lunes, 16 de mayo de 2016



¿Vas a heredar la enfermedad mental de tus padres?


James LongmanImage copyrightJAMES LONGMAN
Image captionJames Longman es un reportero de la BBC que comparte su testimonio sobre la preocupación que ha tenido por heredar una enfermedad mental.
En la batalla para averiguar qué causa las enfermedades mentales, los científicos están indagando cada vez más en los factores genéticos. Para el periodista de la BBC James Longman, cuyo padre se quitó la vida luego de sufrir esquizofrenia, es una cuestión muy personal. Este es su testimonio.
A menudo me dicen que me parezco a mi padre, que tengo sus gestos y sus hábitos. Es algo que me enorgullece. Pero también es algo que me preocupa porque él tenía esquizofrenia, y cuando yo tenía 9 años él se quitó la vida.
Después de dos semanas particularmente malas, mi padre prendió fuego a su apartamento en Londres y se arrojó por la ventana.
Algunos de los detalles de su vida y de su muerte solo han quedado claros al revisar su historia. Múltiples intentos de suicidio, paseos en Londres en bata de baño, el hech de que escuchara voces…
Son detalles que contrastan fuertemente con el recuerdo del hombre que estaba bien, feliz, que era creativo y divertido.
Veinte años antes, su propio padre —mi abuelo— se pegó un tiro después de descubrir que tenía cáncer. También tengo otros familiares con problemas de salud mental. Ahora, en mis 20, a veces lucho con la depresión.
Así que naturalmente me pregunto, ¿esto es algo que le pasa a mi familia?

¿Una cuestión genética?

Para mucha gente, la salud mental es una cosa difícil de tratar. Pero aquellos que se ocupan de estas cuestiones, a menudo apuntan a familiares con problemas similares.
¿Estoy deprimido debido al trauma de perder a mi madre en circunstancias trágicas? ¿O es que está escrito en mi ADN?

James y sus padresImage copyrightJAMES LONGMAN
Image captionJames de bebé en compañía de su padre, quien se suicidó luego de padecer esquizofrenia, y su madre, que ha padecido depresión.

En el King's College de Londres (KLC, por sus siglas en inglés), los investigadoreshan estado estudiando la genética de la salud mental.
Los estudios sobre gemelos y las historias familiares han demostrado que las enfermedades de salud mental tienen una contribución genética.
Pero solo en los últimos años, los científicos han sido capaces de identificar plenamente los cambios genéticos que podrían causar que aumente el riesgo.
La profesora Cathryn Lewis, investigadora del Centro de Investigación Biomédica INDH Maudsley, explica:
"Es muy difícil identificar la genética de los trastornos de salud mental. Aprendemos en la escuela acerca de las sencillas enfermedades mendelianas (relativas a las leyes de Gregor Mendel) -como el Huntington o la fibrosis quística- donde se encuentra el gen, un simple gen, que contribuye a la misma.
"Los trastornos mentales no son de un solo gen, sino de un conjunto de genes. Tenemos que empezar a pensar en esto como una carga acumulada de la genética".
El trabajo en el KCL está todavía en sus primeras etapas. Pero el equipo constató que hay 108 genes que se modificaron en las personas con esquizofrenia.Además, detectaron nueve genes en las personas con depresión, y 20 en las personas que tienen trastorno bipolar.
Es casi seguro que muchos más sean encontrados y los científicos dicen quemuchos de estos genes son compartidos en diferentes condiciones.
Tener conocimiento de tu herencia genética es importante ya que te permite romper con los sentimientos de fatalidad que te deprimen.
¿Estoy destinado a que me pase esto? ¿Se supone que debo superar esto? ¿Es esto más grande que yo?

James y su padreImage copyrightJAMES LONGMAN
Image captionTras la muerte de su padre, James también ha experimentado depresión.

"La evidencia de los últimos años también sugiere que muchos trastornos mentales comparten factores de riesgo genéticos comunes; por ejemplo, la variación genética asociada con la esquizofrenia coincide con la depresión y el trastorno bipolar", dice Lewis.
La esquizofrenia de mi padre no se ha transmitido a mí, ya que por ahora no he experimentado alguno de los síntomas que habría de tener, pero tal vez algo de los genes que compartimos me ha causado depresión.

Estudios en hermanos gemelos

Los hermanos pueden tener resultados muy diferentes.
Los gemelos Lucy y Jonny tienen una madre bipolar. Jonny también ha sufrido de la enfermedad, mientras que Lucy no.
"Cuando tengo un mal episodio, no soy capaz de salir de cama", dice Jonny. "O si lo hago, en el siguiente nivel soy capaz salir de cama pero no puedo entender las cosas. Literalmente no puedo entender cómo encajan las cosas.
"Hay nubosidad en mi cerebro. Así que hay un montón de aspectos físicos que la gente considera como no estar bien mentalmente".
¿Cómo se sentía cuando fue diagnosticado con la enfermedad de su madre?

El cumpleaños de JamesImage copyrightJAMES LONGMAN
Image captionJames compartió la foto de un cumpleaños en compañía de sus padres.

“Dios mío, experimenté tantas emociones y respuestas intelectuales diferentes. Lloré con alivio", relató.
Pero añadió: "Soy hijo de mi madre, pero siento que esta es mi propia condición porque cada condición de salud mental es única para esa persona".
Si tienes un padre con depresión, es dos veces más probable experimentar depresión. Con la bipolaridad, hay cuatro veces más riesgo. Y en la esquizofrenia se eleva a ocho veces.
Pero estos son los riesgos relativos, el riesgo general sigue siendo muy bajo. Y, como siempre, hay una cierta cantidad de azar involucrada en heredar los rasgos genéticos.

James y su madreImage copyrightJAMES LONGMAN
Image captionLa madre de James ha tenido episodios depresivos de los que ha hablado abiertamente con su hijo.

Nuestra crianza y lo que experimentamos como niños y adultos tiene una enorme influencia sobre si desarrollamos o no enfermedades mentales.

Preocupación de la madre

La muerte de mi padre tuvo un gran impacto en mi vida y en mi relación con mi madre.
Ella también tiene depresión, tal vez causada por la muerte de mi padre, por lo que era vital hablar con ella para entender un poco más por lo que pasó y la preocupación que tenía sobre mí.
La sensación de fracaso que sentía al no poder detener su muerte estaba clara. También lo eran sus preocupaciones acerca de mí y un posible desarrollo de una enfermedad psicótica como mi padre.
Ella describe el día en que papá murió.
Entró en mi escuela para decírmelo, y recuerda mi cara a mis 9 años, mirándola desde su regazo, mis piernas balanceándose entre las suyas.
"Yo lloro por la noche", me dijo, "llamando a tu padre". No recuerdo nada de esto.
Pero los temores de que herede una enfermedad grave como la esquizofrenia persiguen a mi madre.
"Él estaría muy orgulloso de ti hoy", dice ella.
"Muy, muy orgulloso de que estás haciendo las cosas que nunca sería él capaz de lograr. En su corazón, él se sentiría como 'Oh, increíble, qué gran joven creamos'".

El español que acabará con los rayos X.

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Ruben Criado, director de Luz Wavelabs.
Por EDUARDO ORTEGA
Abre su portátil y al poco aparece un powerpoint encabezado por una imagen en blanco y negro de Nikola Tesla en su laboratorio a principios del siglo XX. “Él, Hertz y Torres Quevedo fueron los pioneros de las comunicaciones inalámbricas”, sostiene con voz grave Rubén Criado (Madrid, 1986). “En el último siglo y medio,grosso modo, las tecnologías que han cambiado el mundo han sido la electrónica y la fotónica”, añade. Hoy, él intenta lo mismo desde un laboratorio de Leganés.
Dirige desde allí, al sur de Madrid, Luz Wavelabs, una compañía que ha entrado de lleno en la tecnología de radiación de terahercios o rayos T, que ha permanecido en reposo hasta hace dos décadas, cuando comenzó a desarrollarse. Sus principales prestaciones se resumen en cuatro: permite detectar a distancia y sin contacto todo tipo de materiales, contiene gran cantidad de información de sustancias a la que hoy en día no tenemos acceso, posee una gran sensibilidad al agua y es una radiación totalmente segura. Esta última especialmente se contrapone con los rayos X, ionizantes y que en grandes cantidades pueden ser letales para el ser humano.
Las diferencias que marca con los rayos X son notables y, de momento, sólo los altos costes impiden que los T los devoren en buena medida. Criado opina que en unos cuatro o cinco años, el costo habrá descendido lo suficiente para uso industrial, mientras que en menos de una década podríamos tener ya esta tecnología en los bolsillos o en las mesas. En móviles o portátiles. “A nivel científico tiene casi un punto romántico conquistar este espectro electromagnético, que es de los últimos que quedan”.
Su particular invasión comenzó hace cuatro años en la universidad. Tras hacer Ingeniería de Telecomunicaciones y Empresariales, se encontraba acabando su tesis cuando se atrevió a empezar la aventura. “Pensé: ‘Si no monto ahora algo, con la que está cayendo, ¿cuándo?’”. A principios de 2013 creó la compañía, que gira precisamente alrededor de su tesis doctoral. Y nació su primera hija, con 26 años. “Tenía muchísimo miedo. Entonces, trabajaba como becario cobrando novecientos euros, estaba con mi hipoteca, con mi hija recién nacida y mi colchón económico era prácticamente nulo. Sólo el constituir la empresa me daba pavor”. Tres años después ya tienen hasta su propio laboratorio.
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Pure, la tecnología que han desarrollado es, según Criado, única en el mundo. “Nuestra calidad de señal es un millón de veces mejor que la del mejor competidor en el mercado, que es una firma alemana”. Ahora se encuentran inmersos en una segunda ronda de financiación, para este año prevén comenzar a vender un producto secundario y salir al mercado en los primeros meses de 2017 con su generador de rayos T. El proyecto de la compañía madrileña, que cuenta con seis empleados y que ya ha colaborado con Repsol, pasa por dirigirse a dos sectores en concreto: las comunicaciones, que serán muchísimo más rápidas que las actuales, y el análisis de materiales y de sustancias.
Actualmente, esta tecnología ya se está usando, aunque aún tímidamente. Por ejemplo, en los escáneres de la mayoría de aeropuertos de EEUU. Al igual que los rayos X, logran detectar si un pasajero lleva metal. Pero –a diferencia de los anteriores- también plástico o alguna sustancia peligrosa. Y en la próxima generación de aparatos con terahercios podrán ver todo al milímetro. Incluso drogas y explosivos.
El principal rincón en el que los rayos X se harán fuertes será en los diagnósticos de seres humanos, ya que los T no son capaces de atravesar más de doscientas micras. Sin embargo, pueden discernir perfectamente entre tejido sano y cancerígeno. “Unido a que es una onda electromagnética totalmente segura, abre la vía de hacer diagnósticos preventivos sin ningún tipo de daños”, explica Rubén, que el año pasado fue escogido por el MIT entre los mejores innovadores de España menores de 35. Apuesta el madrileño por que en un plazo de cuatro años los rayos T ya sean la referencia mundial. Para entonces, es muy probable que él, que ya se casó y amplió la familia con otro niño, sea uno de los hombres de referencia del sector.