viernes, 29 de noviembre de 2013

jueves, 28 de noviembre de 2013

EL ASQUEROSO Y DEGENERADO CAPITALISMO DEL GOLFO ARABE

MENORES ESCLAVAS DEL TURISMO SEXUAL

Se venden niñas vírgenes para las vacaciones en Egipto de millonarios del Golfo

    Mariam nunca imaginó que el día de su boda terminaría convirtiéndose en una víctima del turismo sexual, que su familia la vendería a un hombre de 60 años a cambio de un puñado de billetes. Su padre, un jornalero analfabeto oriundo de un pueblo al sur de El Cairo, apenas ganaba lo suficiente para afrontar la manutención de su prole y ni ella, de 14 años, ni sus cinco hermanos acudían con frecuencia a la escuela.
    Comenzaba el verano cuando la madre de Mariam recibió la visita de una vecina, quien le comentó que un hombre de Arabia Saudí buscaba una niña virgen para casarse. A cambio, la familia recibiría 5.000 libras egipcias (535 euros) y la intermediaria, 1.500 (150 euros). A los pocos días, el supuesto pretendiente, un adinerado doctor saudí de 60 años, se presentó en su casa. El encuentro concluyó con la firma del contrato matrimonial. Los padres, analfabetos, no pudieron comprender los detalles del acuerdo y sellaron el trato con sus huellas dactilares.
    Mi hija tiene sólo 12 años, pero ya he recibido varias ofertas por ella. Todos conocemos el procedimiento, pero aunque somos pobres no quiero ese futuro para mis hijas. Sé que las chicas quedan destrozadasUna vez casados, Mariam y su nuevo marido se mudaron a un lujoso apartamento en un barrio de la capital. Pero, cuando terminó el verano, el saudí devolvió a la menor a casa de sus padres; les aseguró que la seguiría visitando, pero que sólo podría hacerlo durante los meses de vacaciones. Era mentira. El siguiente verano Mariam volvió a su casa con los papeles del divorcio. Nunca más volvieron a ver a aquel hombre rico de Arabia Saudí.
    Matrimonios de verano
    Este fenómeno parece haberse extendido en las zonas rurales de Egipto, como Hawamdeya, Fayum, Badrashein o Abu Al Nomros. Las familias pobres pactan bodas temporales para casar a sus jóvenes hijas, normalmente de entre 13 a 18 años, con hombres pudientes de países del Golfo. La mayoría de ellos proviene de Arabia Saudí, aunque también hay turistas de Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Jordania, Kuwait, Libia y Yemen.
    Los precios varían entre 3.000 libras egipcias (320 euros) y 60.000 (6.500 euros). Como cuenta Hasna, una mujer que vendió a su hija de 14 años, la cantidad depende de lo joven, blanca, virgen e inocente que es la niña.
    “El agente intermediario juega el rol principal. Taxistas o abogados del pueblo, generalmente acompañados por una mujer, son quienes convencen a las familias con hijas en edades tempranas”, explica a El Confidencial Lamia Loftey, quien realizó un estudio sobre el fenómeno para la ONG Nueva Fundación para las Mujeres (New Women Foundation).
    Una niña pasa ante un mural en los alrededores de la Plaza Tahrir, en El Cairo (Reuters). Una niña pasa ante un mural en los alrededores de la Plaza Tahrir, en El Cairo (Reuters).
    El tipo de contrato es el propio de los matrimonios urfiun enlace no oficial pero legítimo desde el punto de vista religioso y aceptado por el islam. “La duración varía, según las exigencias del cliente y sus vacaciones, desde una semana hasta dos meses”, cuenta Loftey. Además, el acuerdo no ofrece ninguna garantía legal para las menores: cuando se quedan embarazadas no pueden exigir una manutención económica ni registrar al bebé con el apellido del padre.
    “Mi hija sólo tiene 12 años, pero ya he recibido varias ofertas”
    El matrimonio infantil es una práctica habitual en Egipto. Según un estudio publicado por la ONG Nadim (Nadim Center for Rehabilitation of Victims of Violence), un 26% de las mujeres se ha casado con menos de 18 años, y el 10%, con menos de 15.
    Comenzaba el verano cuando la madre de Mariam recibió la visita de una vecina, quien le comentó que un hombre de Arabia Saudí buscaba una niña virgen para casarse. A cambio, la familia recibiría 535 euros. A los pocos días, un adinerado doctor saudí de 60 años se presentó en su casa En zonas pobres como Hawamdeya, un pueblo en el sur de El Cairo, el matrimonio temporal con extranjeros se presenta como una fuente de ingresos y una oportunidad para emancipar a un miembro de la familia. Según el Consejo Nacional para la Infancia y la Maternidad (National Council for Childhood and Motherhood), el 23% de su población no sabe leer ni escribir y la media de ingresos no supera las 655 libras al mes (70 euros).
    “Mi hija tiene sólo 12 años, pero ya he recibido varias ofertas por ella”, asegura a El Confidencial una vecina de Hawamdeya que no quiere revelar su identidad. “Todos conocemos el procedimiento, pero aunque somos pobres, no quiero ese futuro para mis hijas. Sé que las chicas quedan destrozadas y socialmente supone un estigma para la familia”.
    “Cada verano la mayoría de las jóvenes desaparecen”, cuenta a este diario Suzan Ahmed, una trabajadora social del Ayuntamiento de Hawamdeya. “En la fábrica del pueblo, durante los meses de julio y agosto, las trabajadoras se ausentan, es habitual verlas por el pueblo vestidas con ropa cara y en coches lujosos”.
    Un vendedor cuenta dinero en una joyería de Riad, Arabia Saudí (Reuters).Un vendedor cuenta dinero en una joyería de Riad, Arabia Saudí (Reuters).
    En ocasiones, el problema sale a la luz cuando las jóvenes se quedan embarazadas. “Al no tener un contrato legal no pueden registrar a los hijos”, comenta Suzan. “Los traen para vacunarlos, pero no tienen el certificado de nacimiento. Un embarazo con menos de 18 años es ilegal, así que acaban perdiendo los derechos del bebé”. Algunas de ellas intentan registrarlos con el nombre del tío o del abuelo; otras contraen matrimonio con un egipcio para registrar el niño con su apellido.
    El estigma de casarse por dinero
    El fenómeno parece haberse extendido en las zonas rurales de Egipto. Las familias pobres pactan casar a sus jóvenes hijas con hombres pudientes de países del Golfo. Los precios varían desde 320 a 6.500 euros. La cantidad depende de lo joven, blanca, virgen e inocente que es la niña Cuando los clientes del Golfo desaparecen, las chicas afrontan un duro proceso de reinserción. Ninguna puede continuar con su educación y muchas sufren los daños físicos de un embarazo adolescente. “Durante los meses de matrimonio también reciben maltratos físicos”, cuenta Ashraf Abdeimonem, director de proyecto de ACT, una ONG que trabaja contra el tráfico de personas. “Incluso algunas son víctimas de la explotación. Hemos visto casos en los que hombres de Yemen se las llevan a sus países para que trabajen como esclavas domésticas. Allí descubren que su nuevo marido está casado con otras mujeres y tienen que trabajar de sirvientas para ellas”.
    El tipo de relación sexual también provoca daños psicológicos. La mayor parte de ellas son vírgenes, y sus nuevos maridos les obligan a cometer prácticas sexuales que van en contra de su religión.
    Una niña observa el agua en un suburbio de El Cairo (Reuters).Una niña observa el agua en un suburbio de El Cairo (Reuters).
    “Estamos hablando de prostitución infantil encubierta”
    “Estamos hablando de prostitución infantil encubierta”, dice a El Confidencial Azza AlAshmawy, la directora del Consejo Nacional para la Infancia y la Maternidad. “Hay niñas que se han casado hasta 60 veces antes de cumplir los 18 años”.
    Azza asegura que el fenómeno está aumentando. La inestabilidad que sacude Egipto en los últimos meses ha impedido que el Consejo pudiera llevar a cabo su campaña de sensibilización. Además, desde la revolución de 2011, la pobreza en este tipo de áreas ha aumentado, lo que obliga a muchas familias a recurrir a esta práctica para conseguir dinero.
    “Estamos intentando mejorar la ley del menor para criminalizar a los intermediarios y a los padres”, dice Azza, consciente de que en un país como Egipto, donde la tradición suple los vacíos legales, la venta de menores es difícil de identificar. Los contratos matrimoniales no oficiales son aceptados socialmente y, en la firma de los documentos, el precio de la niña queda estipulado como el pago de la dote.

    miércoles, 27 de noviembre de 2013


    La gran mentira de la sanidad privada en 8 gráficos

    .

    “El mercado es más eficiente que el Estado gestionando la sanidad”
    Desde que comenzó la crisis escucho cada vez más este argumento.
    Podríamos abrir un debate filosófico al respecto. Pero en realidad no hace falta: hay datos.
    Entre los países ricos existen dos grandes grupos en cuanto a cobertura sanitaria: EEUU y el resto. La diferencia entre estos dos “universos” puede observarse bien en este primer gráfico.
    ¿Qué porcentaje de la población tiene garantizada la protección sanitaria a través de un programa público?
    porcentaje-cubierta-publico
    Antes de continuar, hagamos algunos matices importantes. En EEUU hay ciertos programas públicos: Medicare, Medicaid, Veteran Health Administration, etc. (de ahí el 27% del gráfico anterior). En el “resto del mundo” las formas de gestión sanitaria no son exactamente iguales. En algunos países el Estado emplea directamente a los médicos (Reino Unido, España), en otros países la mayoría de las consultas son privadas pero el Estado paga las facturas (Francia) y también existe el “modelo suizo” donde la gestión se deja en manos privadas pero el Estado regula muy fuertemente a las compañías (ningún ciudadano puede quedarse sin seguro sanitario y las familias pobres tienen subsidios para pagarlo).
    Si el mercado es más eficiente que el Estado gestionando la sanidad privada, entonces en EEUU la sanidad será muy barata y en el resto de países muy cara, ¿no?
    Ocurre todo lo contrario, los estadounidenses son quienes más dinero se gastan en su sanidad (linea negra del gráfico)
    gasto-sanitario
    Bueno, quizás en EEUU la sanidad sea muy cara, pero los resultados serán mucho mejores que en el resto de los países, ¿no?
    Todo lo contrario. EEUU tiene los peores índices sanitarios entre los países ricos. Veamos por ejemplo su mortalidad infantil.
    mortalidad-infantil
    ¿Y la esperanza de vida?
    esperanza
    Otro ejemplo: amputaciones de extremidades inferiores por diabetes.
    amputacion-diabetes
    Entonces se gastarán tanto porque van mucho más al médico que el resto del mundo, ¿no?
    Que no, que no.
    visitas-medicas
    Bueno, pero siendo tan caro, seguro que las listas de espera no existen, ¿verdad?
    Error.
    same-day-next-day-appointment
    OECD, Health Care Data
    En el país más rico y poderoso del planeta, más de un tercio de los enfermos no pueden seguir un tratamiento por problemas económicos.
    enfermos-no-medicos-no-tratamiento
    OECD Health Care Data
    Cada vez que escucho que “el mercado libre el más eficiente que el Estado gestionando la sanidad” tengo una respuesta clara: mira los datos.

    viernes, 22 de noviembre de 2013

    RECIBIENDO MAILS MIENTRAS FOLLAMOS...




    cover
    Dejar las prisas de lado es siempre una sabia decisión en temas de sexo.
    Foto: Everett Collection
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    Hace tres años una encuesta llevada a cabo por Retrevo, una marca de gadgets y aparatos electrónicos –Is Social Media a New Addiction? (¿Son las redes sociales una nueva adicción?)–, revelaba que el 7% de los usuarios de teléfonos móviles en EEUU consultaban sus mensajes en pleno acto sexual. Otro estudio, el Informe Durex sobre Bienestar Sexual 2012, reflejaba la prisa que tenemos los españoles en rematar la faena, al invertir tan sólo 15,2 minutos en las relaciones sexuales, lo que nos deja en muy mal lugar pues la media mundial está en 19,2 y nos sitúa peligrosamente cerca de los más rápidos –aquí el tonto es el que llega antes–, que son los británicos (14,5) y japoneses (14,6), mientras nos aleja de los más lentos: Hong Kong (29,4) y Brasil (27,2).
    La tendencia 'fast & furious' nunca ha traído buenas consecuencias en ningún ámbito, por eso nació el movimiento slow, primero relacionado con la comida para luego extenderse a las ciudades, el trabajo y las escuelas. Esta ideología propone reducir el ritmo –aunque solo sea para llegar más tarde al caos–, disfrutar más del camino, y no sólo de la meta, y abogar por la calidad y no la cantidad. Premisas todas ellas contrarias al espíritu de los tiempos y a los criterios de selección de personal de las grandes empresas pero que, precisamente por utópicas, resultan más necesarias que nunca.
    Cuando se habla de slow sex la gente lo relaciona automáticamente con el tantra y con el arte de retrasar la eyaculación, pero es mucho más que eso y no hace falta conocer los secretos de esa filosofía oriental para empezar a parecernos un poco a los amantes de Hong Kong o a los brasileños. El slow food no se reduce a masticar más despacio, sino que abarca todas las etapas de la elaboración de la comida y aboga por productos frescos y locales, formas sanas y creativas de cocinarlos y maneras agradables de saborearlos, con el tiempo necesario, buena compañía y sobremesa; del mismo modo el slow sex copia este modelo integral y propone que ralenticemos y disfrutemos más de todas las etapas de una relación sexual, sin metas ni objetivos definidos que puedan perturbar su desarrollo, y, por supuesto, sin whatsapps, emails o sms de por medio.
    Ustedes deciden si ante un pastel prefieren abalanzarse y devorarlo en cuestión de segundos o adoptar la actitud más elegante y cinematográfica de coger una almendra y saborearla lentamente; pasar a un adorno de chocolate, mirarlo detenidamente hasta que la boca se haga agua y entonces mordisquearlo y chuparse el resto que ha quedado entre los dedos. Con el intenso sabor del cacao en el paladar, hacer que la mente participe y nos lleve a donde quiera y volver a abordar el pastel, como si fuera el último que pudiésemos comer en nuestra vida. Ya lo dijo la sabia y genial Mae West: “Cualquier cosa que merezca la pena hacer, hay que hacerla lentamente”.
    Claro que ir despacio no es sinónimo de ser un cursi. Los partidarios del sexo hardcorealegarán que la pasión tiene ritmos más acelerados y que rasgarle la ropa a tu pareja con los dientes es más excitante que un decorado de película erótica de los 80, con efecto velado, candelabros y música ñoña. Obviamente, si estamos en el inicio de una relación, esclavos del deseo, no necesitamos consejos de ningún tipo, la fase de precalentamiento está permanentemente resuelta en nuestra cabeza. El problema es cuando la cosa se enfría un poco y necesitamos volver a calentar motores, o cuando el sexo se ha vuelto algo monótono y previsible. De hecho, la etapa de la seducción, anterior al sexo, es la primera que se elimina una vez que tenemos establecido contacto con nuestra presa. Grave error, porque es seguramente una de las más importantes, tanto como la procedencia de los alimentos en el slow food.
    Las mujeres somos las que más sufrimos la supresión de esa etapa, cuando ya hay confianza y se da por supuesto que nos abriremos de piernas sin necesidad de que nadie nos dore la píldora. Los grandes seductores de la historia lo han sido, no tanto por sus proezas en la cama –no hay nada nuevo bajo el sol–, sino por lo que hacen mucho antes, frente a un vodka martini "mezclado, no agitado" como nos enseñó Mr. Bond. Para los experimentados casanovas, el acto sexual empieza ya aquí, con el primer contacto, porque una vez que se ha erotizado la psique, el resto es coser y cantar. Aquí chicos, estáel secreto de los feos resultones que se van con las tías buenas y que nunca comprendemos por qué. Hay que echar mano de miradas, diálogos propios de Mad Men, promesas, trailers de la película X que protagonizaremos esa noche o mensajes sucios, usando la tecnología disponible a nuestro alcance que, además de ir calentando a nuestropartenaire, harán más llevadera la tarea de los muchos espías que nos rodean, con el fin de hacer un mundo más seguro.
    Aquí hay que ser creativos y cambiar, a veces, los papeles, lo que supone pedir más actividad e iniciativa a las damas porque a ellos también les gusta que los seduzcan. Hay que asumir el riesgo de que te den morcillas. No pasa nada, haremos callo y entenderemos mejor al sexo opuesto.
    La etapa de precalentamiento, una vez entrados en materia, es sumamente importante y aquí generalmente son los hombres los que deben poner más atención, ya que nosotras tardamos algo más en estar dispuestas. Como dice un artículo publicado en la revista para hombres Gal Time.com, titulado 5 Steps to slow sex (Cinco pasos para el slow sex):“Las mujeres necesitan una media de 10 a 20 minutos para estar suficientemente excitadas para el clímax, dependiendo del método y de cada mujer”, asegura la sexóloga Debbie Hernenick. “Esto puede ser un problema cuando se lleva tiempo con la misma pareja. Las hormonas que facilitan el ‘aquí te pillo, aquí te mato’ cuando se acaba de conocer a alguien, desaparecen con el tiempo”.
    Un fallo todavía muy común entre la población masculina es practicar la espeleología entre las piernas de la mujer pensando que esto la volverá loca, pero como apunta Francisca Molero, sexóloga, ginecóloga y directora del Institut Clinic de Sexología, de Barcelona, “si quieres excitar a un hombre empieza tocando sus genitales. Si quieres apagar a una mujer empieza tocando sus genitales”. Podríamos decir que el clítoris es un órgano vergonzoso y delicado, y una excesiva manipulación prematura puede asustarlo y hacer que no quiera volver a salir durante algún tiempo. “Una buena práctica en esta fase es explorar las zonas no erógenas, que también causan placer y cuya sensibilidad varía según los individuos”, apunta la doctora, “a muchas mujeres les gusta que le toquen el pelo, la parte interna de los brazos y muslos, las manos… La zona del coxis es también muy placentera para ambos sexos”.
    En otro artículo, de la revista Men’s Fitness, titulado Why Slow sex is better (Porque el Slow sex es mejor) y firmado por la psicóloga Belisa Vranich, se apuntaba un nuevo escollo en el camino: “Que una mujer esté mojada, no quiere decir que se encuentre cerca del clímax”. “Es cierto”, añade Francisca Molero, “podría decirse que en nosotras hay una cierta desconexión entre la mente y la respuesta sexual, que no existe en el hombre. Se han hecho estudios en los que se ha sometido a mujeres a estímulos eróticos y se ha visto como sus cuerpos reaccionaban como si estuvieran excitadas, pero ellas no tienen esa consciencia. De hecho, se empieza a hablar de lo que ya se conoce como trastorno de la excitación genital persistente, algo muy poco común, pero en el que la mujer experimenta los síntomas de la excitación sexual, aunque no haya recibido ningún estímulo y ella no se sienta así mentalmente”. Cielos, se preguntarán muchos, ¿cómo saber entonces cuando la mujer está preparada? Belisa Vranich, da un consejo en el mismo artículo: “Una buena regla general: calcula el tiempo que crees que ella necesita y dóblalo. Si está dispuesta antes, lo sabrás”.
    Horas más tarde, nos encontramos ya próximos a abordar, si nos da la gana, la penetración. Un amigo mío heterosexual, próximo a cumplir los 50, reconocía cómo, tanto él como su pareja, descubrieron una nueva sexualidad cuando los años empezaron a pasarle factura y debía ir más despacio en la cama. Claro que lo ideal es ir alternando los ritmos y pasar de las melodías más lentas a las más agitadas. El slow sex apuesta por retardar el orgasmo con la sencilla técnica de cambiar de postura o parar cuando vemos que nos vamos acercando al clímax. Lo que promete, aseguran, un placer final mucho más intenso. En esto, el libro Slow sex (Sexo sin prisas), de Diane Richardson (Editorial Gulaab), nos propone lo que la autora llama “posturas rotativas sobre el eje de conexión genital”, es decir, ir cambiando de posición, sin perder la conexión genital, para que las angulaciones, las profundidades y los ritmos de las pelvis creen nuevos estímulos. Variando de movimiento cada vez que se está cerca del orgasmo, para prolongarlo.
    En la serie Masters of Sex, una voluntaria a participar en los estudios de Master y Johnson, una mujer madura que nunca ha experimentado un orgasmo, contesta así a la pregunta de qué siente cuando hace el amor: “Noto una desagradable sensación de frotamiento, doctor”. “¿Y no siente ningún alivio?”, le pregunta el científico. “Sí, cuando acabo”, contesta ella. Un amigo definía el sexo como “minutos de duro ejercicio físico y segundos de placer”. El slow sex promete cambiar esta ecuación en minutos de placer y segundos de éxtasis.

    LA peseta  ES LO QUE IMPORTA

    La mafindustria del medicamento

    DR. BARTOLOMÉ BELTRÁN |Pesetero mayor del gremio medico,corrupto insigne del reino
    CREO que hay razones para pensar que no hay otro sector que presente una actividad económica en España con una aportación tan diversa, tan determinante y de tanto valor añadido como el farmacéutico. Algo así dijo la presidenta de Farmaindustria cuando matizó las características de la Industria del Medicamento en el Plan Profarma, un foro en el que se buscan estímulos inteligentes para la inversión en innovación biomédica. En el transcurso de la Jornada 'Un Nuevo Profarma: Un Nuevo Impulso a la Competitividad de la Industria Farmacéutica', que tuvo lugar en la sede del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, se analizaron las novedades y mejoras que suponen el nuevo Profarma para la industria farmacéutica, un Plan que, en palabras de Elvira Sanz, constituye, desde hace más de veinticinco años un mecanismo de impulso a la competitividad de la industria farmacéutica, y que contribuye a reforzar la apuesta de este sector por la producción, la internacionalización y la I+D. 

    La Presidenta de Farmaindustria se refirió también a los buenos datos que respaldan a las compañías farmacéuticas en materia de producción y productividad, siendo el único sector español que, a pesar de la crisis, ha aumentado su producción, debido, fundamentalmente al crecimiento de las exportaciones, y el que presenta la mayor productividad de la industria manufacturera española (un 71% superior a la media). 

    Asimismo, hizo hincapié en el liderazgo del sector en inversiones en I+D de la industria española ya que casi el 20% de toda la inversión en I+D industrial que se realiza en España procede de este sector, dos terceras partes de las compañías farmacéuticas llevan a cabo actividades de I+D, más de 4.300 personas se dedican a estas actividades, y es un gran dinamizador de la I+D biomédica pública. 

    Elvira Sanz abordó también la aportación económica de la industria farmacéutica a la sanidad pública y a la sociedad en general. Actualmente, manifestó, "nuestras empresas dan trabajo a unas 39.000 personas de forma directa, de las que más del 50% son titulados y un 50% también son mujeres, generando cerca de 200.000 empleos adicionales entre indirectos e inducidos. Además, esta industria tiene una temporalidad muy baja -menos del 5% de las - y el mayor ratio de toda la industria en términos de empleados en I+D sobre su plantilla total. Es importante también subrayar que nuestras compañías absorben casi la mitad del empleo de los sectores de alta tecnología en España". 

    Una industria que da empleo a 39.000 personas, mitad/mitad hombres y mujeres puede presumir de equilibrio en la balanza comercial como matizó el Director General del ramo, Humberto Arnés, al decir que "España produce para el mundo varios de los principales productos farmacéuticos y la industria ha llegado a equilibrar la balanza comercial". Lo dijeron delante del Ministro Soria y de la Secretaria de Estado Carmen Vela. Es lo que hay. Seguro.

    El médico Bartolome Beltran es un conocido empleado de la mafia de los laboratorios,con una próspera empresa de RRPP y pubicidad.
    Comenzó jóven como ginecologo con sus "abortos terapeuticos"con los que hizo un buen dinero cuando estaban prohibidos por el franquismo.
    Luego comprando medicos en nombre de los labos,tarugueando,como se decía.
    Un corrupto incorregible y ahora sigue en la misma con la patronal de los remedios.
    Alabada sea su desvergüenza.

    lunes, 11 de noviembre de 2013

    El último escondite del gusano que ha dejado ciegas a 500.000 personas

    Los médicos acorralan en la remota selva de los yanomami al parásito culpable de la ceguera de los ríos, tras haberlo eliminado del resto de América
    En medio de la selva virgen, es difícil explicarle a un indio yanomami que no puede dar un paso para ir de un árbol a otro porque un hombre blanco decidió que por ahí pasa la línea imaginaria que traza la frontera entre Brasil y Venezuela. Desnudos y obviamente sin pasaporte, los yanomami siguen cruzando la frontera a su antojo, como han hecho desde siglos antes de que existiera una raya divisoria. El problema, explica el médico salvadoreño Mauricio Sauerbrey, es que los yanomami transportan con ellos a un monstruo: un gusano que ha dejado ciegas a 500.000 personas en el mundo. Y los médicos que persiguen al parásito no pueden atravesar alegremente la frontera.
    En 2005, más de 140.000 personas de América Latina estaban infectadas por el gusano, en Colombia, Ecuador, México, Guatemala, Brasil y Venezuela. Pero una exitosa campaña médica, que ha distribuido 11 millones de dosis de antiparasitario, ha conseguido barrer al enemigo, responsable de la llamada ceguera de los ríos, una enfermedad olvidada conocida entre los científicos como oncocercosis. El último refugio del gusano en América es la tupida selva de los yanomami.
    El acceso a estas poblaciones indígenas, con unas 23.000 personas en riesgo de ser infectadas, es tremendamente difícil. Muchas veces se encuentran en zonas de la selva tan remotas que sólo se puede llegar a ellas en helicóptero. Y encima los yanomami están en continuo movimiento. “A veces llegamos a una comunidad del lado de Brasil a darles un tratamiento y ya no hay nadie, porque se han ido a Venezuela. Ellos atraviesan la frontera sin ningún problema, pero los funcionarios de salud no pueden”, señala Sauerbrey, director del  Programa para la Eliminación de la Oncocercosis en las Américas, la iniciativa regional coordinada por el Centro Carter de EEUU para borrar al gusano del continente.

    Un picor infernal

    En parte por culpa de la frontera, pero sobre todo por tratarse de un área montañosa de muy difícil acceso, el foco yanomami es el único lugar de América donde persiste la transmisión de la oncocercosis. Es fácil ver que la enfermedad sigue ahí. Muchos yanomami lucen en sus cabezas una especie de chichón, que en realidad es un repugnante ovillo de gusanos machos y hembras reproduciéndose bajo su piel. En cada uno de estos nódulos, los gusanos adultos producen miles de gusanitos pequeños que viajan por todo el cuerpo, arrasando la piel de los indios, que puede quedar con el aspecto de un pergamino. El picor es lo primero que sienten al despertarse y lo último antes de dormirse. Su vida se convierte en un infierno.
    En algunos casos, los gusanos pequeños, llamados microfilarias, llegan a los ojos y producen ceguera. Es una enfermedad que hunde a los pueblos en la miseria. Los infectados no pueden trabajar, ni ir a la escuela, ni cuidar a sus familias. Y el parásito se extiende como una peste por las comunidades gracias a la picadura de un mosquito, conocido como la mosca negra.
    La lucha contra la oncocercosis es “un caso insólito”, según Sauerbrey. La multinacional farmacéutica Merck, en una decisión sin precedentes,  se comprometió en 1987 a donar todo el antiparasitario que hiciera falta para acabar con la enfermedad en el mundo. Desde entonces, la compañía, que  en 2012 ganó unos 4.800 millones de euros, ha donado comprimidos por valor de 4.000 millones de euros para África y América, según sus propias cifras. El fármaco, la ivermectina, no mata a los gusanos adultos, refugiados en los chichones de los yanomamis, pero sí extermina a sus crías, los gusanitos que viajan por el cuerpo causando estragos en piel y ojos. Así que cuando las moscas negras pican a una persona tratada, chupan una sangre limpia y se impide la transmisión de la enfermedad.
    Si el tratamiento se mantiene durante unos tres años, los gusanos adultos pierden su capacidad de reproducirse y acaban muriendo de viejos sin dejar crías. Con esta estrategia, Colombia fue el primer país que detuvo la transmisión de la enfermedad, en 2007, seguido por Ecuador, en 2009, Guatemala y México, ambos en 2011.

    Sin palabras

    Sauerbrey calcula que Brasil y Venezuela conseguirán interrumpir la transmisión del gusano en el área yanomami a lo largo de 2015. Alrededor de 2020, tras un proceso de verificación por parte de la Organización Mundial de la Salud, América podría declararse vencedora en su guerra contra el gusano de la oncocercosis.
    Pero, antes de cantar victoria, los médicos se enfrentan a desafíos gigantescos. El antropólogo francés Jacques Lizot vivió entre los yanomami entre 1968 y 1992. Antes de ser acusado de esconder  prácticas de pedofilia en la selva, fue consultor del Programa de Eliminación de la Oncocercosis en las Américas y emitió un informe en 2001 que pondría los pelos de punta a cualquier experto en salud pública.
    Los yanomami, advertía,  ni siquiera tienen una palabra para la enfermedad. Cuando un individuo aparecía con un bulto lleno de gusanos en su piel, detallaba Lizot, era motivo de vergüenza, aunque nadie supiera ofrecer una explicación del origen del bulto. Según el antropólogo, la situación cambiaba con otros síntomas de la oncocercosis, como el aspecto apergaminado de la piel. Para los yanomami, estas lesiones eran fruto de un ataque de un chamán armado con pociones mágicas, como el kramosi, una sustancia elaborada con escamas de una mariposa nocturna.
    “Los yanomami asocian la ceguera con un espíritu del Sol y creen que sólo el chamán puede curarla”, añade el médico uruguayo Carlos Botto, que lucha en primera línea contra el parásito en el lado venezolano de la frontera. Pero Botto sabe bien que la magia no existe. Su equipo ha encontrado indios con “hasta 1.000 microfilarias por cada miligramo de piel”. Eran verdaderos nidos de gusanos. Botto y sus colegas se dedican a peinar la selva, en helicóptero o en canoa, en busca de grupos yanomami para suministrarles ivermectina.

    Helicópteros del Ejército

    El principal reto al que se enfrentan es que en esas zonas remotas de la selva “aún existen comunidades yanomami no identificadas por el sistema de salud”, según explica por teléfono desde Puerto Ayacucho, la última ciudad de Venezuela antes de llegar a la pura selva. Entre 1999 y 2012, los médicos han conseguido sacar a la luz a unos 6.000 indígenas en riesgo, pero los expertos creen que quedan más, desperdigados e invisibles en la selva.
    Botto acaba de regresar de un viaje por el nacimiento del río Orinoco. Montado en un helicóptero del Ejército venezolano, el médico ha participado en una misión que ha llevado a las comunidades yanomami tratamiento contra la oncocercosis y otras enfermedades, como la malaria. “Siempre nos reciben bien, porque con nosotros trabajan agentes yanomami, que hablan su lengua y comparten su cultura. Ellos consiguen que nuestras medicinas sean aceptadas”, apunta. “Los médicos somos aceptados en una jerarquía similar a la de sus chamanes”.
    El gusano está acorralado. En algunas comunidades de la selva antaño sumidas en el picor y la ceguera, la transmisión de la enfermedad se ha detenido. Ahora, adelanta Sauerbrey, se necesita un cambio de estrategia para asestar la puntilla al parásito. “Estamos sugiriendo a los gobiernos de Brasil y Venezuela que lleguen a un acuerdo binacional para que los médicos puedan actuar mejor en la frontera y compartir sus infraestructuras a uno y otro lado. La eliminación del gusano depende de la voluntad política de los dos países”, advierte el director del programa de lucha contra la oncocercosis en América. La única magia que de verdad existe en la selva es la línea imaginaria que impide que un médico dé un paso hacia una persona que está siendo devorada por un gusano.
    Información de Materia.

    "El 99% del problema está en África"

    El médico Mauricio Sauerbrey está satisfecho con la campaña contra el gusano en América, que dirige desde 1998, pero recuerda que “el 99% del problema está en África”. En el continente americano, la enfermedad está acorralada en la frontera entre Brasil y Venezuela, pero en África el parásito sigue presente en 30 países, con unos 100 millones de personas en riesgo de contraer la ceguera de los ríos.
    “África está en un momento trascendental. El éxito de la experiencia en América ha hecho que los gobiernos africanos reflexionen”, afirma Sauerbrey. La lucha en los dos continentes había sido diferente hasta ahora. En América se optó por suministrar a la población en riesgo una dosis de antiparasitario cada seis meses. Esta estrategia, como se ha demostrado, ha conseguido esterilizar a los gusanos adultos y parar la transmisión. “En África, en cambio, se daba sólo una dosis al año”, lo que sólo servía para controlar la enfermedad, expone Sauerbrey.
    Uganda, asesorada por el Centro Carter de EEUU, ha replicado la estrategia americana y ha conseguido detener la transmisión del gusano en algunos focos. La victoria, creen en el Centro Carter, también es posible en África.

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    • Jorge77fl Perdón, he leído el título del artículo y creí que estabais hablando de Rajoy. Al leer a ... Perdón, he leído el título del artículo y creí que estabais hablando de Rajoy. Al leer a continuación lo de las 500.000 personas que ha dejado ciegas, me doy cuenta de que el tema iba por otro lado: desgraciadamente sus votantes han sido más.

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    2 Comentarios

    • Después de que el libro "darkness in el dorado" explicase los experimentos médicos pagados por la CIA, la cooperación del gobierno venezolano de Carlos Andrés Pérez, el papelón de los antropólogos N. Chagnon inoculando gérmenes de sarampión a los yanomami, tiene bemoles el nivel de la noticia CIA sobré los primitivos y la filaria
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      Perdón, he leído el título del artículo y creí que estabais hablando de Rajoy. Al leer a continuación lo de las 500.000 personas que ha dejado ciegas, me doy cuenta de que el tema iba por otro lado: desgraciadamente sus votantes han sido más.