sábado, 31 de julio de 2010

BALADA PARA UN LOCO


Entrevista a Guillermo Rendueles Olmedo, psiquiatra y activista
"He impuesto un orden al caos de la vida"

La nueva España

«La antipsiquiatría preveía un futuro perfecto y no se cumplió, más por la insolidaridad social que por el modelo» «El psiquiatra ni cura, ni enseña a vivir, ni absuelve de pecado»


Guillermo Rendueles Olmedo (Gijón, 1948), psiquiatra y activista durante muchos años, militó en el Partido Comunista en la clandestinidad y lo penó con rigor. Hijo de la burguesía gijonesa, discípulo de José Luis García Rúa, avanzado de la antipsiquiatría, autocrítico con las limitaciones de su disciplina, sus ideas han tenido en los últimos años una deriva libertaria.

-Acabó la carrera en 1970, con 23 años. ¿Ya conocía a su mujer?

-Conocí a María Jesús en 1969, en «Gesto», y García Rúa nos daba clases de alemán en su casa. Al acabar la carrera empecé la mili en la Marina, en el Ferrol. Intenté aprovechar las relaciones de mi padre para un enchufe, incluso con Torcuato Fernández-Miranda, pero valían más los informes de Claudio Ramos. Cuando llegué al Ferrol me llamó expresamente el vicealmirante -me hicieron vestirme de gala para verlo- para decirme que si las cosas fueran como debían, me ahorcarían y me advirtió de que tendría una mala estancia.

-Fueron a por usted.

-Sí, pero allí nadie dormía. Era el imperio del terror. El rapado, las duchas colectivas, el uniforme: la institución total. Salí con una visión del pueblo demoledora porque mis compañeros eran tan malos como los sargentos. Sálvese quien pueda. Los «carpetas», los que teníamos expediente policial, no podíamos hacer guardias ni trabajar en oficinas. Pude escaquearme un tiempo en un hospital de la Marina de Cádiz porque ayudé a hacer una tesis doctoral. La mili me hizo visceralmente antimilitarista, sentimiento que desarrollé años después, cuando mi hijo se hace insumiso.

-Hace la residencia en Oviedo.

-El primer MIR de España. Se inaugura el Hospital General de aquel gobernador civil del Opus Dei, López Muñiz, que trae un «staff» muy prestigioso de EE.UU. Montoya, venía de Canadá; Pepe García, años después consejero de Sanidad, de Alemania.

-¿Ya le interesa lo que hace?

-Sí. Había un ambiente muy competitivo, por la excelencia científica, y muy idealista, por la construcción de una sanidad pública. La psiquiatría estaba muy ideologizada. El mejor modelo para la psiquiatría era la autogestión. El discurso psiquiátrico era la antipsiquiatría. Encontramos un manicomio enorme con 800 locos y secciones cerradas, abiertas y semiabiertas. Vivíamos allí, en una residencia. El análisis era que el problema de la psiquiatría no es el cerebro, sino el encierro. Los síntomas de lo que llamamos locuras se deben más al encierro que a la enfermedad.

-¿Cómo lo ve hoy?

-La teoría de Ervin Goffman sobre las instituciones totales -cárceles, cuarteles, manicomios...- me parece correcta. Franco Basaglia -a quien algunos van a ver a Gorizia (Italia) y viene a España- es muy deslumbrante, pero hoy sabemos que el defecto esquizofrénico continúa aunque derribemos la institución. Entonces las ideas antipsiquiátricas recorrían el mundo y no moderaron su entusiasmo hasta los ochenta. Para escuchar la voz del enfermo creamos una minicomunidad terapéutica en la que se votaban los permisos y en la que te confundían si no llevabas bata. De los 800 internos, muchos no tenían que estar allí, era el estigma, y el manicomio es un ambiente pobre en estímulos. Ese efecto secundario lo comprobamos hoy en enfermos que no han pasado por el manicomio. En aquel discurso tan ideológico se creía que en el futuro habría menos psiquiatras porque la población sería más cordial, y menos medicamentos. Hoy vemos que se ha psiquiatrizado la sociedad y se acude a la ayuda profesional en lugar de gestionar los propios problemas. El «pope» denostado de entonces, López-Ibor, acertó más cómo sería nuestra práctica que mi amigo y aplaudido Carlos Castilla del Pino, porque recetamos más antidepresivos. Hay locos que desatar, que necesitan un trabajo y una sociedad acogedora, pero la realidad es que salen a una sociedad hostil en la que, si no hay trabajo para los sanos, imagínate para ellos. Nadie los quiere cerca: o los acoge la familia o los ves vagando. Preveíamos un futuro perfecto que no se cumplió, más por la sociedad insolidaria que por el modelo.

-La psiquiatría ahora.

-Es una práctica muy confusa. La medicina moderna se basa en la radiología y el laboratorio mientras que el psiquiatra pretende hacer una medicina sin prueba. Con pocos datos tienes que hacerte idea de la intensidad de una depresión y recetar fármacos brutales que pasaron de no costar casi nada a ser carísimos.

-¿Está justificado el precio?

-Han rebajado los efectos secundarios y engordan menos. La población los pide y los laboratorios han colonizado a los profesionales. Hay una asociación, «No, gracias», a la que pertenecemos 15 o 20 médicos, ninguno residente, y no aceptamos congresos en Nueva York ni esas cosas a las que han llegado desde el bolígrafo de propaganda. Los nefrólogos, por ejemplo, pueden medir mejor la eficacia de un medicamento; la de los nuestros es más subjetiva, no tenemos marcadores biológicos. Se espera del psiquiatra que sea algo maestro, médico y confesor, y promete lo que no da: ni cura, ni enseña a vivir ni absuelve de los pecados.

-Pero receta drogas legales.

-Otra falsa promesa. Ninguna droga mejora la vida. Si la hubiera, yo la tomaría.

-Tuvo un MIR conflictivo.

-Tres huelgas seguidas. Ganamos las dos primeras: formar parte de los órganos de dirección y que el MIR, que era beca, se convirtiera en contrato. Perdimos la tercera: evitar que entrara un enchufado. Hicimos un encierro y acabaron con todo, con despidos en el «staff» y sin dejar un residente. Es verdad que el Partido Comunista trató de capitalizar aquello, que hubo solidaridad de los mineros, que estuvo Gerardo Iglesias, pero esta lucha no era un pretexto contra el régimen. El equipo desperdigado llevó la reforma psiquiátrica por toda España.

-¿Qué hizo usted?

-Trabajé en Ciempozuelos (Madrid) y luego en el Hospital Provincial de Gerona, como «staff», cinco años. Allí nacieron mis dos hijos. Allí me enteré de la muerte de Franco. Estaba de guardia y me despertó un compañero, Cristóbal Colón, a la voz de «Franco ha muerto». Algunos enfermos lloraron, pero para nosotros era el muerto soñado. Fuimos a celebrarlo desayunando una torrada de pa amb tomàquet. Colón hace ahora los mejores yogures del país en La Fageda, una cooperativa de Olot que da trabajo a enfermos mentales.

-¿Por qué dejó Gerona?

-Forjador de derrotas, en mitad de un conflicto, el hospital dejó de tener residencia. Yo era «staff», pero no vi mucho futuro. Nos gusta Cataluña, pero teníamos mucha añoranza, oposité al Insalud... y aquí estamos y seguimos.

-Dejó el PCE en el congreso de Perlora en 1978.

-Los que se fueron del PCE entraron en el PSOE. Herrero Merediz contaba en reuniones que el PSOE necesitaba técnicos. Yo dije que «ni cargado de duros», frase que me hizo perder amigos. Reenganché la política en la fundación de Izquierda Unida, pero con actividad muy «light». Ahora tengo una deriva libertaria a la que llego por Fernando Álvarez-Uría, por la revista «Archipiélago». Sigo a Robert Castel, que hereda la antipsiquiatría, y a Foucault. Mi última pelea es la insumisión. Mi hijo César, un estudiante brillante, se hace insumiso, lo procesan y lo condenan a dos años. Ahora dirige «La Dinamo», la revista animosa.

-¿Qué trasladó a sus hijos?

-Esos valores antimilitaristas y de extrema izquierda. Venían a las «manis» con nosotros. Antes de la insumisión tuvo un problema en el Instituto del Piles por una pintada que decía: «Votando, por el culo nos van dando», una cosa de cuatro críos. El Ayuntamiento socialista los llevó a juicio. Con 15 años no podían juzgarlos, pero cuando el juez le preguntó por qué no había corrido y contestó que no iba a dejar a sus compañeros, sentí que había logrado su educación.

-¿Mereció la pena todo esto?

-Doy gracias no sé a quién por la buena vida, por ser un privilegiado, estar sano, sin guerra, hacer carreras y dar charlas a chicos que en las «manifas» primero creen que soy «poli» y luego «uno de los nuestros». He dado sentido a la vida, he impuesto un orden a este caos.




Clasificación DSM-IV con códigos CIE-10


La nueva clasificación de "enfermedades mentales" es un verdadero catálogo de productos comerciales,a partir de nuevas enfermedades inventadas.
Los labos tienen que colocar sus productos antiguos con indicaciones nuevas y ha hincharse a facturar...


CONGRESO MUNDIAL DE PSIQUIATRIA(Cuidado!!!!!!,no viaje a Baires en esas fechas)
18 al 22 de Septiembre de 2011 – Buenos Aires, Argentina
Sheraton Buenos Aires Hotel & Convention Center

Dentro de un año en Buenos Aires,entre tangos y bifes,los panelistas,expondran sus delirios "a la carte"sobre una cincuentena de "nuevas enfermedades del tipo de:
Síndrome de falta de ganas de trabajar
Psicopatología del cambio de coche
Delirios acerca de las ganancias en Bolsa

y muchas otras más.(hasta 58 y no es broma)


Calma que para todas habrá pastillitas........



El Tema oficial del Congreso será BALADA PARA UN LOCO,para ir será necesario saberse la letra.



miércoles, 28 de julio de 2010

Tomamos mate o ¿qué?

Tres de cada diez mujeres no tienen orgasmos y se resignan


Las causas pueden ser orgánicas o emocionales. El dato surge de un estudio realizado por el hospital Durand entre casi 400 casos. Los especialistas dicen que atenta contra la estabilidad de la pareja. Y recomiendan hacer una consulta para revertirlo.

PorGisele Sousa Dias


Lo primero que me bloquea es la inseguridad con mi cuerpo: que no estoy depilada, que con la luz prendida ni se te ocurra, que se me notan los rollos. El problema es que cuando todo pasa por la mente y no por los sentidos es muy difícil excitarse lo suficiente y después se hace una bola de nieve: para no tener que dar explicaciones una termina acostumbrándose a fingir el orgasmo, y cuando te acostumbrás a que las relaciones sexuales acaban cuando termina él, hasta terminás renunciando a la posibilidad de intentar llegar a un orgasmo”, cuenta Paula. Su historia podría parecer la de una señora mayor resignada al disimulo. Pero Paula tiene 26 años, y no es la única.

Un estudio del área de Disfunciones Sexuales de la División Urología y Ginecología del hospital Durand, entre casi 400 casos, demostró que 3 de cada 10 mujeres tienen trastornos del orgasmo. Sin embargo, 6 de cada 10 encuestadas manifestaron que su vida sexual es satisfactoria. ¿Verdad o conformismo? “La alteración en esta fase de la respuesta sexual puede deberse a causas orgánicas: depresión, medicación antidepresiva, trastornos hormonales (hipotiroidismo), dolor en el coito o causas fisiológicas como la menopausia. Pero cuando no aparecen causas orgánicas debemos considerar factores inherentes a la educación sexual, tabúes o causas emocionales como las fobias sexuales. Es cierto que muchas mujeres se resignan porque perduran resabios de la mujer que sólo debe conformar al varón, donde la masturbación es mala palabra y en donde les cuesta indicarles a sus parejas qué es lo que les gusta”, explica a Clarín Amado Bechara, profesor de urología de la UBA y jefe del sector disfunciones sexuales del Durand. “Si cuando esa mujer se masturba tiene orgasmos, el problema no es del orgasmo sino de sus vínculos. Es muy frecuente ver mujeres que pierden todo el erotismo cuando tienen que practicar sexo oral o cuando tienen que mostrarse desnudas con la luz prendida”, describe Adolfo Casabe, urólogo y miembro del equipo.

Paula sabe que su respuesta sexual “a mitad del camino” conspira contra la posibilidad de tener una pareja estable. Beatriz Literat, jefa del departamento de disfunciones sexuales de Halitus, habla de eso: “Muchas mujeres creen que, al no tener orgasmos, son defectuosas, entonces no se quieren exponer: tener sexo ocasional con un desconocido las libera de tener que rendir cuentas. Pero quienes tienen pareja suelen tener otro problema: ellos quieren saber si terminaron o no y ellas sienten eso como un acoso o una exigencia”.

Y es ahí donde suele naturalizarse la idea de fingir: “Fingir la excitación o el orgasmo tiene que ver con conformar al otro, evitar el conflicto, pero lo que se esconde es una enorme falta de comunicación y de confianza”, dice Bechara. Lo dice Paula: “Lo que pasa es que una no se pone en primer lugar, ni en la cama ni en la vida. Siempre como un “service” del otro. Al no pedir, no recibís. Te quedás calladita, le hacés de todo y si vos no pudiste, nadie se entera”.

Así, las fobias aparecen como fantasmas a los que se van acostumbrando a domar. “Existen fobias sexuales como el miedo a ser penetradas o al dolor en la relación sexual que limitan la posibilidad de relacionarse sexualmente. Afectan la excitación y el orgasmo y pueden afectar el deseo”, dice el sexólogo y psiquiatra, Adrián Helien.

En muchos casos, esas fobias tienen su raíz en situaciones de abuso: se calcula que 3 de cada 10 mujeres que consultan vivieron alguna situación de abuso sexual.

Claro que si hay algo que sobra en este terreno son las falsas creencias: “Muchas creen que tienen un problema porque no tienen orgasmos con penetración vaginal. Otras creen que tienen que tener orgasmos múltiples cuando se sabe que un 70% de las mujeres no lo consigue. Y hay muchos casos de disfunciones sexuales encubiertas: ¿Sabés la cantidad de varones cuyas mujeres les prohíben tomar Viagra con la excusa de que tienen miedo de que se mueran del corazón? ¡Es mentira! Cuando le niegan el tratamiento al varón, en verdad están blanqueando su propia falta de deseo”, revela Casabe.

“El gran cambio para que una mujer logre el orgasmo consiste en dejar de esperar que el varón se lo dé y sólo con penetración, y entender que debe hacer algo activamente para lograrlo. Muchas no tienen en cuenta que la mayoría necesita estimulación clitoridea adicional para llegar al clímax. En la cama, Copperfield no existe y los príncipes que te despiertan con un orgasmo tampoco”, dice Helien.

La buena noticia es que los trastornos de las distintas fases de la respuesta sexual (deseo, excitación u orgasmo, dolor sexual) tienen solución. Habrá que dejar de hacer lo que el avestruz y entender que su ausencia o su retraso no tiene por qué ser una cadena perpetua.

martes, 27 de julio de 2010

YANQUIS INHUMANOS

Una de las de las víctimas del sistema de deportación

Las deportaciones en EEUU se ceban con los discapacitados


AGNESE MARRA


No son conscientes de sí mismos, ni de lo que significa la deportación. Algunos llevan décadas viviendo legalmente en Estados Unidos, pero un día les comunican que serán deportados. No tienen ningún tipo de defensa legal y su cabeza no le permite representarse. La discapacidad a veces se paga con 10 años de cárcel por juicios inconclusos.


No tienen derecho a un abogado de oficio. No son del todo conscientes de la situación en la que se encuentran, y sin apenas darse cuenta pueden llegar a estar recluidos hasta 10 años en una cárcel norteamericana esperando a ser deportados.

Los discapacitados son las grandes víctimas de la política de deportación norteamericana. "Pocos aspectos de la legislación estadounidense son tan complicados como la deportación y, sin embargo, cada día tienen que comparecer ante los tribunales personas con discapacidad mental sin abogados ni ninguna salvaguardia que garantice una audiencia justa", denuncian fuentes de Human Rights Watch y la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).

Ambas organizaciones de derechos humanos detallan las crueldades de esta política en el informe "Deportation by Default: Mental Disability, Unfair Hearings, and Indefinite Detention in the US Immigration System" -"Deportación por defecto: Discapacidad mental, audiencias injustas y detención indefinida en el sistema de inmigración de EU"-, en el que se insiste en cómo los inmigrantes con discapacidad mental permanecen detenidos injustificadamente durante años, a veces sin límites legales.

La conclusión principal es que los ciudadanos con discapacidad son los que corren mayor riesgo de ser deportados de forma errónea, ya que los tribunales no les garantizan audiencias justas a los que no pueden representarse a sí mismos.

El texto documenta y sustenta reiteradas situaciones en las que no se permitió que personas con discapacidad mental presentaran argumentos contra su deportación -incluso demostrando su ciudadanía estadounidense- porque no podían representarse a sí mismas.

En este sentido las organizaciones piden al Congreso norteamericano que apruebe las leyes pertinentes para que se asignen abogados a todas las personas con discapacidad mental que comparezcan en los tribunales de inmigración.

INCAPACES DE PRONUNCIAR SU NOMBRE

Los niveles de discapacidad de las víctimas son bien diferentes, sin embargo el informe pone como ejemplo el caso de algunos deportados que no sabían decir ni su propio nombre, tenían delirios, no podían determinar el tiempo, y no sabían que la deportación significaba la expulsión de Estados Unidos. "Algunos padecen una discapacidad tan grave que no saben sus propios nombres ni qué es un juez", relataban desde Human Wrights.

Sin embargo, los juicios ignoran la circunstancia mental de las víctimas. Aquellos que no tengan dinero para pagarse un abogado asistirán a un juicio sin defensa de ningún tipo y sin la capacidad de poder explicar sus circunstancias debido a su problema mental.

Esto es lo que le sucedió a un residente permanente legal que llevaba 40 años en Estados Unidos que no podía recordar su fecha de nacimiento, o explicar la razón de por qué estaba tomando medicinas, podría ser deportado a México. Cuando fue entrevistado por la autora del informe en un centro de detención de Texas, dijo que quería la ayuda de un abogado.

"El juez sólo me da prórrogas para ver si puedo conseguir un abogado... Es difícil porque algo está mal en mi cabeza, y me cuesta trabajo saber qué decirle", dijo.

Cuando le preguntó por su discapacidad mental, contó que había recibido varios impactos de bala en la cabeza y algunas balas seguían alojadas dentro: "Creo que tuve que haber muerto porque recuerdo que vi a niños con alas".

El informe de Human Rights Watch y la ACLU documenta los casos de 58 personas con discapacidad mental que se enfrentan a la deportación y están detenidas en Arizona, Texas, California, Florida, Illinois, Wisconsin, Carolina del Sur, Pensilvania y Virginia.

La mayoría son residentes permanentes legales en Estados Unidos que se enfrentan a la deportación por delitos penales no violentos, como allanamiento o posesión de drogas. Muchos de ellos estaban recibiendo tratamiento psiquiátrico en la comunidad antes de ser arrestados.

La legislación y las prácticas migratorias vigentes para los detenidos por infracciones de inmigración no contemplan el derecho a un abogado de oficio ni a otras salvaguardias, como evaluaciones de su competencia para someterse a un juicio justo durante el proceso de deportación.

La única salida que les queda es la representación gratuita que ofrecen algunas organizaciones de derechos humanos. Sin embargo, la gran mayoría sólo tiene la opción de costearse una defensa que casi siempre les resulta imposible de pagar.

HASTA 10 AÑOS DE CÁRCEL

Al menos 57.000 de los inmigrantes detenidos y que se enfrentaban a una deportación en 2008 (15% del total) sufrían de alguna discapacidad mental. Este porcentaje de detenidos también se convierte en el más frágil, ya que su detención se vuelve con frecuencia injustificadamente prolongada. Al no tener la capacidad de representarse a sí mismos, muchas veces se considera que el proceso no puede continuar y entonces algunas personas llegan a estar detenidas hasta 10 años sin que se resuelvan sus casos.

"Nadie sabe qué hacer con los detenidos con discapacidad mental, por lo que todos los componentes del sistema de inmigración han eludido esta responsabilidad", señaló Sarah Mehta, becaria de Human Rights Watch y la ACLU."El resultado es que las personas languidecen durante años mientras sus expedientes (y sus vidas) se transfieren de un lugar a otro o quedan paralizados indefinidamente", agregó.

OBAMA BATE RÉCORDS CO LAS DEPORTACIONES

El conocimiento del informe de Human Wrigths coincide con los últimos datos ofrecidos por la agencia de Inmigración y Aduanas estadounidense que calcula que en este período fiscal deportará unas 400.000 personas, casi un 10% más que las deportadas en 2008 por el gobierno del presidente George Bush, y un 25% más que las deportadas en 2007", ha informado el diario estadounidense The Washington Post.

"El ritmo de inspecciones de empresas ha aumentado casi cuatro veces desde el último año del gobierno de Bush", señalaba la agencia, quien recordó que en el período fiscal 2008, el Gobierno de Estados Unidos deportó 369.221 personas, de las que 114.415 habían cometido algún delito.

En el período fiscal 2009, sumaron 387.790 las personas deportadas, de las cuales 136.126 eran delincuentes.Desde que comenzó el período fiscal 2010 el 1 de octubre pasado, y hasta el 7 de junio, habían sido deportadas 227.163 personas de las cuales 113.453 habían cometido crímenes.

sábado, 24 de julio de 2010

CUANDO EL ASESINO ES RUBIO,CLASE ALTA Y OJOS CELESTES


Carlos Robledo Puch, en Sierra Chica

La sombra del ángel negro

Jorge Fernández Díaz
LA NACION



La sombra del ángel negro

EL prefecto del penal de Sierra Chica no quería que me fuera con las manos vacías, así que me ofreció al Loco del Martillo. No era un mal bocado. Se trataba de un asesino serial que había aterrorizado al país sorprendiendo a sus víctimas en la cama: entraba por las ventanas y les destrozaba de un golpe la cabeza. Pero yo había viajado hasta Olavarría para verme cara a cara con el mayor mito negro de la historia de la Argentina, y era muy joven, no admitía sustitutos. El prefecto fue sincero: Carlos Eduardo Robledo Puch no había recibido a ningún periodista en trece años de encierro. A una reportera que le había escrito una carta rogándole una entrevista, le había mandado decir que sólo lo haría si le compraba un camión Scania. Yo tenía veinticinco años, era cronista policial y había leído a Soriano, que escribió en La Opinión un artículo antológico sin haber conocido al múltiple asesino. Todavía me recuerdo a mí mismo en un viejo archivo de la calle General Hornos leyendo aquellos ajados y escabrosos recortes en el que se lo veía al muchacho rubio y angelical de Olivos que inesperadamente había cometido once homicidios, diecisiete robos, una violación y una tentativa, un abuso deshonesto, dos raptos y dos hurtos, y que por una desinteligencia con su socio lo había asesinado y le había quemado con un soplete el rostro y las huellas dactilares. No se dio cuenta de que, oculta en el bolsillo trasero, el occiso guardaba su cédula de identidad: la policía hizo las conexiones obvias y detuvo a Robledo Puch. También recuerdo el día en que se escapó y hubo alarma en todo Buenos Aires, como si un monstruo hubiera roto las cadenas y anduviera vagando por las calles sediento de sangre. Lo recapturaron a las pocas horas, y en 1980 fue juzgado y condenado por el tribunal de la Sala 1a. de la Cámara de Apelaciones de San Isidro. "Esto fue un circo romano -dicen que dijo Robledo-. Algún día voy a salir y los voy a matar a todos."

Cinco años después estaba confinado para siempre en una estrecha celda de aquella prisión de máxima seguridad. No quería ver a nadie y pasaba los días en el pabellón de homosexuales. Le propuse al prefecto que simuláramos una visita guiada y que me llevara hasta su calabozo. Traspusimos puertas y rejas, y nos metimos en esa galaxia fría y gris rodeada de granito y vigilada por ojos duros y armas largas. Una fortaleza dominada por un olor indescriptible. El olor de las fieras. Entramos en el pabellón señalado y caminamos por ese corredor gótico espiando por ventanucos infames a los hombres que sobrevivían a la sombra. Cada preso era una historia violenta y luctuosa. El funcionario me indicó la puerta de la verdad y ordenó que la abrieran. Vi en un relámpago cómo Robledo Puch se tiraba de la cama cucheta y se ponía en posición de firme frente a la autoridad. No era ya el muchacho pecoso, rubión y siniestramente aniñado de las fotografías. Ahora era un sujeto maduro y gastado por la desgracia. Traté de que no me temblara la mano. Me la apretó blandamente, con una inesperada condescendencia, y escuchó mis argumentos, que parecían una improvisación: "Estamos visitando la cárcel, pero me encantaría poder charlar con usted, Carlos". Robledo no tenía ningún inconveniente; me pidió que lo esperara un rato. El prefecto me llevó hasta el edificio redondo que domina la boca de los pabellones y me sugirió que aguardara a Robledo en un cuarto que era más pequeño que un ascensor. Pensé, con taquicardia, que si Robledo se daba cuenta de mis intenciones se me tiraría encima y me arrancaría los ojos. Pero tragué saliva y aguanté un rato. Repeinado y provisto de un grabador y carpetas, el tipo cerró la puerta y comenzó a hablarme a borbotones sobre Dios, las profecías, los querubines que lo habían visitado en su celda, la inocencia absoluta de todos los crímenes que se le endilgaban y la maldición que había caído sobre quienes lo habían condenado: abogados que eran arrollados por un tren, testigos que se habían suicidado, personas que eran asesinadas o morían de horribles y repentinas enfermedades, y otras pestes bíblicas. Intercalaba, en sus relatos, oraciones grabadas de pastores evangélicos que pronunciaban su sermón, y me pedía una y otra vez que tratara de comprender las entrelíneas de esas admoniciones. Pasamos cuatro horas parados, uno junto al otro, unidos por su mirada fija y escrutadora y su discurso chirriante e hipnótico.

Al final lo acompañé hasta su pabellón. Arrastraba los pies y era más pobre y andrajoso que un mendigo. Le dije tímidamente que escribiría algo acerca de todo esto. Nos despedimos. En un arrebato de torturada compasión, dejé en la entrada todo el dinero que yo traía en un sobre a su nombre. Al regresar a Buenos Aires sentí mareos, jaquecas, paranoias, miedo seco y vergüenza por tener todos esos sentimientos. Durante años sentí también una especie de telaraña pegajosa que me acompañaba y no me dejaba en paz. Fue una de las experiencias más extrañas y traumáticas de toda mi vida profesional, y volví a recordar cada detalle de esa pesadilla hace unos pocos días, mientras devoraba El Angel Negro , un libro alucinante que acaba de publicar el periodista Rodolfo Palacios.

Este experimentado escritor de no ficción, que pertenece a la nueva generación periodística, viajó decenas de veces a Sierra Chica y trabó una relación mucho más larga y honda con el hombre de la oscura leyenda. El diálogo que reproduce a través de las páginas recuerda a El silencio de los inocentes y las revelaciones que glosa no dejan de asombrar. Las escenas se suceden. Robledo escribiéndole una carta a Galtieri y haciendo todo lo posible para ser enviado a la Guerra de Malvinas. Robledo fantaseando con robar un banco y cometer el crimen perfecto, y soñando con salir en libertad y suceder a Perón: "Llamaré a los jóvenes para encabezar una revolución". Robledo Puch es ahora un neoperonista capaz de anunciar el fin del planeta a la manera de Cormac McCarthy: "Se vendrá (más rápido que despacio) una era de canibalismo? Este fenómeno se dará cuando haya desabastecimiento en las góndolas por las causas que sean. El mundo será dominado por los insectos. La guerra empezará en las cárceles, donde combatirán entre todos".

La alusión al canibalismo y los combates carcelarios es el eco irreflexivo del motín de Semana Santa de 1996, cuando un grupo de convictos tomó a 17 rehenes y mató a ocho presos. Se dice que jugaban a la pelota con la cabeza de uno de ellos y que convirtieron al otro en picadillo de empanadas. Robledo Puch corrió hasta la parroquia con su Biblia amarillenta en la mano y se encerró durante días para no ser presa de los cazadores.

Cuarenta y cinco misivas le escribió el ángel negro a su biógrafo, quien cuenta entre sobresaltos cómo un famoso neurocirujano intentó someter a Robledo a una lobotomía frontal, y cómo éste, más adelante, perdió los estribos y prendió un fuego en la carpintería de Sierra Chica: "Se puso antiparras, una frazada de capa y gritó: «¡Abran paso, soy Batman y voy a escapar volando!»". Palacios narra la escena en la que Robledo le confiesa que pretendía ganar un millón de dólares por venderle a Hollywood su gran historia. El plan consistía en seducir a Francis Ford Coppola, Quentin Tarantino o Martin Scorsese, y ser interpretado por Leonardo DiCaprio. "Cometí el pecado de reírme de su idea delirante -cuenta el cronista-. Golpeó la mesa, apretó los dientes, me miró con odio y sentenció: «Sos un ignorante, un apocado, un timorato y un pusilánime»."

Pese al horror de sus crímenes, los delirios de sus sueños y sus amenazantes cambios de humor, Palacios jamás pudo verlo como una hiena. Siempre mantuvo una mirada humanitaria y trató de comprender realmente por qué un chico común de un barrio acomodado se había transformado en un multihomicida. Sus extenuantes encuentros incluían desagradables requisas y Robledo terminó anotándolo como "amigo" y condoliéndose por su suerte. Al final de las entrevistas solía decirle al periodista esta frase significativa: "Cuidate, acá adentro es un infierno, pero afuera está peor. Mucho peor".

El trabajo de Palacios es apasionante, y toca dos puntos muy altos cuando toma conciencia de que en la Argentina nadie jamás firmará la libertad de ese psicópata, por más que apele una y otra vez y demuestre buena conducta. Y luego cuando irrumpe con su propio relato el decano de los médicos legistas, Osvaldo Raffo, que también tuvo largas tenidas con el asesino en los Tribunales de San Isidro. "No era un adversario fácil -confiesa Raffo treinta años después-. Los psicópatas son manipuladores. El pretendía jugar conmigo al gato y al ratón". Palacios le pregunta al perito: "¿Cree que si sale algún día volverá a matar?". El perito no lo duda: "¿Alguien se animaría a liberar de la jaula al león viejo porque hace mucho que no come?". Y es entonces cuando el periodista percibe que Raffo volvía de aquellos duelos verbales con dolor de cabeza, perturbado. "Descubrí que estar tanto tiempo con ese personaje, que destila maldad por todos sus poros, me había intoxicado. No era un humano. Sentía un desasosiego, algo inexplicable. Me había metido en su alma y en su mente, había bajado a los infiernos? Tenga mucho cuidado, Palacios. No sé si era su mirada penetrante, el halo maligno que lo rodeaba o algo misterioso. Pero seguramente usted va a sentir cosas raras."

Al leer ese sentimiento común que aquejó efectivamente al cronista después de aquejar al médico regresé a aquella lejana tarde de 1985 cuando yo mismo probé esa turbia gelatina del mal que lo rodeaba y que nunca pude olvidar. Los ojos de un ángel negro te persiguen para siempre. © LA NACION



A los jóvenes no les dice nada,fue el mayor asesino serial de los años '70,de familia "finoli"de Olivos,el barrio "bien"de la gran ciudad que es Buenos Aires y su conurbano.

Conmovió al país sobre todo,porque no era un "negro"villero,no era un "cabecita de mierda",aún no existían los "cartoneros",gronchos y otras categorías con que los miembros de la clase media porteña regalan apodos a los que son un poco oscuritos de piel y viven mal,muy malamente.Los que se venden como putas,sirvientes,changueros,peones,albañiles y otras profesiones que no son de "descendientes " de europeos....viste ,Ché?..,

Era rugbier,rubio,de clase media catalana,socios del Casal de Catalunya.

Sigue preso,le autorizaron a salir,pero pidió vivir en el pabellón de homosexuales y entre los misterios del caso está el porqué se tardó en juzgarlo hasta la década de los '80.Sus crueldades incluyen matar a un bebé que estaba en una cuna cuando mató a sus padres.

Hay varios libros sobre él,dio un par de entrevistas llenas de delirios místicos y se le diagnostico una enfermedad que ya ni siquiera existe.DELIRIO MÍSTICO REIVINDICATIVO.

En esos momentos,una dictadura civico-militar,con la que colaboraron más de 20.000 argentinos,entre milicos,funcionarios,alcahuetes,fascistas peronistas y antiperonistas de toda laya, habían aprendido de Robledo Puch.

Desaparecieron 30.000 argentinos,mataron unos 8000,mandaron al exilio a un millón "repasaron"por la cárcel a otro medio millón y tuvieron a un asesino serial al que apodaron el "angel rubio".

Poco a poco pasan por la carcel,pero miles ni serán juzgados.Robledo Puch,un nene de pecho al lado de Videla,Martinez de Hoz,Massera,Menendez,Agosti,Aleman purga cárcel.


Allí se pudra,aunque no debería estar solo.Cosas que tiene la vida.La Nacion,nunca dijo nada de los otros muertos,no le interesó saber que motivos llevaron a los de la ESMA a tirar gente viva desde los aviones,a este periodista(?)que escribió sobre Robredo Puch,tampoco.




¡¡¡Sueltenlo,ché!!!!




ALGO NUEVO SOBRE DIABETES

La diabetes podría estar en los huesos

El esqueleto tiene un papel en la regulación de la glucosa en la sangre y podría ser la causa subyacente de la diabetes, revelan dos estudios llevados a cabo en Estados Unidos.

Esqueleto

Se encontró un vínculo entre una hormona que producen los huesos y la regulación de la insulina.

Ambas investigaciones descubrieron la función de una hormona derivada de los huesos, llamada osteocalcina, y su vínculo con la insulina.

Uno de los estudios, llevado a cabo en ratones, encontró que la descomposición de hueso envejecido, que ocurre para permitir el crecimiento de nuevo hueso, también ayuda a mantener un nivel sano de glucosa en la sangre.

Y el vínculo, dicen los científicos del Centro Médico de la Universidad de Columbia, es la osteocalcina.

Los investigadores, que publican el estudio en la revista Cell, creen que el hallazgo podría conducir a mejores tratamientos para controlar la epidemia global de diabetes tipo 2.

El doctor Gerard Karsenty y su equipo ya habían demostrado en estudios previos que la osteocalcina puede regular los niveles de glucosa.

Esta hormona puede "encender" la producción de insulina en el páncreas, lo que a su vez mejora la capacidad de otras células de absorber glucosa de la sangre.

Pero en la nueva investigación, se encontró que la osteocalcina sólo trabaja cuando el hueso está descomponiéndose durante su proceso de formación natural.

En las pruebas llevadas a cabo para medir los niveles de osteocalcina y glucosa en un pequeño grupo de pacientes que tenían un defecto genético óseo, confirmaron los resultados que encontraron en los ratones.

Implicaciones importantes

La diabetes tipo 2 es la forma más común de la enfermedad y es causada cuando el organismo no puede producir o responder apropiadamente insulina y no puede regular los niveles de glucosa en la sangre.

Inyección de insulina

Los pacientes con diabetes deben inyectarse insulina.

El estudio sugiere que en algunos pacientes la diabetes podría ser provocada por cambios en el esqueleto.

Y esta información podría conducir al desarrollo de fármacos que estimulen el vínculo entre osteocalcina e insulina.

Asimismo, dicen los investigadores, el hallazgo también podría significar que los fármacos que se utilizan para el fortalecimiento óseo en el tratamiento de trastornos como la osteoporosis podrían interferir con este proceso y causar problemas con el azúcar en la sangre.

"Esta investigación tiene implicaciones importantes tanto para los pacientes con osteoporosis como diabetes", dice el doctor Karsenty.

"Primero, este estudio demuestra que la osteocalcina está involucrada en la aparición de la diabetes. Y segundo, el hueso podría ser un nuevo blanco en el tratamiento de diabetes tipo 2, ya que parece contribuir a la intolerancia de la glucosa".

"Y finalmente, la osteocalcina podría convertirse en un tratamiento para la diabetes tipo 2", expresa el científico.

En el segundo estudio, también publicado en Cell, los investigadores del Instituto Médico Johns Hopkins descubrieron que la insulina es necesaria para el desarrollo normal de los huesos y esta hormona, dicen, puede ser el vínculo entre la salud ósea y las enfermedades metabólicas como al diabetes.

En el estudio con ratones, los animales cuyos huesos no pudieron responder a la insulina desarrollaron resistencia a la hormona y altos niveles de azúcar, ambos síntomas de la diabetes.

Los científicos esperan ahora poder confirmar estos resultados en estudios más amplios con seres humanos.

viernes, 23 de julio de 2010

N O L E S P A G U E(a los ladrones)

El gobierno llamó a los usuarios a no pagar el incremento a las prepagas

Publicado el 23 de Julio de 2010
Las empresas aseguraron que cada una puede hacer lo que quiera. Miles de usuarios ya recibieron la factura con subas sin haber sido notificados con 30 días de antelación. Defensa del Consumidor recomendó no abonarla.

Aunque se habían comprometido a aplicarla en agosto, las empresas de medicina prepaga ya empezaron a cobrar en julio las tarifas con aumentos del 15%. Frente a esta situación, la subsecretaria de Defensa del Consumidor, María Colombo, recomendó a los usuarios afectados no pagar los incrementos imprevistos y en aquellos casos que no tengan éxito presentar una denuncia en el organismo. Además, la resolución 175/2007 de la Secretaría de Comercio Interior, establece que no se puede modificar de forma unilateral un contrato sin notificar a las partes con al menos 30 días de antelación.
“Nos dirigimos a Usted con el objeto de informarle que, a partir del vencimiento que opera en agosto de 2010, nuestra institución ajustará el valor de sus planes un 15%”, señala una nota que llegó esta semana a un cliente de la prepaga Osde. La misma incluye a continuación un nuevo cuadro tarifario que, a contramano de lo que habían anunciado hace unos meses las empresas de medicina privada, rige con las subas para el mes de julio y no para agosto. Las mismas cartas, que en su mayoría están fechadas en junio, fueron recibidas, entre otras empresas, por clientes de Swiss Medical y Medifé. Y en otras compañías, como Omint, hay clientes que siguen sin recibir los cambios en la tarifa.
“Es una barbaridad, tienen que avisar con 30 días de anticipación, y el anuncio había sido de una suba desde agosto”, explicó a Tiempo Argentino Sandra González, titular de Adecua.
El aumento, que alrededor de 1,2 millon de afiliados directos (sin contar los corporativos) pensaban abonar al finalizar agosto, lleva los planes familiares básicos a valores promedio de $2000 mensuales para una familia con dos hijos. Pero hay un detalle más importante: la prestación de un servicio sin regulación, que sólo tuvo como escollo a los aumentos tarifarios los intentos que hizo la Secretaría de Comercio Interior, ya acumula incrementos del 35% desde el año pasado. En diciembre-enero de 2009, las prepagas aumentaron sus planes un 12%; en abril de 2010, se dio otra suba, esta vez de 8%. Mientras que con el incremento actual del 15% el sector ya es el servicio con el mayor incremento en los últimos ocho meses.
Este diario consultó respecto de la situación a las cámaras empresarias. Voceros de la Asociación de Empresas de Medicina Privada (Ademp), intentaron justificarse al decir que “este es el primer aumento que no se decide corporativamente, es decir, cada empresa procedió de acuerdo a sus necesidades”. Por el lado de Cimara, la otra de las cámaras, no hubo explicaciones al respecto.
En las notas enviadas a los usuarios, las empresas indican que la razón de los aumentos “se debe al constante incremento del valor de bienes y servicios”, que según las mismas se pagan a valor dólar. En este sentido, el presidente de Cimara, Jorge Aufiero aduce que “el costo o gasto médico, esencia de la actividad, representa el 82% del precio de venta, a ello hay que adicionarle, antes de impuestos, el costo de administración, marketing y ventas”.
Históricamente, a medida que fueron ganando terreno en la población, las compañías del sector tomaron como conducta la imposición de repetidas subas en las cuotas, con la base en la dolarización de costos. La idea de la cartera encabezada por Guillermo Moreno fue autorizar sólo un aumento por año, algo que se cumplió en 2005 y 2006, mientras que en 2007 se actualizaron valores cada once meses, y la presión actual es aumentar cada cuatro meses.
Esta suba de julio, habiendo otra anterior aprobada en abril, rompe aun el esquema de las empresas.
Al igual que sucede con las empresas de TV por cable, los precios fueron en ascenso mientras la calidad caía en picada. En la última estadística de reclamos elaborada por la asociación Deuco, las prepagas monopolizan las quejas que encabezan celulares seguidos de los usuarios de cable y los celulares. Para González, “con la sanción de la ley de regulación del sector se terminaría con esta situación, pero al parecer falta decisión política para avanzar en ese aspecto”. Entre tanto, millones de usuarios indefensos esperan una solución integral a un asunto muy delicado. que involucra a la salud. <

El Eternauta vivirá siempre


Salamandra que vive até 100 anos surpreende cientistas



SÃO PAULO - Cientistas dizem ter descoberto uma espécie de salamandra cega que vive em média 69 anos e pode chegar até a 100 anos de idade, três vezes mais que espécies próximas. Os pesquisadores acreditam que o estudo da Proteus anguinus pode ajudar a entender os mecanismos de envelhecimento no ser humano, já que esse animal consegue viver muito, mesmo não tendo baixos níveis de metabolismo ou altos níveis de antioxidantes, como era de se esperar. As informações são do Live Science.

De acordo com a reportagem, o proteus já foi erroneamente chamado de "peixe humano" - "peixe" porque passa toda sua vida na água e "humano" por causa da pele rosada que lembra a de muitas pessoas. A salamandra tem olhos atrofiados e virtualmente nenhum pigmento na pele, adaptações para viver em locais praticamente sem luz. Devido ao formato do corpo, esse animal também já foi chamado de filhote de dragão.

"Nós sabíamos há muito tempo que ele tinha um tempo de vida longo, mas não tínhamos dados suficientes para ter certeza", diz Yann Voituron, da Universidade Claude Bernard em Lyon, na França.

Um dos detalhes que intrigam os cientistas é o tamanho da salamandra - de 25 cm a 30 cm de comprimento entre 15 g e 25 g de peso. Pequenas criaturas dificilmente vivem tanto quanto grandes animais, o que leva pesquisadores a suspeitarem que o motivo é o rápido metabolismo de pequenos seres vivos.

Contudo, como o proteus pode viver tanto tempo com um corpo tão pequeno, sem uma taxa de metabolismo lenta e seu uma atividade antioxidante alta? Segundo os cientistas, isso pode ser explicado pela vida lenta desses animais. "(A salamandra) é extremamente inativa durante sua vida. (...) Ela não tem predadores nas cavernas, então também não se estressa. Ela precisa se mover apenas algumas vezes para se alimentar e para se reproduzir uma vez a cada 12 anos", diz Voituron.

Os cientistas também pretendem estudar o animal geneticamente - para tentar identificar alguns genes que possam influir na sua longa vida - e sua estrutura celular. Contudo, os pesquisadores se dizem preocupados em encontrar uma forma de conduzir esses estudos sem fazer mal à salamandra, já que a quantidade de tecido necessária para ser extraída poderia até matá-la. "Nós temos que achar uma forma de trabalhar com ela sem matá-la", diz Voituron.


jueves, 22 de julio de 2010

EL TIMO DEL GOJI


La OCU pide a Sanidad la retirada de las bayas de Goji por contener "sustancias tóxicas"

La organización pide tranquilidad a los consumidores del producto porque su ingesta no produce una "intoxicación aguda"


Las bayas de goji,que se habían hecho populares en España y casi desconocidas fuera de España ,se empezaron a consumir por los que ejercían la "medicina natural" después de visitar los montes Himalayas.
Cientos de charlatanes por todo el planeta,desde los homeópatas hasta los vendedores de pulseras magnéticas y otras artilugios para "creyentes"(los mismos que creen en diferentes dioses y religiones)se aficcionaron a las mismas.
No había ningún control sanitario y se vendía en mercadillos y tienduchos de "medicinas paralelas".
Muchas personas,sin los más mínimos conocimientos médicos,quizás por alguna mala experiencia con malos médicos o simplemente por picardía y deseo de hacerse de dinero fácil,montan consultas de naturopatía y recomiendan desde bayas a collares magnéticos.
El brujo de la tribu,todavía tiene carisma.
Y estamos llenos de colegas médicos que trabajan a sueldo de multinacionales más peligrosas que las bayas de Goji,todo hay que decirlo.



La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha pedido hoy al Ministerio de Sanidad que retire las bayas de Goji del mercado porque contienen sustancias tóxicas, tales como metales pesados y pesticidas, aunque pide que "no cunda el pánico" porque no causan "una intoxicación aguda".

La OCU ha analizado diez muestras de este producto de moda en distintos puntos de venta -tiendas de frutos secos, horchaterías, herbolarios y supermercados de Madrid y Barcelona- con el objetivo de conocer sus famosas propiedades para la salud. Todas las bayas estudiadas, concluye la organización, "incumplen los requisitos para su comercialización y, entre otras cosas, contienen gran cantidad de pesticidas, algunos ilegales en Europa, y metales pesados como el cadmio, cobre y plomo".

La plataforma pide que "no cunda el pánico" porque la ingesta de las bayas de Goji no causa "una intoxicación aguda", ya que sería necesario tomar 400 gramos diarios para que hicieran efecto inmediato, pero advierte de que su consumo puede tener consecuencias a largo plazo. En caso de intoxicación aguda, la OCU recuerda que el cadmio puede provocar problemas gastrointestinales, vómitos y diarrea. Una ingesta continuada, lo que sería más común, puede ocasionar daños al riñón o afectar a la producción de hormonas sexuales, ya que el cadmio está asociado con una baja natalidad así como con fracturas por pérdida de mineralización ósea.

La OCU se ha dirigido a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) solicitando que las bayas de Goji sean retiradas del mercado y que se ejerza un mayor control sobre este tipo de productos, pues los problemas detectados, comunes a todas las muestras, "no parecen ser un hecho aislado", sino más bien "generalizado".

Estas bayas rojas -originarias de la región del Tíbet- se comercializan con un etiquetado en el que se asegura que refuerzan el sistema inmunológico, protegen las células contra los radicales libres, ayudan contra la fatiga y el agotamiento y promueven la longevidad. También se afirma que favorecen la vista, regulan tanto el sueño como el apetito, cuidan los riñones y el hígado, aportan energía, ayudan a la pérdida de peso, tratan la presión arterial, solucionan los problemas de la menopausia y curan la impotencia.

La OCU ya había avisado de que no existen evidencias científicas que avalen tales efectos saludables de las bayas de Goji y, "mucho menos, pagar el precio tan alto que se pide por ellas", unos 24 euros el kilo, de media.

miércoles, 21 de julio de 2010

UNA JOYITA DE MEDICO....


La operación de fimosis que acabó en vasectomía

El urólogo no examinó el historial del joven paciente antes de la operación y le dejó estéril por error


José María tenía 27 años cuando decidió operarse de fimosis. Una intervención bastante sencilla que consiste en realizar un pequeño corte en el prepucio del pene para dejar al descubierto el glande. Pero tras ser operado la mañana del 26 de noviembre de 2004 en un quirófano del Hospital Virgen de la Paloma de Madrid, el paciente seguía teniendo fimosis y además le habían dejado infértil. El urólogo le había practicado una vasectomia bilateral por error.

El doctor se «despreocupó» de examinar el historial clínico del paciente antes de la intervención y tampoco habló con éste sobre el objeto de la operación, según recoge la sentencia a la que ha tenido acceso ABC.

Cuando José María llego a su casa aquella mañana comprobó con estupor que no le habían operado de fimosis, por lo que acudió a otro centro médico donde le confirmaron sus sospechas. Se dirigó entonces al urólogo que le había operado, que tras darse cuenta del error le citó al día siguiente para solucionar quirúrgicamente el desaguisado y ahora sí realizar la circuncisión. Por suerte para el paciente, la vasectomía es una intervención que tiene un carácter reversible, por lo que José María pudo recuperar su fertilidad «robada».

En su defensa, durante la instrucción del caso, el urólogo alegó que la confusión se debió a un error en el parte y culpó a su secretaria de haber puesto en la agenda «Vasectomía» en vez de «Fimosis». Pero su estrategia de derivar responsabilidades no quedó ahí. Según el ya condenado doctor, el paciente, bajo anestesia local, también era responsable del entuerto porque debió haberlo advertido.

El día del juicio, sin embargo, el médico aceptó la pena propuesta por el Ministerio Fiscal y la acusación particular dirigida por los Servicios Jurídicos de la asociación El Defensor del Paciente. El urólogo, que ha sido condenado a un año de prisión, tampoco podrá ejercer su profesión durante el mismo tiempo por un delito de «imprudencia grave profesional con resultado de lesiones» que recoge el Código Penal.


lunes, 19 de julio de 2010

LA REVOLUCION MEDICA DEL PERONISMO

Carrillo, o el apellido de la revolución sanitaria

(Nota enviada por Daniel Cichero). Durante nueve años, el hombre se dedicó a “edificar” el sistema sanitario argentino. Hizo mucho más que organizar los servicios, acabar con enfermedades endémicas o construir más de 250 hospitales en distintos puntos de país. Ramón Carrillo puso en práctica la concepción de la salud como un derecho. Sin embargo, su militancia y su gestión no tuvieron el corolario que hubiera merecido. Tras el golpe de 1955, murió en Brasil, solo, pobre y exiliado.
Nada es casual. Que Ramón Carrillo haya nacido en Santiago del Estero, de seguro tiene relación directa con su percepción de las cosas y con la construcción de sus ideas. Que fue un alumno brillante en la Facultad de Medicina de Buenos Aires lo explican datos simples, como que egresó a los 22 con Medalla de Honor. O que fue becado para perfeccionarse en Europa junto a Cornelius Ariens Kappers, uno de los más destacados neurocirujanos de su tiempo.

Sin dudas, Carrillo bien pudo recorrer otros caminos, como neurólogo o como investigador de elite. Pudo “hacer carrera”, si por eso se entiende dotarse de esa clase de prestigio profesional que se obtiene al margen de las condiciones concretas en las que se desenvuelve un país. Pero decidió tomar otros caminos y se sumó a las corrientes del pensamiento nacional que entonces encarnaban los radicales de Forja. “Sólo sirven las conquistas científicas sobre la salud si éstas son accesibles al pueblo”, solía citar a modo de manifiesto.

¿Un Ministerio de Salud?

Fue entonces, en el contexto de la Década Infame, cuando comenzó a desarrollar sus tareas innovadoras en el Hospicio de las Mercedes y en el Hospital de Alienadas, como se llamaban los actuales hospitales psiquiátricos Borda y Moyano de Buenos Aires. Por esa época, Ramón Carrillo ya se había consolidado como un prestigioso neurocirujano y formaba parte de diversas sociedades científicas nacionales y del exterior. Había ganado el Premio Nacional de Ciencias de 1937 (por su trabajo Yodoventriculografía) y era autor de varias obras especializadas en anatomía patológica, anatomía comparada y clínica neurológica.

Pero siempre hay un punto de “bifurcación”, un momento a partir del cual los caminos personales se tornan definitivos. Y Carrillo llegó a él en 1939, cuando se hizo cargo del Servicio de Neurología del Hospital Militar. Allí, con la información clínica de los soldados conscriptos de todo el país en sus manos, al joven médico le quedó grabada la magnitud del desastre sanitario nacional. Carrillo eligió abandonar la neurología y la investigación para dedicarse -sin más vueltas- al desarrollo de la medicina social.

Por esos años también conoció al coronel Perón, quien más tarde -en el año 1946- lo convertiría en el primer ministro de Salud de la historia argentina. Sí, sí, leyó bien. El primero. Es que así era la cosa por aquellos tiempos. A no ser por un humildísimo Departamento Nacional de Higiene, en el organigrama de los gobiernos argentinos podía haber lugar para ministerios y secretarías de Ganadería, de Agricultura o de Educación, pero no de Salud.

De alguna manera, no era de extrañar. Entonces, la medicina era considerada como una profesión privada orientada sólo a restaurar la salud de enfermos individuales. Los sanatorios privados atendían a los pudientes y un puñado de hospitales provinciales, municipales y religiosos se ocupaba de los grupos marginales. En pocas palabras, la cuestión sanitaria nacional estaba bien afuera de la cabeza de los decisores políticos.

Ramón Carrillo se convirtió así en el estratega de un área de gestión pública novísima. Más que eso, en un médico dispuesto a revolucionar la concepción y la organización de los servicios de salud.

Organizar y hacer
El primer paso de Carrillo fue realizar un estudio integral de los problemas sanitarios de la Argentina. El diagnóstico previo señalaba, por ejemplo, que el país contaba con el 45% de las camas necesarias. Y esto a modo de promedio, porque había regiones enteras de las provincias más postergadas con “cero” camas cada mil habitantes. Así, siempre con datos a la vista, se originó el Plan Analítico de la Salud Pública. Un diagnóstico sobre el que, en sus 4.000 páginas, se iban a organizar todas y cada una de las acciones de la recién estrenada Secretaría de Salud Pública.

Como resultado de la acción metódica, en unos pocos años, el sistema sanitario duplicó el número de camas existentes, erradicó enfermedades endémicas, como el paludismo, e hizo desaparecer la sífilis, el tifus y la brucelosis. Con todo ese esfuerzo organizado, la mortalidad infantil promedio, por ejemplo, se redujo drásticamente del 90 al 56 por mil.

La estrategia sanitaria se basaba en dos principios muy sencillos: centralización normativa y descentralización ejecutiva. Es decir, en unificar pautas y criterios de alcance general, para luego delegar las decisiones operativas en cada uno de los Hospitales y Centros de Salud. Ambos niveles de atención se convirtieron en un tándem que cambió todo de raíz. Si el Centro de Salud era concebido como “un conjunto de consultorios con servicio social, visitadoras sanitarias y bioestadística, para captación de enfermos, reconocimiento de sanos y tratamientos ambulatorios”, cada “Ciudad Hospitalaria” -así se denominaban los nuevos hospitales generales- funcionaría con mayores niveles de especialización y complejidad, pero siempre en correlación con uno o más de estos centros sanitarios.

Antes de que finalizara 1948, ya se habían inaugurado los primeros 50 Centros de Salud. Y desde ellos, por primera vez, cobró impulso un nivel específico para la ejercer el mejor costado de la medicina: la prevención.

Ladrillos y equipos
Todo esto no fue sólo el resultado de la disposición de recursos materiales. Más bien fue un desarrollo conceptual acerca del rol de la medicina dentro de la política social del Estado, que supo priorizar la acción preventiva y regionalizar la atención.

En el fondo, lo que primaba en Carrillo era una meridiana claridad política en sus objetivos. “Los problemas de la medicina como rama del Estado, no pueden resolverse si la política sanitaria no está respaldada por una política social. Del mismo modo que no puede haber una política social sin una economía organizada en beneficio de la mayoría”, dejó por escrito.

Las obras edilicias fueron enormes. Carrillo se encontró con la necesidad de planificar la construcción de hospitales, institutos, sanatorios para crónicos, centros de salud, hogares para niños y ancianos y hogares escuela. Por esa razón, se decidió por un único estilo arquitectónico y prototipos de construcciones estándar para cada nivel de capacidad y complejidad. A ello se sumó la necesidad de aceitar una estructura administrativa que debía estudiar el equipamiento necesario en cada caso -y licitarlo-, así como controlar la marcha de los trabajos, emitir los certificados de obra y pagarlos.

Los trabajos ejecutados por intermedio del Ministerio de Obras Públicas, por el propio Ministerio de Salud (se creó una subsecretaría específica con ese fin) y por la Fundación Eva Perón, dieron como saldo la creación de 4.229 establecimientos sanitarios con ¡130.180 nuevas camas! Nunca antes, ni después, la salud pública argentina recibió un impulso de tal magnitud.

En 1953 escribió Teoría del Hospital, un compendio doctrinario que resumía los principios sobre la conformación arquitectónica, técnica y administrativa del hospital moderno. Es decir, la propia experiencia desarrollada en ocho años de trabajos. Sin embargo, el propio Carrillo advirtió que “los hospitales no se organizaban a base de libros ni a conocimientos estrictamente técnico-médicos, sino principalmente a base del conocimiento de la problemática social de la población que el establecimiento va a servir, y de la política sanitaria que se trazan los gobiernos’.

Cuesta abajo
El camino que recorrió Carrillo no fue lineal ni exento de dificultades políticas. A pesar de su éxito fenomenal, llegó a ser cuestionado también desde los propios círculos cercanos al gobierno. Y al cabo, en 1954, ofreció su renuncia legando un trabajo formidable.

Tenía 50 años y se estaba sometiendo a un tratamiento en los Estados Unidos contra un mal que él mismo se había diagnosticado: “hipertensión arterial maligna con manifestaciones encefalopáticas”. En esa condición, mientras vivía con los bolsillos flacos en Nueva York, lo encontraron las jornadas de la llamada Revolución Libertadora. Bien pronto fue acusado de “enriquecimiento sin causa”, pese a la justificación de bienes que hiciera a través de su hermana. Sus dos únicas propiedades fueron interdictas y se le secuestró todo el mobiliario.

Fuera del país debió sostenerse con aportes que le enviaban sus amigos (Ver “Su última carta”), hasta que consiguió un empleo en una empresa minera estadounidense que operaba en Belem do Pará, en el norte de Brasil. El gobierno de facto argentino incluso presentó una protesta ante el brasileño -en la que se lo calificaba de “prófugo’ y “ladrón de nafta” - porque se le había prestado ayuda médica. Sus libros y cuadros en Buenos Aires fueron saqueados y de nada valieron los recursos y las aclaraciones interpuestas.

Las crónicas dicen que murió apenas unos pocos meses después -en diciembre de 1956- de un accidente cerebrovascular. ¿Pero quién podría descartar que su final desventurado fuera alentado por la amargura del golpe de estado, las acusaciones de corrupción y la soledad agobiante del exilio?

Más allá del asombro que impone “su” revolución sanitaria, un breve pensamiento suyo se sostiene en el siglo 21 con pasmosa vigencia: “Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son pobres causas”.

Campaña contra el paludismo

Ramón Carrillo organizó la campaña contra el paludismo sobre la base de disputar “casa por casa” el terreno que había invadido el mosquito Anopheles. El esfuerzo de campo fue dirigido por el doctor Carlos Alberto Alvarado y, en su momento, constituyó uno de los mayores emprendimientos sanitarios realizados en el mundo en relación a la superficie abarcada y a la cantidad de técnicos y equipos que se movilizaron. El resultado fue espectacular: de 300.000 casos nuevos que se dieron en 1946, se pasó a apenas 137, en 1950. Una campaña de esta envergadura, y sostenida durante años, hoy nos haría sonrojar frente a las respuestas ofrecidas ante otras enfermedades endémicas en la actualidad.


SU ÚLTIMA CARTA


Ramón Carrillo murió lejos, solo, pobre y derrotado. Su estado de ánimo quedó grabado en su última carta, dirigida a su amigo, Segundo Ponzio Godoy:

Belém do Pará, 6 de septiembre de 1956

Mi querido Ponzio:

Yo no sé cuánto tiempo más voy a vivir, posiblemente poco, salvo un milagro. También puedo quedar inutilizado y sólo vivir algo más. Ahora estoy con todas mis facultades mentales claras y lúcidas y quiero nombrarte el albacea de mi buen nombre y honor. Quiero que no dudes de mi honradez, pues puedes poner las manos en el fuego por mí. He vivido galgueando y si examinas mi declaración de bienes y mi presentación a la Comisión Investigadora, encontrarás la clave de muchas cosas. Vos mismo intuiste con certeza lo que pasaba en mí y me ofreciste unos pesos. Por pudor siempre oculté mis angustias económicas, pero nunca recurrí a ningún procedimiento ilícito, que estaba a mi alcance y no lo hice por congénita configuración moral y mental. Eran cosas que mi espíritu no podía superar.

Ahora vivo en la mayor pobreza, mayor de la que nadie puede imaginar, y sobrevivo gracias a la caridad de un amigo. Por orgullo no puedo exhibir mi miseria a nadie, ni a mi familia, pero sí a un hermano como vos, que quizás (conociéndome) puedas comprenderme.

No tengo la certeza de que algún día alcance a defenderme solo, pero en todo caso si yo desaparezco, queda mi obra y queda la verdad sobre el gigantesco esfuerzo donde dejé mi vida.

Esta obra debe ser reconocida y yo no puedo pasar a la historia como un malversador y ladrón de nafta. Mis ex colaboradores conocen la verdad y la severidad con que manejé las cosas dentro de un tremendo mundo de angustias e infamias. Ellos pueden ayudarte.

Mi capacidad de trabajo está muy reducida; vivo como médico rural en una aldea. Ahora de nuevo me quedé sin puesto, pues la Compañía donde actuaba levantó campamento. A mí, poco a poco, se me han cerrado las puertas y no pasa un día en que no reciba un golpe. Poco a poco mi organismo ha comenzado a desintegrarse definitivamente. He aceptado todo con la resignación que me es característica. No tengo odios y he juzgado y tratado a los hombres siempre por su lado bueno, buscando el rincón que en cada uno de nosotros alberga el soplo divino.

El tiempo y sólo el implacable tiempo, dirá si tuve razón o no al escribirte esta carta, ya que en el horizonte de mis afectos, no veo a nadie más capaz que vos de tomar esta tarea cuando llegue el momento, que llegará, cuando las pasiones encuentren su justo nivel.

Ramón

El documental “Ramón Carrillo, el médico del Pueblo” (2006), dirigido por Enrique Pavón Pereyra (h).




Mientras Carrillo moría en la más abyecta miseria,él que había hecho las mejores obras del gobierno de Perón,ignoraba que Perón era millonario................