martes, 28 de junio de 2011

“No hay un cielo ni otra vida para las computadoras rotas”

El físico Stephen Hawking afirma que, para él, el cerebro es una computadora y que todo acabará cuando falle.

POR IAN SAMPLE

Se suponía que la enfermedad incurable mataría a Hawking a los pocos años de haberse manifestado los síntomas. “Vivo con la perspectiva de una muerte temprana desde hace por lo menos 49 años. No le temo a la muerte, pero no tengo prisa por morir. Tengo tanto para hacer antes”, dice aquí.

Los recientes comentarios de Hawking trascienden los que planteó en su libro de 2010, El gran diseño , donde afirmaba que no hay necesidad de un creador para explicar la existencia del universo.

El libro provocó la reacción de algunos líderes religiosos, como el rabino de Inglaterra, Lord Sacks, que acusó a Hawking de una “falacia (de lógica) elemental”.

En su best-seller de 1988, Una breve historia del tiempo , Hawking explica lo que significaría desarrollar “una teoría del todo”, una serie de ecuaciones que describan cada partícula y fuerza en el universo. “Sería el triunfo supremo de la razón humana porque entonces deberíamos conocer la mente de Dios”, escribió. El libro vendió unos 9 millones de ejemplares y catapultó al físico al estrellato.

El físico de 69 años se enfermó de gravedad después de una gira por los Estados Unidos en 2009. Desde entonces ha vuelto a su departamento de Cambridge como director de investigación.

Las observaciones de Hawking trazaron una fuerte línea divisoria entre el uso de Dios como metáfora y la creencia en un creador omnisciente cuyas manos guían el funcionamiento del cosmos.

Hawking acaba de dar, en Londres, una conferencia donde abordó el tema: “¿Por qué estamos aquí?” Allí sostuvo que pequeñas fluctuaciones cuánticas en el universo se transformaron en las semillas de las que emergieron galaxias, estrellas y, en definitiva, la vida humana. “La ciencia predice que muchos tipos de universo se generarán espontáneamente de la nada. Estar en el que estamos es una cuestión de casualidad”, dijo.

Hawking sugiere que con los instrumentos espaciales modernos podría ser posible detectar huellas digitales antiguas bajo la luz que quedó de los primeros momentos del universo y descubrir cómo llegó a nacer nuestro lugar en el espacio.

-Usted dijo que no hay razón de invocar a Dios para generar excitación o enojo. ¿Nuestra existencia se reduce a la suerte?
-La ciencia predice que muchos tipos de universo se crearán espontáneamente de la nada. En cuál estamos es una cuestión de casualidad.

-Aquí estamos, pues. ¿Qué deberíamos hacer?
-Deberíamos buscar el mayor valor de nuestra acción.

-Su salud le dio un susto y pasó un tiempo internado en 2009. ¿Qué teme de la muerte, si es que teme algo?
-Llevo los últimos 49 años viviendo con la perspectiva de una muerte temprana. No le tengo miedo a la muerte, pero no tengo apuro en morir. Hay muchas cosas que quiero hacer antes. Considero al cerebro como una computadora que dejará de funcionar cuando sus componentes fallen. No hay un cielo u otra vida para las computadoras rotas; eso es un cuento de hadas para quienes le tienen miedo a la oscuridad.

-¿Qué cosas le parecen más bellas en la ciencia?
-La ciencia es bella cuando da explicaciones simples de fenómenos o cuando establece conexiones entre observaciones. Algunos ejemplos son la doble hélice en biología y las ecuaciones fundamentales de la física.

Traducción de Cristina Sardoy