miércoles, 19 de diciembre de 2018

TRAS LOS PASOS DE LOMBROSO

Así es el cerebro de un psicópata

Una revisión científica sugiere que el estrés emocional en la infancia precipita la sobremaduración de algunas regiones cerebrales y dificulta la gestión de las emociones

El doctor Pujol, del hospital del Mar, que ha liderado la investigación sobre el cerebro de los psicópatas
El doctor Pujol, del hospital del Mar, que ha liderado la investigación sobre el cerebro de los psicópatasHOSPITAL DEL MAR
Aunque el imaginario colectivo desvíe siempre la mente hacia la delincuencia y la maldad cuando se habla de la psicopatía, este trastorno de la personalidad es algo más complejo de lo que sugiere esa asociación. Ni todos los delincuentes son psicópatas, ni todos los psicópatas son Hannibal Lecter, el villano caníbal de El silencio de los corderos. "Los psicópatas son personas con problemas de relación interpersonal y de gestión de las emociones. Aparentemente son fríos, aunque no es cierto que no tengan emociones. Las tienen muy intensas. Lo que no tienen son remordimientos, que es lo que da una tendencia hacia la delincuencia, pero no en todos los casos, por supuesto", explica el doctor Jesús Pujol, director de investigación de la Unidad de Resonancia Magnética del servicio de Radiología del Hospital del Mar de Barcelona. El médico ha liderado una revisión científica de otros estudios publicados y ha constatado que el cerebro de los psicópatas es distinto. La investigación apunta a que el estrés emocional en la infancia precipita la sobremaduración de algunas regiones cerebrales como un sistema de protección contra el sufrimiento, pero termina dificultando también la gestión de las emociones.

El abanico de conductas es amplio, pero todos los psicópatas coinciden en una cosa: las alteraciones cerebrales que los diferencian de otros individuos sin este trastorno. Pujol y su equipo revisaron más de 400 artículos científicos en los que se había analizado el cerebro de las personas con psicopatía a través de resonancias magnéticas. El metaanálisis,
 publicado en la revista científica Psychological Medicine, ha concluido que el cerebro de los psicópatas presenta una maduración acelerada de varias regiones cerebrales relacionadas con el procesamiento emocional y el cognitivo. "El cerebro de los psicópatas es diferente desde el punto de vista anatómico y funcional. Hay diferencias en las áreas que procesan la cognición y el razonamiento y en las que procesan la actividad emocional. La conexión entre estas dos áreas falla", explica Pujol.La complejidad de la psicopatía trasciende a los estereotipos. De hecho, un estudio publicado en 2013 en la revista Journal of Forensic Science, ya advertía de que el prototipo psicopático del icónico Lecter ni siquiera era muy realista. Lo llamaron "un psicópata de élite, que exhibe niveles exagerados de inteligencia, modales sofisticados y astutos, a veces hasta niveles sobrehumanos y supermediatizados". Más acorde a la realidad era, según el estudio, el personaje de Anton Chigurh en No es país para viejos, un papel interpretado por el actor español Javier Bardem.
Los investigadores encontraron que, desde el punto de vista anatómico, en las regiones de lóbulo temporal (donde está la amígdala, relacionada con la emociones) y en el frontal (encargado de las funciones cognitivas) había "una aparente atrofia de la sustancia gris". "Sin embargo, lo que luego nosotros postulamos es que, en realidad, lo que había era un aumento de la sustancia blanca, lo que implica una sobremaduración de esas áreas", apunta Pujol.

En la práctica, esta alteración cerebral provoca que, ante un dilema moral, la activación de los dos sistemas (el cognitivo y el emocional) se bloquee. Ni su capacidad de razonamiento ni sus sentimientos o emociones están anulados. Lo que ocurre es que "
la asociación entre emoción y cognición en la toma de decisiones está bloqueada", aclara el médico. Con todo, señala, "son responsables de sus actos".El estudio sugiere que el origen de esa maduración acelerada de algunas regiones cerebrales está en haber sufrido situaciones de estrés emocional en edades tempranas. El cerebro desarrolla esa sobremaduración para protegerse de las circunstancias que le provocan sufrimiento. "En un contexto de estrés emocional, el niño desencadena una sobremaduración que implica, por un lado, un bloqueo para evadir el sufrimiento y, por otro lado, convierte a la persona en alguien no escrupuloso y carente de remordimientos", señala el facultativo. Al madurar rápidamente, el niño amplía la capacidad de tolerancia al sufrimiento y logra evadirse de esa situación emocional que le hiere. Sin embargo, este sistema de defensa provoca daños colaterales: "no tienen freno emocional", sintetiza Pujol. El médico matiza que el trauma no es puntual, sino que ha de ser persistente en el tiempo para llegar a modular la anatomía del cerebro.

Similitudes al consumo de esteroides

Los investigadores han encontrado también similitudes entre los cerebros de los psicópatas y las personas que consumen durante más de 10 años esteroides androgénicos (se suelen utilizar para mejorar el rendimiento deportivo o aumentar la masa muscular). Las afectaciones cerebrales detectadas en los psicópatas y en las personas que consumen estos anabolizantes durante largos períodos de tiempo son las mismas.
Pujol matiza, no obstante, que esta similitud no implica que los consumidores de esteroides acaben desarrollando, a largo plazo, un trastorno psicopático. "Hay una semejanza anatómica de las dos patologías. Si bien es cierto que el control de los impulsos y la conducta pueden cambiar tras consumir esteroides durante largos períodos de tiempo, esto está lejos de pensar que puede generar una psicopatía", explica el investigador.

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Descubren un fósil que adelantaría 50 millones de años el origen de la flores

Darwin ya se refería a este fenómeno como «el abominable misterio», según investigadores vigueses




Dos paleontólogos de la Universidade de Vigo (UVigo) forman parte del equipo internacional, coordinado por el investigador Xin Wang de la Chinese Academy of Sciences (Academia china de la Ciencia), que ha descubierto un fósil que adelantaría 50 millones de años el origen de la flores.
José Bienvenido Diez y Manuel García Ávila, investigadores del Grupo XM-3 Basan de la UVigo, colaboran en el artículo 'An unexpected noncarpellate epigynous flower from the Jurassic of China' ('Una flor inesperada del Jurásico en China') que ha publicado la plataforma eLife. En este texto, se explica el hallazgo de especies fósiles de una flor denominada 'Nanjinganthus dendrostyla', que se remontan al Jurásico inicial, es decir, a hace más de 174 millones de años.
El descubrimiento de los fósiles de esta flor en China adelanta el origen de las flores a 50 millones de años antes de lo que se pensaba hasta ahora. «El descubrimento de 'Nanjinganthus' supone la necesidad de reformular la historia evolutiva de las plantas. Clásicamente de aceptaba que las primeras angiospermas aparecían a finales del Cretácico Inferior (alredor de 130 millones de años)», ha explicado José Bienvenido Diez.


El abominable misterio de Darwin


Este paleontólogo también ha recordado que Darwin ya se refería a este fenómeno como «el abominable misterio», por la diversificación que de forma explosiva y en un corto período de tiempo presentaban las angiospermas. Aunque hasta la fecha se pensaba que las angiospermas tenían una historia de no más de 130 millones de años, con anterioridad a la publicación de este trabajo algunos autores ya apuntaron a la posibilidad que ahora sugiere el hallazgo de los fósiles de la 'Nanjinganthus dendrostyla', según han manifestado los paleontólogos de la UVigo.