martes, 28 de febrero de 2012

QUE BOLUDEZ DIRÁ AHORA EL PAPA DE ROMA...


El divorcio está en los genes femeninos

Cuando el gen receptor de la oxitocina («la hormona del amor») deja de funcionar de apropiada, la mujer tiende a romper el matrimonio según un estudio sueco



La unión conyugal no está en crisis solo por un cambio de mentalidad en la sociedad sino por una cuestión de herencia genética.

Un estudio sueco del Karolinska Institute asegura haber identificado el gen receptor de la oxitocina u «hormona del amor» al que adjudican una gran responsabilidad en las separaciones actuales cuando ésta deja de hacer bien su trabajo, además de relacionarla con carácteres más depresivos cuando hay bajos niveles de este hormona en el cerebro.

Los investigadores del Karolinska Institute han examinado el ADN de más de 1.800 parejas que llevaban juntas más de cinco años, llegando a la conclusión de que las mujeres que presentaban una variación significativa del gen receptor de la oxitocina hablaban de crisis matrimonial y divorcio en un 50% más respecto a las señoras con receptores normales para esta hormona.

La oxitocina, segregada por la hipófisis, desempeña un papel importante como estimulador de las células de los conductos lácteos de las mamas.

Es producida naturalmente por la mujer, sobre todo en el momento del nacimiento de un hijo y en el periodo de lactancia y contribuye a mejorar la relación entre la mamá y bebe, como ha sido demostrado por estudios científicos sobre animales.

Sin embargo, las mujeres en las que se ha encontrado una variación del gen receptor de esta hormona son en general menos propensas a casarse y a establecer las relaciones afectivas. Y cuando deciden dar el paso hacia el altar, tienen el doble de posibilidades de «naufragar», según este estudio sueco.

Hasse Walum, quien ha liderado la investigación del Karolinska Institute de Estocolomo señala el importante papel de la oxitocina en la propensión a relacionarse con la pareja. Tanto es así que durante el orgasmo su cantidad en sangre llega a ser cinco veces superior que en una situación normal.

En el caso de los hombres, la «hormona del amor» se llama vasopresina y tiene un papel importante en las infidelidades y las separaciones, así como en el acercamiento a la preja. Según un estudio análogo realizado por este instituto hace cuatro años, el papel de la vasopresina en los comportamientos sociales es determinante.

ME PASE LA VIDA HACIENDO REIR A LAS MINAS

Por qué los hombres son más cómicos que las mujeres

Lo sabíamos: según la ciencia, somos más graciosos que ellas. Supervivencia o seducción, el humor tiene cara de varón. ¿Estás de acuerdo?



    Por Nicolas Artusi


    El experimento tuvo todo el rigor de cualquier universidad yanqui: cartoncitos con chistes de humor gráfico, pero con globitos en blanco. Dos grupos: de un lado, hombres; del otro, mujeres. Y en el medio, el desafío: completar las piezas con un texto cómico. Los resultados científicos confirman lo que suponíamos. Nosotros somos más graciosos, dicho por unos y otras. Hace treinta años, el blues brother John Belushi despertó las iras feministas con su afirmación ( "las mujeres no son divertidas" ), pero ahora deberían exonerarlo con una disculpa póstuma: según el estudio publicado en el Psychonomic Bulletin & Review de la Universidad de Southern California, los hombres sacamos 0,11 puntos más que las mujeres en el show del chiste. No es mucho, es cierto, pero alcanza para confirmar la rutina criolla del capocómico que se reserva el remate del sketch y que congela a ella en la prisión de la pluma y el conchero.

    Ahí donde la serie 30 Rock, escrita por la brillante Tina Fey, o la película Damas en guerra estén para discutir el mito de las mujeres sin gracia, la investigación universitaria nació como respuesta a un viejo artículo de la revista Vanity Fair, donde el periodista Christopher Hitchens se preguntaba: "¿Por qué las mujeres no son divertidas?". Se opinó que en la guerra por la conquista, el hombre tiene una única virtud a su favor: él es más apto para provocar la carcajada en su compañera. Para Hitchens, ningún varón habrá dicho de una novia nueva: "Lo más lindo es que me hace reír". Y para la discutidora Fran Lebowitz, polemista eterna y feminista inoxidable, "los valores culturales son masculinos; para una mujer, decir que un hombre es gracioso es el equivalente a que un hombre diga que una mujer es bella".

    ¿Será que el humor moderno, basado en el autoescarnio, es eminentemente masculino? Salvo unas pocas que trajinan los escenarios del stand up con sus monólogos miserabilistas, las mujeres no gozan con la ostentación pública de su rosario de tristezas: prefieren el lamento íntimo o el engaño esmerado. Los hombres siempre queremos reírnos a expensas de alguien y tal vez un instinto de supervivencia darwiniano nos haya empujado a burlarnos de nosotros mismos para evitar la trompada de otro macho alfa, el eventual degüello y la extinción de la especie. Es que el humor es la bala de plata para el alfeñique en situación de conquista. Rematados por el inevitable "diga 33...", los chistes de consultorio, las bromas sobre la muerte y la parodia de la decadencia física son exclusivos de los hombres: las mujeres conjuran el paso del tiempo con la gravedad de lo innombrable. Si es cierto que la fórmula de la comedia es "tragedia + tiempo" (lo devela el personaje de Alan Alda en Crímenes y pecados, de Woody Allen), acaso él vea lo tragicómico de la existencia más a largo plazo y ella se ahogue en el vaso de lo inmediato.


    domingo, 26 de febrero de 2012

    Esta noche me apolillo bien...

    El mito de dormir ocho horas

    .En la cama

    A menudo, despertarse en mitad de la noche causa ansiedad.

    A menudo nos preocupa quedarnos desvelados durante la noche, sin saber que eso podría ayudarnos. Tanto la ciencia como la historia parecen confirmar cada vez más que ocho horas de sueño podrían ser antinaturales.

    A principios de la década de los '90, el psiquiatra Thomas Wehr realizó un experimento en el cual se dejaba a un grupo de personas en la oscuridad durante 14 horas cada día durante un mes.

    Hizo falta tiempo para que el sueño se regulara, pero para la cuarta semana los individuos habían adquirido un patrón muy diferente: primero dormían durante cuatro horas y luego se despertaban durante una o dos antes de caer en otro sueño de cuatro horas.

    Aunque los científicos del sueño quedaron impresionados por el estudio, la idea de que debemos dormir ocho horas consecutivas se mantiene entre el público general.

    En 2001, el historiador Roger Ekirch del Virginia Tech, publicó un artículo que resultó premonitorio -basado en 16 años de investigación- que revelaba una enorme cantidad de pruebas históricas de que los humanos solían dormir en dos tramos de tiempo diferentes.

    Su libro "At Day’s close: Night in the past" (La noche en el pasado) se publicó hace cuatro años y desenterraba más de 500 referencias de patrones de sueño segmentados, que había encontrado en diarios, libros de medicina y literatura y notas de tribunales, desde La Odisea de Homero hasta reseñas antropológicas de tribus modernas en Nigeria.

    Como en el experimento de Wehr, esas referencias describen un primer sueño que empieza unas dos horas después del anochecer, seguido por un periodo de una o dos horas de vigilia y por un segundo sueño.

    La historia del sueño

    Cuando el sueño era diferente

    • "Cumplió don Quijote con la naturaleza durmiendo el primer sueño, sin dar lugar al segundo, bien al revés de Sancho, que nunca tuvo segundo, porque le duraba el sueño desde la noche hasta la mañana, en que se mostraba su buena complexión y pocos cuidados".Miguel de Cervantes, Don Quijote (1615).
    • “Al despertar de tu primer sueño, deberás tener lista una bebida caliente y al despertar del siguiente sueño tus penas quedarán aplacadas”. Antigua balada inglesa, “Old Robin of Portingale”.

    • La tribu tiv de Nigeria utiliza los términos "primer sueño" y "segundo sueño" para referirse a partes específicas de la noche.

    • "Él lo sabía, ni siquiera en el horror con el que comenzó a partir de su primer sueño, y abrió la ventana para disiparlo con la presencia de algún objeto, más allá de la habitación, que no hubiera sido, por así decirlo, testigo de su sueño", Charles Dickens, "Barnaby Rudge" (1840).

    "Lo relevante no es sólo una cantidad de referencias, es la manera en la que ellas se refieren a ese hecho, como si fuera algo conocido por todos", dice Ekirch.

    Durante el periodo de vigilia, esas personas estaban bastante activas. A menudo se levantaban, iban al baño, fumaban y algunos incluso visitaban a los vecinos. La mayoría de las personas se quedaban en la cama, leían, escribían y rezaban.

    Innumerables manuales de oraciones de finales del siglo XV ofrecían plegarias especiales para las horas de vigilia.

    Y esas horas no eran completamente solitarias. La gente solía hablar con sus compañeros de cama o tener relaciones sexuales.

    Un manual médico francés del siglo XVI incluso aconsejaba a las parejas que el mejor momento para concebir no era al final de un largo día de trabajo, sino "después del primer sueño", cuando "se disfruta más y se hace mejor".

    Ekirch descubrió que las referencias al primer y segundo sueño empezaron a desaparecer a finales del siglo XVII. Esta tendencia se inicio en las clases altas de Europa del norte y a lo largo de 200 años se filtró al resto de la sociedad occidental.

    Ya en 1920, la idea de un primer y segundo sueño había desaparecido por completo del imaginario colectivo.

    Una de las razones de este cambio, según el experto, se debió a las mejoras en el alumbrado público, la llegada de la electricidad a las casas y la proliferación de salones de café, que en ocasiones estaban abiertos toda la noche.

    Los "peligros" de la noche

    Grabado del Museo Británico

    Ekirch señala que este grabado de 1595 demuestra la actividad nocturna de la época.

    A medida que la noche se convirtió en un momento legítimo para realizar actividades y la actividad nocturna aumentó, el tiempo que la gente dedicaba a descansar disminuyó.

    En su nuevo libro, "Evening’s Empire" (El imperio del atardecer), el historiador Craig Koslofsky plantea una versión de cómo sucedió.

    "Lo relativo a la noche, antes del siglo XVII, no era bueno", asegura. La noche era un momento poblado por personas de mala reputación, como criminales, prostitutas y borrachos.

    "Incluso los ricos, quienes podían permitirse tener candiles, tenían cosas mejores en las que gastarse el dinero. No había prestigio ni ningún valor social asociado con estar despierto toda la noche".

    Eso cambió en los albores de la Reforma y la Contrarreforma. Protestantes y católicos se acostumbraron a celebrar misas secretas por la noche durante los periodos de persecución.

    Si anteriormente la noche había pertenecido a los depravados, ahora las personas "respetables" se habituaron a aprovechar las horas de oscuridad.

    Esta tendencia se trasladó también al ámbito social, pero sólo en el caso de quienes podían permitirse tener luz artificial en casa.

    Con la llegada del alumbrado a las calles, sin embargo, socializar por la noche empezó a extenderse a las clases sociales más bajas.

    La revolución de la luz

    Las etapas del sueño

    Cada 60-100 minutos pasamos por un ciclo de cuatro etapas del sueño:

    • Etapa 1: estado de relajación entre estar despierto dormir. La respiración se hace más lenta y los músculos se relajan. La frecuencia cardíaca disminuye.
    • E tapa 2: sueño un poco más profundo. Podemos sentirnos despiertos estar dormidos sin saberlo.
    • Etapa 3 y Etapa 4, o sueño profundo: es muy difícil despertar de un sueño profundo, momento en que el cuerpo tiene su actividad más baja.
    • Después del sueño profundo, volvemos a la etapa 2 durante unos minutos y luego entramos en el sueño de los sueños -también llamada fase REM (movimiento ocular rápido) del sueño - que, como su nombre indica, es cuando se sueña.

    En un ciclo de sueño completo una persona pasa por todas las etapas de uno a cuatro y luego por las etapas tres y dos, antes de entrar en el sueño el sueño.

    Fuente: Gregg Jacobs

    En 1667, París se convirtió en la primera ciudad del mundo con alumbrado público, que utilizaba cirios de cera en lámparas de cristal. Se le sumó Lille en el mismo año y Ámsterdam dos años después, donde se introdujeron unas lámparas de aceite más desarrolladas.

    Londres no incorporó este servicio hasta 1684, pero para finales del siglo, más de 50 ciudades importantes de Europa ya tenían alumbrado nocturno.

    La noche se puso de moda y pasar horas tumbado en la cama pasó a considerarse una pérdida de tiempo.

    "Las personas tomaron cada vez más conciencia del tiempo y de la eficiencia antes del siglo XIX”, indica Ekirch. "Pero la revolución industrial intensificó esta actitud a grandes pasos".

    Un diario médico de 1829, que apremiaba a los padres a acostumbrar a sus hijos a romper el patrón del primer y segundo sueño, es una prueba contundente de este cambio de actitud.

    "Salvo en caso de enfermedad o accidente, no necesitarán más descanso que el que ofrece el primer sueño, que deberán acostumbrarse a terminar de forma natural a la hora normal".

    "Y entonces, si vuelven a intentar dormirse, deberá enseñárseles que eso es una mala costumbre que no redunda en su beneficio".

    Cambio de patrón

    Hoy, la mayoría de las personas parecen haberse adaptado bastante bien a dormir ocho horas, pero Ekirch cree que muchos de los problemas del sueño tienen sus raíces en la preferencia del cuerpo humano por segmentar el sueño, así como en la omnipresencia de la luz artificial.

    Esto, sugiere, podría ser el origen de un trastorno llamado "insomnio de mantenimiento", en el que los afectados se despiertan durante la noche y tienen problemas para volverse a dormir.

    Esa condición fue descrita por primera vez en la literatura de finales del siglo XIX, al tiempo que el sueño segmentado desaparecía.

    "Durante la mayor parte de nuestra evolución hemos dormido de una manera determinada", señala el psicólogo del sueño Gregg Jacobs. "Despertarse durante la noche es parte normal de la psicología humana".

    La idea de que debemos de dormir en un único bloque podría ser perjudicial, dice, si eso hace que la gente se despierte por la noche ansiosa. Esa ansiedad, agrega, puede impedir a algunos volver a dormirse y es posible que se extienda al resto de la vida.

    Russel Foster, profesor de neurociencia circadiana (sobre el reloj biológico) en la Universidad de Oxford comparte ese punto de vista.

    "Muchas personas se despiertan por la noche con pánico", afirma. "Les digo que lo que experimentan es una reminiscencia del patrón de sueño partido".

    Problemas del sueño

    "Más del 30% de los casos a que se encuentran los médicos entroncan directamente o indirectamente con el sueño. Pero el sueño ha sido ignorado en la educación médica y hay muy pocos centros en los que se estudia"

    Russel Foster, Universidad de Oxford

    Pero la mayoría de los médicos todavía no reconocen que un sueño único de ocho horas puede no ser natural.

    "Más del 30% de los casos que los doctores enfrentan radican directamente o indirectamente del sueño. Pero ese tema ha sido ignorado en la educación médica y hay muy pocos centros en los que se estudia", comenta.

    Jacobs sugiere que los periodos entre sueños, en la época en que la gente se imponía periodos de descanso, podrían haber tenido un papel importante en la capacidad de los humanos para regular el estrés de forma natural.

    En sus hallazgos históricos, Ekirch encontró que la gente usaba ese tiempo para meditar sobre sus sueños.

    "Hoy empleamos menos tiempo en esas cosas", dice Jacobs. "No es una coincidencia que, en la vida moderna, el número de gente que padece ansiedad, estrés, depresión, alcoholismo o drogadicción haya crecido".

    De modo que, la próxima vez que se despierte en mitad de la noche, piense en sus antepasados de la época preindustrial y relájese. Quedarse tumbado despierto puede ser bueno.

    viernes, 24 de febrero de 2012

    RUMSFELD Y KISSINGUER ESTAFARON AL MUNDO

    Un estudio afirma que la OMS exagera la letalidad del virus H5N1

    Los autores sugieren millones de infecciones leves

    .Un científico húngaro trabaja para desarrollar una vacuna contra el H5N1.

    Un científico húngaro trabaja para desarrollar una vacuna contra el H5N1.

    En pleno debate sobre si una variante del virus aviar H5N1 puede ser tan peligrosa como la bomba atómica, un grupo de científicos de EEUU sugiere hoy que todas las cifras que maneja la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el virus están equivocadas. Los investigadores, liderados por el jefe de Microbiología del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, Peter Palese, sostienen que la inmensa mayoría de las infecciones por H5N1 han sido débiles y han pasado desapercibidas para la OMS, que admite menos de 600 casos en humanos, con una mortalidad de casi el 60%. Palese y los suyos creen que "millones" de personas han sido infectadas por el virus, sin desarrollar síntomas, por lo que la letalidad del virus estaría sobredimensionada por la OMS en varios órdenes de magnitud.

    Estos científicos escépticos publican hoy en la revista Science un metaanálisis de 20 estudios previos que buscaron anticuerpos generados contra el H5N1 en la sangre de más de 12.500 personas. El examen muestra que entre el 1% y el 2% de los participantes en los ensayos presentaba evidencias en su suero sanguíneo de haber sufrido una infección por H5N1 en el pasado. Para los autores, estos datos muestran que "los virus aviares H5N1 pueden causar infecciones leves o subclínicas en humanos que ahora mismo no se tienen en cuenta" por los "estrictos" criterios de la OMS. Los estudios que han analizado los investigadores de EEUU se llevaron a cabo en países con presencia del virus, como China, Camboya, Vietnam, Indonesia y Nigeria. En estos países el virus ha saltado de aves a personas, pero todavía no entre humanos.

    La OMS admite menos de 600 casos, con una mortalidad de casi el 60%

    Palese es uno de los científicos que han defendido con más vehemencia la publicación de dos estudios sobre variantes de la gripe aviar H5N1 contagiosas entre mamíferos, después de que el Gobierno de EEUU ordenara retenerlos ante el miedo a que facilitaran un atentado terrorista con un supervirus. Lleva meses denunciando que las cifras de mortalidad de la OMS están infladas y que las políticas de actuación a partir de estos números son erróneas.

    La tesis de Palese, apoyado en esta guerra por su colega Taia Wang, es que las autoridades médicas no se enteran de los casos leves de gripe aviar en humanos que surgen en aldeas remotas de Vietnam o Nigeria. Sólo les llegan casos muy graves.

    No todos los investigadores comparten las ideas de Palese, según explica Juan Ortín, uno de los mayores expertos españoles en gripe. Para este científico, del Centro Nacional de Biotecnología, perteneciente al CSIC, "todo depende de cómo se quiera mirar". El virus aviar H5N1, explica, no se transmite bien a los humanos, pero cuando esto ocurre la letalidad es muy alta. Esta es la tesis de la OMS.

    Los infectados sin síntomas en aldeas remotas pasan desapercibidos

    Sin embargo, Palese interpreta los anticuerpos contra el virus en la sangre de cientos de las 12.500 personas analizadas como una señal inequívoca de infección por H5N1. "Sin embargo, si la dosis de virus que recibe la persona es muy baja, se puede interpretar que no llega a infectar", aunque haya anticuerpos. Lo que para Palese es infección, para la OMS no lo es. "Es un debate de interpretaciones más que de datos, porque no sabemos cómo se han infectado los sero-positivos, si del todo o por un pequeño contacto", opina Ortín. En cualquier caso, según alertan muchos expertos, aunque no sea tan letal como parece, el H5N1 sigue siendo una amenaza, sobre todo si muta para contagiarse entre personas.


    jueves, 23 de febrero de 2012

    Publicado por Miguel Jara el 22 de febrero de 2012

    Las compañías eléctricas están llevando a cabo una campaña de sustitución de los contadores eléctricos de nuestros hogares por otros inalámbricos que producen emisión de microondas.

    Los consumidores están recibiendo una circular en estos términos:

    De acuerdo a la Orden ITC/3369/2007, de 28 de diciembre, es necesario sustituir los contadores actuales en los suministros hasta 15 kW por otros electrónicos que permitan la discriminación horaria de los consumos y la telegestión. Para cumplir dicha Orden nuestro Servicio Técnico Oficial realizará en su edificio las sustituciones de contadores en la fecha abajo indicada y que afectará a los consumidores que previamente hayan sido notificados…

    Las actuaciones se limitarán a la centralización de contadores por lo que no es preciso que los usuarios estén presentes, siendo afectado el suministro solo por breves instantes.

    Pero ¿qué es un contador digital? Me contesta Carlos Requejo, consultor ambiental especilziado en contaminación electromagnética:

    De los nuevos contadores digitales no tenemos información detallada, pues las compañías no son transparentes. El cambio de contadores tiene importancia económica y sanitaria, puesto que son 10 millones de contadores, uno por cada vivienda, que pueden significar 10 millones de emisores de microondas. Estos sistemas se usan para la telemedida de contadores eléctricos, de agua, gas… o la supervisión y telegestión de parques eólicos, sistemas fotovoltaicos, autómatas, centrales de alarmas u otros.

    Evidentemente, el control de consumo en tiempo real tiene ventajas para la gestión de la red, favorece el ahorro energético, evita sobrecargas (apagón) y permite facturar al consumidor el gasto real.

    Existen diversos sistemas de conexión, tipo RTC, GPRS o TCP/IP, que realizan la lectura y el envío remoto de datos. El sistema más usado es el GSM/GPRS, al ser inalámbrico emite microondas y el riesgo biológico sería comparable a la red WiFi. Con el agravante que son 10 millones de unidades, emisoras de microondas, y el emisor puede estar a medio metro de la puerta de entrada de la vivienda.

    Más info en Domobiotik

    TRANQUI,CHICAS,NO VAMOS A DESAPARECER

    Los hombres no están «podridos»

    Una nueva investigación sobre la decadencia del cromosoma Y confirma que los varones humanos no están condenados a desaparecer, como se creía

    .
    Los hombres no están «podridos»

    El cromosoma Y, aquel que decide el sexo masculino, es una especie de desastre genético plagado de fallos que, según algunas teorías, está condenado a desaparecer en el futuro. De ser así, y salvo que se invente una forma alternativa de fecundar a las mujeres que no implique la participación de los hombres, la humanidad estaría abocada a desaparecer en un plazo más o menos largo -algunos científicos han hablado de 100.000 años-. Sin embargo, hace ya unos años, los investigadores que secuenciaron el cromosoma Y nos tranquilizaron. El futuro no era tan negro, ya que observaron que el pequeño en cuestión dispone de un mecanismo reparador que protege a los genes que importan, como los que fabrican espermatozoides. Una nueva investigación publicada en la revista Nature viene a aportar aún más optimismo. El estudio, que reconstruye la evolución de la región específica masculina del cromosoma Y en los últimos 25 millones de años, confirma que a los varones les queda cuerda para rato.

    En 300 millones de años, desde que se separó del cromosoma X, la región específica masculina del cromosoma Y solo conserva el 3% de los genes de su autosoma ancestral (un cromosoma que no estaba dedicado a decidir el sexo), debido al deterioro genético. El cromosoma masculino parece estar «podrido» y empeorar con el tiempo. Para explorar la pérdida histórica de genes y los patrones de conservación, Jennifer Hughes, del Instituto Whitehead para la Investigación Biomédica, en Cambridge, y sus colegas compararon la estructura del cromosoma Y de un mono rhesus, secuenciado con el propósito de este estudio, con los de humanos y chimpancés.

    Decadencia apagada

    Los chimpancés y los seres humanos están separados por solo seis millones de años de evolución, mientras que el mono rhesus (un mono del Viejo Mundo) es un pariente más lejano. Los linajes humanos y los de los monos del Viejo Mundo se separaron hace unos 25 millones de años, por lo que el rhesus es un medio para investigar la pérdida de genes desde ese tiempo.

    De esta forma, los científicos pudieron ver que durante la evolución del cromosoma Y, que implica reordenamientos en las diferentes regiones, la decadencia del gen ancestral fue más rápida al principio, pero luego se apagó rápidamente. Las regiones o estratos más grandes son estables y no han perdido ningún gen en los últimos 25 millones de años. Un buena noticia para los hombres.

    miércoles, 22 de febrero de 2012

    PARIR EN TU DORMITORIO

    INFORME | A partir de datos del INE

    Uno de cada 800 partos ocurre en casa de forma planificada

    Clase informativa sobre el parto en casa. | Educer


    • Una buena parte de los partos que se producen en el domicilio son accidentales
    • Lo ideal, según algunos ginecólogos, sería conocer el índice de complicaciones

    Uno de cada 800 partos en España (0,17%) ocurre en casa, de forma planificada y por deseo expreso de los padres. Así lo constata un informe que acaba de publicar un grupo de expertos de Educer, especializados en la asistencia a este tipo de alumbramientos.

    Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), durante 2010 se produjeron 478.037 partos, de los cuales 1.298 sucedieron en el domicilio. Como argumenta el principal autor del documento, el antropólogo Fidel Romero, no existe ningún dato ni registro que indique cuáles de estos se producen porque así lo quieren los progenitores y cuáles por circunstancias accidentales. Y "no es lo mismo", agrega. "Una buena parte de los partos que ocurren en casa son consecuencia de soluciones improvisadas a partos en los que la madre, por razones de urgencia, tiene dificultades de acceso o, por otras circunstancias, no llega al centro hospitalario".

    Dado que, según Romero, "se especula mucho con estas cifras y las que se estiman son disparatadas, hasta seis veces más que la real (ahora sabemos que es alrededor de un 0,17%), es importante disponer de información veraz para poder hablar de la seguridad de esta práctica".

    Gráfico: Gracia Pablos.

    Cifras más reales

    Por esta razón, los investigadores de Educer han querido afinar los datos disponibles. "Hemos trabajado a partir de la información recopilada por el INE, a través del Boletín Estadístico del Parto. En su archivo informático, cada parto viene representado por un número en el que están codificadas distintas variables sobre el parto, el recién nacido y sus progenitores" explica Romero. Así, "de los partos ocurridos en casa, eliminamos los múltiples, los que ocurrían antes de la semana 37 (prematuros) y los que no estaban asistidos por un profesional sanitario, presuponiendo que estos no han sido planificados, ya que no son atendibles en casa".

    Para ajustar aún más la cifra real de los partos ocurridos y planificados en casa, "descartamos los que se produjeron en provincias donde no existen profesionales en activo dedicados a la atención de estas situaciones". En 2010, unas 20 ciudades se encontraban en estas circunstancias.

    Así es como "hemos conseguido acercarnos a unas cifras más reales. Calculamos que el año pasado, entre 588 y 1.066 partos ocurridos en casa fueron planificados". Para los expertos de Educer, "en la calle hay un absoluto desconocimiento sobre esta práctica. Igual que se tiende a sobredimensionar el número de casos, también el riesgo".

    Seguridad controvertida

    Según Romero, "a nivel internacional existe evidencia científica de que cuando el parto en casa está asistido por un profesional y se han descartado situaciones de riesgo, es más seguro para la salud de la madre e igual de seguro para la salud del bebé".

    Pero los resultados de las investigaciones realizadas hasta la fecha no están tan claros, bien por la metodología o porque otros estudios encuentran nuevos datos. 'American Journal of Obstetrics and Ginecology' publicó en 2010 un ensayo en el que concluía que en un 0,2% de los partos en casa fallece el bebé (mueren dos de cada 1.000 recién nacidos). La cifra es la mitad en el caso de dar a luz en un centro sanitario. En palabras de Romero, "se mezclaron los partos asistidos con los no asistidos y por eso salieron estos resultados".

    La controversia está servida, tanto en los trabajos científicos como entre los especialistas. María Jesús Cancelo, ginecóloga del Hospital Universitario de Guadalajara, se pregunta "cómo se resuelve en casa una complicación inmediata. Un parto debe ser asistido donde se pueda resolver un problema rápidamente y, por ejemplo, una cesárea no se puede realizar en el domicilio". Y añade: "Lo interesante, además de conocer las cifras de los partos ocurridos y planificados en casa, sería estudiar el índice de complicaciones que conlleva".

    martes, 21 de febrero de 2012

    ESPERANZA AVISABA DESDE HACE AÑOS,BOLUDOS


    Sanidad en caída libre

    Ajustes, recortes y fórmulas privatizadoras están deteriorando los servicios públicos de salud

    La asistencia sanitaria pública está cayendo en un estado de deterioro en el que todavía no ha tocado fondo. La Organización Médica Colegial ha roto su tradicional discreción para dar la voz de alarma sobre una situación crítica que perjudica, según sus propias palabras, a “los más pobres, débiles, ancianos, desfavorecidos e indefensos”. Pese al aumento de la presión asistencial, en solo dos años se ha reducido un 10% el gasto per capita. Las consecuencias de tales recortes son preocupantes: escasez de material básico como mantas, vendas y gasas, listas de espera en aumento, cierre de quirófanos, desvío de enfermos con capacidad adquisitiva a centros privados, reducciones de plantilla y malestar entre el personal sanitario.

    La calidad asistencial corre el riesgo de quedar erosionada hasta límites hasta hace poco insospechados para un sistema bien valorado por su universalidad y su eficiencia, responsable, entre otros, de que España se sitúe entre los primeros países del mundo en índice de desarrollo humano. La amenaza de los laboratorios de exigir el pago al contado a los hospitales es una buena prueba del peligro que acecha al sistema. Farmaindustria, la patronal del sector en España, calcula que los impagados en medicamentos suman ya 8.300 millones de euros. Los centros públicos tardan una media de 525 días en pagar los suministros de fármacos. Los farmacéuticos de distintas comunidades llevan meses protestando por la tardanza de la Seguridad Social en pagarles los medicamentos que dispensan.

    Si es inevitable meter la tijera en la sanidad pública, piedra angular del Estado de bienestar, como parece el caso ante la grave situación de las finanzas públicas, sus gestores tienen la obligación de ser extremadamente escrupulosos y explorar vías de ajuste que no repercutan en la calidad del servicio. Algunas de ellas están sobre la mesa, si bien se aplican con una exasperante lentitud, como el mayor uso de medicamentos genéricos o establecer una central de compras.

    Otros datos indican que se está optando por una estrategia que agrava el deterioro de la prestación. El más inquietante es la defensa por el Partido Popular de la gestión privada por considerarla más eficiente para ofrecer un servicio que, dice, sigue siendo público por gratuito. Una muestra de las consecuencias de tal axioma es el inaceptable caso —investigado por la Generalitat catalana solo tras la denuncia de la prensa— del hospital de La Seu d’Urgell, cuyas instalaciones usan los facultativos para atender por las tardes a sus pacientes privados o a los desviados de la colapsada atención pública. Otra muestra es el avance de los fondos de capital riesgo como gestores de centros públicos de salud. Esos fondos, que forman un oligopolio en España, tienen un único cliente —el servicio público de salud— y beneficios de los que no parece que estén sacando provecho ni el ciudadano ni las arcas públicas.

    ESTO NOS ROBARON LOS LABOS YANQUIS

    La gripe A tuvo un coste de 1.430 millones en España

    Un estudio del grupo de Investigación en Servicios Sanitarios del Instituto de Investigación Hospital del Mar (Imim) ha cifrado en 1.430 millones de euros el coste total que tuvo la gripe A del año 2009 en España.


    La investigación, que publica la revista PLoS ONE y ha contado con la participación del Ciber de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp), se centra en los costes asociados a la enfermedad, y cifra en 940 euros el precio que tuvo la pandemia para cada uno del millón y medio de pacientes ambulatorios, y en 6.236 euros el precio para las 3.025 hospitalizaciones.

    Menos agresiva

    En total, los casos ambulatorios representaron el grueso del coste, con 1.410 millones de euros, frente a los 18,8 millones que costaron las hospitalizaciones de los casos más graves, por lo que el estudio ratifica que los recursos no hospitalarios son los que tuvieron un impacto mayor para la economía. La incapacidades laborales de los trabajadores fueron de 30,5 días de media en los enfermos hospitalizados y de unos nueve días en los ambulatorios.


    «Dado que finalmente la gripe A no resultó tan agresiva como se preveía, podemos decir que estos resultados serían similares a los de la gripe en una situación normal», ha defendido el coordinador del grupo del Imim, Jordi Alonso.

    lunes, 20 de febrero de 2012

    indices de salud

    EL INVESTIGADOR HUGO SPINELLI EXPLICA LA IDEA DE “SALUD COLECTIVA”

    “La salud tiene que ver con montones de cosas que no son los médicos”

    Es médico de la UBA y se doctoró en “salud colectiva” en Brasil. Aquí analiza ese concepto, que incorpora al campo de la salud variables hasta ahora excluidas. Como ejemplo, plantea tomar las muertes por armas de fuego dentro del área de la salud. Provocador y riguroso, Spinelli esboza una visión diferente del sistema sanitario argentino.

    Por Verónica Engler

    –Usted es médico por la Universidad de Buenos Aires, pero se doctoró en Brasil en Salud Colectiva, ¿podría explicar este concepto de salud?

    –La gran discusión sobre qué concepción se tiene de la salud, a nivel individual o a nivel colectivo, es una discusión vieja, que encuentra antecedentes en este país. Los higienistas a fines del siglo XIX y principios del XX van a plantear básicamente la visión de los conjuntos sociales. Emilio Coni se definía a sí mismo no como médico de personas sino de ciudades, y veía la acción en salud cómo construir redes de agua y cloacas, por ejemplo. Esta tensión entre lo individual y colectivo es una tensión que atraviesa todo el desarrollo científico del campo biomédico y del campo de la salud. El concepto de medicina social es tomado en América latina a partir de los años ’60, donde hay una figura que es central, muy poco conocida en la Argentina, que es Juan César García, un médico nacido en Necochea. García va a ser un actor muy importante en la construcción de lo que fue el movimiento de medicina social en América latina. Ese movimiento va a traer la idea de la dimensión social, que es una cuestión que hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recuperado. Pero en ese momento ese abordaje se hacía desde una matriz claramente marxista, de un marxismo estructuralista, y entraba en discusión con algunos planteos que se hacían desde los Estados Unidos, que es por donde entra la idea de lo comunitario.

    –¿Cómo es este modelo comunitario que viene desde el Norte?

    –Esta idea de lo comunitario trataba de escapar al modelo flexneriano. (Abraham) Flexner es alguien que organiza una reforma en el sistema de salud de los Estados Unidos. A principios de 1900 en Estados Unidos la alopatía y la homeopatía convivían sin distinciones. El modelo que va a formular Flexner define como científica a la medicina alopática y destierra a la medicina homeopática al rol de no científica. Como se dan cuenta de que esa medicina no es posible para todos empiezan a buscarse formas de incluir algunas dimensiones de lo social, con todo el temor que había en el marco de la Guerra Fría de incluir lo social. Entonces aparece la cuestión de la medicina preventiva, de los abordajes comunitarios, que entran básicamente por la influencia de fundaciones americanas, en competencia con todo el movimiento de la medicina social. En Brasil, la medicina social en parte es reformulada como salud colectiva, en parte porque no podían usar lo social, en parte porque tenían que salir de esa medicina que parecía que hablaba solamente de los médicos. Y realmente la salud tiene que ver con montones de cosas que no tienen que ver con los médicos: tiene que ver con el trabajo, con la alimentación, con los contaminantes. La salud colectiva es un movimiento que crean los brasileños, básicamente una de las figuras centrales ahí es María Cecilia Donnangelo. Lo que va a plantear la salud colectiva brasileña es que es un movimiento en el cual hay articulación de cuestiones teóricas y cuestiones prácticas, con tres ejes: la epidemiología, que es ver la distribución y las causas de lo que se enferma y muere la gente; el tema de la política, la planificación y la gestión; y la relación entre ciencias sociales y salud.

    –¿Cómo ve la configuración del campo de la salud en la Argentina? ¿Cuáles son los actores y los capitales en juego?

    –El campo de la salud en la Argentina, como el campo de la salud en todos los países del mundo, es sumamente complejo. Es un campo que maneja casi el 10 por ciento del PBI, eso representa una cifra por año muy importante, y ahí concurren distintos agentes en busca de distintos capitales. Hay gente que concurre a ese campo en busca de capitales claramente económicos, su prioridad es la rentabilidad económica, hacen de eso una industria, y también concurren abnegados trabajadores que siguen el juramento hipocrático. Me parece que la sociedad tiene muy poco problematizada la complejidad del campo, y lo imagina como un campo neutro en el que confluyen clones de San Francisco y Santa Teresa, pero el campo es sumamente complejo. Existe lo que se llama el complejo médico-industrial, los laboratorios que producen medicamentos así como los que venden tecnología. Son necesarios los medicamentos y las tecnologías, pero a veces hay un sobredimensionamiento de esto. En el país, en el campo de la salud ha habido una proletarización de un conjunto grande de trabajadores y profesionales, en el sentido de que hay concentración de la rentabilidad, hay nichos de altísima rentabilidad y cuestiones de baja rentabilidad. Lo paradojal es que las zonas de baja rentabilidad son las que producen salud. Es decir, un trabajador comunitario que tiene cercanía con las poblaciones produce mucha más salud que alguien que está en el punto final atendiendo algo que se podría haber evitado. Pero el premio está en el uso de la alta tecnología y no en el trabajador que pueda estar previniendo, trabajando con poblaciones que puedan estar siendo vulnerables a determinadas cuestiones. Pero éste no es un problema sólo nuestro, es un problema de todos los países y tiene que ver con cómo se estructura la lógica del campo de la salud. La estructura de la lógica del campo está determinada por esta composición del complejo médico-industrial, que a su vez tiene fuerte influencia en muchas de las entidades que regulan a los propios profesionales o forman en las facultades a los profesionales.

    –¿Cómo considera que es el gasto en salud en Argentina en relación con los indicadores de salud a nivel poblacional?

    –Por el gasto que tiene, Argentina tendría que tener mejores indicadores. Argentina tiene un porcentaje de PBI alto en salud, sin embargo hay indicadores de rendimiento malo. Es decir, seguir midiendo solamente la mortalidad infantil es engañarnos. Nosotros gastamos mucho más en salud que en educación, y mucho más en salud que en ciencia y tecnología. Sin embargo, cualquier profesional de la salud va a decir que el gran determinante en los problemas de salud muchas veces son los niveles educacionales. Sin embargo, el Gobierno puede intervenir muy poco en contener el gasto en salud, porque está por fuera de las estructuras del Gobierno, y sí puede regular mucho mejor el gasto en educación y en ciencia y tecnología. Contener el gasto en salud es una cuestión que no es propiedad sólo del Gobierno, independientemente de la complejidad y la cantidad de actores. Estamos hablando de un sector que maneja cientos de miles de trabajadores, y que no es regulado con una simple ley. Construir legalidad no implica construir legitimidad. Hay prácticas que son medicalizantes, que tienen fuertes componentes de control social, y que se caracterizan por tener alto consenso en la sociedad. Las prácticas del campo de la biomedicina tienen alto consenso en los usuarios, de tal manera que aquel profesional que quiere correrse de una prescripción de medicamentos porque lo considera innecesario, no pocas veces se encuentra con que es la población la que le pide el medicamento. Y ahí aparecen todas las concepciones mágicas del efecto de la cura. Hay muy poca problematización sobre las cuestiones de empleo, de medio ambiente, porque en definitiva la enfermedad tiene que ver con esas cosas, con lo que comemos, con el aire que respiramos. Y en este sentido vuelvo a Coni, a esa concepción que tenían los higienistas que, más allá de cierto positivismo que había en muchos de ellos, implica una mirada mucho más apropiada a la realidad que esa concepción que tenemos cuando festejamos la compra de un tomógrafo, como si eso fuera la gran conquista para la salud de la población.

    –Usted suele decir que hay una medicina para pobres que se oculta bajo la “progresista” denominación de Atención Primaria de la Salud, ¿a qué se refiere con esta distinción?

    –El tema de la Atención Primaria de la Salud es una declaración que se hace en el año 1978 en Alma-Ata (en la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de la Salud, realizada en Kazajistán). En Argentina había experiencias muy interesantes, con anterioridad a eso. Se podría recuperar la experiencia de (Carlos) Alvarado en Jujuy en los años ’60, y antes también, cuando (Ramón) Carrillo fue ministro de Salud de la Nación. La declaración que implicaba, por ejemplo, un nuevo orden económico internacional y el desarme, luego devino en algo bien distinto, en una medicina pobre para pobres, algo que había advertido Mario Testa. Lo que se ve hoy es una cuestión que tiene un amplio abanico de posibilidades. No todo lo público es igual, no todas las obras sociales son iguales, hay asimetrías entre los sectores y hay asimetrías hacia el interior de los sectores. Entonces, lo que hay es una fragmentación. El sistema público en nuestro país, generalmente, se hace cargo de todo lo que es urgencias y no lo cobra. Y además el sector público financia las grandes prestaciones de psiquiatría, diálisis, discapacidad y trasplante. Otra perversión que tiene el sistema es lo que se llama la solidaridad invertida, en la que el pobre aparece financiando al rico, el hospital financia a la prepaga, porque cuando una persona con cobertura de prepaga tiene un accidente en la calle lo termina atendiendo el hospital, con lo cual la prepaga se libera de ese gasto. Estos mecanismos de solidaridad invertida son muy comunes en el sistema de salud.

    –A propósito de la preponderancia que comienza a darse en la salud pública a las Políticas Basadas en Evidencia, usted retoma en uno de sus textos una de las zonceras planteadas por Arturo Jauretche en la que se contrapone “políticas criollas versus políticas científicas”, donde lo “científico” siempre viene de afuera. ¿Cuál sería la zoncera encerrada en las políticas basadas en la evidencia científica?

    –Oscar Varsavsky ya planteaba en los años ’70, en Ciencia, política y cientificismo, que en la medida en que la ciencia se fundaba sobre el modelo de verdad universal también existía la necesidad de plantear alguna otra pregunta más allá de la verdad. Por ejemplo, acerca de la importancia, es decir, si era importante o no. Con lo cual, cambiaba la lógica. Hay todo un movimiento generado en los países centrales de medicina basada en la evidencia, lo cual es lógico, ya que la medicina no puede ser un hecho mágico, pero la trampa está en quién produce las evidencias. Entonces, cuando uno va a analizarlo, las evidencias las producen determinadas publicaciones científicas, lo cual no estaría mal porque sería producto de investigaciones. Lo que uno se pregunta es quiénes son los dueños de esas publicaciones científicas, quiénes son los dueños que están detrás de las grandes editoriales, dueños de esas grandes bases de datos. Y son, en general, las grandes multinacionales del medicamento. Por eso, publicar en una revista de punta, en las que son de más alto impacto, un trabajo que demuestre que un medicamento no es eficaz es entre raro e imposible. Y en esto hay profundas denuncias, hay por ejemplo un texto muy fuerte de Marcia Angell (The Truth About the Drug Companies: How They Deceive Us and What to Do About It) en el que realizó una serie de denuncias sobre las trampas que hay en las publicaciones científicas. Angell fue durante diecisiete años editora de la revista The New England Journal of Medicine. Entonces, se supone que yo tengo que tomar definiciones sobre una cuestión en base a intereses no explícitos de una farmacéutica que me dice cómo medicar a un paciente. A eso nosotros nos oponemos, lo cual no significa renunciar a la ciencia. Varsavsky planteaba la idea de “ciencia contextualizada”, y creo que en Argentina se está haciendo una fuerte apuesta en el desarrollo de la ciencia y la tecnología que debe volver sobre esos referentes que tuvo la Argentina, como Varsavsky, Amílcar Herrera, (Jorge) Sabato. Son aquellos referentes que planteaban el desarrollo, pero contextualizado.

    El año pasado se publicó un estudio dirigido por usted titulado Mortalidad por armas de fuego en Argentina, 1990-2008. ¿Cómo es que decide encarar el tema de la mortalidad por armas de fuego desde el punto de vista de la salud pública y no, por ejemplo, desde una dimensión delictiva?

    –Porque nosotros intentamos provocar siempre el campo de la salud, haciendo esas preguntas que el campo no se hace. Como trabajador de la salud, mi preocupación es de qué se muere y de qué se enferma la gente, no qué bacteria causa muerte. Entonces, si la gente se muere por disparos de armas de fuego, yo quiero estudiar las armas de fuego, y si la respuesta no queda en el campo de la salud, la verdad es que a mí no me preocupa. Nuestro objetivo es la salud de los conjuntos poblacionales, no la medicina en los conjuntos poblacionales.

    –A partir de esta investigación, ¿cuáles son los indicios que aparecen sobre las muertes producidas por la intervención de armas de fuego en nuestro país?

    –En comparación con otros países de América latina, Argentina no tiene indicadores de violencia altos. En la investigación, el hallazgo más curioso es que hay entre 2001 y 2003 un incremento de las muertes por homicidios y por armas de fuego. Estos resultados se dan prácticamente en todo el país, excepto la región del noroeste (NOA). ¿Por qué hay un incremento a partir del 2000 y una caída a partir del 2003 de las muertes por armas de fuego en todo el país? Esto es algo que no está problematizado, no fue noticia, lo que quedó en la historia hasta ahora fueron los muertos del 20 y 21 de diciembre de 2001. Pero hay un incremento notable en ese período, tomando las estadísticas del Ministerio de Salud. ¿Fueron las políticas de gatillo fácil, fue la política de la mano dura, fue una liberación como forma de enfrentar a la crisis, hubo una situación de anomia en la sociedad? Son algunas de las preguntas que uno podría plantearse, pero el dato es evidente y está ahí. Luego las muertes por armas de fuego fueron bajando en el país, y no solamente aquí, también bajaron en otros países. Por ejemplo, ciudades de Brasil que tenían tasas de homicidio altas, como Río de Janeiro y San Pablo, han bajado notablemente, en algunas ciudades de Colombia también. No está claro por qué son esas bajas, no hay una explicación, los que estudian estos temas tienen distintas hipótesis pero nadie puede verificar esta cuestión. La pregunta es: ¿es posible sostener una política de desarme total, de prohibir la venta y la portación de armas? Brasil hizo un plebiscito hace unos años y se perdió. Ahí hay intereses económicos fuertes que juegan con el sentido común y tratan de construir la idea de que tener un arma es una forma de protegerse, cuando en realidad está comprobado que tener un arma en la casa lo único que aumenta es la probabilidad de ser víctima de esa propia arma. Los poseedores de armas tienen cuarenta y tres veces más probabilidades de matarse o de matar a alguien de su familia que de disparar contra un delincuente.

    –En este gran grupo de “muertes por violencia”, ¿cómo hicieron este corte de “muertes por armas de fuego”?

    –Generalmente las muertes por violencias se clasifican por accidentes, homicidios, suicidios o causas desconocidas. Nosotros lo que hicimos fue reordenar esa lógica y poner “armas de fuego”, que es una circunstancia. Entonces, la tomamos y a partir de ahí reordenamos todo, cambiamos la lógica clasificatoria. Es decir, las formas de clasificación son formas también de mostrar una información, que puede estar alterada si yo cambio la lógica de clasificación. Siempre depende de lo que se quiera problematizar. Si se presenta siempre como “accidentes, homicidios, suicidios”, el tema armas de fuego queda diluido.

    –En relación con el período 2001-2003, en el que se produce un aumento notorio en las muertes por armas de fuego, en la investigación señalan que una proporción importante de esas muertes corresponde a diferentes abusos por parte del Estado, como los casos de gatillo fácil y violencia institucional.

    –No podemos afirmar eso, pero son hipótesis a trabajar. El certificado técnico de defunción pierde mucha información en el proceso de análisis. Nosotros lo que estamos viendo es muy reducido, porque vemos a la víctima, por ejemplo, pero no sabemos nada del victimario. Ahí lo que habría que reconstruir es el proceso relacional víctima-victimario. Por ejemplo, uno puede levantar hipótesis como la de gatillo fácil, pero no tenemos datos para afirmar las causas de esas cuestiones. Lo que sí podemos afirmar es la matanza, que es lo que muestran las estadísticas que se reflejan con regularidad en todas las provincias, menos en el NOA. Eso tiene que ser discutido, porque no fueron solamente los muertos de Plaza de Mayo del 20 y 21 de diciembre de 2001. Acá hubo otro fenómeno que escapa a esa circunstancia. Acá parece que hubiera habido una indicación, una acción de liberar ciertas cuestiones para un ejercicio más libre de disparar, o una situación de anomia. Yo creo menos en la cuestión de anomia. Este período se da cuando hay ministros de seguridad que planteaban claramente el tema de la mano dura.

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    Imagen: Rafael Yo

    sábado, 18 de febrero de 2012

    ACABAREMOS CON EL PLANETA

    El ser humano, el depredador por excelencia


    Ballena

    Los seres humanos aprendieron rápidamente a cazar a los ejemplares más grandes.

    Los depredadores vagan por el mundo hace 500 millones de años.

    Se cree que los primeros fueron un tipo de organismo marino simples, tal vez gusanos o crustáceos, que se deleitaron con los trilobites antiguos. Mucho después vinieron los famosos dinosaurios depredadores como el T. rex. Y más tarde llegaron los grandes mamíferos con dientes, como los gatos con dientes de sable o los lobos modernos.

    Pero hace mil o dos mil años llegó el peor de todos los depredadores en la historia de los seres vivos.

    Nosotros.

    No teníamos dientes grandes ni garras afiladas, o enormes tentáculos ni mordeduras venenosas. Pero teníamos inteligencia, y la astucia para fabricar herramientas y armas artificiales. Y, a medida que nos convertimos en cazadores cada vez mejores, empezamos a matar animales a gran escala.

    Acabamos con la paloma pasajera, el dodo y las grandes manadas de bisontes de América del Norte. El siglo pasado acabamos con grandes poblaciones de ballenas.

    Hoy en día las flotas pesqueras del mundo recogen más peces de lo que, según científicos, es sostenible. El hombre es la mayor causa de muerte de mamíferos grandes en América del Norte.

    Pero más allá de nuestro consumo masivo de la fauna que nos da el planeta aparece un curioso acertijo.

    La cadena evolutiva

    Las presas y los depredadores están normalmente sumergidos en una carrera de armamentos evolutiva. Como los depredadores evolucionan para correr más rápido, sus presas también desarrollan pies más veloces. Como los depredadores desarrollan dientes más filudos, los herbívoros desarrollan cuernos de protección. Algunos carnívoros cazan en manada, por lo que sus presas crean rebaños defensivos.

    Pero no parece que los animales hayan desarrollado defensas contra nosotros, por los que emerge la pregunta ¿por qué?

    "Nuestra llegada a la tierra y nuestra historia tecnológica ha generado un enorme cambio en las evolución de la mayoría de especies"

    Geerat Vermeij, de la Universidad de California

    ¿Se tratará de que los animales simplemente no han tenido tiempo para desarrollar defensas? ¿Será que no tienen ese tipo de variaciones en sus genes? ¿O tendrá que ver con la manera como nosotros los cazamos?

    Estas preguntas son planteadas por el profesor Geerat Vermeij, de la Universidad de California en Davis, Estados Unidos, en un ensayo científico que acaba de publicar la revista académica Evolution. Vermeij estudia hace más de 30 años los efectos de los depredadores en la evolución.

    "Usualmente, cuando nuevos y más poderosos depredadores se desarrollan o llegan de otro lados, las especies locales se pueden adaptar por sí solos y vquedar mejor protegidos con una variedad de medios; pero esta opción parece no servir cuando se trata de la evolución de los seres humanos como superdepredadores", dice.

    En su ensayo se pregunta por qué esto es así.

    Primero estudia por qué los animales se adaptan a otros depredadores no humanos. Demuestra cómo las presas animales, de manera exitosa y constante, desarrollan cierto tipo de defensas.

    La primera es volviéndose grandes. Si eres grande, es difícil, incluso para depredadores que cazan en manada, atacarte y vencerte sin una eventual lesión.

    Ilustración de cazadores de jabali

    Los humanos han aprendido a contrarrestar las adaptaciones defensivas de sus presas.

    Estudios científicos han demostrado que los herbívoros terrestres de gran tamaño son hasta diez veces más grandes en peso que sus más grandes depredadores, los cuales no pueden desarrollar bocas lo suficientemente amplias como para lidiar con el descomunal tamaño de sus presas. Estos estudios explican por qué los leones, lobos y orcas tienden a evadir a los búfalos, alces y ballenas adultos y saludables, respectivamente; prefieren dirigirse a los más pequeños y más jóvenes.

    Si las especies no pueden crecer más, desarrollan otras defensas, como la pasiva armadura que ofrecen las conchas. Y cuando los depredadores desarrollaron formas de introducirse en las conchas, algunas presas se volvieron tóxicas.

    Son las ramificaciones de la evolución. Un buen ejemplo, dice Vermeij, son los cefalópodos, animales que incluyen a calamares y pulpos. Versiones antiguas de estos animales tenían armaduras, pero, al ser vulnerables a pescados y ballenas con dientes, fueron remplazados por linajes más veloces, agresivos, venenosos o tóxicos.

    El superdepredador

    Pero tenían que llegar los seres humanos.

    "La difusión de los humanos modernos representa una de las transformaciones ecológicas y evolutivas más grandes de la historia de la vida", escribe Vermeij.

    Cazábamos y recogíamos en la tierra, pero pronto empezamos a explotar zonas intermareales, tomando pescados y mariscos. Esas zonas intermareales eran fuentes importantes de comida para los humanos prehistóricos que vivían en lugares como Sur America, Sur África, California y Oceanía.

    Después empezamos a tomar animales grandes. Y lo que ocurrió fue que, entre más armas de defensa desarrollaban, más jugosos se volvían para nosotros: entre más grandes eran las ballenas, más apetitosas eran para el ser humano, por ejemplo. El tamaño no era una defensa contra el hombre.

    Y otros mecanismos de defensa también se convirtieron en desventajas a medida que los seres humanos se convirtieron en superdepredadores: los cuernos de los elefantes, por ejemplo.

    Elefante

    Los cuernos del elefante, que en su origen eran un arma de defensa, dispararon el apetito del hombre por este animal.

    Volverse tóxico puede ser una mejor estrategia. Hay evidencia de que algunas especies marinas se han vuelto venenosas al ser humano. Los peces de arrecife y los cangrejos suelen ser tóxicos para ciertas personas debido a que contienen desagradables, y a veces letales, dinoflagelados.

    Pero los seres humanos también han encontrado formas de lidiar con esto. Muchas toxinas se concentran en ciertos órganos, como el hígado. Y los seres humanos han aprendido a retirar esos órganos para evadir sus efectos.

    En pocas palabras, la manera como los seres humanos cazan parece ser el factor principal para prevenir que los animales se defiendan.

    Los animales sí responden a algunas presiones, y muchas especies han desarrollado defensas al hombre, dice Vermeij.

    Pero nosotros cazamos en cantidades demasiado grandes, con demasiada sagacidad, y casi siempre enfocados en los animales más grandes.

    "Nuestra llegada a la tierra y nuestra historia tecnológica ha generado un enorme cambio en las evolución de la mayoría de especies", dice Vermeij.

    miércoles, 15 de febrero de 2012

    MEDICINA DE NUEVOS RICOS DERROCHONES

    El derroche en tratamientos inútiles sangra los presupuestos sanitarios

    Solo en Canarias se gasta más de un millón de euros al año en técnicas inútiles de rehabilitación. Un estudio cifra en 950 millones el importe de las tecnologías inoperantes

    .

    Si lo que sucede en Canarias es un síntoma, el sistema nacional de salud está gravemente enfermo. Y, lo que es peor, es un manirroto. Un estudio hecho solamente con el gasto en técnicas de rehabilitación para dolores de cuello, espalda y hombro arroja que entre 2007 y 2010 se derrocharon “por lo menos” tres millones de euros en tratamientos inútiles cuando no directamente perjudiciales.

    El trabajo, que ha sido financiado por entidades sin ánimo de lucro como la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud, el Instituto de Salud Carlos III, la Fundación Canaria de Investigación y Salud y la Fundación Kovacs (especializada en dolores de espalda), se ha centrado en Canarias, simplemente, porque tiene datos al respecto, han explicado el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, y el de la Fundación Kovacs, Francisco Kovacs.

    El cálculo es “muy conservador”, ha dicho Kovacs, ya que se ha centrado en lo que se puede medir: lo gastado en centros privados concertados que dan rehabilitación, y esto supone un 70% de lo que dedicó la comunidad. Además, los criterios con los que se revisaron las técnicas fueron muy generosos, ya que se tomó la opinión más favorable de todas las publicadas.

    Extrapolar estos datos de ineficiencia y de derroche es imposible, como recordó el presidente de la OMC. Solo en el caso de las mismas patologías, y teniendo en cuenta que las comunidades ofertan más o menos lo mismo, en el periodo estudiado el desembolso en técnicas inútiles superaría los 75 millones, calculó Kovacs. Para ello, tomó los tres millones del estudio y los multiplicó por 25, ya que aproximadamente uno de cada 25 españoles vive en Canarias.

    Pero lo importante del trabajo, como se encargaron de insistir los dos ponentes, no es el dato en sí, sino lo que representa. Y más en tiempos de crisis y de recortes. Precisamente ayer los colegios de médicos de toda España suscribieron un manifiesto en el que se comprometían a denunciar los malos usos, y este trabajo puede ser la primera piedra en ese camino. Por eso Kovacs y Sendín coincidieron en que antes de hablar de recortes indiscriminados o, más allá, de implantar una tasa por receta –como va a hacer Cataluña- habría que reevaluar lo que se está haciendo, ya que eliminar terapias inútiles podría ser el primer paso, y no supondría ningún tipo de merma de prestaciones. La Organización Mundial de la Salud calcula que el 30% de ellas son, en el mundo, inoperantes.

    A España no le faltan herramientas para ello. Aparte de la Agencia de Evaluación estatal, hay otras seis comunidades que tienen una, aparte de servicios en cada autonomía. Pero si en el caso de los nuevos fármacos se exigen ensayos –lo que no evita que el 50% de las reacciones adversas se detecten cuando ya están en el mercado, dijo Kovacs-, en las tecnologías esto no es así en muchos casos.

    Y hay otro aspecto posterior: que las autoridades luego apliquen las recomendaciones de sus propios expertos. En el caso de este estudio, que ha sido publicado en BMC Musculoeskeletal Disorders, no hay constancia de que el Gobierno canario, que lo encargó, haya tomado medidas para dejar de financiar los tratamientos inútiles (Kovacs apuntó al cambio en el Ejecutivo de la comunidad como una posible causa).

    “El sistema para quitar lo obsoleto de las prestaciones está obturado”, denuncia Juan José Artells, experto en consultoría sanitaria que ahora trabaja en Cic Co. “El cúmulo de agencias regionales no ha tenido ningún efecto en el saneamiento del catálogo de prestaciones”, añade. El ministerio quiere reforzar su papel, e intentará que las agencias trabajen en red, según una portavoz.

    Mejorar la eficacia del sistema es también la clave de los datos que maneja la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). Esta afirma que solo con evitar el uso de medicamentos innecesarios se podían ahorrar 1.300 millones al año. A ellos se añadirían 950 millones por una adecuada utilización de las tecnologías sanitarias. La disminución de la hospitalización innecesaria aportaría 5.750 millones, y reducir en un 10% las visitas a urgencias supondría otros 650 millones.

    En la línea de un mejor uso de los recursos, disminuir los efectos adversos durante la hospitalización, como las infecciones, podría aportar otros 975 millones. Junto con la prescripción por principio activo, estas medidas podrían suponer un ahorro de más de 13.000 millones (un 22% del gasto sanitario público, según los datos del Ministerio de Sanidad).

    A otro nivel, el reciente estudio del ministerio sobre la inutilidad de muchas terapias alternativas, empezando por la homeopatía, no ha llevado a que se limite su uso. Aunque, eso sí, en la mayoría de los casos estas se aplican en la sanidad privada, y no en la pública, con la excepción de algunos tratamientos de acupuntura para los que parece que hay algunas evidencias.

    martes, 14 de febrero de 2012

    pariendo en casa

    Pepi Domínguez: "Parir en casa es más animal"

    Esta matrona afirma que dar a luz en el hogar no supone más riesgos que hacerlo en el hospital pero cree que lo importante es que la mujer pueda decidir el lugar | Ha participado en la elaboración de la primera guía para la asistencia del parto en casa editada por el colegio de enfermería de Barcelona

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    La matrona Pepi Domínguez en su despacho de Titània-Tascó L.F.

    Parir en casa en lugar del hospital es hoy en España una opción que no entra dentro del sistema de la sanidad pública. A pesar de ello la matrona Pepi Domínguez (Badajoz, 1959) asegura que cada vez son más las mujeres que contemplan la posibilidad de dar a luz en el hogar. Domínguez nació en casa y también parió allí a sus dos hijas, una experiencia que define como “maravillosa”. Esta matrona, que ha participado en la elaboración de la primera guía para la asistencia del parto en casa editada por el colegio de enfermería de Barcelona y compaginó durante años la asistencia de partos en el hospital y en domicilios; y aunque asegura que trabajó en el hospital “muy a gusto” hace más de una década decidió dedicarse en exclusiva a los partos en casa. Domínguez, presidenta de la cooperativa Titània-Tascó, asegura que existen los mismos riesgos pariendo en casa o en el hospital y que dar a luz en casa es más económico. A pesar de ello remarca que el lugar en el que se pare es lo de menos “lo importante es que la mujer tenga una buena experiencia”.

    ¿Cuántos partos en casa ha asistido?
    No los cuento. ¿Cuántas entrevistas has hecho tú? Lo que haces cotidianamente normalmente no lo cuentas.


    Pero puedo asistir 40 o 50 partos al año. El último el domingo pasado (5 de febrero) en Poble Sec.

    Supongo que no tiene horarios…
    Es bastante sacrificado porque te pueden llamar en cualquier momento.

    ¿En qué consiste exactamente parir en casa?
    Parir siempre es parir, es dar a luz a un bebé. Y si lo haces en casa hay que preparar el rinconcito. En el que asistí el otro día la mujer había preparado en el suelo del comedor un colchón hinchable, había puesto una sábana y un plástico y allí parió. Lo preparó todo, me llamó a las siete y media y a las doce y seis minutos nació su hermosa bebé.

    ¿Una niña?
    Sí. Lúa. (Sonríe)

    ¿Está usted sola durante el parto?
    Yo soy la matrona, la profesional que va a asistir en el parto. Me encargo de controlar que la mamá esté bien, que el bebé esté perfecto y que el parto se desarrolle en las mejores condiciones. Todo el resto de cosas que se puedan necesitar la mamá debe buscar a las personas que se lo hagan.

    ¿Qué cosas son necesarias para parir en casa?
    Es un material sencillo. Empapadores, gasas, compresas, una palangana… Y en el parto del otro día también estaban los acompañantes que eran los que hacían de ayudantes y que en este caso eran las dos hermanas… Era un parto de tietes (sonríe).

    ¿El espacio y toda la preparación se hace bajo su supervisión?
    Sí. Además hacemos un curso llamado La mamá té un bebé a la panxa que sirve para preparar a la mujer, al entorno, a los hermanitos si es que quieren asistir al parto…Y les damos una lista con todo el material que deben tener preparado.

    ¿Necesita conocer el lugar exacto en el que la mamá quiere dar a luz?
    Sí. Y cuando vamos a conocer el lugar la mamá también tiene todo el material preparado para que yo lo revise. En esa visita también están los acompañantes que nos ayudarán en el parto. Cada uno tendrá su función.

    ¿El sitio en el que se pare no debe estar esterilizado?
    No hace falta, pero debe ser un lugar limpio.

    ¿Y qué utensilios usa usted?
    Básicamente un cordonete para atar el cordón cuando haya nacido el bebé, una pinzas Kocher y unas tijeras para cortarlo. También el estetoscopio de Pinard para escuchar al bebé o un monitor pequeño portátil. Generalmente llevamos también uno que sea acuático por si la mujer decide parir en el agua. Y una vez el bebé nace, se le hacen las mismas pruebas que en hospital.

    ¿Y si sucede algo?
    ¡Siempre sucede! ¡Nace un bebé!

    Ya ¿Pero si hay algún contratiempo?
    Se hace un traslado al hospital. La mujer previamente se habrá visitado en su hospital de referencia y tendrá la historia abierta por si hace falta; por si al final de la gestación surge alguna complicación o por si durante el proceso del parto hay algún problema para la mamá o para el bebé.

    ¿Se acaba haciendo muchos?
    No muchos… Puede estar en el 10% o algo así.

    ¿Cómo es el traslado?
    La familia tiene preparado un coche a no ser que sea una emergencia. En ese caso se llama a una ambulancia.

    ¿Cuánto tiempo dura el trabajo previo al alumbramiento?
    Solo se admite el plan de nacimiento en casa hasta la semana 28. No consideramos que se deba coger a alguien en el último momento porque hay muchas cosas que preparar, se tiene que ver que sea una mujer de bajo riesgo, se debe hacer un seguimiento de visitas.... Como mínimo se recomiendan cinco antes del parto.

    ¿La gente pierde los nervios durante el parto?
    No. Se emocionan. Generalmente la gente que opta por parir en su casa lo hace porque lo desea… Muchas veces dicen “¡Qué bien poder estar en casa y con quién queramos! ¡Que nadie me diga cómo me tengo que poner o las veces que puedo ir al lavabo!”.

    Es más acogedor…
    Nosotros consideramos el parto, la lactancia… bajo el prisma del método psicosexual. Consideramos que es una parte de la sexualidad femenina.

    Explíquese.
    Si quieres tener unas relaciones íntimas, igual en tu casa estás más cómoda que en un quirófano o con gente que no conoces. En general la gente va a buscar la intimidad. Y hay una parte de esto que hace que el parto sea más fácil, más fluido.

    ¿Es más fácil?
    Por supuesto. A esta mujer (muestra una foto colgada en su despacho) le asistí el parto el 31 de julio. Era primeriza, el bebé pesó cuatro quilos, no tuvo ni un punto… Me llamó a las once y media, llegué a las 12 y a las dos parió. Esto en los hospitales a veces es insidioso: horas y horas y horas y no se acaba nunca.

    ¿En este sentido el parto en casa es más humano?
    Bueno, es más animal (sonríe) No me gusta decir que es más humano porque los humanos hemos perdido un poco el origen. Los animales paren mejor.

    ¿Es mejor en casa?
    Donde la mujer esté segura. Si está más segura y tranquila en el hospital que vaya allí a parir porque lo va a hacer mucho mejor. Y si está más segura y tranquila en casa ¡que para en casa! El lugar no es tan importante, lo importante es que la mujer tenga una buena experiencia y que la criatura venga en buenas condiciones. No creo en el enfrentamiento, creo en la libre elección de la mujer. Ella tiene que elegir y no es más o menos mujer por su tipo de elección. Todos los profesionales, estemos donde estemos, tenemos que ser lo suficientemente respetuosos como permitir que la mujer decida. Para mi es importante que se respete lo que la mujer decide precisamente porque creo que el parto va a ir mucho mejor, sea en un hospital o en casa.

    Países como Dinamarca, Reino Unido o Holanda encabezan el ránking de partos en casa pero aquí no es una opción tan popular…
    En estos países no solamente está pagado por la Seguridad Social sino que también está promocionado por el Gobierno porque creen que es una opción válida, segura para la mujer, económica y tradicional. En España hubo un tiempo en que se perdió esta tradición de parir en casa...

    ¿Se está recuperando?
    Nunca se ha perdido del todo. Las mujeres han seguido pariendo en casa aunque igual no masivamente. Pero antes estaba subvencionado por la sanidad pública.

    Y ahora esto no es así…
    No. Todo pasó masivamente al hospital y no se dio la opción pública de que las mujeres pudieran parir en casa. Actualmente es una opción privada y por eso las mujeres están recogiendo firmas porque piden que parir en casa sea una opción dentro de la sanidad pública.

    ¿Cuánto cuesta parir en casa?
    El colegio de enfermería lo acotó en 1.900 euros. Es mucho más caro el precio que pagamos todos en la sanidad pública: la infraestructura, la estancia...

    Se dice que cuando llega la epidural ya ha pasado lo peor…
    El dolor y el placer tienen que ver con la sexualidad. No es lo mismo que elijas a tu pareja cuando quieres tener relación a que sea una violación. Si es una violación puede ser doloroso y si es una relación aceptada puede ser placentero. Esta comparación es para explicar que si la mujer no puede elegir cómo se tiene que poner, si le están imponiendo, si está recibiendo tacto sin que ella haya dado permiso, si se está sintiendo agredida y muchas veces violada, que muchas veces las mujeres lo verbalizan así, claro que va a ser muy doloroso y claro que va necesitar que la duerman porque no lo va a soportar. Si va a ser una cosa agradable para ella y una cosa querida que la va a emocionar porque va a estar viendo el pelito del bebé en el espejo… Y hay mujeres que sienten dolor y mujeres que no. Pero en este tema hay miedo y también presión social. A veces también se fomenta este miedo porque es rentable.

    ¿El miedo a que si no pares en el hospital no será tan seguro?
    El miedo en general. El miedo al parto es rentable.

    ¿Existen los mismos riesgos en un parto en casa o en el hospital?
    Estadísticamente sí. En los estudios que se han hecho bien, que son comparativos con edades, con condiciones, con asistencia… no hay diferencia. Incluso la estadística dice que cuando es un segundo parto es mejor en casa.

    ¿Recuerda con especial cariño algún parto?
    Te podría explicar muchas anécdotas, pero diferenciar uno de los otros… Me acuerdo de una mujer que tuvo su primer hijo en el hospital. En el segundo fue una mujer muy autónoma: yo estaba sentada en el comedor, ella entró en la habitación y en un momento dado escuché como que estaba empujando, entré… prácticamente no la toqué, cogí al bebé y se lo di. Ella dijo una frase que me impactó: “Si me hubieran dejado, el anterior también lo habría tenido igual”. Para ella era muy importante que la dejaran parir. Y el hermanito estaba allí y fue muy protector con la madre; traía todo lo que pedíamos.

    ¿Los niños acostumbran a estar presentes?
    Sí, si los padres quieren.

    ¿Y no se asustan?
    Los niños no tienen prejuicios. Están en su casa, en su entorno y si la mamá le ha explicado que va a parir y que va a coger al hermanito, se emocionan. Hace mucha gracia ver a un niño de tres años emocionado con el hermanito o la hermanita. Y son muy prácticos. En un parto en agosto, un hermanito entró, nos miró y como vio que hacía calor trajo un abanico y empezó a abanicarnos (risas).