miércoles, 1 de marzo de 2017

EL GPS QUE NO ES MILITAR...TODAVIA

Emilio Kproff, físico, investigador de Conicet en el Instituto Leloir
La función de GPS interno
Trabajó junto a los Nobel de Medicina de 2014. Descubrió las speed cells: células que determinan la velocidad del desplazamiento de los individuos en el espacio. En la actualidad, se cree que podrían servir para avanzar en la comprensión del Alzheimer.
Emilio Kproff es investigador de Conicet en el Laboratorio de Plasticidad Neuronal del Instituto Leloir.
Emilio Kproff es investigador de Conicet en el Laboratorio de Plasticidad Neuronal del Instituto Leloir.
(Imagen: Sandra Cartasso)
 


En 2015, Emilio Kproff descubrió las speed cells, neuronas ubicadas en la región de la corteza entorrinal del cerebro, claves en la determinación de la velocidad del desplazamiento de los seres humanos. Y, aunque sus experimentos se realizan con roedores, en la actualidad, afirma que sus investigaciones podrían ayudar a comprender el funcionamiento de los circuitos de la memoria en pacientes con patologías neurodegenerativas como el Alzheimer. Kproff es investigador de Conicet en el Laboratorio de Plasticidad Neuronal del Instituto Leloir. Es licenciado en Física y tras obtener un doctorado en Neurociencia Cognitiva (en Italia), entre 2008 y 2011, migró a Noruega para investigar bajo la dirección de los doctores Edvard y May-Britt Moser, matrimonio que recibió el Nobel de Medicina en 2014. En esta oportunidad, comparte sus aportes en el conocimiento del GPS interno, describe el modo en que realizó sus experimentos con un peculiar dispositivo denominado “troncomóvil” y proyecta las potencialidades que tendrán sus estudios sobre el hipocampo en el futuro.  
–Usted es físico como sus padres.
–Es cierto, aunque no lo tuve tan claro desde entrada, porque también me gustaban otras áreas del conocimiento. Tras idas y venidas recalé en la física porque considero que es una ciencia universal.
–¿Por qué?
–Porque es una plataforma que permite al individuo especializarse en una multiplicidad de áreas. Basta con observar el mercado de trabajo para contemplar físicos en investigaciones biológicas, psicológicas y neurocientíficas, entre otras. Tiene que ver con una formación que promueve la construcción de teorías y su comprobación en la realidad. 
–Luego, realizó un doctorado en Italia. En este sentido, ¿por qué entre tantas posibilidades escogió la neurociencia cognitiva?
–Ya en el 2° año de cursada advertí que los temas de la física no me gustaban y en cambio, lo que sí me apasionaba era todo lo referido a las redes neuronales y al modo en que los sistemas artificiales contaban con la capacidad de aprender. Por eso trabajé un tiempo con robots en el Departamento de Computación (UBA). Con el tiempo, ya no me preocuparon tanto las emulaciones computacionales y me interesé por comprender cómo funcionaban los cerebros reales. La atención se concentró en el hipocampo: un área del cerebro cuyas redes neuronales circundantes se encargan de formar memorias nuevas. Eso ayuda a los seres humanos a orientarse en el espacio. Es el conocido “GPS cerebral”.
–Sobre este tema trabajó junto a los doctores Edvard Moser y May-Britt Moser, matrimonio noruego ganador del premio Nobel de Medicina en 2014.
–Sí, trabajé en su laboratorio desde 2008 al 2011. Ahí hice un posdoctorado. En esos años, sus apellidos resonaban en el ámbito científico internacional y se creía que podrían ser premiados en cualquier momento.
–¿Cómo definiría al “GPS cerebral” o “interno”?
–Se trata de un complejo de circuitos neuronales que asisten al ser humano de modo permanente –aunque a menudo no se perciba– y permite el desarrollo de las actividades más cotidianas. Por ejemplo, es el responsable de que las personas salgan de sus casas y lleguen al trabajo todos los días, a pesar de que reciban nuevos estímulos de modo constante. Ningún día es igual a otro, así que toda la información receptada varía. Somos capaces de filtrar datos para planear recorridos y cumplir objetivos. Esto sucede incluso cuando las condiciones no son las adecuadas, es decir, cuando hay una calle cortada o una manifestación y el cerebro debe decidir una ruta alternativa. Se trata de un sistema interno al que no prestamos demasiada atención, hasta el momento en que lo perdemos. Me refiero a los pacientes con Alzheimer que, en muchas ocasiones, salen de sus casas y no tienen registro de dónde están, ni a dónde quieren ir.
–De ahí el vínculo entre el GPS cerebral y la memoria...
–Sí, es un mismo mecanismo que procesa ambos circuitos. Sin embargo, no podemos decir con precisión absoluta hasta qué punto la información es la misma.
–¿Qué ocurre en el cerebro de aquellas personas que no tienen “ubicación espacial”? Por suerte existe el GPS artificial, ¿no?
–Sí, pero es necesario aclarar algo. Hoy en día, el GPS artificial –el que todo el mundo tiene en las aplicaciones de sus celulares– no tiene la capacidad de brindar todas las respuestas. Por caso, de cortarse la luz en una vivienda, la tecnología no ayudará al individuo a llegar a la cocina hasta encender una vela, porque este tipo de acciones solo se consiguen con el GPS interno que, en la actualidad, cumple funciones que lo hacen indispensable. Precisamente, un gran desafío será el diseño de equivalentes artificiales que permitan la navegación de cualquier persona al interior de su casa. Por otro lado, existe una correlación entre el tamaño de la estructura del hipocampo y la capacidad que desarrollan las personas para orientarse. Así como también es importante la conectividad de los circuitos. Existe un trabajo muy interesante respecto a los taxistas de Londres que responde a su pregunta sobre ubicación espacial.
–¿De qué trata?
–Para poder manejar un taxi por las calles londinenses, los postulantes pasan exámenes en los que deben demostrar un riguroso conocimiento de las calles. En esta línea, existen múltiples estudios que han demostrado que el tamaño del hipocampo de los taxistas es superior al común de las personas. Una explicación posible es que esto pasa porque se trata de una de las pocas áreas del cerebro en la que existen neuronas nuevas que se agregan de modo constante. Quiere decir que si un individuo utiliza mucho este circuito, quizás tenga más neuronas que lo ayuden a procesar la información de manera más eficaz.
–En 2015, usted descubrió las denominadas speed cells. 
–Sí, para explicar su funcionamiento es necesario describir las teorías que examinan cómo funciona el GPS interno. En la historia reciente, uno de los grandes descubrimientos fue el de las neuronas grid cells      (“células de retícula”) ubicadas en la corteza entorrinal (un área adyacente al hipocampo). Su hallazgo fue importante porque brindan los ejes de coordenadas y habilitan la ubicación en el espacio con una simetría hexagonal (a diferencia de los cartesianos cuya simetría es cuadrada). 
–¿Podría explicarlo con un ejemplo?
–La navegación en altamar es ilustrativa al respecto. En siglos precedentes, lo que los tripulantes observaban al navegar no brindaba ninguna información respecto a dónde estaban ubicados, por eso tomaban como referencia a las estrellas. Sin embargo, la situación se complicaba cuando el cielo estaba nublado, de modo que advirtieron la necesidad de un mapa de coordenadas. En nuestro cerebro humano serían las grid cells. Por otra parte, requerían de un segundo elemento para conocer la dirección en que realizaban el movimiento: la brújula.
–Las head direction cells (descubiertas un poco después que las grid cells) serían al cerebro humano lo que las brújulas para los marineros.
–Exacto. Son neuronas que brindan información sobre la dirección de los movimientos. 
–De modo que, siguiendo su explicación, faltaría un tercer elemento. Porque ya se conocía el mapa de coordenadas, la dirección del movimiento, pero no la velocidad...
–Sí, con ese propósito los tripulantes lanzaban un barril al agua atado con una soga con nudos (aún hoy la velocidad en altamar se mide en “nudos”). De modo que necesitábamos descubrir la existencia de algún sistema que al interior de la corteza entorrinal nos permitiera completar el rompecabezas para calcular la velocidad en la que nos movemos. Ahí reside nuestro aporte, en el hallazgo de las speed cells (neuronas de velocidad).
–Perfecto, el rompecabezas completo y el GPS interno adquiere sentido. Sin embargo, ¿cómo realizaron sus experimentos? 
–Uno de los principales problemas al que nos enfrentábamos en los experimentos es que resultaba muy difícil controlar a qué velocidad se movían los animales. 
–Entonces diseñaron el “troncomóvil”.
–Sí, se trata de un aparato que nos permite indicarle al animal cómo moverse. Un carrito que viaja a través de una guía –como la de un tren– y atraviesa de una punta a la otra toda la extensión de la sala (4 metros). Como el vehículo no tenía piso, las ratas caminan junto al troncomóvil a la velocidad que nosotros le indicamos por intermedio de un sistema informatizado. Al final del recorrido, si lo hacen de manera correcta reciben un chocolate como recompensa. De este modo, contamos con una cobertura de distintos rangos de velocidad que era lo que buscamos y por su intermedio comprobamos empíricamente la existencia de neuronas que codifican la velocidad.
–¿Y esto cómo podría investigarse en humanos?
–Son muy pocos los experimentos que pueden realizarse en humanos, básicamente porque no se pueden implantar electrodos a las personas de no existir una justificación médica. Sin embargo, no hay que olvidar que las ratas constituyen modelos adecuados de experimentación y que, en general, todo lo que se prueba en sus hipocampos tiene su correlato en el de los seres humanos.
poesteban@gmail.com
Gregorio Martín, catedrático de Computación; dirige el Institut de Robòtica de la UPV
¿Edad? A Menorca, de niño, si había mala mar, no nos llegaba ni el barco ni el pan. La digitalización no reemplazará unos empleos con otros, sino que ‘uberizará’ la mayoría: serán flexibles y precarios. El reto es que paguen impuestos para mantener el Estado de bienestar. Diserto en el Palau Macaya, de La Caixa
“Muchos de nosotros moriremos acariciando una máquina”
LV | Foto: David Airob

“Muchos de nosotros moriremos acariciando una máquina”

Empleos ‘uberizados’

La sociedad digital generaliza la desintermediación y el autoservicio. Con ayuda de la inteligencia artificial , que aprende y enseña a gran velocidad, se universaliza el empleo freelance y la economía colaborativa. Martín explica cómo el modelo Uber para el transporte se va replicando en la docencia y los servicios profesionales. Por eso surgen actores globales que, como Uber, ponen en contacto a quien necesita y a quien ofrece servicios; gestionan el pago a comisión y garantizan –dicen–la fiabilidad del intercambio. Por un lado, permiten trabajar y emplear a todos por horas; por otro, liquidan el actual empleo con sus derechos y su tributación. Para mantener el Estado de bienestar habrá que hallar fórmulas aún inéditas.
La revolución digital crea tantos empleos como destruye?
¿Sabe cuánto valor genera usted en su empresa?
Pues, ahora mismo, no...
Alphabet, la supergoogle, factura 73.000 millones de dólares y tiene 66.000 empleados; así que cada empleado genera 1,2 millones de dólares anuales, lo que significa 100.000 al mes... ¿Y usted?
Prefiero no hacer esos cálculos.
Ninguna empresa jamás había soñado con ganar tanto. ¿Quiere ir a París?
Siempre quiero ir a París.
Pues si no fuera por el terrorismo, entre su decisión de ir a París y pisar París no habría ni un empleado. Hace veinte años había decenas, empezando por una agencia de viajes.
Destrucción creativa: se habrán creado otros empleos a cambio de esos.
Pero Schumpeter la teorizó en una sociedad analógica y competitiva, no digital y de jugador único –el ganador se lo lleva todo– como la nuestra. Además, Asia y África eran irrelevantes entonces. Hoy miles de millones de usuarios ya usan máquinas para servirse.
¿Entonces...?
Tenemos que afrontar que vamos a una época con menos empleo y que ese empleo no tendrá nada que ver con la idea que tenemos hoy de un puesto de trabajo.
¿Puede ser más concreto?
Asumimos cada vez más la gestión de nuestras necesidades: ¿usa Google Translate?
¿Y quién no?
Hasta ahora fallaba más cuanto más alejados eran los idiomas que traducía, pero acaba de dar un paso de gigante: ya no traduce gramaticalmente elemento por elemento, como los humanos antes, sino que analiza en microsegundos billones de conceptos hasta que encuentra los dos más parecidos.
¿Por qué hace eso?
Para competir con los buscadores chinos y japoneses con sus ideogramas. Cualquiera podrá ser traductor del chino. Y todo nos lleva a lo mismo: menos empleos; más autogestión de tus necesidades con ayuda de las máquinas. Todo se va digitalizando: nosotros mismos somos un montón de datos.
Hubo otras revoluciones tecnológicas.
Pero antes de la digital todas creaban empleos. En las revoluciones industriales había un primer choque que los suprimía, pero luego acababan creando más: mal pagados y de baja calidad, pero empleos al cabo.
¿Qué sustituirá a nuestros empleos?
La revolución digital no es que liquide empleos, es que acaba con las tareas al dejarlas en manos de la cooperación hombre-máquina-inteligencia artificial.
¿Pero cómo se convertirán en sueldos?
Ese es el problema: hoy, si no hay empleo, no se redistribuye la riqueza ni hay impuestos sobre el trabajo, ni buenos servicios, porque la mayor parte se financian con ellos.
¿Y si tasáramos el producto del trabajo de los robots para financiar tanto paro?
Es una propuesta de Macron, mi favorito en las elecciones francesas, y podríamos ganar con ella algún tiempo, pero hay que afrontar que empleo como el de ahora no será. De hecho, empleo aparece en la Enciclopedia de Diderot con las primeras máquinas de vapor. Antes no existía y ahora será otra cosa.
Otros proponen una renta universal.
Pero una renta básica universal en Europa para sustituir a los salarios no puede ser tan alta como en otros países, porque aquí ya damos la sanidad y en gran medida la educación, así que no podemos, encima, regalar 800 euros por persona. En EE.UU., sí.
Es duro, pero me temo que realista.
La digitalización no va a reemplazar unos empleos por otros de iguales derechos y productividad, sino que uberizará la mayoría. Es decir, los hará flexibles, trabajarás las horas que quieras o las pagarás, universales –casi todo el mundo aprenderá a prestar servicios profesionales– y ubicuos.
¿Cómo se mantienen los derechos laborales y cómo se tasan esos empleos?
Ese es el reto enorme que tenemos para no perder bienestar en la UE. Debemos encontrar un sistema que se adapte a esos cambios inevitables y eso empieza por olvidarnos de hablar de mercado de trabajo.
¿De qué quiere hablar entonces?
Hay mercado para las lavadoras, pero las personas no son mercancías: tienen derechos y obligaciones laborales y cívicas.
¿Y eso qué implica?
Contraponer otras lógicas a la puramente de mercado: es posible.
¿No hay sectores que crearán empleo? ¿Quién cuidará de tantos ancianos?
Robots, sin duda. En Japón ya son los más abnegados cuidadores de enfermos y personas mayores. ¿O es que cree que su familia abandonará su vida para cuidarle a usted?
Yo no quiero ser un estorbo y si el robot es simpático y nos caemos bien...
Muchos de nosotros moriremos acariciando una máquina y siendo acariciados por ella.
Pues según con qué familia, casi mejor.
Poco a poco será la alternativa mayoritaria. Ahora mismo la inteligencia artificial y los robots van tomando posiciones en todos los centros de decisión: desde los quirófanos hasta todas las cabinas de avión; es lógico que también las tomen en los asilos.

QUIERO PODER ELEGIR UNA MUERTE DIGNA!!!!!

Asistencia sanitaria Los médicos piden incluir el derecho a la sedación en una ley de cuidados paliativos 

La Organización Médica Colegial y la Sociedad de Cuidados paliativos presentan sus propuestas para una ley que regule la atención sanitaria al final de la vida y piden que se elabore cuanto antes.

Unos 50.000 pacientes terminales se quedan sin cuidados paliativos cada año en España. Foto: EFE

Incluir el derecho a la sedación siempre que esté bien indicada y sin posibilidad de objeción de conciencia, es una de las principales propuestas que han presentado hoy la Organización Médica Colegial (OMC) y la Sociedad de Cuidados Paliativos (SECPAL) para una futura ley que regule la intervención sanitaria al final de la vida.
Ambas entidades han presentado este martes una batería de medidas que debería tener una norma que, a su juicio, "no admite más demoras" ante la actual desigualdad en la prestación de cuidados paliativos que hay en España, "tanto entre las comunidades autónomas como dentro de cada una de ellas".
Y es que cada año en España 225.000 pacientes necesitan atención paliativa, de los que se estima que 50.000 requieren cuidados avanzados y no los reciben, una situación que los lleva a morir con sufrimiento evitable.
"Se ha dicho siempre que la sedación mata y no es cierto. Tampoco se debe confundir con eutanasia", ha advertido el presidente de la OMC, Juan José Rodríguez Sendín.
Por su parte, el coordinador del Grupo de Atención al Final de la Vida de la OMC, Marcos Gómez, ha explicado que hay cerca de 20.000 españoles que "sufren intensamente" con síntomas imposibles de tratar y cuya solución sería la sedación paliativa, sin embargo, hay médicos que no se la administran.

Formación obligatoria

En cuanto a la formación en cuidados paliativos, piden cumplir la normativa europea que establece la obligación de la enseñanza de cuidados paliativos en todas las titulaciones sanitarias y que la formación de los profesionales y la disponibilidad de equipos específicos forme parte de los derechos de los pacientes. Han advertido que la carencia de preparación provoca que no se garantice que el médico atienda correctamente a este tipo de pacientes.
Ninguna universidad pública ofrece formación en cuidados paliativos
En este sentido, Gómez ha criticado que, a pesar de que el Plan Bolonia exige entre sus requisitos asignaturas universitarias en este campo, "ninguna universidad pública española lo cumple".
"Vamos mal si -los estudiantes- no aprenden cómo atender a un paciente en el final de su vida", ha añadido.
Solamente tres universidades privadas ofrecen este tipo de formación: la de Navarra, la católica de Valencia y la Internacional de Cataluña.
Además, las dos organizaciones piden que la nueva norma facilite la obtención de permisos laborales para asegurar el cuidado del paciente en situación de final de su vida, así como hacer efectiva la tramitación urgente de la dependencia y la concesión de las ayudas sociales pertinentes.
El expresidente de la Secpal Álvaro Gándara ha indicado que tramitar la dependencia a una persona puede demorarse más de un año y son ciudadanos que necesitan una vía urgente, por lo que pide que se incluya este aspecto en la nueva ley.
Los expertos han coincidido en que, para que todo esto sea posible, es necesaria una dotación presupuestaria mayor en cuidados paliativos, "la asignatura pendiente".
"Los recortes en Sanidad nos han hecho mucho daño", ha dicho Gándara, para añadir que si España es el número uno en trasplantes es porque se le ha dotado de más dinero y espera que se haga lo mismo con los cuidados paliativos.

España en el puesto 14 de Europa en cuidados paliativos

España ocupa el puesto número veintitrés del mundo en cuidados paliativos y en Europa se sitúa en el número catorce, ha recordado Gómez, quien ha señalado que "hacen falta más recursos y estar mejor capacitados" para situarse mejor.
También han criticado la desigualdad que existe en la prestación de esta atención médica según la comunidad autónoma, dentro de cada una de ellas e incluso la diferencia que existe si se trata de un adulto o un niño. Por ello, han reclamado que se regule y se iguale en todos los casos.
Los representantes de estos colectivos médicos piden que no se demore más la tramitación de esta ley del final de la vida, que beneficiaría cada año a un millón de personas, entre pacientes y familiares directos, en un momento de "especial sufrimiento".

Descubren pinturas rupestres con motivos antropomorfos en una cueva en León

Las nuevas tecnologías han sacado a la luz pinturas rupestres desconocidas en la localidad leonesa de Castrocontrigo. Las figuras, pintadas hace unos 4.000 años, revelan la conexión que existía entre la cultura atlántica y la del interior de la península. El estudio de la Universidad de Salamanca analiza motivos antropomorfos ocultos en una covacha y difíciles de observar a simple vista.
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<p>Pinturas rupestres de Castrocontrigo./Javier F. Lozano.</p>
Pinturas rupestres de Castrocontrigo./Javier F. Lozano.
Una nueva metodología ha sacado a la luz nuevas pinturas rupestres en la localidad de Castrocontrigo, al sur de la provincia de León. Investigadores de la Universidad de Salamanca han empleado nuevas tecnologías para identificar figuras pintadas en el neolítico que se encuentran en una covacha y no son fácilmente observables. La información queda ahora preservada en un modelo 3D y sirve para dar testimonio de una conexión entre la cultura atlántica y la del interior de la península en aquella época.
El tipo de geografía del oeste de la península hace que estos testimonios del neolítico apenas hayan llegado hasta nuestros días
Al contrario de lo que sucede en la zona cantábrica, donde las cuevas permiten la conservación de pinturas rupestres, el tipo de geografía del oeste de la península ibérica hace que estos testimonios del neolítico apenas hayan llegado hasta nuestros días. Una excepción son las pinturas que se conservan al aire libre en Castrocontrigo, declaradas bien de interés cultural. Ahora el uso de nuevas tecnologías ha permitido encontrar en una covacha nuevos motivos que apenas se pueden reconocer a simple vista, tal y como reflejan los autores del estudio, publicado en la revista científica Journal of Cultural Heritage.
Guerreros con lanzas y escudos
“Es una zona de difícil acceso a la que es difícil llevar los aparatos tradicionales, así que hemos usado un escáner de luz blanca portátil y hemos desarrollado una nueva metodología”, explica Javier Fernández Lozano, investigador de la Universidad de Salamanca. El resultado es que “han aparecido nuevos motivos antropomorfos”, que probablemente están representando guerreros, puesto que parecen portar lanzas y escudos.
Además del escáner de luz blanca, los investigadores han utilizado una cámara de alta resolución para realizar fotogrametría y han tratado las imágenes con técnicas digitales para mejorarlas. Con todo ello, han elaborado un modelo en 3D que permite preservar la información, ya que las pinturas se hallan en covachas que se encuentran en malas condiciones.
Las pinturas rupestres de Castrocontrigo son el nexo de unión entre la cultura atlántica y el interior de la península
De esta forma, arqueólogos e historiadores tienen a su disposición un nuevo caso de estudio para comprender mejor una época muy desconocida, hace en torno a unos 4.000 años. “Las pinturas rupestres de Castrocontrigo son el nexo de unión entre la cultura atlántica y el interior de la península”, comenta Fernández Lozano. Aunque las montañas leonesas eran una importante barrera, existen evidencias del contacto entre los distintos pobladores y este hallazgo viene a reforzar esta idea.
Análisis de los trazos
Estas figuras geométricas parecen estar muy relacionadas con otras de El Bierzo y de El Castillón (Zamora). El análisis de los trazos permite identificar distintas técnicas usadas en su elaboración. Probablemente, los más gruesos fueron realizados a mano, mientras que los finos se llevaron a cabo con algún tipo de pincel o herramienta similar. Además, los geólogos han reconocido la presencia de depósitos de mineral de hierro en la zona, que pudieron servir para nutrir a los pintores rupestres para la elaboración de los distintos paneles.
“El color rojo delata la presencia de óxido de hierro”, comenta el investigador. “Es muy probable que la porosidad que presenta la piedra haya sido clave para que absorba la pintura y, de esta forma, se haya podido conservar”, agrega.
Referencia bibliográfica
J. Fernández-Lozano, et al. "3D digital documentation and image enhancement integration into schematic rock art analysis and preservation: The Castrocontrigo Neolithic rock art (NW Spain)". Journal of Cultural Heritage (2017). http://dx.doi.org/10.1016/j.culher.2017.01.008