domingo, 31 de marzo de 2013

LA POLITICA DEL PP MATA MAS GENTE QUE LA ETA

Una investigación revela que la crisis económica cuesta vidas en Europa

  • El auge de suicidios, los trastornos mentales y algunas enfermedades infecciosas es consecuencia directa de la recesión económica
  • La dificultad de mantener los servicios básicos ha provocado que en Grecia escaseen algunos medicamentos como los tratamientos contra la epilepsia
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Así lo demuestra un estudio divulgado por la prestigiosa revista médica británica The Lancet, que analiza los efectos derivados de la crisis económica que afectan a la salud de la población europea, especialmente en aquellos países que atraviesan más dificultades.

“Hay un claro problema en negar los efectos de la crisis en la salud, incluso aunque sean muy claros", afirma el destacado investigador Martin McKee, miembro del Observatorio Europeo de Políticas y Sistemas de Sanidad, un grupo respaldado por la Organización Mundial de la Salud.

La preocupación generalizada en torno a la vulnerable salud de las personas es uno de los múltiples daños colaterales provocados por la incertidumbre económica en Europa. Los datos confirman que hay una relación directa entre la recesión que han sufrido países como España y Grecia y el aumento alarmante de trastornos psicológicos, suicidios y enfermedades infecciosas como el VIH.

El informe explica que la población “más susceptible de padecer problemas de salud” radica en aquellos países que se enfrentan a mayores tasas de desempleo y recortes de presupuesto. Tanto la pérdida del empleo como el miedo a ser despedidos es un factor de riesgo para la salud mental, advierte The Lancet. Entre los años 2006 y 2010, el diagnóstico de trastornos mentales asociados a la ansiedad, el estado de ánimo y el consumo excesivo de alcohol sufrió un aumento significativo. Los datos confirman que el aumento más notorio se registró en los cuadros de depresión grave.

Según los datos contrastados, al menos la mitad del incremento de las consultas de pacientes con trastornos mentales tienen su origen en situaciones de desempleo personal o familiar así como de las dificultades de asumir gastos como las hipotecas a causa de la reducción de las rentas.

En el caso de España, el estudio pone de relieve la debilidad que sufre el sistema sanitario público que se refleja a través de cambios en el marco legal como el establecimiento del copago en medicamentos y la aprobación del Real Decreto que desde el pasado abril limita la cobertura a miles de inmigrantes. "Si a la reducción de los ingresos de las rentas, se le suma el aumento de los costes sanitarios, y el recorte de los servicios de atención médica, el resultado será que muchos pacientes no logren ser atendidos a tiempo".

En Grecia, los hospitales están teniendo dificultades para mantener los servicios básicos, lo que repercute en un aumento de las infecciones resistentes a antibióticos. Mientras tanto, los pacientes han sufrido la escasez de una serie de medicinas, entre ellos los tratamientos contra la epilepsia.

El ejemplo islandés

Sin embargo estas consecuencias que a diario se padecen en países como España, Portugal y Grecia, están muy lejos de ser inevitables. El caso de Islandia, otro de los países azotados por la crisis financiera, deja claro que existen alternativas. Aunque en la actualidad se recupera lentamente, la población rechazó en referéndum la propuesta del gobierno de impulsar políticas de austeridad en materia de sanidad. Gracias a las protestas generalizadas en contra de los recortes en sanidad, el gobierno islandés continuó invirtiendo en el sistema de bienestar social y desde entonces ha conseguido mantener bajo control los efectos de la crisis en  la salud de los ciudadanos.

La situación en Europa

La tasa de suicidios en personas menores de 65 años, que había retrocedido antes de 2007, no ha dejado de crecer desde entonces en la Unión Europea. La mayor parte de los países integrantes de la Unión Europea registraron su mayor tasa de suicidios entre los años 2009 y 2010, momento que coincide con el estallido de la crisis económica. En Inglaterra, los suicidios asociados al desempleo supusieron cerca de 1.000 muertes entre 2008 y 2010.

Aunque la Comisión Europea tiene la obligación de valorar los efectos de todas sus políticas, los investigadores siguen a la espera de una evaluación del impacto sobre la salud de las medidas de austeridad impuestas por la troika y argumentan que amenazas como estas, necesitan marcos fuertes de protección social, sobre todo en las crisis que sufren los países del sur de Europa, la más reciente en Chipre, y que ha destruido muchas de las redes de protección social.

Los expertos advierten que la creciente tendencia a retrasar las ayudas sanitarias tendrán costes superiores para los sistemas sanitarios a largo plazo y afectarán probablemente al bienestar económico de la población sana en el futuro.

sábado, 30 de marzo de 2013

El cerebro, la ciencia del futuro

La especialista Uta Frith relata los avances en el tratamiento de pacientes autistas. Ahora se los trata como “diferentes” y no como “discapacitados”.

POR Kate Kellaway

Uta Frith es profesora emérita de desarrollo cognitivo de University College London, y en 2012 recibió el título de dama (equivalente al de caballero en los honores británico). Hacia el final de nuestra charla, relata una conversación que tuvo con una persona autista que estaba obsesionada con los artefactos de luz de los vagones de tren y trataba de interesarla en las diminutas diferencias entre una lámpara y otra. Cuando ella reconoció que no podía distinguirlas, el hombre se rió con incredulidad.
Se sabe que las personas con autismo son terriblemente detallistas y Frith siempre ha estado dispuesta a reconocerles esta y otras “habilidades cognitivas”. Pero también es responsable de indagar en la particular dificultad que tienen los autistas para la “teoría de la mente”, la intuición de lo que pasa en la cabeza de otras personas. Es improbable que al entusiasta de los artefactos de luz se le hubiera ocurrido la posibilidad de que su interlocutor no compartiera su arrollador interés.
Desde hace cincuenta años, Frith tiene su propia obsesión: la del autismo. Llegó a Gran Bretaña desde la Alemania de posguerra (donde había estudiado historia del arte y psicología experimental) y realizó una pasantía en el hospital Maudsley del sur de Londres. Cuando empacaba para volver a Alemania, un estudiante dejó el curso de psicología clínica en el cual ella anhelaba inscribirse y pudo quedarse. Fue en Maudsley donde nació su fascinación por los chicos autistas, “a menudo tan hermosos y sin embargo tan diferentes”. Tenían un aura “de cuento de hadas”, como si estuvieran bajo un hechizo.
En las décadas de 1950 y 1960, se atribuía el autismo a las madres “heladeras”. El psicoanálisis era “una fuerza importante” en esos tiempos. Frith luego agrega: “La terapia hablada no funciona, pero llevó mucho tiempo entenderlo. El poder de los factores psicológicos como el estrés para producir una patología cerebral ha sido enormemente exagerado”.
Frith dice cosas interesantes sobre las madres de esa era. Muchas estaban conmovedoramente dispuestas a aceptar el mote de “heladeras” por la posibilidad implícita de que un cambio en su conducta produjera la cura, un deshielo salvador. “Revelaba un inmenso amor maternal”, reflexiona Frith. Pero a ella nunca la convenció la tesis de la falta de apego. La contrapropuesta, que el autismo era orgánico –algo de la naturaleza, no de la crianza–, fue un cambio drástico.
Cualquiera sea el coeficiente intelectual de una persona con autismo –y el espectro es enorme –, es universal algún grado de discapacidad social. “El cerebro no se parece a un flan; es más parecido a un exquisito motor tradicional”. A las personas con autismo que carecen de la teoría de la mente les falta el “diminuto aparatito del gran motor que nos permite tomar en cuenta sin esfuerzo lo que otra persona desea, cree o piensa”. A menudo se dice que las personas con autismo carecen de empatía cuando la realidad no es tan simple. “Esto todavía es motivo de discusión”, dice Frith. “La empatía es un tema amplio y tiene diferentes formas. Puede ser contagio: uno ve a alguien que siente dolor y se estremece. Muchos autistas tienen esa capacidad. Pero la teoría de la mente es más sutil…” No es de extrañar que Frith quiera “hacer que la neurociencia sea tenida en cuenta en la educación”. Según explica: “Estamos descubriendo más y más cosas sobre la plasticidad del cerebro”. Le impresiona cómo las personas con autismo aprenden las normas sociales “de un modo diferente de las personas comunes”. Algunos prefieren mantenerse distantes pero “a muchos les gusta tener amigos”. Sin embargo, trata por todos los medios de destacar que las herramientas de aprendizaje social tienen que ver con “la compensación, no con el restablecimiento”, “no son una cura”.
Su libro Autism: Explaining the Enigma (Autismo: Explicar el enigma) se publicó en 1989 y sus conclusiones han sido ampliamente aceptadas (aun cuando la tesis de la madre heladera subsiste, por ejemplo, en Francia). Con la ecuanimidad y brillantez que la caracteriza, ahora me señala otra complicación, “un contramovimiento de gente bien intencionada que dice que los autistas altamente funcionales no tienen una discapacidad sino que sólo son diferentes. Dicen ‘No nos estudien como si tuviéramos un déficit o una discapacidad; en muchos sentidos, somos superiores’”. A Frith, las palabras “déficit” y “normal” no le gustan. “Qué es lo normal es una cuestión sumamente complicada desde el punto de vista de la psiquiatría”, prosigue Frith. “Si se sigue esta línea de pensamiento, la desventaja es que no habrá ayuda adicional para los autistas”.
Frith habla con entusiasmo sobre los avances de las neurociencias y lo que ha posibilitado la tecnología. “Podemos hacer visibles las cosas con increíble precisión y mirar dentro de las neuronas para ver cómo viaja la información. Pero lo que yo busco es macroscópico: la mente”. Con respecto a la mente autista, sigue “tan interesada y desconcertada como siempre”. Pero es de lo más optimista. ¿Nunca entenderemos cómo funciona el cerebro? “Sí, a fin de este siglo. Es muy evidente que la ciencia del cerebro será la ciencia del siglo XXI.”

viernes, 29 de marzo de 2013

LA MUJER ES MAS SANA SI PRACTICA EL SEXO ORAL

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Sexo oral: el secreto de la felicidad femenina

Según un estudio, el fluido seminal contiene productos que mejoran el estado de ánimo e incluye, al menos, tres componentes antidepresivos. ¿El fin de la tristeza al alcance de todas?
Una investigación realizada por la Universidad Estatal de Nueva York concluyó que el sexo oral no solo es bueno para la salud general de las mujeres sino que, además, les permite ser más felices.
¿Y por qué esto es así? De acuerdo a los resultados, se debe a que el semen -además de espermatozoides- contiene sustancias antidepresivas como la serotonina y la tirotropina (una hormona que tiene la misma función) y la melatonina, un agente de inducción al sueño. Como si esto no fuera suficiente, su composición incluye, además, químicos como la oxitocina, el cortisol y la estrona que levantan el estado de ánimo general y mejoran el desempeño cognitivo.
El estudio se llevó a cabo sobre un grupo de 293 mujeres que expuso, en detalle, las características de su vida sexual. Las conclusiones generales también fueron contundentes: aquellas que tienen relaciones sexuales regulares y frecuentes, y tienen contacto directo con el fluido seminal, son menos depresivas, más saludables, más felices y tienen mejores resultados en evaluaciones del nivel de desarrollo intelectual.  

Y más: las ventajas para la pareja
"La fellatio (sexo oral de la mujer hacia el hombre) es una de las actividades predilectas, quizás la más erotizante, para la gran mayoría de los varones. Según el informe Kinsey, sólo el 1 al 3 % de ellos dice que la idea de recibir sexo oral les disgusta", afirma la doctora Victoria Alfaro, médica acreditada en sexología clínica y diplomada en salud sexual. Es, en definitiva, algo esencial para el encuentro erótico y debe resultar placentero para ambos miembros de la pareja. 
Sin embargo, es todo un tema. A ellos les encanta hacerlo y que se lo hagan. A nosotras, nos gusta un poco menos. La clave está en aprender a disfrutar haciéndolo. Pero, "hacerlo bien tiene dos secretos", explica Paola Kullock en su libro "Al sexo ponele ganas", de Ed. Aguilar. "El primero es el entusiasmo: si a vos te gusta practicarle sexo oral, seguro que sos buena haciéndolo. La mayoría de nosotras lo hace bien 'de vez en cuando', cuando somos 'gauchitas', pero si sacaran eso del 'combo', no lo extrañaríamos. El segundo es algo más 'técnico': la respiración. Hay que inhalar y exhalar por la nariz, de esa manera evitamos atragantarnos y que nos den arcadas. Es la misma respiración que practicamos en las clases de canto, pilates o yoga", detalla la directora de PK Escuela de sexo.

ferrerescas26032013

jueves, 28 de marzo de 2013

El mayor mapa genético del cáncer

El genoma de los grandes tipos de tumores revoluciona el conocimiento de la enfermedad

Los investigadores logran catalogar las mutaciones no heredadas

Célula de cáncer de mama. / age fotostock
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Ningún oncólogo cree a estas alturas que el equivalente moderno del doctor Fleming vaya a descubrir la penicilina contra el cáncer, algún tipo de fármaco o procedimiento médico de aplicación general que suponga el verdadero vuelco en el tratamiento antitumoral, que convierta al matarife en una enfermedad curable o, al menos, crónica y controlable. No va a haber una penicilina del cáncer, y ya nadie la está buscando.
Pero la mitad de los cánceres ya se curan, como repite sin cesar cualquier oncólogo. Y la guerra contra la otra mitad se está librando ahora mismo en dos frentes esenciales. Uno se refiere al tema eterno del diagnóstico precoz, que pese a sus orígenes prehistóricos no ha perdido un ápice de importancia en nuestros días. Y el otro es la genómica, el nuevo cuerpo de conceptos y tecnologías del ADN que está revolucionando la biología en su conjunto, y la investigación del cáncer en particular.
Fuente: Science. / EL PAÍS
Con ser una disciplina nueva, la genómica del cáncer va cumpliendo un decenio y ha vertido ya un Iguazú de nuevos conocimientos sobre la oncología, siempre sedienta de ellos. Los primeros esfuerzos en genómica del cáncer se centraron en las mutaciones heredadas que confieren una alta propensión a la enfermedad. Este tipo de alteraciones heredadas (o mutaciones de la línea germinal, en la jerga) son al fin y al cabo la gran especialidad de la genética desde sus orígenes en el huerto conventual de Gregor Mendel.
Pero el gran avance de las técnicas de secuenciación de ADN —y sobre todo su acelerado abaratamiento— ha permitido ahora catalogar las mutaciones somáticas (no heredadas, sino surgidas en el cuerpo del adulto) que dirigen el crecimiento de los principales tipos de tumores. Los grandes cerebros del sector dan cuenta del estado de la cuestión en cuatro artículos de la revista Science y dos números especiales de su subsidiaria Science Signalling. Los datos revelan un filón de nuevas vías abiertas para el tratamiento de los principales tipos de tumores.
Uno de los grandes problemas de la lucha antitumoral, se dice a menudo, es que el cáncer no es una enfermedad, sino 200 distintas. Esta es una de las razones de que nadie espere la píldora del doctor Fleming, y el alud de datos de la genómica moderna ha empeorado aún más el cuadro. La primera impresión que ofreció ese atracón de secuencias genéticas (gaatgtta…) fue que no solo había 200 enfermedades distintas, sino que encima cada enfermo es un mundo.
Cuatro trabajos en ‘Science’ revelan un filón de vías abiertas
Pero los conceptos generales han empezado a emerger de esas pormenorizadas espesuras, y con ellos las nuevas estrategias para el tratamiento. La historia de la ciencia muestra que el entendimiento es el prólogo de la esperanza.
“Hace 10 años”, dicen Bert Vogelstein y sus colegas del Instituto Médico Howard Hughes en Baltimore, “la idea de que todos los genes alterados en el cáncer pudieran ser identificados con la resolución de un par de bases habría parecido ciencia ficción”. Lo del “par de bases” no es una concesión de Vogelstein a la indeterminación literaria. Es la mayor precisión que se puede alcanzar en biología: detectar, entre los 3.000 millones de letras del ADN que contiene cada una de nuestras células, una errata en una sola letra que tiene efectos cancerosos.
Ese análisis de amplitud genómica ahora no es solo posible, sino incluso una mera “rutina”, en palabras de Vogelstein, en los laboratorios avanzados de investigación oncológica que salpican el planeta. Vogelstein, premio Príncipe de Asturias en 2004 por sus contribuciones a la genética del cáncer, es también uno de los grandes pioneros de la genómica del cáncer, o aplicación de las nuevas tecnologías de secuenciación (lectura) del ADN a la lucha contra esa enfermedad (o esas 200 enfermedades distintas). Quizá no sea casual que su primera licenciatura no la obtuviera en Biología, sino en Matemáticas.
El abaratamiento de las lecturas de ADN ha facilitado los progresos
Por poco científico que suene, los costes han sido la cuestión capital para este progreso. Cuando se empezaron a estudiar los primeros genomas del cáncer —que fueron los de colon y mama, hace unos 10 años—, secuenciar un tumor de cada paciente costaba unos 100.000 dólares (78.000 euros al cambio actual); el coste ronda ahora los 1.000 dólares (780 euros).
Como consecuencia, las investigaciones que presentan de una tacada los genomas de 100 tumores de cierto tipo (mama, piel u otros tejidos) “se han convertido en la norma”, según los genetistas del Howard Hughes. El diluvio de datos es abrumador y no tiene el más remoto precedente en la investigación oncológica. Los investigadores esperan que ese salto cuantitativo ascienda a cualitativo en los próximos años. Ya lo es para el conocimiento del cáncer y el objetivo es que pronto lo sea también para el tratamiento.
La genómica ha descubierto que los principales cánceres humanos se deben a la acumulación de unas pocas mutaciones —entre dos y ocho— que se van sumando serialmente a lo largo de 20 o 30 años. Alguna de esas mutaciones puede venir puesta de nacimiento, confiriendo a esa persona una alta propensión a desarrollar uno u otro tipo de tumor, o incluso cualquier tipo de tumor.
Pero lo habitual es que las mutaciones surjan a lo largo de la vida del individuo, y en algunos cánceres la causa no puede estar más clara. Es el caso del humo del tabaco para el cáncer de pulmón, o el de la radiación ultravioleta de la luz solar para el cáncer de piel. Estos dos cánceres, de hecho, son algunos de los que más mutaciones exhiben de todos los examinados por la genómica. A lo largo de los 20 o 30 años que tardan en desarrollarse, estos tumores se benefician grandemente de la persistencia en los hábitos fumadores o solariegos de sus portadores.
La mayoría de los cánceres dependen de unas pocas mutaciones
Esas pocas mutaciones (de dos a ocho) que se acumulan durante dos décadas son cancerosas en un sentido muy explícito: cada una de ellas, por sí misma, incrementa el ritmo de división celular (o reduce el de muerte celular, o ambas). La célula que sufre la mutación adquiere así una ventaja competitiva sobre sus células vecinas. Aun cuando la ventaja sea pequeña en cada generación celular, su efecto acumulativo a lo largo de los años suele producir un clon de células mutadas en algún órgano del paciente.
Una peca es un ejemplo intuitivo de uno de estos clones (recuerden que la piel es un órgano), y también ilustra el hecho de que una sola mutación no suele ser maligna. Lo que sí genera es un campo amplificado de células sobre las que sembrar la siguiente mutación. En estas condiciones, no hace falta postular ningún mecanismo especial para la acumulación de mutaciones en una sola célula. El viejo y venerable azar se basta por sí solo para acabar complicando las cosas.
Por desgracia —y como cabía esperar, por otro lado— esas dos u ocho mutaciones críticas no son las mismas en todos los cánceres. Con algunas excepciones, tienden a ser específicas de cada tipo de tumor. Esta es la razón de que no haya ocho genes del cáncer, sino 140. Son lo que los investigadores llaman genes conductores, genes cuyas alteraciones (mutaciones) confieren a la célula que las sufre una ventaja selectiva en su competitivo vecindario celular, y que por tanto dirigen o conducen el desarrollo del tumor.
El término conductores sirve para distinguirlos de la vasta mayoría de genes que aparecen mutados en cualquier tumor, que son meros pasajeros: alteraciones oportunistas que se ven amplificadas en el cuerpo por el mero hecho de que ocurren en el mismo genoma —en el mismo autobús— que las mutaciones en los genes conductores.
La clave de los tumores está en una docena de sistemas biológicos
E incluso esa cifra algo abultada de 140 genes conductores esconde una simplicidad subyacente que permitirá en el futuro inmediato, si no lo está haciendo ya, concentrar los focos en las tácticas farmacológicas más prometedoras a corto plazo. Porque esos 140 genes son componentes de solo 12 sistemas biológicos muy bien caracterizados en las células humanas.
Son los sistemas de transmisión (transducción de señal, en la jerga) que comunican el entorno de la célula —qué hormonas circulan por la sangre, o qué andan haciendo las células vecinas en ese momento— con su sede central de inteligencia: el núcleo celular donde el genoma reside, se replica, brega con el estrés y ocasionalmente muta.
En un organismo multicelular como el lector, es este avanzado sistema de comunicaciones entre las partes de una célula el que determina su destino: cuándo debe dividirse o morir, si se debe convertir en una neurona o una célula de la piel o, por el contrario, preservar su naturaleza inmadura de célula madre para seguirse dividiendo sin comprometerse a un destino o a otro.
En ocasiones, si ha de dividirse más deprisa que las demás. Ahí está la esencia molecular del cáncer, y posiblemente —esperan los genetistas— su talón de Aquiles.
De este modo, la genómica, que empezó complicando las cosas más de lo que ya lo estaban en la investigación del cáncer, ha empezado a pagar su deuda con la simplicidad, o con la esperanza de que haya algunos principios generales bajo la espesura de lo prolijo. Pese a que cada tumor, incluso en comparación con los de su mismo tipo y subtipo, sea un mundo con un paisaje genético único e irrepetible —y en ese sentido un producto de la historia—, los sistemas de comunicación intracelular afectados son similares en distintos tumores, e incluso entre distintos tipos de tumor.
“En el futuro”, dicen Vogelstein y sus colegas, “el mejor plan de gestión para un paciente con cáncer estará basado en un análisis del genoma de su línea germinal (el que ha heredado de sus padres) y el genoma de su tumor”. Y el futuro empieza hoy.

Mensaje para investigadores

EMILIO DE BENITO
El mapa de las mutaciones asociadas a cada cáncer da una muestra de su extraordinaria variabilidad. No es solo que el tumor de mama no tiene nada que ver con una leucemia. Es que dentro de cada tipo hay varios subtipos. Y cada uno de estos necesita una terapia específica. Esto llega al extremo en uno de los más estudiados por ser el más frecuente en hombres, el de pulmón. Ya los propios autores de los trabajos que publica Science distinguen entre los tumores de células pequeñas y los de no pequeñas.
Estas diferencias son cruciales en el diagnóstico y el tratamiento. Los oncólogos médicos ya defienden abiertamente que ante un diagnóstico de cáncer, lo primero que habría que hacer sería un estudio genómico del paciente.
¿Es caro? Según se mire. A menos de 800 euros por persona puede resultar mucho más barato que una cirugía, una quimioterapia o un tratamiento de última generación a base de fármacos de origen biológico. Y tiene una doble ventaja: al sacar la huella dactilar del cáncer, se sabe exactamente qué tratamientos hay que suministrar. Es lo que se denomina terapia personalizada, ya que depende de los genes de cada uno (aunque luego, en la práctica, lo que se haga sea meter a cada paciente en un grupo con las mismas mutaciones). Esto es bueno para el paciente, que se va a beneficiar de lo más adecuado. Pero esto, además, es bueno también para el sistema sanitario. No tiene sentido gastar dinero (y hablamos de miles de euros) en dar una quimioterapia oral a una persona cuyos genes están preparados para eludir su efecto. Mucho menos cuando al hacer esto muchas veces hay que acompañar la medicación de otras pastillas para los efectos secundarios (náuseas, anemia, malestar). Y eso es más gasto.
Los trabajos publicados en Science tienen otra ventaja. Al establecer que un puñado de mutaciones intervienen en la mayoría de los cánceres, las sitúan en la diana de los investigadores. Es por donde conviene empezar.

Cerebro de delincuente

Las técnicas de neuroimagen identifican un área relacionada con la propensión a saltarse la ley

Los científicos discrepan sobre la genética del comportamiento humano

El mapa del cerebro todavía es un arcano. / getty
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Los 96 reclusos forman en fila india. Es su último día en prisión, pero antes de salir a la calle tienen que pasar por una última prueba: el detector de futura criminalidad. De uno en uno entran en la sala donde los médicos les colocan una especie de casquete. Sentados frente a un ordenador, los todavía reos tienen que responder a preguntas y usar unos videojuegos. Parece un examen del carné de conducir. Pero no les vale haberse entrenado ni saberse las respuestas. Al otro lado del cristal, un monitor va procesando sus estímulos cerebrales. Al ver los resultados de uno de ellos en pantalla, el doctor Khiel lanza una mirada cómplice al alcaide: “Este”, apunta. No necesita decir más. El director de la cárcel se vuelve hacia su ayudante: “Toma nota. El recluso 4.567 quedará libre, pero con vigilancia especial. Antes de que pasen cuatro años lo volveremos a tener aquí”. No es una película. Y, si lo fuera, no sería muy original, porque Spielberg, en su adaptación del relato Minority report de Philip K. Dick (1956), ya usó un argumento similar. Pero si quisiéramos hacer una nueva versión de la película, la frase de que “cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia” no se podría usar. Más bien, para ser justos con los derechos de propiedad intelectual, en los títulos de crédito debería figurar otra que dijera: “Basada en una historia sacada de Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) en su versión recogida por Science y Nature”. No es poca cosa como fuente de inspiración: se trata de tres de las publicaciones científicas más importantes del mundo.
Las bases reales de este supuesto guion se están escribiendo en estos momentos. Las pruebas de neuroimagen son una herramienta cargada de posibilidades entre los investigadores. En este caso se utilizaron para medir la probabilidad de reincidir de un grupo de convictos. Y en ciencia, ya se sabe, después del primer paso vienen los demás. Y la idea de predecir el comportamiento —más aún el criminal— por métodos científicos es tentadora. Ya lo intentó Cesare Lomboso en el siglo XIX, con su intento de identificar y clasificar a los delincuentes en particular o a las personas en general por su aspecto. La teoría, nunca comprobada, tuvo bastante éxito, y sus coletazos llegaron hasta Antonio Vallejo Nájera e incluso a Gregorio Marañón. El franquismo en España intentó usar algo similar para identificar a rojos y otros desafectos, con sentencias en las que “la mirada” o “el prognatismo” se asociaban a comportamientos perseguibles.
En este caso, se utilizó neuroimagen para ver qué pasaba en una diminuta porción del cerebro, el córtex del cíngulo anterior (CCA). En concreto, los investigadores de la ONG Mind Research Network de Albuquerque (Nuevo México) consiguieron el permiso para estudiar el cerebro de 96 hombres justo antes de salir de prisión. Los sometieron a una serie de preguntas y pruebas en las que tenían que poner en juego su sistema de toma de decisiones o inhibir sus respuestas más impulsivas. Con la resonancia magnética midieron la actividad del CCA de cada uno durante el proceso.
Esta fue solo la primera parte del ensayo. Aunque todos habían sido condenados y todos respondían a los mismos estímulos, la actividad del CCA era variable. En unos se detectaba el aumento propio de un funcionamiento acelerado; en otros, nada.
Un estudio con 96 presos identifica alteraciones asociadas al crimen
El experimento se completó con un seguimiento de la reincidencia de estos voluntarios durante cuatro años. Y el resultado llegó al cruzar los datos de aquella primera prueba de neuroimagen con su registro delictivo: aquellos que mostraban una menor actividad en el CCA tenían unas tasas de reingreso en prisión 2,6 veces mayor que los demás. Más aún: la proporción subía a 4,3 veces si se tomaban solo delitos no violentos. Y todo ello después de descartar el efecto en el futuro comportamiento de los investigados de factores como la adicción a sustancias.
El supuesto doctor Khiel de la historia (un nombre no tan ficticio porque Kent Khiel es el neurólogo de la ONG que ha dirigido el trabajo) tenía, por tanto, una base seria para advertir al alcaide del riesgo potencial de quienes iba a poner en libertad.
La tentación inmediata de esta historia sería hacer la prueba de la neuroimagen a todo el que vaya a dejar la cárcel. En función del resultado, ya se sabría a quién habría que poner especial vigilancia. Quizá, llegado al extremo, se podría pensar en no excarcelarlo. Aún más, siguiendo el giro que dio Spielberg a la historia, ni siquiera habría que esperar a que las personas delincan por primera vez: se les podría detener antes de que lo hicieran. Pero los propios autores del estudio descartan que esto pueda usarse tal cual. Con los pies en la tierra, Khiel, el neurólogo real que ha dirigido el trabajo, es categórico: “No es algo para aplicar ya”.
Sin embargo, el estudio no deja indiferente a los científicos. Miquel Bernardo, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB), empieza por destacar la importancia de las publicaciones en las que se ha presentado. No es un guion destinado a consumo masivo y a ser disfrutado con un cubo de palomitas. Pero, en su papel de representante del mundo de la ciencia, a renglón seguido, advierte contra la traslación tal cual de los resultados de las técnicas de neuroimagen. Estas “han creado expectativas muy esperanzadoras y optimistas para la predicción y tratamiento de conductas y enfermedades mentales”, pero este entusiasmo “va por oleadas” y “ahora se está enfriando”, advierte, de una manera similar a lo que ocurrió con el Proyecto Genoma de hace más de 10 años, que causó una fiebre por identificar genes relacionados con todo, desde obesidad a autismo, y ahora mismo esas informaciones, valiosas sin duda, pasan ya desapercibidas.
La tentación sería aplicar estos métodos con fines de orden público
Lo ideal, indica el experto, sería que se pudiera asociar un área del cerebro de manera unívoca a una conducta, pero el comportamiento humano es tan complejo que eso no es posible, por lo que todos estos estudios hay que tomarlos como “ayudas o pistas”, pero “nunca de manera definitiva”, dice Bernardo. “Lo que está claro es que en el cerebro está el sustrato de la conducta humana”. Con algo más de poesía, el neurocientífico colombiano Rodolfo Llinás decía en una entrevista concedida a este periódico en 2009 que “el alma está en el cerebro”.
Según este estudio, la variación en la actividad cerebral puede asociarse a la comisión de delitos pasados o futuros, pero la psicóloga forense Rocío Gómez Hermoso cree que tal y como este está diseñado el estudio no sirve para discriminar si la neuroimagen refleja una causa o un efecto. “Si es un efecto del comportamiento anterior, no serviría de nada”.
Lo que está detrás de estos intentos es la base de las disquisiciones sobre el comportamiento humano desde hace 30 siglos: si nacemos de una manera o nos hacemos. Se puede aplicar a prácticamente todo: inteligencia, orientación sexual, propensión a delinquir, bondad —el hombre como lobo para el hombre de Hobbes o el buen salvaje al que la sociedad corrompe de Rousseau— o la creatividad. Trasladado al lenguaje de hace medio siglo, es el debate entre genotipo, lo innato, y fenotipo, lo adquirido. Santiago Ramón y Cajal lo complicó todo más y lo llevó al mundo más científico al describir la plasticidad del cerebro: este determina lo que hacemos, pero cambia según lo que nos pasa.
Desde su desarrollo, la neuroimagen se ha usado para medir qué pasa en el cerebro en todo tipo de situaciones: al sentir hambre o ira, al estar sano o enfermo, al leer, al recordar, al conducir, y también en otras donde parece que el aparataje necesario (una especie de secador de pelo que es el encargado de medir qué partes del cerebro se activan —o no— en cada momento) es más complicado de aplicar, como al practicar sexo o arbitrar un partido de fútbol.
Una psicóloga forense descarta el ensayo frente a las técnicas actuales
Obviamente, Khiel no había elegido estudiar el CCA al azar.Ya en pruebas más generales se había visto que el CCA, como indica en un artículo John Allman, del California Institute of Techonology (Caltec), era un área de “interfaz entre la emoción y el conocimiento”, con competencias sobre el “autocontrol emocional, la resolución de problemas, el reconocimiento de errores y una respuesta adaptativa a condiciones cambiantes en yuxtaposición con las emociones”. Por todo esto, no se ha estudiado todo el cerebro. La elección del área sobre la que se investigó, el CCA, es lógica. “Está relacionada con la impulsividad y el autocontrol”, resume Bernardo. “Una desregulación de este área significaría vulnerabilidad ante cierto tipo de conductas”, añade.
No es que los científicos tengan especial predilección por el CCA (aunque su riqueza potencial lo justificaría). Cada emoción y actividad se corresponde con una o varias zonas del cerebro, desde respirar a pensar en física cuántica. O, al menos, eso es lo que creemos. Y es que el sistema neurológico es, seguramente, el más desconocido del cuerpo humano. Su núcleo, encerrado por los fuertes huesos del cráneo, es el cerebro, el órgano más misterioso. Resulta casi imposible de manipular en vivo. Como si se le pudiera aplicar el principio de incertidumbre de Heisenberg, medirlo implicaría alterarlo. Y de ahí el auge de las técnicas de imagen, como la resonancia, que son las que más se acercan a ver cómo funcionan sus engranajes sin tener que entrar dentro de él.
Por eso, Bernardo cree que la lectura positiva que se puede sacar de este trabajo, más que lo “exótico” de sus planteamientos —el juego mental sobre el posible guion que saldría de la historia—, es que se avanza en dirección hacia unos “nuevos biomarcadores”. Si en otras enfermedades, como el cáncer, se buscan proteínas o células que indiquen lo que le pasa al paciente, en el caso de las enfermedades mentales las técnicas de imagen pueden ser un agente fundamental, “y no solo para predecir conductas, sino, más importante, para definir tratamientos”, añade el psiquiatra. “Tiene una utilidad funcional y estructural para validar diagnósticos, tratamientos y efectuar pronósticos”.
Centrada en el trabajo, Rocío Gómez Hermoso, psicóloga forense desde 1995, señala las debilidades que ve en el estudio. Aunque reconoce lo atractivo que puede resultar, “concluir algo de un trabajo tan incipiente es problemático”, afirma. Para la psicóloga de vigilancia penitenciaria, hay tres inconvenientes grandes en el artículo. “Son solo 96 personas, que son pocas, solo se las sigue durante cuatro años y falta comparar con el resultado que darían en la prueba personas que no hubieran estado en prisión”. “Tampoco sabemos la tipología exacta ni a violencia de sus delitos”. “De hecho, los propios autores reconocen que no saben cómo pueden influir otros elementos”, indica la psicóloga.
La resonancia es más útil para seguir tratamientos, dice un psiquiatra
Contra los fuegos artificiales de una tecnología muy llamativa pero con resultados controvertidos, Gómez Hermoso ofrece la realidad del día a día de su trabajo. “Estamos haciendo un estudio con 150 personas que hemos evaluado, y hemos acertado —tanto para indicar que van a reincidir como que no— en el 96% de los casos”.
Para ello, Gómez Hermoso y su equipo han recurrido a la metodología tradicional: “Medir mediante entrevistas, la observación y las guías de valoración, básicamente la asunción de la autoría y su responsabilidad; analizar si existen o no rasgos psicopáticos”. Por eso, asegura: “Ni tenemos el equipamiento para hacer esas mediciones de neuroimagen, ni lo necesitamos”.
O, por lo menos, no lo necesita de momento.

SERÁ HdP ESTA TIA...

“De una terrible violación sacas algo bueno: un hijo, un don de Dios”

Una profesora del CEU--Universidad del integrismo católico-- carga contra el aborto y la homosexualidad en una clase de Periodismo

El Facebook del centro privado se llena de comentarios y críticas

“Aunque tu marido te sea infiel, la verdadera prueba de amor es seguir amándole con lágrimas en los ojos, como Jesús lloraba en la cruz”. Esta frase y otras como “las mujeres maltratadas no deben separarse porque eso es amor”, o “el aborto en el caso de violación no es tolerable porque dentro de lo terrible de la violación sacas algo bueno, que es un hijo, un don de Dios”, colmaron este martes la capacidad de aguante de buena parte de los alumnos de la clase de Doctrina Social de la Iglesia que impartió ayer Gloria Casanova, profesora de la Universidad Cardenal Herrera-CEU de Moncada (Valencia).
Desde esta mañana, el Facebook de este centro privado se ha ido llenando de comentarios y críticas a propósito de la noticia publicada por EL PAÍS. La profesora ha declinado hablar con este periódico.
“Ha sido intolerable, clases así no se pueden aguantar”, relató a este diario uno de los universitarios que se encontraban en el aula y que recogió las manifestaciones de Casanova, que también da clases en la Universidad Católica de Valencia.
La asignatura es obligatoria hasta tercero de Periodismo. Los alumnos que asisten a las clases de esta docente están acostumbrados al tono de sus lecciones, constantemente escoradas hacia las posturas más conservadoras de la Iglesia. Este martes, el tema versaba sobre la homosexualidad y el matrimonio gay. Y, según varios testimonios, Casanova dio una vuelta de tuerca a su discurso habitual. “Se ha pasado de la raya, hubo gente que salía ofendida de la clase porque no podía soportarlo más”, relata otro alumno.
Entre los comentarios con los que aderezó la lección —toda hablada, no hay libro de texto— también indicó la existencia de supuestos estudios “que demuestran que los niños de padres homosexuales tienen más trastornos de personalidad” o que la homosexualidad “se puede reconducir”. Este diario trató, sin éxito, de obtener la versión de la docente.
La consejera de Educación, María José Catalá, ha sido preguntada esta mañana en un acto por la polémica que ha suscitado la clase de la profesora del CEU y ha enmarcado el asunto en la "libertad de cátedra".
"Entiendo que no dejan de ser opiniones de una persona dentro de su libertad de cátedra, ejercitada en su actividad docente en la Universidad", ha señalado Catalá. La consejera ha añadido que "evidentemente" no comparte algunas de las afirmaciones, pero respeta "mucho la libertad de cátedra", y ha destacado que se trata de opiniones efectuadas por una persona "en un determinado momento, de forma acertada o no acertada".
La Universidad Cardenal Herrera-CEU ha reaccionado al revuelo con un comunicado en el que asegura que el centro "fomenta el debate plural y la reflexión entre alumnos y profesores y acoge todas las opiniones que se expresan desde el respeto al ideario del centro". Según señala, "la atención y escucha a los estudiantes es una prioridad para esta Universidad (que ofrece numerosos canales donde debatir propuestas y plantear ideas y opiniones), al igual que cultivar el espíritu crítico de los alumnos y fomentar sus propias reflexiones". "El debate suscitado anima a la Universidad a impulsar un foro universitario donde conocer y reflexionar sobre la Doctrina Social de la Iglesia", concluye.
Los partidos políticos también han opinado sobre la cuestión. El diputado autonómico de Compromís Fran Ferri ha registrado hoy en las Cortes Valencianas una pregunta parlamentaria en la que pide al Consell que "tome medidas que garanticen los derechos fundamentales de los alumnos en toda la actividad docente que se imparta en el territorio valenciano".
Además, la diputada de Esquerra Unida Esther López Barceló ha enmarcado las afirmaciones de la profesora en un "discurso integrista, ofensivo, homófobo y patriarcal". Según ha criticado en un comunicado, estas afirmaciones son "execrables" que "retrotraen a la Edad Media", además de "muy peligrosas y cuestionan el camino recorrido en materia de igualdad"




El pensamiento de los Legionarios de Cristo,Kikos,opusdeistas y otros  católicos enquistados en la Banca y el gobierno español muestra la calaña de esta gentuza.
Podriamos encerrarla con tres o cuatro arabes fundamentalistas que durante un par de dias la violen y quizás cambie de idea...
 

miércoles, 27 de marzo de 2013

SUCEDIO EN ARGENTINA...

Encontraron al médico teniendo sexo con una enfermera en su consultorio

Un paciente esperaba ser atendido cuando escuchó ruidos e irrumpió en la sala de pediatría. Qué dijo la enfermera.

Ilustración. Mantenían relaciones sexuales en la camilla de la guardia mientras una veintena de pacientes esperaban en la puerta del hospital. | Foto: El Tribuno
Una veintena de personas esperaban ser atendidas en el Centro de Salud 28, provincia de Salta, cuando uno de los pacientes irrumpió en el consultorio del médico y lo encontró manteniendo relaciones sexuales con una enfermera. Ambos fueron denunciados por "incumpliento de los deberes de funcionario público".
Extrañamente, por la madrugada, el hospital permanecía cerrado cuando en medio de las protestas de quienes esperaban ser atendidos, un paciente escuchó gemidos que provenían de la sala de pediatría y se asomó. Entonces vio a los trabajadores sin ropa y en pleno acto sexual.
Tras la sorpresa inicial, los pacientes llamaron al teléfono de emergencias 911 para denunciar a los especialistas. En cuestión de minutos, agentes de la policía arribaron al centro de salud y levantaron la denuncia. Ante la consulta de los efectivos, la enfermera desestimó las acusaciones y dijo que"le estaban poniendo una inyección".
Por su parte, el ministro de Salud salteño, Enrique Heredia, consideró que se trata de algo "lamentable" por tratarse de una dependencia pública que dejó de prestar servicio. A su vez, el ministro esbozó que "voy a entrar en detalles porque se trataría de una falta de respeto, una invasión en la privacidad que está protegida por la ley y está reservada al individuo y a Dios".
Heredia reiteró desconocer "los detalles que hacen al morbo del periodismo y de la misma gente", pero garantizó que se hará la correspondiente investigación y se sancionará a quien corresponda, desde el punto de vista laboral y no personal, consignó la agencia DyN.
Publicado por Miguel Jara (@MiguelJaraBlog) el 26 de marzo de 2013
Algo más sobre lo que comentábamos ayerSi alguien tiene dudas sobre si el Consentimiento Informado en vacunas tiene o no que ser por escrito, que lea el primer párrafo de este texto del Centro Internacional de Información sobre Vacunas de Estados Unidos (EE.UU.):
Viene a explicar lo obvio: que las lesiones y muertes por vacunas son una realidad.
Atended a otra cosa: National Childhood Vaccine Injury Act of 1986. Esta es la ley que crea el sistema de compensación por los daños ocasionados por las vacunas en EE.UU. Algo que existe en varios países pero no en España. Esta ley se desarrolló con el fin de no “desestabilizar” el mercado de las vacunas.
En el país norteamericano, como sabéis, es muy común litigar en los tribunales por los daños que producen los medicamentos. La presencia de manera constante, en los juzgados y en los medios de comunicación, de los problemas causados por las mismas podían poner en peligro el negocio. Por ello, principalmente, se creó un fondo de compensación para las víctimas.
Para los fabricantes, sobre todo, es más interesante; pones dinero para el fondo pero evitas escándalos y “normalizas” la situación. Vaya, que además quedas bien porque te haces “responsable” de los daños ocasionados por tus productos. Es curioso porque la mayor parte de los fabricantes de vacunas están afincados en EE.UU.
También es digno de mención que, en el fondo, la población está más protegida que, por ejemplo, en España. No olvidemos tampoco que muchas personas, ante los daños causados por el consumo de un fármaco, prefieren pactar con el fabricante una indemnización extrajudicial antes que ir a los tribunales).
En Estados Unidos existe un sistema de notificación de las reacciones adversas a las vacunas, el conocido como VAERS. Sus valiosos datos nos han ayudado a documentar en ocasiones varios post, sobre todos los referidos a la vacuna del papiloma.

martes, 26 de marzo de 2013

Un ginecólogo pregunta si quieres olerle el dedo

"HA SIDO UN DÍA DE MUCHO TRABAJO", AÑADE PICARÓN

CHIN CHIN NO VIO NADA

Hallan 700 kilos de cocaína en el avión privado de Alain Afflelou

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Hallan 700 kilos de cocaína en el avión privado de Alain Afflelou

lunes, 25 de marzo de 2013

Desvelan las raíces moleculares del síndrome de Down

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Desvelan las raíces moleculares del síndrome de Down
ABC
Un equipo del Instituto de investigadores de Sanford-Burnham (EE.UU.) ha descubierto que el cromosoma heredado en el síndrome de Down afecta al aprendizaje y la memoria, ya que conduce a bajos niveles de una proteína llamada nexina 27 o SNX27 en el cerebro, cuya producción es inhibida por una molécula codificada en el cromosoma 21.
Su estudio, publicado en la revista Nature Medicine, muestra que SNX27 se reduce en el cerebro humano con el síndrome de Down. Con la copia extra del cromosoma 21, una persona con síndrome de Down produce menos proteína SNX27, que a su vez altera la función cerebral, por lo que los investigadores mostraron que la restauración de SNX27 en ratones con síndrome de Down mejora su función cognitiva y conducta. «En el cerebro, SNX27 mantiene ciertos receptores en la superficie celular de receptores que son necesarios para que las neuronas disparen correctamente», explica Huaxi Xu, autor principal del estudio. «Así que, en el síndrome de Down, creemos que la falta de SNX27, al menos en parte, tiene la culpa de los problemas de desarrollo y cognitivo», agrega.

Xu y sus colegas comenzaron a trabajar con los ratones que carecen de una copia del gen SNX27 y hallaron que esos roedores eran en su mayoría normales, pero encontraron algunos defectos importantes en el aprendizaje y la memoria, así que el equipo investigó más a fondo para determinar qué efecto tendría SNX27. Los investigadores encontraron que SNX27 ayuda a mantener los receptores de glutamato en la superficie celular en las neuronas. Las neuronas necesitan receptores de glutamato para poder funcionar correctamente, por lo que con menos SNX27, los ratones tenían menos receptores de glutamato activos y el aprendizaje y la memoria deteriorados.
Proteínas
A continuación, el equipo pensó en el síndrome de Down. Los ratones deficientes de SNX27 compartían algunas características con el síndrome de Down, por lo que echaron un vistazo a los cerebros humanos con la enfermedad, lo que confirmó la importancia clínica de los hallazgos de su laboratorio: los humanos con síndrome de Down tienen niveles significativamente más bajos de SNX27. Tras esto, Xu y sus colegas se preguntaron cómo bajos niveles de SNX27 y el síndrome de Down están conectados y si el cromosoma 21 extra podría codificar algo que afecta a los niveles SNX27. Estos expertos hallaron que el cromosoma 21 codifica un microARN particular, llamado miR-155, y que en los cerebros humanos con síndrome de Down, el aumento de los niveles de miR-155 se correlaciona casi perfectamente con la disminución de SNX27.

De este modo, Xu y su equipo llegaron a la conclusión de que, debido a la copia adicional del cromosoma 21, los cerebros de las personas con síndrome de Down producen excedentes de miR-155, que por medios indirectos disminuye los niveles de SNX27, que a su vez reduce los receptores de glutamato. A través de este mecanismo, el aprendizaje, la memoria y la conducta se deterioran. El equipo utilizó un virus no infeccioso como vehículo de suministro para introducir nuevas SNX27 humanas en los cerebros de ratones con síndrome de Down. «Todo vuelve a la normalidad después del tratamiento con SNX27. Es increíble, primero vemos a los receptores de glutamato volver y entonces el déficit de memoria se repara en nuestros ratones con síndrome de Down», afirma Xin Wang, autor principal del estudio.

«Sin embargo, la terapia genética de esta especie en realidad no se ha analizado detalladamente en los seres humanos. Así que ahora estamos realizando el cribado de moléculas pequeñas para buscar algunas que podrían aumentar la producción de SNX27 o su función en el cerebro», concluye este experto.

domingo, 24 de marzo de 2013

(PRIMAVERA)



Bulle la primavera por mis venas.
Brilla el sol en mi interior
y vuelve la lluvia a alimentarme
para diluir mis luces y mis sombras.


Tony Herrera
 

sábado, 23 de marzo de 2013

OTRA ESTAFA PARAMEDICA MAS

Kinesio taping, las vendas de colores que sirven para casi todo sin demostrar casi nada

Los vendajes neuromusculares que se popularizaron en los Juegos Olímpicos de 2008 siguen triunfando aunque no cuentan con respaldo científico
Un nuevo estudio realizado en España con futbolistas de élite vuelve a negar sus capacidades
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Una jugadora de voley playa luce en su hombro uno de estos vendajes neuromusculares / Foto: London 2012
Una jugadora de voley playa luce en su hombro uno de estos vendajes neuromusculares / Foto: London 2012
Pocos momentos son más propicios para lanzar un producto que durante los Juegos Olímpicos. Con cientos de millones de personas delante del televisor, cualquier cosa que resalte puede propiciar el chispazo del éxito. Sin embargo, colarse en las pantallas de más de medio mundo no es tan sencillo. Hace falta un esfuerzo económico descomunal, como el que realizan los patrocinadores oficiales, y apoyo de los atletas. Al fin y al cabo, la foto de una estrella del deporte luciendo una prenda o consumiendo cualquier invento puede marcar la diferencia. Para conseguirlo, en los juegos de 2008 la empresa Kinesio Holding Corporation regaló a los deportistas de 58 delegaciones 50.000 rollos de venda elástica de colores.
Los espectaculares cuerpos de las jugadoras de voley playa, los venerados gemelos de Cristiano Ronaldo, ese escaparate humano llamado David Beckham. Un trabajo de marketing deportivo de primera clase consiguió colocar estas vendas, con todo tipo de supuestas propiedades beneficiosas, en todos los campos, canchas e incluso piscinas del planeta. Un éxito comercial con pies de barro, si acaso el volumen de ventas dependiera de la verdad científica que respalda los reclamos. “Alivia el dolor. Efecto antiinflamatorio, tónico y relajante. Normalización de la función del músculo. Mejora la circulación de la sangre y de la linfa. Recupera los desajustes de las articulaciones y mejora la propiocepción“, asegura en la versión más comedida y oficial.
Se trata de un vendaje elástico, que se estira hasta un 140% de su longitud original, que funciona al elevar la piel. Básicamente, habría que pegarlo a la piel con el músculo estirado para que al relajarlo la venda genere unos pliegues cutáneos que “aumentan el espacio celular subcutáneo”, “disminuyendo la presión sobre la dermis”, “abriendo los vasos sanguíneos y mejorando la evacuación linfática”, todo según los conceptos usados en los estudios que respaldan sus propiedades. Los primeros, a finales de la década de 1990, y firmados por su inventor: Kenzo Kase, el gurú de los vendajes de colores. Aunque su propia leyenda cuenta que los inventó en la década de 1970, lo cierto es que se puso las pilas con su hallazgo a finales del siglo pasado, blindando en la oficina de patentes de EEUU las características de su venda.
Ha sido después del estallido de popularidad, entre 2008 y 2012, cuando han surgido mayor número de estudios para comprobar si es cierto que mejora el rendimiento deportivo y hace desaparecer dolores en las articulaciones. Como explican en la mayoría de ellos, por ver si merece la pena o si conviene dejar de hacerle perder el tiempo a los fisioterapeutas. La mayoría son poco concluyentes y, aunque algunos reseñan determinadas ventajas puntuales o mínimos beneficios, lo cierto es que cuanto más severo es el estudio más lejos está de probarse un provecho real de su uso. Y es realmente complicado de hacer un diagnóstico global, porque se trata de unas vendas que podrían servir en cualquier músculo, inflamación, tendón o ligamento del cuerpo humano.

Con futbolistas tampoco funciona

El último trabajo que desacredita su utilidad tiene firma española, como gran parte de la literatura médica que se ha interesado por estas vendas, y se ha realizado con deportistas de élite: el equipo de juveniles del Sevilla FC, campeón de España de su categoría. “No tiene sentido usarlo, lo probamos con los jugadores y no sirve, no mejoraban en nada a pesar de que probamos muchas facetas distintas del rendimiento”, resume Moisés de Hoyo, profesor de la Universidad de Sevilla y fisio del equipo andaluz. “Echo de menos conocer el mecanismo fisiológico subyacente que explicaría sus propiedades”, afirma De Hoyo, al recordar que no cuenta ni con evidencia ni con una explicación convincente.
Un repaso sencillo por cualquier buscador de estudios médicos devuelve frases como estas:
“No se ha podido demostrar que incremente la flexión del tronco”, “ni disminuye ni aumenta la fuerza muscular en atletas no lesionados”, “no vale la pena su uso para pacientes con dolor de espalda crónico, en el mejor de los casos estaba por debajo del efecto mínimo clínicamente válido”, “ nuestros datos muestran una reducción en la respuesta refleja ante los desequilibrios”, “no se recomienda su uso en patologías del hombro”, “Kinesio taping puede tener un efecto placebo sobre el dolor”.
En los últimos meses se han realizado un par de metaestudios, un repaso serio sobre todo lo publicado. Uno, publicado en Sports Medicine, concluye que hay “pruebas de poca calidad para apoyar su uso sobre otros tipos de vendaje elástico en el tratamiento o la prevención de las lesiones deportivas”. Otro, realizado por investigadores de la Universidad de Extremadura, resuelve que ”en la práctica clínica se han obtenido efectos beneficiosos, pero desde el punto de vista de la evidencia científica, no existen estudios de revisión concluyentes”.
Aunque su eficacia es dudosa, no son un timo evidente como aquellas pulseras milagro que llegaron a ser perseguidas por las autoridades de medio mundo, incluida España. Al fin y al cabo, las cintas de kinesio taping son vendas. Y las vendas sí son útiles para múltiples funciones en medicina deportiva. Y no hay que olvidar un factor importante: el efecto placebo es especialmente notable en el ámbito deportivo, con atletas hiperexigidos dispuestos a agarrar cualquier pluma con su trompa, como Dumbo, para convencerse de que son capaces de volar. Lo mismo se ponen las medias del revés, entran a la cancha con el pie derecho, besan una medallita o se ponen un esparadrapo chillón: a ellos les sirve.

Hasta con animales

El doctor Kenzo Kase coloca una de sus vendas en un caballo / Foto: Kinesiotaping.com
El doctor Kenzo Kase coloca una de sus vendas en un caballo / Foto: Kinesiotaping.com
Por algo Kenzo Kase (y sus imitadores) cobran por sus vendas hasta diez veces más que una venda elástica convencional. Además, los distintos colores de las tiras se inspiran en la cromoterapia o colorterapia, y según la tonalidad ayuda con un enfoque curativo distinto. Y no sólo se gana dinero con las vendas: también con los manuales y vídeos para aprender a usarlas. También con los cursos homologados que dan profesores acreditados por la propia compañía, entre los que está un fisio del Real Madrid. Así se puede argumentar que no se está usando correctamente cuando aparecen resultados negativos más allá de los muros de la compañía.
El problema se agrava cuando, además de no probarse, se exageran sus capacidades, reivindicando que cura desde el  dolor de cabeza hasta fascitis plantar. Y no sólo sana a humanos, también cura animales. “En 1987, mi chihuahua fue atacado por un perro más grande. Fue horrible, pero le puse la venda y en tres o cuatro días ya estaba dando saltos por ahí”, contaba el doctor Kase al prestigioso rotativo británico The Observer en 2011. En esa plácida entrevista también contaba que habían usado sus vendas con un flamenco y que, como son resistentes al agua, también servirían en peces: “El único animal al que no ayudaré es a una cucaracha”. La entrevista fue duramente afeada por el defensor del lector debido al escaso espíritu crítico de su autor pero Kase comercializa ahora vendajes para caballos sin el menor pudor.

Las tiritas nasales que también triunfaron sin base científica

Antes de las vendas de kinesio taping y las ridículas Power Balance, triunfó otro producto que mezclaba marketing y supuestas propiedades beneficiosas para el rendimiento deportivo. Eran las tiritas nasales, que afirmaban ayudar a respirar mejor y a recuperar más oxígeno sin esfuerzo. Su primer éxito fue en la SuperBowl de 1994 pero estalló globalmente, y no por casualidad, en 1996: coincidían la Eurocopa de Inglaterra y los Juegos Olímpicos de Atlanta. Todos los deportistas, de todas las disciplinas, las usaban. Se agotaron en todas las farmacias y tiendas autorizadas. CNS, la compañía que lanzó el producto original, una tirita con alambres que abre las aletas nasales, facturó 86 millones de dólares ese año.
Varios estudios señalaron que, si servían para algo, desde luego no era para mejorar el rendimiento de deportistas de élite que, en muchos casos, respiran por la boca. “Los resultados a los que llegan la mayoría de las investigaciones pueden haber estado influenciados por el efecto placebo”, concluía un estudio español, que negaba su valor para los atletas y acaso lo recomendaba para  personas asmáticas. Parecidas conclusiones se obtuvieron en todo el mundo. Aun así, importantes deportistas, como Neymar, siguen luciéndolas. En 2006, la farmaceútica GlaxoSmithKline pagó 566 millones de dólares por CNS y sus tiritas Breathe Right.

Kirchner: "La diabetes es una enfermedad de ricos"

La presidenta de Argentina justifica de esta manera los recortes presupuestarios para el tratamiento de la enfermedad

 

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Mientras los científicos pugnan por encontrar la manera de curar a los enfermos de diabetes, algunos políticos buscan la manera de restar inversiones de donde sea. El último dirigente en causar polémica sobre tan delicado asunto ha sido la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Ante un auditorio preparado para escuchar los planes de Argentina para el 2020 escucharon como la presidenta justificó el recorte de inversiones para el tratamiento del exceso de azúcar en sangre en que "la diabetes es una enfermedad de ricos". En el vídeo es posible reconocer que la propia Kirchner se da cuenta de que algo de lo que ha dicho no es correcto, pero rectificar es solo para los sabios.
Mientras los científicos intentan conseguir una solución quirúrgica para la diabetes --este viernes se ha conocido que el 80% de los obesos con diabetes podría prescindir de la insulina tras la cirugía-- esta enfermedad sigue cobrándose cada vez más enfermos y no precisamente entre las clases más pudientes.
Mientras los científicos constatan que la diabetes se ha convertido en la causa del 65% de las amputaciones y que el 85% de los pacientes sufren dolor de los miembros fantasma --esos que ya no tienen pero que sienten todavía--, la presidenta habla de los enfermos como merecedores de su enfermedad por haber estado demasiado sentados en el sofá de casa. Lo cierto es que la diabetes puede dañar los nervios y causar lo que se conoce como la neuropatía diabética, y es que los altos niveles de azúcar en sangre provocan el envío de señales que hacen que el sistema se debilite y tenga lugar un adormecimiento de las extremidades, por lo que las dificultades de movilidad pueden llegar a ser más una consecuencia de la enfermedad que su causa.

La enfermedad

Aunque la presidenta argentina parece no saber nada de la enfermedad, debería saber que la insulina es una hormona producida por el páncreas para controlar el azúcar en la sangre y que la diabetes puede ser causada por muy poca producción de insulina, resistencia a ésta o ambas situaciones combinadas.
La ingesta de cualquier alimento implica que la glucosa (azúcar), que es fuente de energía para el cuerpo, entre en el torrente sanguíneo. El páncreas produce la insulina, cuyo papel es transportar la glucosa del torrente sanguíneo hasta los músculos, la grasa y las células hepáticas, donde puede utilizarse como energía. Las personas con diabetes presentan hiperglucemia, debido a que su cuerpo no puede movilizar o trasladar el azúcar hasta los adipocitos, hepatocitos y células musculares para que sea almacenado como energía. O también porque el páncreas no produce suficiente insulina o las células no responden de manera normal a la insulina.

Tipos de diabetes

Mientras la presidenta argentina dice que los gordos y ricos tienden a contraer la diabetes, sería conveniente recordar es que hay dos tipos principales de diabetes y que las causas y los factores de riesgo son diferentes para cada tipo:
La denominada diabetes 1 puede contraerse a cualquier edad, pero se diagnostica con mayor frecuencia en niños, adolescentes o adultos jóvenes. Esos que todavía no han tenido ocasión de vivir demasiado tiempo de manera acomodada, como presume Cristina Fernández de Kirchner por el mero hecho de tener la enfermedad. El cuerpo de los enfermos no produce o produce poca insulina y se necesitan inyecciones diarias de esta hormona. La causa exacta se desconoce. Pero los costes para los sistemas públicos de salud son elevados.
La denominada diabetes tipo 2 corresponde a la mayoría de los casos de diabetes. Generalmente se presenta en la edad adulta, pero cada vez se diagnostica más en adolescentes y adultos jóvenes debido a las altas tasas de obesidad. Lo cierto es que la obesidad, han constatado los últimos estudios, es menos habitual en las clases pudientes. Quizá porque eligen mejor las viandas de su mesa. Muchas personas con este tipo de diabetes no saben que padecen esta enfermedad. Sin un Estado del bienestar potente, la detección de la enfermedad es tardía y sus demoledores efectos en la salud más irreversibles.
La diabetes gestacional es el azúcar alto en la sangre que se presenta en cualquier momento durante el embarazo en una mujer que no tiene diabetes. Quizá la criatura vaya a tener una cuna alta, pero ser de alta cuna no predispone a padecer diabetes, dicen los expertos.
Cris acierta muchas veces,pero se equivoca como todo el mundo y esta metida de pata es gigantesca.
¿Habrá querido decir otra cosa?
Me temo que este desliz es el primero de su desbarrar o su soberbia la llevó a este terreno de la medicina.Se puede hablar de todo siendo presidente,pero no de temas de salud que desconoce o que tiene malos asesores.El ministro de Salud,un tal Manzur parece que salvo distribuir comisiones con los sindicalistas peronistas no sabe otra cosa.

jueves, 21 de marzo de 2013

el vino es más sano

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Consumo de refrescos puede ser responsable de 180.000 muertes al año, según estudio

Consumo de refrescos puede ser responsable de 180.000 muertes al año, según estudio
El consumo de refrescos y zumos azucarados podría ser responsable de 180.000 muertes al año en todo el mundo, según se desprende de un estudio presentado por la Asociación Americana del Corazón.
Los autores del estudio, un equipo de investigadores estadounidenses, advierten de que un consumo elevado de estas bebidas provoca el exceso de peso, el cual, a su vez, puede ser causa del diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Tras analizar los resultados de un estudio global de 2010, los científicos revelaron la relación entre el consumo de bebidas azucaradas, por un lado, y 133.000 muertes por diabetes, 44.000 muertes por enfermedades cardiovasculares y 6.000 decesos por cáncer. Según los investigadores, el 78% de estos casos, todos ellos registrados entre la población adulta, correspondieron a países con un nivel bajo y medio de ingresos.
Según el trabajo, América Latina fue en 2010 la región del mundo con mayor número de muertes, unas 38.000, por la diabetes relacionada con el consumo de refrescos. A su vez, Europa Central y del Este resultó la más castigada por la mortalidad a raíz de enfermedades cardiovasculares provocadas por la misma causa (11.000 casos). En EEUU se registraron cerca de 25.000 muertes asociadas al consumo de bebidas azucaradas.
Entre los 15 países más poblados del mundo, el triste liderazgo en número de “muertes dulces”, 318 por un millón de habitantes, pertenece también a un Estado latinoamericano, en concreto México. En el extremo opuesto de este “ranking” se encuentra Japón, con tan solo 10 muertes.
Los expertos recomiendan que las calorías consumidas con las bebidas azucaradas no superen las 450 a la semana en dietas de 2.000 calorías diarias.