que lo ha trabajado en hombres.

–¿Cuál es la diferencia?

–Son similares pero hay características diferentes en el orgasmo femenino y el masculino. La mujer puede ser multiorgásmica, el hombre generalmente no. Si se excluye el componente anatómico, es completamente indistinguible: los dos orgasmos tienen en común la activación del circuito del placer.

–¿Cuándo se activa ese circuito?

–El circuito del placer existe en el cerebro. Y aunque quizás originalmente fue diseñado para el comportamiento sexual, también se utiliza cuando se come chocolate se oye música agradable, o después de un ejercicio muy intenso. Es un mecanismo en el que convergen muchos tipos de estimulación que producen placer. Ese es el circuito que también comparten las drogas: los opiáceos, la morfina, la heroína, las anfetaminas.

–¿La analgesia existe durante la estimulación o con el orgasmo?

–Encontramos que no se requiere llegar al orgasmo para tener analgesia intensa. Alcanza con la auto estimulación o la relación sexual.

–¿Cómo se produce analgesia?

–Estudiamos qué neurotransmisores la producen y encontramos que varía entre machos y hembras. En los machos, la analgesia tiende a ser más prolongada e involucra opiáceos, endorfinas, encefalinas, y en las hembras es un neurotransmisor que se llama glicina.

–¿Hay cambios hormonales si la relación sexual es amorosa?

–En el caso del amor, se encontró que durante la interacción, es decir, no en un sexo totalmente deportivo, hay una liberación muy importante de una hormona, la oxitocina, publicitada como “la hormona del amor”. En mujeres y hembras se libera oxitocina. Y en los hombres se libera una hormona parecida, que es la vasopresina.

–¿Qué hormonas intervienen en el orgasmo?

–Un descubrimiento importante es que el orgasmo depende del balance entre dos factores: la dopamina, un neurotransmisor que actúa como facilitador del orgasmo; y la serotonina, que tiene una acción inhibitoria. Si bloqueamos las acciones de la dopamina con psicotrópicos, que es el mecanismo de acción para corregir algunos efectos de la esquizofrenia, se disminuye la capacidad de tener orgasmos. La serotonina se usa mucho en agentes antidepresivos pero casi todos los antidepresivos tienden a producir anorgasmia. Con esa información se diseñaron drogas para corregir la eyaculación precoz. Ahora, dando inhibidores de recaptura de serotonina antidepresivos, la eyaculación demora un poco más.

–¿Para qué otras investigaciones sirven estos descubrimientos?

–Es importante, por ejemplo, conocer el efecto de la testosterona porque su administración es de lo más eficiente para corregir la anorgasmia. La testosterona se piensa como la hormona sexual masculina, pero en realidad también se produce en el ovario. Se ha visto que produce, sobre todo en las mujeres, un estado de bienestar, no solamente relacionado con su vida sexual sino con un humor más positivo, se sienten mejor físicamente. Esto puede ser un tratamiento que se generalice. Suelen usarse parches o geles, pero también inyecciones que actúan por un período prolongado. Pero no debe darse en exceso porque si le dan demasiado a las mujeres, pueden ponerse bigotonas. La hormona que produce el comportamiento sexual, la libido, no es el estrógeno. A una mujer con libido baja podemos darle kilos de estrógeno y no mejora. Pero sí con testosterona, que es la hormona erótica.

–¿Qué opina de Tecnópolis?

–Me parece que es excepcional. He visto las colas de la gente y es un éxito enorme. Dudo que en México tuviéramos una respuesta tan grande como esta. Me impresiona que una cosa relacionada con la ciencia y la tecnología llame a un público tan grande.