viernes, 19 de agosto de 2016

¿LAS PLANTAS PUEDEN AMAR?

José María Seguí, investigador de la biotecnología vegetal y la biología celular
Tengo 46 años. Nací y vivo en Valencia, tras cuatro años en Madrid y tres en EE.UU. Casado y con dos hijos, de 7 y 10 años. Soy doctor en Biología y profesor en la Universidad Politécnica de Valencia. El gran reto político es acabar con la desigualdad en el mundo, que nadie muera de hambre. Soy agnóstico

“Algunas plantas pueden moverse y tienen vida sexual”
LV | Foto: Kim Manresa

“Algunas plantas pueden 

moverse y tienen vida sexual”



El buen uso

Este hombre conoce las plantas íntimamente, digamos que en ese punto en el que ellas y nosotros somos lo mismo, pero no es un filósofo, escudriña las plantas a nivel celular y molecular. Participa en los albores de una nueva revolución que explica en Biotecnología vegetal, la ciencia que revoluciona el futuro de las plantas (Gadalmazán), donde asegura que son unos seres llenos de matices, increíblemente variados y complejos, y defiende que la manipulación biotecnológica de las plantas no es ni buena ni mala, depende del uso que se le dé. “Si sabemos utilizarla bien, nuestra vida puede ser mejor y más feliz..., y me refiero también a todos aquellos cuya máxima preocupación es saber si podrán comer antes de que anochezca”.
Qué harán por nosotros los vegetales?
Podemos llegar tan lejos como lejos llegue nuestra imaginación. Las posibilidades de la biotecnología vegetal van más allá de lo que somos capaces de imaginar.
Qué gusto.
Podemos comer determinado tipo de verdura en zonas y a precios que hasta ahora no se podía, aunque eso a los medios de comunicación no les interesa.
No generalice.
Por otro lado, tenemos cosas impactantes como que una planta detecte minas antipersona.
¿Cómo?
Es un mecanismo sencillo: las minas desprenden un gas, y se han diseñado unas plantas transgénicas que se vuelven azules cuando lo detectan. Diseminas semillas en un campo minado, dejas que germinen y en cuanto aparece un grupo azul, ya sabes que ahí hay una mina.
¿Bueno, bonito y barato?
Sí, y mucho mejor que usar perros. Pero todavía están resolviendo algún problema técnico. Y obtenemos hormonas vegetales como la del crecimiento o la insulina; y hay un montón de vacunas que se pueden fabricar con plantas.
Tendremos aviones y coches de fibra vegetal.
Ya los hay. Lo interesante es que podremos aumentar la capacidad de hacer fibras trasladando las capacidades de unas plantas a otras.
¿Fuimos de las plantas a la química y volvemos a las plantas?
Todo es química. El ácido salicílico que produce el sauce blanco es químicamente idéntico al que se obtiene en un laboratorio; el agua de su cuerpo es idéntica a la de su perro. A nivel molecular el resultado es indistinguible.
Muy gráfico.
La gran revolución es utilizar las plantas para realizar moléculas que hasta ahora sólo podíamos hacer con animales, y usar las plantas como factorías. Un compañero está haciendo un cóctel de anticuerpos a partir de plantas para tratar el ébola.
Se utilizan para aliviar zonas contami­nadas.
Sí, fitorremediación. Y bacterias obtenidas a partir de plantas se verterán en el agua para que devoren el petróleo tras un desastre ecológico.
Generosa la naturaleza.
Cuando paseamos por esas grandes exten­siones de Castilla llenas de maizales y triga-les, creemos estar en medio de la natura-leza. Pero eso de naturaleza no tiene nada.
No sea drástico.
Poco queda de la genética original de esos cereales. Las zanahorias eran blancas hasta que un tipo en la Holanda del siglo XVI obtuvo una variedad de color naranja en honor de la casa real holandesa de Orange. Lo que vemos en la frutería de naturaleza tiene poco.
¿No comemos naturaleza?
No desde que hace 10.000 años nació la agricultura. Vivimos en un mundo manipulado por el hombre hasta extremos insospechados.
Los transgénicos son muy controvertidos.
En Europa, donde se inventaron, está prohibido su cultivo, y me parece un error. El concepto de manipulación tiene una connotación muy negativa que habría que revisar.
A menudo se han pasado con las manipulaciones.
Estoy de acuerdo, y esta connotación peyorativa es el precio que muchas empresas han pagado por pasarse; Monsanto, por ejemplo.
La mala fama le precede.
Es como mentar al demonio, y con razón, porque se ha involucrado en cosas muy chungas, como el agente naranja en Vietnam. Pero eso no significa que los transgénicos sean malos.
Hay que vigilarlos.
¿Se ha preguntado por qué las plantas son curativas...? Es su veneno para defenderse, lo que mata a las bacterias a nosotros nos cura. La cafeína es un pesticida natural.
Está rico.
El mundo de las plantas y sus posibilidades es inmenso y muy desconocido. ¿Sabía por ejemplo que las plantas no siempre son verdes?
No lo había pensado.
... ¿Que algunas pueden moverse, que cicatrizan sus heridas si se les agrede, que se relacionan con su entorno, tienen vida sexual y se comunican unas con otras? Cuanto más las conozcamos, mayor será su potencial.
Oiga, ¿qué plantas pueden moverse?
Algunas algas que se desarraigan del suelo para arraigar en otro lugar, y flores de algunas plantas acuáticas que salen a la superficie y se mueven en busca de la flor masculina.
¿A usted qué le fascina?
El cultivo in vitro, estudiar la capacidad que tiene la célula de una planta de transformarse. Cualquier célula vegetal es una célula madre.
¿Por qué hoy tanta fruta no sabe a nada?
Se coge muy verde de la mata y se mantiene en un ambiente de CO2para evitar que madure. En el momento que llama el señor Carrefour y hace su pedido, se le inyecta etileno, lo que le provoca una maduración rápida... ¿Cómo va a saber eso bien?
¿Kilómetro cero?
Sí, abogo por ello. Un tomate debe madurar en la rama para que la planta le dé todos los componentes necesarios para ser un tomate. Tengo un amigo que asegura que hay más tecnología en un tomate que en un iPhone, y tiene toda la razón, eso es algo que la gente tiene que saber.