martes, 16 de marzo de 2010

Chau,negro.....la cagastes.

EEUU | Hay una lista de 40 congresistas 'influenciables'

Lluvia de millones de los 'lobbies' en la batalla final por la reforma sanitaria

Obama habla sobre la reforma sanitaria en un acto en Ohio. | AFP

Obama habla sobre la reforma sanitaria en un acto en Ohio. | AFP

  • Los 'lobbies' han gastado cerca de 1.000 millones de dólares
  • Intentan influir en la voluntad de los legisladores de ambos partidos
  • El centro de todas las miradas es la Cámara de Representantes
  • Aún dudan varios congresistas moderados y antiabortistas recalcitrantes

Desde el inicio, hace casi un año, del largo y tortuoso proceso de reforma de la sanidad, los 'lobbies' se han gastado cerca de 1.000 millones de dólares para intentar influir en la voluntad de los legisladores, según el Center for Responsive Politics. En los próximos días, los de la batalla final, se espera que los grupos a favor y en contra de la reforma se gasten hasta 30 millones de dólares, inundando las ondas de los distritos de aquellos congresistas considerados clave.

Una coalición de 'lobbies' contrarios a la reforma, encabezados por la poderosa Cámara de Comercio de EEUU, ha realizado una lista de 40 congresistas 'influenciables', y está centrando sus esfuerzos en saturar los medios con anuncios publicitarios. De los 40, todos ellos demócratas, 27 votaron a favor de la propuesta de ley de la sanidad en otoño, y 13 votaron en contra, según informa 'The New York Times'.

Unas semanas atrás, los grupos favorables a la reforma disponían de menos fondos, pero el lobby farmacéutico, en un último empujón financiero, ha decidido invertir 12 millones de dólares más en los próximos días, lo que igualará aproximadamente el gasto de ambos campos. Durante los próximos días, intentarán movilizar a miles de personas para que hagan oír su voz a base de llamadas, y reuniones con sus representantes en las horas a tomar la decisión definitiva: ¿votar a favor o en contra de la ley?

Se trata de poner presión a los legisladores, de hacerles ver cuánto pueden llegar a perder si votan de la forma incorrecta. Y en esta pugna persuasiva, las armas que cuentan son las de los votos, y las contribuciones a la financiación de las campañas. No hay que olvidar que el mes de noviembre se renueva totalmente la Cámara de Representantes, y un tercio del Senado, por lo que campaña electoral está a la vuelta de la esquina.

Además de la presión de los 'lobbies', los congresistas demócratas que aún no han manifestado el sentido de su voto de forma inequívoca están recibiendo duras presiones de la Casa Blanca, y del liderazgo del partido en el Capitolio. El presidente Obama ha llegado a retrasar su viaje a Indonesia tres días, hasta el 21, para poder dedicarse a convencer a sus correligionarios que aún dudan el sentido de su voto.

Un voto a favor de la reforma se puede traducir para algunos congresistas en una visita del mismísimo presidente Obama en un acto de recaudación de fondos, lo que puede multiplicar por diez la asistencia de gente, o en una generosa contribución a su campaña del Comité Nacional Demócrata, el comité central del partido.

En estos momentos, el centro de todas las miradas es la Cámara de Representantes. Una vez decidido utilizar el proceso llamado 'reconciliation', la Casa Blanca se puede permitir perder hasta ocho de los 59 votos que dispone su partido en la Cámara Alta. En cambio, en la Cámara Baja, cada voto vale su peso en oro, pues cuando se realizó la votación en otoño, el 'Sí' ganó por sólo 220 a 215 votos.

El pasado domingo, los demócratas, con el asesor presidencial David Axelrod al frente, se mostraban optimistas respecto al futuro de la reforma sanitaria. No obstante, a cuatro o cinco días de la votación última y decisiva -no se sabe exactamente qué día de esta semana será-, Jim Clyburn, uno de los pesos pesados de la Cámara de Representantes reconoció que aún no disponen de los 216 votos que les darían la mayoría necesaria.

Quiénes aún dudan son varios congresistas moderados que se presentan en distritos conservadores, así como los antiabortistas más recalcitrantes, con Bart Stupak al frente. De momento, este grupo se niega a votar la propuesta de ley del Senado por considerar que no blinda suficientemente la posibilidad de que el Estado esté subvencionando abortos.

También podrían llegar a votar en contra la medida algunos miembros del ala más progresista del Partido Demócrata. Entre ellos, Luis Gutiérrez, el representante de Chicago que más se ha significado en su apoyo a la reforma sanitaria. "En este momento, soy un voto para el 'No'. No es un secreto que he sido crítico con las propuestas que excluirían a nuestros trabajadores inmigrantes del mercado de intercambio de la sanidad", dijo en un comunicado hecho público el viernes.