domingo, 31 de agosto de 2014



Jueza ordena medir el pene de un acusado en Alemania

Jueza ordena medir el pene de un acusado en Alemania
Un presunto exhibicionista alemán deberá mostrar su singular “habeas corpus” ante el jurado, por sentencia de la juez Ulrike Andree, del poblado de Leer.
El sujeto, procesado en un juzgado de Alemania por mostrarle el pene a una joven, deberá acceder a que su miembro sea medido, para definir la sentencia, según informó Passauer Neue Presse, citado a su vez por otros medios.
La juez ordenó medir el pene del acusado de exhibicionismo, pues según la magistrada, el tamaño del miembro viril podría ser la clave para solucionar el caso.
La víctima, una adolescente de 16 años, atestiguó durante el proceso que el victimario le mostró sus genitales durante la entrega de una encomienda del servicio postal, con “su enorme miembro viril colgando fuera del pantalón”.
El cartero, quien se identificó como Lutz Winkler, de 54 años, negó todas las acusaciones.
Su esposa, por su parte, dijo en su defensa que eso era imposible, debido al tamaño del miembro viril.
"Su pene es demasiado corto como para colgar del pantalón", declaró la mujer, en contradicción con las declaraciones de la víctima que manifestó que el pene visto era "grande y repugnante".
La juez exigió la medición del miembro en el tribunal y a la vista de todos; pero la Corte opinó que sería algo francamente desagradable e innecesario.
No obstante, la juez Ulrike Andree terminó ordenando a un perito médico que se encargase de medir el pene de Lutz para definir quién dice la verdad y dictar una sentencia acorde.
Si su pene es lo suficientemente grande como para colgar del pantalón, el cartero será declarado culpable. 
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 LAS ULTIMAS INVESTIGACIONES CIENTIFICAS EN TORNO DEL TAMAÑO DEL PENE

La ciencia toma medidas

Un estudio del King’s College de Londres sistematizó un cuestionario para que urólogos y sexólogos detecten pacientes con “síndrome del pene pequeño”: hombres insatisfechos con el tamaño de su miembro pese a tener una medida estándar. El objetivo es ayudarlos a buscar la terapia adecuada y evitar el riesgo de cirugías o remedios sin control médico.
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 Por Pedro Lipcovich

Hay un sector poblacional cada vez más preocupado por el tamaño de los penes: el sector de los investigadores científicos. El prestigioso King’s College, de Londres, dio a conocer “el primer estudio que sistematizó una escala de diez preguntas para discernir quiénes están insatisfechos con el tamaño de su pene”. La reciente publicación de este trabajo causó desazón en otros grupos de científicos, quienes sintieron que sus propias presentaciones eran insignificantes. Sin embargo, se movieron mucho y bien: llegaron a tomar las medidas de miles de miembros, desde la India a Italia pasando por Turquía. Más allá del costado desopilante de estas investigaciones –por ejemplo, el raro maridaje entre pornografía y ciencia para medir el pene erecto–, este interés corresponde a la alarma generada por un submundo sigiloso: el de los miles de hombres que, sin que lo sepan ni sus mejores amigos, buscan cirugías o remedios que cumplan la ilusión de una virilidad garantizada. La Anmat advirtió sobre los graves efectos perjudiciales que pueden tener esas “terapias”.
“Ha habido una asombrosa falta de interés científico en la psicología del tamaño del pene”, sostiene el trabajo de David Veale, Kevan Wylie y otros investigadores del King’s College londinense, publicado en Journal of Sexual Medicine, y señala que “la vergüenza por el tamaño del pene, también conocida como ‘síndrome del pene pequeño’, se encuentra en hombres que, si bien tienen un pene de tamaño normal, experimentan vergüenza por su tamaño. Esta definición no incluye a los hombres que efectivamente tienen un micropene, es decir, un pene de menos de 7,5 centímetros en erección o de menos de 4 centímetros en flaccidez”.
Los investigadores advierten que “los hombres tienden a otorgar al tamaño del pene mucha más importancia que las mujeres” y “en algunos casos la experiencia de vergüenza por el tamaño resulta especialmente relevante: consiste en una experiencia íntima de sentirse no atractivo, no deseable; estos hombres viven con temor a una evaluación negativa, rechazo o humillación por otros: por ejemplo, en un vestuario o con una partenaire sexual. Y responden con ansiedad y evitación. En algunos casos, corresponde el diagnóstico de desorden dismórfico del cuerpo, centrado en los genitales, pero no se sabe cuántos hombres padecen este trastorno”.
El hecho es que “los urólogos y sexólogos reciben frecuentemente hombres que, aun cuando el tamaño de su pene es normal, solicitan procedimientos quirúrgicos para incrementarlo –señala el trabajo–. Otros prefieren buscar soluciones por Internet, en sitios que promueven medicamentos e intervenciones sin ningún control (ver nota “Publicidad engañosa”)”. Mientras tanto, “no existe hasta ahora una medida estandarizada y psicométricamente validada sobre las creencias acerca del tamaño del pene. El objetivo de nuestro estudio fue desarrollar y validar una medición de creencias acerca del tamaño percibido del pene que sea útil para entender la condición y planificar el tratamiento”.
Los investigadores trabajaron con 173 voluntarios –no necesariamente preocupados por el tamaño de su pene– reclutados entre el personal, estudiantes y participantes en otras investigaciones del King’s College, y por intermedio del sitio web Embarra-ssing Bodies. La primera parte del estudio consistió en completar una batería de cuestionarios, que les fueron suministrados on line. Estos cuestionarios incluían “creencias acerca del tamaño del pene” y escalas previamente validadas sobre “ansiedad y depresión”, “fobia social”, “imagen del cuerpo”, “función eréctil”. La segunda parte del estudio “consistió en la medición del tamaño de sus penes” (ver recuadro “Longitudes científicas”).
A partir de todos estos datos, los investigadores diseñaron un cuestionario de diez preguntas, que llamaron BaPS (Beliefs about Penis Size) y que “permite discriminar entre quienes tienen preocupaciones acerca del tamaño y quienes no”.
“El BaPS (ver recuadro ‘Preguntas que...’) mide varias manifestaciones de masculinidad y vergüenza sobre el tamaño del pene –explica el trabajo–. Dos de los ítems miden creencias autoevaluativas, como la de ser ‘anormal’. Tres items describen componentes sociales, por ejemplo si la persona supone que los otros hablarán o reirán de él. Cuatro items anticipan consecuencias, como evitar situaciones donde tendrían que estar desnudos. Y hay dos items que indagan sobre un extremo grado de cohibición, como la creencia en que otros podrían ver el tamaño de su pene aun cuando no está desnudo.”
El texto subraya que “los resultados del BaPS no tienen correlación con el tamaño real del pene. Hay hombres que tienen penes mayores que el promedio, pero están avergonzados de su tamaño, y hombres con penes menores que el promedio para los que el tamaño no es un problema”. Finalmente, “el BaPS puede formar parte del diagnóstico y podría correlacionarse con la frecuencia de conductas de evitación, por ejemplo de situaciones sexuales o de búsquedas de reaseguramiento, como comparar el tamaño del pene con el de otros, o estrategias compensatorias, como el uso de objetos para aumentar el volumen del área genital”.
Si bien el cuestionario todavía no se aplicó a grandes poblaciones, los científicos señalan que, en su muestra, “los que estaban preocupados o disconformes con el tamaño de su pene tenían más probabilidad de ser de más edad, homosexuales o bisexuales. En comparación con los hombres heterosexuales, los homosexuales están en mayor riesgo de disconformidad con su cuerpo; también están expuestos a más oportunidades de comparar su tamaño con el de otros hombres”.

Un estudio científico desmitifica la maldad del café y la bondad del té

Sin embargo, la creencia popular esconde algo de cierto, no por las sustancias que cada una de estas bebidas lleva en su ADN, sino por los hábitos de vida que van asociados a cada una de ellas

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Ni el café es el diablo, ni el té un angelito inocuo. Un estudio realizado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) echa por tierra el mito que asegura que el café resulta perjudicial para el corazón y entierra la creencia de que el té es más saludable para este órgano.
Se trata de una leyenda urbana, aunque la creencia popular esconde algo de cierto, no por las sustancias que cada una de estas bebidas lleva en su ADN, sino por los hábitos de vida que van asociados a cada una de ellas. Así, por ejemplo, según las conclusiones de la cardióloga del Hospital de La Paz de Madrid, Almudena Castro, los consumidores de la popular bebida británica de las cinco de la tarde suelen estar más delgados y acostumbran a hacer más deporte. Mientras, los seguidores del fruto del cafetal son fumadores y beben más alcohol, sobre todo al ingerir un carajillo.
Según se desprende del estudio de la SEC, los consumidores de café «tienden a tener un peor perfil» de riesgo cardiovascular en comparación con los de té. Así, más de la mitad de las personas encuestadas para el trabajo científico que beben café también fuman. Y el tabaco sí que es el enemigo público número uno para el sistema cardiovascular. Según Enrique Galve, presidente de la sección de riesgo vascular y rehabilitación cardiaca de la SEC, fumar puede provocar insuficiencia cardíaca, una enfermedad que calificó de «terminal» y que es «la más grave» de todas las relacionadas con el corazón. En cambio, según el estudio, los que toman té practican más deporte en comparación con los primeros y por esta razón surge la idea de que es un producto saludable.
Alerta por las bebidas energéticas
Al margen de cafés y tés, sobre lo que no tienen dudas los expertos en el cuidado del corazón es de la eficacia de la fruta para la vida saludable. Según un estudio elaborado por la Universidad de Oxford, las personas que consumen de manera regular fruta reducen entre un 25% y un 40% el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
Mientras, otro estudio presentado durante el congreso que se celebra en Barcelona pone el toque de atención sobre las bebidas energéticas, que para nada son inocuas, según el cardiólogo de la Policlínica Gipuzkoa de San Sebastián, Eduardo Alegría. Así, un trabajo científico firmado por la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria alerta de los efectos negativos de estas bebidas, que los jóvenes toman como sustituto o complemento del alcohol, ya que pueden provocar, en un consumo de grandes cantidades, taquicardias, temblores, ansiedad, palpitaciones o dolor de cabeza.

viernes, 29 de agosto de 2014

Alberto Soler Montagud

Psicopatología de un alcalde montado en ascensor

Alberto Soler Montagud Médico y escritor

Nada mas regresar de un viaje estival durante el que me abstuve de leer prensa y escuchar informativos en general (lo suelo hacer de vez en cuando para limpiar mi mente de actualidad sociopolítica), me encontré con que el alcalde popular de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, machista recalcitrante y reincidente donde los haya, había declarado en una entrevista radiofónica sentir “cierto reparo” a subir en los ascensores, “depende con quién” y debido a que “entras en un ascensor, hay una chica con ganas de buscarte las vueltas, se mete dentro contigo, se arranca el sujetador y sale dando gritos diciendo que la han intentado agredir”. Ante tal sarta de desatinos, vino a mi mente el recuerdo de un zafio comentario que hace años hizo el personaje en cuestión dirigido a la entonces ministra de Sanidad Leire Pajín ("… cada vez que la veo la cara y esos morritos pienso lo mismo, pero no lo voy a contar aquí") y sentí de inmediato la necesidad de plasmar mi opinión en este breve artículo.
Debido al inevitable sesgo que como médico asumo así como mi propensión al diagnóstico psiquiátrico automático, me planteé si tal vez el señor De la Riva sufría en silencio (como sucede con las hemorroides) una virginitofobia (o miedo a la violación), una ginefobia (o miedo a las mujeres) y quien sabe si tal vez una venustrafonia (o miedo a las mujeres hermosas), fobias todas ellas asociadas, en su particular caso, a una claustrofobia, concepto de dominio público que alude al miedo a ciertos lugares cerrados como, por ejemplo, los ascensores. Por supuesto, no descarté que la escena del relatada por el político vallisoletano (él sólo en la cabina de un ascensor en compañía de una fogosa mujer) respondiera a una fantasía sexual que su subconsciente le impulsó a verbalizar en un momento de locuaz euforia.
Es un hecho que el impresentable De la Riva, alcalde casi perpetuo de Valladolid, se ha labrado la fama de ser un político machista por sus frecuentes salidas de tono dirigidas, sobre todo, contra féminas del PSOE. Y no deja de ser curioso que muy pocas veces se le haya recriminado desde la cúpula del PP, partido del que es miembro destacado. Hagamos memoria.
Durante un mitin, en 2007, De la Riva  dijo de la entonces candidata socialista a la alcaldía de Valladolid, Soraya Rodríguez, que "cualquier día dicen que he violado a la candidata, pero la verdad es que hay que...." puntos suspensivos con los que cuestionaba el dudoso atractivo de la dama. Independientemente de las carcajadas que su grosero comentario provocaron en la audiencia, llama psicopatológicamente la atención la gran fijación que por el sexo y la violación tiene este nefasto personaje.
También a Carme Chacón le dedicó De la Riva un desafortunado exabrupto al definirla como una "señorita pepis vestida de soldado" coincidiendo con su designaron como ministra de Defensa, un detalle que añade un nuevo elemento –esta vez una filia en lugar de una fobia– de connotaciones sexuales como es la agalmatofilia (o fijación sexual por las muñecas), quedando incluso patente el hipotético atractivo fetichista que para el alcalde vallisoletano pudiera suponer una mujer vestida de militar.
De todo lo expuesto podemos extraer varias y lamentables conclusiones, pero me quedaré sólo con una, concretamente el nefasto comportamiento intelectual y ético que exhibe cierta casta política que sigue aferrada a los principios que rigieron durante cuatro décadas de infausto recuerdo en nuestro país: cuarenta años de privación de libertades a la ciudadanía y talante chulesco por parte de quienes –usté no sabe con quien está hablando– eran designados en sus puestos para preservar la moral que sistemáticamente vulneraban. Una casta definitoria de quienes, entre otras aberraciones, discriminan y minusvaloran a las mujeres por considerarlas inferiores a los hombres. Una casta que, en suma, no es mas que la caspa que adorna la piel de cordero con la que se disfrazan para parecer demócratas cuando no son mas que unos toscos impresentables y autoritarios.

NUEVO RECORD ESPAÑOL DE MUJERES ASESINADAS

jueves, 28 de agosto de 2014

miércoles, 27 de agosto de 2014

QUE PUNTAZO!!!

No hay un «punto G», sino un conjunto de zonas 

Un equipo de científicos italianos señala que el aparato reproductor completo sería el causante del mayor placer

Es la región a la que más trabajo cuesta llegar. La zona más difícil de encontrar. A medio camino entre si se trata de mito o realidad, el punto G siempre ha sido uno de los temas de debate sexual por excelencia. Su nacimiento data de 1950 cuando el ginecólogo alemán Ernst Grafenberg propuso su existencia. Ahora, investigadores italianos de laUniversidad Tor Vergata en Roma, han elaborado un estudio donde explican que la idea de un solo punto erógeno es demasiado simplista y sugieren otra alternativa.
El estudio, publicado en la revista Nature, sugiere que el causante de que la mujer experimente un mayor placer sexual es el aparato reproductor al completo. Esto contrasta con las teorías expuestas en 1976, a través del estudio sobre la sexualidad femenina «The Hite Report on Female Sexuality», que sugería que el punto G podría localizarse en el clítoris, responsable de la mayoría de los orgasmos en las mujeres.
«La conjunción del clítoris, la uretra y la pared vaginal (CUV, lo llaman) estimulados adecuadamente durante la penetración podría inducir la respuesta orgásmica», dice Emmanuele A. Jannini, profesor de la universidad y director del estudio. «Sabemos que es algo mucho más complejo que un 'punto' fantasmagórico, aunque esto no acabará con el debate».
Las modernas técnicas de imagen, como las ecografías, han permitido a científicos y ginecólogos ver lo que ocurre con las diferentes áreas del sistema reproductivo durante la actividad sexual.
«La vagina es un tejido activo que debe ser respetado. Su dinámica y sus estructuras sensibles hacen que sea algo más complejo que un solo punto», apunta Jannini. «El conocimiento de su anatomía y fisiologíapuede ayudar a evitar daños en los genitales femeninos durante los procedimientos médicos y quirúrgicos».

martes, 26 de agosto de 2014

QUE CAGADA FLACA

Desdichadas que no cagan

En la televisión rioplatense aparecen anuncios publicitarios dedicados al tránsito intestinal femenino: el estreñimiento por estos parajes es cosa de mujeres, nunca de hombres
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En la televisión rioplatense aparecen anuncios publicitarios dedicados al tránsito intestinal femenino. El estreñimiento por estos parajes es cosa de mujeres, nunca de hombres.
Tanto en la tele uruguaya como en la argentina, jóvenes y adultas ventilan su malestar con gestos eufemísticos, insinuando estreñimiento crónico o falta de evacuación circunstancial. A simple vista se las ve tan agraciadas, que puede ocurrir que el “ingenuo” espectador las perciba satisfechas, con posición económica relajada y emocionalmente independientes, pero se equivoca: son pobres desdichadas que no cagan.
Inevitablemente surgen las preguntas: ¿pero qué les pasa a estas mujeres? ¿Por qué se ven privadas de unos de los actos más liberadores del ser humano?
Amigos míos, quien no caga muere. Y hasta donde yo sé no hay noticia de que en mi país de origen, Uruguay, hayamos tenido que lamentar masivas defunciones femeninas a causa del  estreñimiento. ¿Y bien? Pues como en otros casos, la estupidez se filtra en nuestro modus vivendi y nos acostumbramos rápidamente a ver sin chistar a estas débiles procreadoras, pegadas al detergente, dependientes del yogurt diurético y adictas a la aspirina de rápida acción.
Ignoro si la publicidad refleja lo que somos o genera tendencias, pero sí sé que tiene de inocente lo que yo de boxeador.  
En países como Brasil, donde resido, ocurre exactamente lo mismo. Las presentadoras de los más famosos magazines televisivos son quienes limpian el suelo, la vajilla y la ropa. El lavabo brilla también gracias a sus labores. Sin embargo, allí sólo acuden por la acción del yogurt diurético,  si nos ceñimos a lo que muestra a la publicidad que a diario ven millones de personas (en Brasil, con 200 millones de habitantes, el 95% de los hogares tiene por lo menos una tele).
He llamado a la defensa del consumidor de Río de Janeiro para reclamar por algo que considero sexista. Ésta ha sido la respuesta: “Es una cuestión de mercado y marketing, señor, no sé cómo procesar su reclamación”. Lo dicho, una cuestión de mercado…

SE LA VAN A DAR POR EL INTESTINO

Inédita reconstrucción en España de la vagina de una mujer

Usaron parte de su propio intestino. Tenía una rara anomalía que le impedía mantener relaciones sexuales. Cómo fue la operación. 

El servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital Universitario de Alcira, en Valencia, reconstruyó la vagina de una mujer de 54 años a partir de tejido de su propio yeyuno, una de las partes en las que se divide el intestino delgado humano. 

El hospital informó a través de un comunicado de prensa que la paciente fue intervenida con éxito hace varias semanas, después de que se le diagnosticara hace dos años una estrechez vaginal por una fibrosis (desarrollo en exceso de tejido fibroso) de origen desconocido. 

El doctor Giovanni Bistoni, del servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva y coordinador de la intervención, señaló que era un "caso complejo, ya que la vagina de la paciente medía un solo centímetro de diámetro por dos centímetros de profundidad", muy inferiores a las medidas que se consideran "normales". "Esta anomalía le impedía mantener relaciones sexuales con su pareja, con la consiguiente pérdida de calidad de vida y autoestima para la mujer", explicó el médico.

La intervención, que tuvo una duración de 10 horas, requirió de un equipo multidisciplinario de cirujanos plásticos, ginecólogos y cirujanos generales y digestivos del centro hospitalario. La escasa literatura médica en este ámbito, excepto algún caso similar en Turquía y de China, "ha dificultado aún más la resolución de este caso, convirtiéndolo en un reto", dijeron los médicos. Se trata de una técnica de microcirugía que permitió solucionar el problema "en una única intervención, sin apenas dejar a la paciente cicatrices evidentes", según el facultativo. 

Durante la operación se extrajo el útero de la paciente por la constricción que hacía de la vagina y se extrajeron 15 centímetros del yeyuno de la mujer, con sus correspondientes vasos arteriales y venosos, que sirvió para ampliar el diámetro de la vagina. El tejido se acopló en la parte posterior de la misma y unió la arteria y venas yeyunales del colgajo con la arteria y vena que pasan por la ingle y nutren el abdomen para garantizar su supervivencia. 

"De esta forma, se ha conseguido ensanchar y alargar la vagina de la mujer, que ahora mide 3 centímetros de diámetro y 14,5 centímetros de longitud y presenta una apariencia estética natural", explicó el doctor.

domingo, 24 de agosto de 2014

LA ORIENTACIÓN SEXUAL TAMBIÉN ES CLAVE

¿Quién tiene más orgasmos? Las diferencias entre hombres y mujeres, en un gráfico

    ¿Quieres experimentar más orgasmos? Malas noticias para las mujeres: en dicho caso, quizás harías bien naciendo hombre. Aunque si de verdad quieres superar en frecuencia a todas las que te rodean, deberías plantearte ser una mujer lesbiana. Eso sí, ni se te atreva probar suerte con el sexo opuesto, puesto que ello hará descender el número de tus clímax amorosos sensiblemente. Este es un resumen de las conclusiones a las que ha llegado una investigación publicada en el último número del Journal of Sexual Medicine.
    El estudio, que ha sido llevado a cabo en el Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana, pone de relieve que el sexo y la orientación sexual influyen en la frecuencia de los orgasmos que experimenta una persona. Algo que ya era conocido en el caso de la diferencia entre hombres y mujeres –previas investigaciones como la realizada por la sexóloga Elizabeth Lloyd señalaban que sólo el 25% del sexo femenino experimentaba orgasmos vaginales–, pero no tanto respecto a las costumbres sexuales.
    Los datos recogidos en la investigación son claros y concisos: en cabeza se encuentran los hombres, que alcanzan el clímax en el 85,1% de sus encuentros sexuales con su pareja, independientemente de su sexo. Una cifra que descendía en el caso de las mujeres hasta el 62,9%. Pero, mientras en el caso de los hombres apenas existía variación en las diferentes orientaciones sexuales –85,5% para heterosexuales, 84,7% para homosexuales, 77,6% para bisexuales–, sí que existía una gran diferencia entre mujeres de distintas tendencias. Las lesbianas son las más afortunadas, con un 74,7% de acierto, seguidas por las heterosexuales (con un 61,6%) y las bisexuales (58%).
    Las lecciones detrás de la estadística
    No se trata de una cuestión biológica, sino más bien, de la forma en que los encuentros sexuales se suelen desarrollar. Estos datos dicen mucho acerca de la manera en que los roles se reparten en el dormitorio. En un gran número de relaciones, el fin del encuentro sexual es el orgasmo masculino y la eyaculación, que pone punto y seguido (o punto y final) a la escaramuza. El largo período refractario en el que el hombre no siente ningún deseo ni se encuentra capacitado para practicar sexo tampoco ayuda precisamente. Ello explicaría por qué los datos del hombre apenas varían aun a pesar de su orientación sexual.
    Los investigadores sugieren que el encuentro sexual entre lesbianas suele tener una duración superior al de otras parejas sexualesLos investigadores tienen su propia hipótesis acerca de por qué hay una diferencia tan significativa entre las mujeres homosexuales y las heterosexuales. Como señalaban los autores, “una posible explicación es que las mujeres lesbianas se encuentran más a gusto y están más familiarizadas con el cuerpo femenino y, por lo tanto, generalmente, tienen una mayor capacidad para inducir el orgasmo en sus compañeras”. Ello también puede deberse a que, como asegura el estudio en sus conclusiones, las experiencias orgásmicas de las mujeres son mucho más variadas que las de los hombres, es decir, son causadas a través de estrategias muy diversas y resultan menos previsibles que el “sota, caballo y rey” del orgasmo femenino.
    Por otra parte, los investigadores sugieren que el encuentro sexual entre lesbianas suele tener una duración superior al de otras parejas sexuales, como han señalado previos estudios, lo que puede contribuir a este aumento de la frecuencia orgásmica.
    La investigación se llevó a cabo a partir de los datos recogidos por un cuestionario online entre 6.151 participantes de edades comprendidas entre los 21 y los 65 años. El examen posterior se limitó a un espectro de 2.850 solteros, divididos casi a partes iguales entre hombres (1.497) y mujeres (1.353) que habían mantenido relaciones sexuales durante el último año.
    ¿Hay realmente alguna diferencia entre orgasmos?
    Ya conocemos la frecuencia entre orgasmos para hombres y mujeres, pero, ¿existe realmente alguna diferencia cualitativa? Las tomografías por emisión de positrones (PET) han permitido comprobar si el cerebro de los hombres se comporta de manera diferente al de las mujeres a la hora de alcanzar el clímax. Y parece ser que no son muy diferentes. Como puso de manifiesto una investigación realizada por la Universidad de Groningen en Holanda, si bien el órgano se comportaba de forma distinta durante la etapa de excitación, apenas había diferencias a la hora de experimentar un orgasmo.
    Aunque la anatomía de hombres y mujeres es distinta, su cerebro no lo es tantoTanto en uno como en otro caso, el análisis mostraba una gran activación del lóbulo frontal, que a su vez excitaba el lóbulo paracentral, el área encargada de procesar las señales motoras de las extremidades inferiores. Si bien es cierto que los órganos sexuales de uno y otro sexo se comportan de forma distinta por sus diferencias anatómicas, el cerebro lleva a cabo operaciones semejantes en hombres y en mujeres.
    Para el psicólogo Alan Fogel existe una buena razón para que el orgasmo sea una experiencia única, compartida por ambos sexos. Debido a que la visualización del clímax en otra persona resulta excitante y favorece que se alcance el orgasmo, resulta lógico pensar que el ser humano haya evolucionado para compartir un mismo mecanismo cerebral que, en última instancia, favorezca la pervivencia de la especie.

    ¿Realmente comer mucha carne acorta la vida?

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    Michael Mosley comiendo hamburguesa
    Mosley una vez más se sacrificó en nombre de la ciencia (vea en bbcmundo.com más de sus experimentos), pero esta vez pareció disfrutarlo.
    Constantemente aparecen informes en las noticias sobre los riesgos para la salud de comer carne pero, ¿son justificados? El doctor Michael Mosley investigó para la BBC cuánto de verdad hay detrás de los titulares.
    A mí me gusta comer carne, pero lo que solía ser un deleite inocente se ha convertido en un placer pecaminoso.
    Si uno le cree a lo que dicen los medios, darse el gusto de comerse un filete o un sándwich de tocino regularmente aumenta el riesgo de sufrir de problemas cardíacos o cáncer.
    La amenaza para la salud no viene de comer carne blanca, como el pollo, sino roja o procesada, como tocino, salchichas, salami y jamón.
    Por muchos años, mi esposa Clare, quien es médica, ha estado tratando de reducir el consumo de estas carnes en la familia, pero yo me resistí.
    Así que a los dos nos alegró la idea de la BBC de que me pusiera a investigar si había realmente algún riesgo.
    Visité a numerosos expertos, y les pregunté qué comían.
    Además, empecé una dieta en la que doblé la cantidad de carne que consumía para llegar a 130 gramos al día para ver qué efecto tenía.

    Algunos datos

    Quesos
    ¿Será mejor ser vegetariano y comer mucho queso?
    Hay muchas cosas buenas en las carnes rojas, que incluyen la bovina, porcina, ovina y caprina.
    La de vaca, entera o molida, es una gran fuente de proteína y nutrientes esenciales, como hierro y vitamina B12, que es vital para la salud.
    El aspecto negativo es que tanto ésta como la procesada tiende a tener mucho ácido graso saturado: por ejemplo, el tocino y las salchichas tienen alrededor de 16 veces más por gramo que el tofu.
    Pero si usted es un vegetariano que come queso, no crea que tiene derecho a presumir: el queso es, gramo por gramo, una fuente aún más rica en ácido graso saturado que las hamburguesas.
    Las carnes rojas son más oscuras que las blancas porque tiene niveles más altos de hemoglobina y mioglobina, el hierro y las proteínas que almacenan el oxígeno que se encuentra en la sangre y músculos.

    La evidencia

    Antipasto italiano
    Antipasto italiano... ¿un placer pecaminoso?
    Una de las mejores maneras para tratar de evaluar el impacto de alimentos particulares en nuestra salud es haciendo estudios de cohortes: se toma un grupo de gente con dietas variadas, se le pregunta qué comen y luego se le hace seguimiento durante muchos años para ver qué enfermedades desarrolla.
    Walter Willett, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, lidera un equipo que ha estado haciendo precisamente eso con decenas de miles de personas.
    "Encontramos que quienes consumían más cantidad de carne roja tenían un riesgo total de mortalidad más alto, cardiovascular y de cáncer", me dijo en la cafetería de la universidad mientras yo me comía un filete.
    Sobre la base de uno de los estudios en el que fue coautor -"Consumo de carne roja y mortalidad", publicado en los Archivos de Medicina Interna-, él estima que comer regularmente una pequeña cantidad de carne roja (85 gramos) está asociado con un aumento en el riesgo de mortalidad de un 13%.
    Además, comer la misma cantidad de carne roja procesada (un perro caliente o dos pedazos de tocino) está asociado con un aumento del 20%. (Si necesita explicación, vea abajo)
    No sorprende entonces que él casi nunca come carne.

    ¿Adiós a las carnes?

    Lo que dice Willett es extremadamente convincente. No obstante descubrí que sus resultados no concuerdan con los de un estudio europeo más reciente publicado en BMC Medicine en 2013, "El consumo de carne y la mortalidad".
    Carne con papas
    Unos dicen que sí, otros dicen que no, y muchos no resisten la tentación.
    Los investigadores del Estudio prospectivo europeo sobre dieta y cáncer -Epic- le hicieron seguimiento a medio millón de personas en 10 países durante más de 12 años.
    Encontraron que comer cantidades moderadas de carne roja no tenía ningún efecto en la mortalidad.
    Los índices generales de mortalidad más bajos se presentaron entre quienes comían hasta 80 gramos al día.
    Aunque había un pequeño aumento en el riesgo general para aquellos que consumían más de 160 gramos al día, también había una tasa de mortalidad por todas las causas más alta entre quienes nunca comían carne.
    Los investigadores concluyeron que "un consumo bajo, pero no nulo, de carne puede ser beneficioso para la salud. Eso es comprensible pues la carne es una fuente importante de nutrientes, como proteínas, hierro, zinc, varias vitaminas B, así como vitamina A y ácidos grasos esenciales".

    En sus marcas, listos, ¡a comer!

    Huevos con tocineta
    ¡Peligro! Antes de comerse algo así, siga leyendo.
    No. Antes de que los lectores carnívoros se vayan a disfrutar, hay un aspecto negativo que no se debe ignorar.
    El estudio Epic, como casi todos los otros estudios que se han hecho, encontró que comer carne procesada sí tiene un efecto negativo para la salud.
    Apenas se pasa de 40 gramos al día de embutidos, las muertes por problemas del corazón y cáncer empiezan a escalar.
    La ciencia aún no ha llegado a una conclusión definitiva. Los expertos a los que conocí tienen opiniones fuertes pero distintas, y eso se reflejaba en lo que ellos mismos comían.
    En mi caso, comer mucha más carne procesada tuvo un efecto negativo en mi cuerpo. Tras un mes de emparedados de tocino y hamburguesas, había subido de peso y mi presión arterial y nivel de colesterol habían aumentado.
    Volví a mi dieta previa, en la que me doy el gusto de comerme ocasionalmente un filete o una chuleta de cerdo. Pero habrán menos salchichas y hamburguesas en la parrilla de ahora en adelante.

    Para entender las estadísticas

    Signos de interrogación
    Un nivel de mortalidad más alto en un 20% significa que el riesgo de morir durante el año siguiente es 20% más alto que si no comiera carne procesada.
    David Speigelhalter, de la Universidad de Cambridge, señala que otra manera de entenderlo es que, si los estudios están en lo cierto, se esperaría que alguien que se come un sándwich de tocineta al día vivirá, en promedio, dos años menos que alguien que no.
    Pro rata, esto es como perder una hora de la vida por cada sándwich que come.
    Para ponerlo en contexto, cada vez que alguien se fuma 20 cigarrillos, pierde unas cinco horas de vida.