sábado, 10 de febrero de 2018

Y EL MACHISMO



Hasta hace relativamente poco tiempo, la anticoncepción eraconsiderada una cuestión exclusivamente femenina. Las mujeres son las que se quedan embarazadas, con lo que muchos hombres apenas asumían alguna responsabilidad cuando mantenían relaciones fuera del matrimonio. De hecho, en España no se reconocieron las obligaciones legales de los padres biológicos hasta bien entrados los años 80. Sin embargo, la sociedad ha cambiado y cada vez son más los hombres que están interesados en controlar su propia fertilidad y que esperan a que se cumpla la eterna promesa de un anticonceptivo que, medio siglo después de las primeras investigaciones, sigue sin llegar.
"A corto plazo no veo ninguna esperanza de que se desarrolle un anticonceptivo masculino, estamos peor que hace 10 años", asegura a eldiario.es Roberto Lertxundi, miembro de la Sociedad Española de Contracepción. Según este ginecólogo, el problema no es científico ni técnico, ya que "hace más de 10 años estábamos a las puertas de tener el equivalente a la píldora, pero se paró porque no es negocio para las compañías farmacéuticas".
Lertxundi se refiere a las investigaciones realizadas a principios de este siglo por las farmacéuticas Schering y Organon sobre un fármaco que impedía la generación de espermatozoides. El estudio llego a una fase avanzada de desarrollo con muy buenos resultados, pero antes de concluir el proceso, ambas compañías fueron absorbidas por gigantes del sector que terminaron abandonando el proyecto.
Schering fue comprada por la alemana Bayer y, poco después, Organon sería absorbida por Merck, aunque para entonces la propia compañía ya había decidido terminar con este programa. En declaraciones a la revista Mosaic, el que fuera vicepresidente ejecutivo del programa de medicina reproductiva de Organon, Coelingh Bennink, recordaba que "en la junta solo había hombres blancos de mediana edad" que no consideraban que la anticoncepción fuera una responsabilidad masculina. "Traté de explicar lo importante que podía ser, pero nunca llegaron más allá de preguntarse el uno al otro, '¿Lo harías?' 'No, yo no lo haría".
Esta es la realidad con la que se encuentran la mayor parte de los investigadores que tratan de desarrollar un anticonceptivo para hombres. En la actualidad ninguno de los gigantes farmacéuticos tiene proyectos de investigación activos en contracepción masculina y varios de ellos ya venden productos para el control de la fertilidad femenina. "Las mujeres son las que se quedan embarazadas y las compañías han decidido que invertir dinero para que los hombres asuman el papel que ahora tienen las mujeres no es negocio", sentencia Lertxundi.
Así que, hoy en día, solo tratan de desarrollar este tipo de anticonceptivos algunas organizaciones sin ánimo de lucro, que han conseguido importantes avances, pero que no consiguen llegar al mercado. "Hace falta mucho dinero para la puesta en marcha de ensayos clínicos, con lo que sin ayuda de las farmacéuticas estos proyectos no terminan de despegar", concluye Lertxundi.

Nestorone, la última promesa

Una de estas organizaciones es el Population Council que, junto a los Institutos Nacionales de Salud de EEUU, está desarrollando uno de los productos más prometedores de la actualidad, un gel de testosterona llamado Nestorone. El ensayo clínico comenzará este mismo año y será el mayor realizado nunca sobre anticoncepción hormonal masculina, con más de 400 parejas de EEUU, Reino Unido, Italia, Suecia, Chile y Kenia.
Pero, a pesar del ser el proyecto que está en una fase de desarrollo más avanzada, este gel no es el primer anticonceptivo hormonal con el que se han hecho ensayos. Este tipo de compuestos se llevan probando desde los años sesenta, pero algunos de los efectos secundarios de la testosterona han hecho que los proyectos se interrumpan.
El último tropezón se produjo el pasado año, cuando se publicaron los resultados de otro ensayo más pequeño en el que los hombres recibían inyecciones de una combinación diferente de progestina y testosterona. A pesar de que tenían un 96% de efectividad a la hora de suprimir el recuento de espermatozoides, el estudio se detuvo cuando los voluntarios empezaron a informar de cambios de humor y otros efectos secundarios similares a los de la píldora femenina, lo que desató algunas críticas.
El nuevo gel anticonceptivo contiene mucha menos testosterona sintética que la fórmula inyectable, lo que, según los investigadores, evitará la aparición de muchos de los efectos secundarios observados con las inyecciones. 

Alternativas a anticonceptivos hormonales

Pero no todo acaba con los métodos hormonales y no son pocos los equipos de investigadores que están trabajando en alternativas. En este sentido, un estudio publicado el mes pasado en el Journal of Medical Chemistry ha presentado un método que disminuye la capacidad de los espermatozoides para moverse o nadar con eficacia.
El estudio se basa en un compuesto sintético derivado de la ouabaína, un producto que se obtiene de dos tipos de plantas africanas y que ha sido históricamente utilizado por varias tribus somalíes para envenenar las puntas de las flechas. Los investigadores aseguran que "brinda la oportunidad adicional de interferir con la fertilidad masculina, minimizando otros efectos secundarios tóxicos". 
Sin embargo, pese a que su resultados son muy prometedores, por ahora solo se ha estudiado en ratones, con lo que el proceso para desarrollar un producto que pueda llegar el mercado llevará, al menos, una década, y eso si consiguen el apoyo de alguna farmacéutica.

Una solución desde la India

También existe otra alternativa que ha sido desarrollada en la India y que ahora se encuentra en fase de investigación en EEUU. El producto consiste en un gel que se debe inyectar en los conductos deferentes que transportan el esperma desde los testículos a la uretra. El gel deja pasar el semen pero no los espermatozoides y puede ser eliminado fácilmente por medio de otra inyección cuando los hombres quieren recuperar su fertilidad.
El método es barato, efectivo, reversible y seguro, según defiende su principal creador, el investigador del Instituto Tecnológico de Kharagpur, Sajoy K. Guha. Pero una inyección que tiene un coste de menos de 20 dólares y una efectividad de al menos 10 años no es un negocio muy atractivo para las farmacéuticas, con lo que el proyecto estuvo estancado casi una década.
Tuvo que ser otra organización sin ánimo de lucro, la Parsemus Foundation, la que tratara de reflotar el proyecto, comprando la patente y trabajando en su propia versión, denominada Valsagel. El gel americano ha sido probado con éxito en primates y ahora la fundación está buscando financiación para iniciar los ensayos en humanos.
Tanto el Nestorone, como el Valsagel e incluso los prometedores resultados de la ouabaína son solo una muestra del convencimiento de los científicos de que "un programa de planificación familiar sostenible requiere extender la anticoncepción a los hombres" tal y como sostienen los autores del estudio de la ouabaína.
Estos investigadores insisten en que ya es hora de acabar con la "responsabilidad desproporcionada sobre el control de la natalidad" que tienen las mujeres. Sin embargo, todos estos proyectos se encuentran una y otra vez con la falta de colaboración de una industria que no está dispuesta a invertir recursos en un mercado que sigue pareciéndoles demasiado incierto, y mientras esto no suceda, la anticoncepción masculina no dejará de ser una eterna promesa.

Los hombres están dispuestos a hacerlo

A pesar de que apenas se han hecho encuestas de opinión en los últimos años, todas las que se han llevado a cabo han mostrado que la mayoría de los hombres estarían dispuestos a utilizar la píldora masculina. Incluso en el ensayo clínico que fue cancelado el pasado año por los efectos secundarios, más del 75% de los participantes aseguró estar satisfecho con el método y dispuesto a utilizarlo si estuviera disponible. "Yo no creo que sea un problema de la sociedad", asegura Lertxundi, "en España el hombre es responsable del uso del 50% de los métodos anticonceptivos, entre el preservativo, la vasectomía y la marcha atrás".

La importancia del clima emocional familiar

El contexto familiar, un predictor del desarrollo cognitivo en los primeros años


Durante los primeros años del desarrollo infantil de la vida de un niño o niña, la familia constituye uno de los ámbitos que más influye en su desarrollo cognitivo, personal, emocional y socioafectivo. Un trabajo de la Universidad del País Vasco, en la colaboración del Instituto Biodonostia, ha estudiado dicha influencia y concluye que una interacción adecuada entre padres e hijos para estimular el desarrollo cognitivo no es suficiente por sí sola, sino que debe haber un clima emocional familiar de calidad.

<p>De izquierda a derecha, Manuel Sánchez de Miguel, Florencia Barreto y Enrique Arranz / UPV/EHU</p>
De izquierda a derecha, Manuel Sánchez de Miguel, Florencia Barreto y Enrique Arranz / UPV/EHU
La influencia familiar se mantiene a lo largo de varios años, pero es en los primeros su importancia es mayor porque el grupo familiar proporciona al niño todas las señales iniciales de afecto, valoración, aceptación o rechazo, éxito o fracaso. Por ello, “es fundamental estudiar el contexto familiar en esas primeras etapas y observar de qué manera influyen ciertos aspectos de la vida familiar en el desarrollo infantil”, explica Florencia Barreto, coautora del estudio.
Esta investigación de la Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) en colaboración con el Instituto Biodonostia evalúa la calidad del contexto familiar y los factores sociodemográficos a los 2 años de edad, y estudia de qué manera influyen sobre el desarrollo cognitivo a los 4 años, identificando cuáles son las variables que mayor influencia muestran sobre el mismo. Para ello, han estudiado una cohorte poblacional de 295 niños y niñas y sus familias de Gipuzkoa que forman parte del Proyecto INMA (Infancia y Medio Ambiente), el cual surgió para dar respuesta a la necesidad planteada por la Comunidad Europea de estudiar los factores ambientales y su impacto en el desarrollo infantil.

“El desarrollo cognitivo se evaluó de manera individual a los 4 años, mediante un instrumento que evalúa el desarrollo cognitivo como la suma de diferentes subescalas, que miden las aptitudes verbal, perceptivo-manipulativa, numérica, memoria y general cognitiva”, añade la investigadora de la UPV/EHU.
“El contexto familiar se evaluó mediante una visita domiciliaria, en la cual la información se obtuvo a partir de la observación directa de las interacciones con los hijos y la calidad del entorno, también a través de cuestionarios y de una entrevista con los padres, lo cual permitió recoger información sobre la calidad del entorno físico y la estimulación cognitiva, lingüística y socioemocional; es decir, cuántos cuentos y puzles había en casa, la calidad de la expresión afectiva o si se corregían las palabras mal pronunciadas, entre otras”, explica Barreto.
Variables que más influyen en la primera infancia
Los resultados obtenidos muestran por un lado que aquellas familias en las que existe una alta calidad de interacción socioemocional entre padres e hijos, son también más competentes para estimular el desarrollo cognitivo y lingüístico, lo que se conoce como andamiaje.
“Se trata de un proceso que tiene que ver con la intención deliberada de los padres de estimular el desarrollo de sus hijos e hijas, enfrentándolos a la situación de realizar una actividad o tarea que esté un poco por encima de sus capacidades, pero sin que llegue a ser frustrante. Los padres se convierten en guías que apoyan la realización de la actividad y van retirándose a medida que el conocimiento se construye y se interioriza. Con ello, madres y padres consiguen estimular las conexiones entre neuronas y por lo tanto, activar el desarrollo cognitivo infantil”, explica Florencia Barreto.
Por otro lado, se ha constatado que los primogénitos/as pueden beneficiarse de la exclusividad de los recursos económicos y del tiempo que los padres pasan con ellos, siempre que el contexto familiar sea de calidad para estimular el desarrollo. Además, “hemos observado que para todas las familias la riqueza de la estimulación se completa con la exposición a una segunda lengua dentro del propio hogar”, apunta Barreto.“Ese andamiaje o proceso de estimulación está siempre mediado por la calidad de la estimulación socioemocional, es decir, para que se promocione el desarrollo cognitivo de manera adecuada, no basta solo con poner en práctica el proceso de andamiaje, sino que necesariamente, éste debe estar acompañado de una buena calidad de la interacción socioemocional, como la promoción de la autonomía y autoestima, un clima afectivo positivo, y en definitiva el establecimiento de un apego seguro”, indica Barreto.
Según la investigadora, “los resultados pueden guiar la creación de programas de crianza dirigidos a fortalecer la promoción del desarrollo cognitivo infantil”. Asimismo, “la transmisión de esta información a la población general de familias, ayudará a las mismas a concienciar del grandísimo margen de influencia que tienen sobre el desarrollo intelectual de sus hijos e hijas”, añade.
Referencia bibliográfica:
Florencia Belén Barreto, Manuel Sánchez de Miguel, Jesús Ibarluzea, Ainara Andiarena, Enrique Arranz. “Family context and cognitive development in early childhood: A longitudinal study” Intelligence. Vol. 65. November-December 2017. Pages 11-22. https://doi.org/10.1016/j.intell.2017.09.006

Abbiamo delle belle buone lingue

HUELGA MUNDIAL FEMENINA EL 8 DE MARZO

La ciencia también es cosa de mujeres


Marie Curie y su esposo Pierre, en su laboratorio. Ambos compartieron el Nobel de Física en 1903. CORBIS

Cada vez hay más mujeres en laboratorios y universidades, pero son pocas las que lideran grupos de investigación y centros científicos
En la víspera del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, las investigadoras proponen soluciones y reivindican su papel
Rainer Weiss, Barry Barish, Kip Thorne, Jacques Dubochet, Joachim Frank, Richard Henderson, Jeffrey Hall, Michael Rosbash y Michael Young. Son los ganadores de los últimos premios Nobel en las tres categorías científicas y entre ellos -un año más- no figura ninguna investigadora. También de nuevo le han llovido las críticas y las acusaciones de machismo a la Real Academia de las Ciencias de Suecia. ¿Acaso no hay mujeres con contribuciones que merezcan el premio más prestigioso del mundo? Desde que en 1901 empezaron a entregarse estos galardones, 844 Nobel han sido para hombres y 49 para mujeres (la mayoría ganó el de Literatura o el de la Paz y sólo 17 de ellas se hicieron con el de Física, Química o Fisiología y Medicina).
Unos datos que no reflejan lo que ocurre en los laboratorios y universidades de todo el mundo, donde los logros científicos y la presencia de las mujeres es cada vez mayor -el 39% del personal investigador en España es femenino y la media europea ronda el 33%, según el informe Científicas en Cifras 2015, elaborado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad-. Su presencia, sin embargo, aún es escasa liderando grupos de investigación o dirigiendo instituciones científicas y universidades. Su sueldo también sigue siendo más bajo -de media, las científicas europeas cobraban en 2010 un 17,9% menos que sus colegas hombres, según el último informe She figures 2015, de la Comisión Europea-.
Son algunas de las cuestiones que quieren poner de manifiesto este domingo durante el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una jornada que Naciones Unidas instauró en 2015 para intentar reducir "la brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) que persiste desde hace años en todo el mundo".


Desafiando comentarios como el "qué pesaditas estáis las mujeres" que proliferan ante la oleada de reivindicaciones para alcanzar la igualdad en todo tipo de sectores, durante esta semana se están celebrando una gran variedad de actos y conferencias para reclamar que se equiparen sus condiciones laborales a las de los hombres, dar a conocer los descubrimientos y los trabajos realizados por mujeres y fomentar las vocaciones científicas entre las niñas y jóvenes.
"Cierre los ojos y piense en un científico. ¿Qué imagen le viene a la mente?", preguntaba María Mittelbrunn, jefa de Laboratorio de Inmunometabolismo del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, al inicio de su charla durante la jornada Mujeres, Ciencia e Innovación, organizada en noviembre por la Embajada de Suecia de Madrid y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). ¿Cuántas científicas es capaz de nombrar? Probablemente una de ellas sea la francesa Marie Curie, la única mujer que ha ganado dos Nobel y cuyo aniversario de su nacimiento sirvió como excusa para debatir sobre la situación de las investigadoras.
Entre las españolas, las bioquímicas Margarita Salas y María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), figuran entre los rostros más conocidos. Pero a lo largo de la historia, el papel de muchas científicas ha pasado casi desapercibido. Tampoco les resultó fácil entrar en ese mundo. Sin ir más lejos, hasta 1910 las mujeres españolas que querían matricularse en la universidad necesitaban un permiso especial.
"Estamos mucho mejor de lo que estábamos gracias a las mujeres que nos han abierto al camino. Y ahora somos las científicas que estamos en el laboratorio las que tenemos que abrir el camino a las más jóvenes", dice Mittelbrunn. Dar visibilidad a su trabajo y luchar contra los prejuicios que siguen vigentes son dos de las tareas pendientes. "Hay que combatir los estereotipos porque ponen límites a nuestros sueños", reclama Mittelbrunn.


"En estos últimos años se ha avanzando pero ha sido un avance mínimo y, en algunos campos, como el de la igualdad económica, ha habido un retroceso. Estamos mejor que en los años 60 pero se pensaba que el avance iba a ser mayor", opina la alicantina María Blasco, que considera que "sigue habiendo sesgos que están desfavoreciendo a las mujeres a pesar de que hace mucho tiempo que están igual de preparadas que los hombres".
Por ello, aboga "por hacer políticas más agresivas que las que se han hecho hasta ahora para que todas estas mujeres que están superformadas ocupen los puestos más altos y reciban dinero suficiente para investigar". Blasco, en cuyo laboratorio del CNIO las mujeres son mayoría, considera que "en España la ley es discriminatoria, pues se dan permisos más largos por maternidad. Los estereotipos como que las mujeres tenemos que ser cuidadoras y tener un carácter amable podrían cambiar si los hombres tuvieran los mismos permisos de paternidad y éstos fueran obligatorios. En la actualidad, muchas investigadoras tienen jornadas parciales y no pueden acceder a los puestos más altos", argumenta.
Una de las que sí lo ha logrado es la química asturiana Rosa María Menéndez quien, tras ocupar diversos cargos de gestión a lo largo de su carrera, está al frente del CSIC desde el pasado noviembre. Es la primera mujer que preside este organismo desde que en 1907 se fundó la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), origen del actual CSIC, creado en 1939. "Desde el punto de vista personal ha sido un reto tremendo, pero que he asumido sin dudarlo. Me sentía con fuerzas y con experiencia, y voy a rentabilizar toda la experiencia acumulada durante años", señala esta experta en materiales de carbono.
Menéndez, que el lunes cumplirá 62 años, asegura que nunca se sintió discriminada profesionalmente por ser mujer: "Al contrario, a veces me sentí demasiado solicitada porque hubo momentos en que me llamaron de varios sitios".


En su caso, recuerda, su estancia postdoctoral en la Universidad de Newcastle (Reino Unido) supuso "un antes y un después" en su carrera: "Tuve la suerte de trabajar en un grupo muy activo de materiales. Hice muchos contactos y, cuando regresé a Oviedo, comencé a trabajar en proyectos europeos", rememora. "Inicialmente nunca estuve a favor de las cuotas de participación, pero soy consciente de que yo empecé a colaborar con la Comisión Europea gracias a ellas", admite. Considera, asimismo, que la situación de las mujeres científicas "es mejorable". "Tenemos muy buenas científicas y en estos próximos años espero que se note".

Conciliación familiar

Al igual que María Blasco, la presidenta del CSIC cree que "posiblemente el mayor problema para que las mujeres lleguen a ocupar altos cargos es la conciliación familiar. Requieren mucha dedicación, así que depende de las prioridades que cada uno se marca en la vida. Es algo totalmente respetable. Ha habido ocasiones en las que he intentado rodearme de mujeres en mi equipo y algunas me han dicho que no". Asimismo, Menéndez cree que aún existen prejuicios sociales: "La ambición se valora de forma más positiva en los hombres que en las mujeres".
Otra institución científica española que desde 2017 está dirigida por una mujer es el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH). La elegida ha sido la paleontóloga gallega María Martinón Torres, miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca (Burgos) desde 1998: "Personalmente yo no he tenido experiencias negativas por ser mujer, y he contado con la suerte de que mis mentores, que eran hombres, apostaron por mí, con una especial mención a José María Bermúdez de Castro, quien fue mi maestro y ahora mi colega y amigo", asegura.


Además, considera que en Atapuerca, donde se formó, "hay mujeres muy prominentes, responsables de grupos de investigación y de excavaciones de yacimientos, capaces y brillantes que han servido de modelo y estímulo para tener confianza en que las cosas se pueden hacer".
Martinón asegura que "hay muchos ejemplos de mujeres fuertes, como Mary Leakey, Dorothy Garrod o Jane Goodall que, además del trabajo intelectual, han desarrollado trabajo de campo que requiere un esfuerzo físico que parece que asumimos que es solo patrimonio de los hombres", reflexiona.
Además de mencionar la dificultad que hay en España "tanto para los hombres como para las mujeres" para conciliar la vida laboral y personal, cree que "muchas veces las mujeres no negocian con sus superiores aspectos profesionales (promoción, responsabilidades, etc.), sino aspectos familiares personales (como la flexibilidad horaria). Debemos recordar que una verdadera conciliación familiar no es una reducción de jornada, sino posibilitar el desarrollo de ambas esferas de la vida en mejores condiciones. Y se puede", asegura.
"Yo no me he sentido discriminada por ser mujer, pero cuando participo en una comisión donde se discuten proyectos nuevos o cualquier asunto que tenga algo de política me parece extraño ser la única mujer. Y, a veces, me cuesta entender el código", admite la argentina Amina Helmi, astrofísica de la Universidad de Groninga (Países Bajos) y miembro de Gaia, una misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) que está haciendo un mapa de estrellas de la Vía Láctea. "Me ha pasado muchas veces que al poner sobre la mesa una idea, me lleva mucho tiempo que sea absorbida por el comité. Y después, un hombre ha repetido la misma idea y se la han atribuido a él", asegura.

Carreras para 'listos'

La percepción de que los hombres son más brillantes e inteligentes que las mujeres y, por tanto, más adecuados para desempeñar carreras para listos (como física o filosofía), prevalece en 2018 y es interiorizada por las niñas a una edad tan temprana como los seis años, según asegura un estudio publicado el año pasado en la revista Science.


La investigación, elaborada en tres universidades de EEUU (de Nueva York, de Illinois y Princeton), concluyó que la elección de disciplinas académicas por parte de mujeres y hombres parece estar influenciada por las percepciones que se tienen sobre la inteligencia. Y las niñas tienden a pensar que no son lo suficientemente listas para dedicarse a ellas.
"Resulta descorazonador comprobar que incluso los niños más pequeños adoptan los estereotipos culturales", señala Andrei Cimpian, coautor del estudio, que admite que les sorprendió encontrar esas percepciones ya a los seis años. "Queríamos comprobar cuándo se comienza a tener esas percepciones sobre lo brillante que se es, que parece que es un obstáculo para el éxito de las mujeres", apunta. "Otra investigación ha sugerido que a esa edad, los niños tienden a asociar las matemáticas con los niños y no con niñas".
En los encuentros que organizan entre científicas y niños y niñas de entre 13 y 15 años, Ana Arribas, responsable del programa L'Oréal-Unesco For Women in Science en España, comprueba con frecuencia la existencia de esos estereotipos: "Tenemos claro que hay que trabajar duro para cambiar estas percepciones que se tienen a temprana edad", asegura.
"Las cifras demuestran que hay mayor presencia femenina en las carreras de ciencias vinculadas a la salud, como medicina, biología y farmacia, donde superan el 50%. Sin embargo, esta cifra es bastante menor en ingeniera electrónica o informática", apunta.
A la hora de despertar vocaciones y trabajar por la igualdad, añade, los docentes son "clave", por eso los incorporan también a sus encuentros. "Todas las científicas que han ganado nuestros Premios a la Investigación, sin excepción, nos dicen que empezaron a interesarse por la ciencia por sus profesores", dice la directiva de L'Oréal-Unesco For Women in Science. Los medios de comunicación y los hombres también juegan, en su opinión, un papel fundamental para combatir las desigualdades de género.
Una de sus iniciativas es el Science dating, en el que las jóvenes conocen a las científicas premiadas en su programa: "Buscamos que tengan referentes cercanos, investigadoras jóvenes, no esa figura científica de éxito, de la que hay una entre miles. Queremos que vean que las investigadoras no son bichos raros, sino personas con sus éxitos y sus fracasos".

LAS CIFRAS DE LA DESIGUALDAD

2133. Año en el que se llegará a la igualdad económica entre hombres y mujeres, según el Foro Económico Mundial
39% del personal investigador en España son mujeres. La media europea es del 33%
49 premios Nobel han sido para mujeres y 844 para hombres
El 30% de los trabajadores en el sector tecnológico en Europa son mujeres. En España, un 18%
17,9% menos de sueldo cobraban las científicas europeas en 2010 que sus colegas hombres
21% de los puestos investigadores de máximo nivel en la UE están ocupados por mujeres
55% de los universitarios españoles son mujeres
1 rectora en las 50 universidades públicas españolas
9% de las patentes de inventos en la UE fueron registradas por mujeres entre 2010 y 2013
13,5% de investigadores de la UE trabajaban a tiempo parcial en 2012 frente al 8,5% de investigadores
FUENTE: Informes del Instituto de Estadística de la Unesco, la Comisión Europea (She Figures 2015) y de la Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (Científicas en Cifras 2015)