sábado, 10 de marzo de 2012

SUERTE QUE FRANCO TUVO UNA SOLA HIJA Y NO ERA DE EL...

Millones de personas descienden de dictadores y antiguos emperadores

.Millones de personas descienden de dictadores y antiguos emperadores

La efigie de Gengis Kan en una gigantesca estatua en su honor en Mongolia. (Corbis)

Si los dictadores, los tiranos y los déspotas han cambiado el curso de la historia de la humanidad puede no ser sólo porque hayan sometido a naciones enteras a su capricho. Según un estudio recientemente publicado en la revista Evolution & Human Behavior, también podrían haberlo hecho obligando a miles de mujeres a tener a sus hijos.

Revolución agrícola (y en la transmisión de los genes)

Los genes de millones de personas provienen de las élites del pasado

El paso de nuestra especie de la vida nómada de cazadores-recolectores al sedentarismo propio de una sociedad agrícola –hace entre 9.000 y 8.000 años– fue inmediatamente seguido de la aparición de reyes, emperadores y una élite gobernante que tomó el control de todos los bienes, incluyendo el acceso a las mujeres. La tesis es que estos hombres tendieron a establecer sistemas para llegar a fecundar a cientos o miles de mujeres mientras se aseguraban de que el resto de varones estaba lo suficientemente oprimido o era lo suficientemente pobre como para tener familia. Hoy, la humanidad contaría con millones de descendientes de esta casta privilegiada, y buena parte de ellos aún contarían con la impronta genética que pudo contribuir a que sus antepasados se alzaran entre sus congéneres para someterlos.

La antropóloga evolutiva Laura Betzig ha estudiado el desarrollo de las seis primeras grandes civilizaciones del mundo en Mesopotamia, China, India, Egipto, Perú y México. “En términos evolutivos, este periodo de la existencia humana dio lugar a una enorme presión en los mecanismos de la selección natural. Muchos hombres con rasgos pocos deseables para las mujeres tuvieron ocasión de transmitir sus genes a una vasta descendencia”, explica la especialista.

Un esquema que se repite

Los emperadores sistematizaron la fecundación de mujeres

En cada una de estas grandes civilizaciones, la antropóloga descubrió que los emperadores crearon y perpetuaron sistemas para asegurarse el acceso exclusivo a las féminas jóvenes más bellas y deseables y sistematizaron su fecundación. También ha rastreado los documentos gráficos y escritos que nos quedan de estas sociedades para intentar saber cuántos hijos consiguió engendrar cada uno de los emperadores de los que se ha ocupado. “Algo que, como en el caso de China, llegó a convertirse en una ciencia”, explica la experta. “Un historiador oficial atribuye a Yangdi, el emperador de la dinastía Sui del siglo VI d.C., más de 100.000 mujeres a su disposición”. Con semejante cantidad de féminas prestas a tener a sus hijos –incluso cuando las cifras reales del gineceo fuesen muy inferiores–, se imponía depurar un método para manejar tanto capital. “Incluso tenían manuales que describían cómo proceder cuando una mujer atravesaba su ciclo fértil y entonces llevarla a presencia imperial para que el monarca la fecundara”, cuenta Betzig.

Otros recurrieron a la violencia para esparcir su simiente. Gengis Kan, guerrero y monarca mongol, tenía fama de acostarse con la mujer más bella de todo territorio que conquistase. Un estudio genético reveló la parte de verdad que hay en esta leyenda con el curioso dato de que el mongol tiene hoy 16 millones de descendientes varones esparcidos por buena parte del mundo. Durante el mismo estudio, sólo se consiguió rastrear la remonta genética directa a esa misma época de unos 800 hombres, lo que arroja un dato contundente: por cuantiosa, la descendencia de los emperadores del pasado es la que ha prevalecido incluso muchos siglos después de muertos.

La práctica comenzó con la revolución neolítica y acabó con el final del absolutismo

Esta particularidad se debe, según Betzig, a la estructura en que estaban organizadas las sociedades de la época. Las colectividades de cazadores-recolectores eran grupos más reducidos, socialmente menos complejos y con frecuencia, nómadas. En la práctica eran más igualitarios, pues mujeres y hombres gozaban de un mayor grado de libertad para tener el número de hijos que quisieran, si es que querían, y de disponer sobre su propia procreación. “Una libertad que probablemente se debiera a su movilidad”, explica Betzig. “Si su grupo era de repente atacado por una gran personalidad que trataba de dominar el acceso a los recursos sencillamente se marchaban a algún otro lugar”.

Hasta el descubrimiento de América

La revolución agrícola trajo el asentamiento de estos grupos en enclaves definitivos. En un primer momento, las sociedades que acabarían convirtiéndose en la mesopotámica, la inca o la egipcia se asentaron en llanuras fértiles en torno a grandes ríos, rodeadas por montañas, desiertos u otros accidentes que complicaban el movimiento de un grupo humano que, además, era cada vez más grande. Cuando el asentamiento se demostraba sostenible se hacía perenne y con ello, empezaban a aparecer las primeras estructuras de gobierno complejo que con el paso del tiempo darían lugar a las élites y los emperadores.

Algunos emperadores incas tuvieron hasta 400 hijos

Betzig identificó esta tendencia a la sistematización de la procreación de los grandes líderes en todas las grandes civilizaciones que estudió. En Egipto, las excavaciones en la tumba del faraón Ramsés II, que vivió hace 3.200 años, sugieren que tuvo 200 hijos. Los papiros encontrados en la tumba de otro –Seneferu, que reinó hace 4.600 años– describen una ocasión en que tomó a 20 doncellas. En el imperio inca había casas de vírgenes donde jóvenes de todo el territorio eran enviadas a esperar la fecundación del inca. Según Betzig, “antes de la invasión española del siglo XVI el emperador Pachacútec tuvo cerca de 400 hijos, y los de Túpac Yupanqui ascendieron a 300”.

Fue precisamente “el descubrimiento de América por parte de los europeos lo que acabó con las últimas grandes civilizaciones antiguas”, comenta Betzig. También la aparición de sistemas sociales y de gobierno más descentralizados y menos personalistas, como los modernos estados democráticos, dieron al traste con este tipo de prácticas. “Las personas tienen la oportunidad de emigrar y evitar regímenes despóticos”, explica la experta. “La literatura de esas épocas pasadas demuestra que ya entonces las personas querían tener su propia familia. Hoy, por vez primera en miles de años, tienen la oportunidad de hacerlo”.

PARA EL MANUAL DE LOMBROSO



Lombroso ,fue un abogado italiano criminalista,que atribuyó a los delincuentes,de acuerdo a su rostro,unas características.
Un aspecto particularmente difundido de la obra de Lombroso es la concepción del delito como resultado de tendencias innatas, de orden genético, observables en ciertos rasgos físicos o fisonómicos de los delincuentes habituales (asimetrías craneales, determinadas formas de mandíbula, orejas, arcos superciliares, etc.). (Wikipedia sobre Lombroso)
Según él,un hombre con labios carnosos,nariz ancha y larga,ojos hundidos,sin casi mandíbula,orejas enormes,pelo ensortijado,corto de vista,arcos supercilares pronunciados,según él repito,era un delincuente en potencia.
Era además un inutil total y con tendencia a ser corrupto.
No llegó a conocer al de la foto,José Antonio Vera,asesor periodístico del que diz que gobierna Spain.
Además es nombrado por el que manda,para mandar en la Agencia EFE,que provee al mundo las desinformaciones de esta older país.
EFE fué la agencia informativa que creo Franco,Franco,Franco,en su propia gloria,y que los socialista,hijos de Franco,no se atrevieron ni a cambiar de nombre.Fue siempre el hazmereir del periodismo mundial,casposa,cutre,llena de borrachos.
Buen lugar para que el lombrosiano José Antonio Vera,haga sus deposiciones.