viernes, 22 de octubre de 2010

ALERTA SANITARIA


Johson & Johson pide retirar 93.000 prótesis de cadera en el mundo

  • Los modelos defectuosos están en el mercado desde los años 2003 y 2004
  • El Ministerio alertó a las CCAA hace semanas para que estrechen la vigilancia

Cerca de 93.000 prótesis de cadera y huesos metálicos de titanio de la marca estadounidense DePuy, filial de Johnson & Johnson, tendrán que ser retiradas de las personas a quienes les fueron implantadas en todo el mundo, debido a "fallos graves" del material.

"Vamos a pedir que se extraigan esos implantes de manera urgente. Nos lo estamos tomando muy en serio porque la situación así lo requiere", ha asegurado el director de la firma DePuy Orthopedics, David Floyd, citado por el periódico holandés 'De Volkskrant'.

En España, como explican fuentes del Ministerio de Sanidad a ELMUNDO.es, la Agencia del Medicamento ya alertó hace algunas semanas a las comunidades autónomas que se estaban detectando más fallos con ciertos modelos de prótesis de cadera.

Esto no significa que sea necesario extraerlas, aclara un portavoz del ministerio, "sino que se emitió una alerta dirigida a los profesionales sanitarios para que estrechen la vigilancia por si detectan más problemas en los usuarios de dichas prótesis".

Johnson & Johnson, por su parte, acaba de hacer público un llamamiento para que los pacientes de todo el mundo con prótesis defectuosas, de los modelos 'ASR XL Acetabular System' y 'ASR XL Hip Resurfacing System', que están en el mercado desde los años 2004 y 2003 respectivamente, se sometan a una intervención de recambio lo antes posible. Aunque parece que la situación es más alarmante en EEUU debido a las peculiaridades de su sistema sanitario, donde la compañía prefiere cubrirse las espaldas ante un aluvión de demandas.

El problema, según el rotativo, es que "gran parte de los pacientes son personas mayores para quienes una segunda intervención podría suponer un elevadísimo riesgo".

Los primeros afectados estadounidenses han comenzado a contratar los servicios de abogados para presentar una querella contra la multinacional estadounidense, según el rotativo de Amsterdam.

La empresa ya se ha comprometido a pagar las intervenciones quirúrgicas a los pacientes que en estos momentos tienen implantadas ese tipo de prótesis.

La decisión se produce después de que en agosto pasado la compañía diera a conocer que ha recibido "miles" de quejas de pacientes en todo el mundo que se lamentan de "dolores agudos" y de "enormes dificultades para moverse".

Primeros síntomas

Los primeros síntomas de que algo iba mal con ese tipo de material se registraron a principios de este año en Reino Unido y Australia, países donde los pacientes que reciben este tipo de implantes son incluidos en un listado oficial.

La alarma inicial saltó cuando pasados cinco años desde el implante, el 13% de pacientes se quejó por esos dolores y molestias, con lo cual la multinacional Johnson & Johnson se vio obligada a pagar las primeras intervenciones quirúrgicas para extirparlas.

No obstante, la multinacional consideró que se trataba de casos puntuales y no creyó conveniente -hasta hoy mismo- lanzar una operación mundial para cambiar esas prótesis, informa el periódico holandés.

EN ARGENTINA GANAN LAS PRIVADAS DE LA SALUD

Podrán discriminar a los pacientes con enfermedades preexistentes y a jubilados

El Senado hizo dos cambios y destruyó la regulación a Prepagas

El proyecto, con media sanción en Diputados, será modificado. La Cámara Alta cedió al lobby de las empresas y da la espalda a enfermos y jubilados.

Tras haber permanecido congelado por dos años en los cajones de la Cámara Alta y a escasos 30 días de perder el estado parlamentario, el proyecto de regulación de la medicina privada está cerca de sufrir un cambio que favorecería claramente a las empresas del sector, e impactaría de lleno en los derechos sanitarios de los más de cinco millones de usuarios que hoy tienen el servicio en todo el país. En las últimas horas, los asesores de los senadores que integran la Comisión de Salud, tomaron el proyecto que sancionó Diputados y modificaron el artículo 10, referente a Carencias y Declaración Jurada, que señalaba que “las enfermedades preexistentes sólo se establecen mediante la declaración jurada y NO PUEDEN SER CRITERIO DE RECHAZO DE ADMISIÓN DE LOS USUARIOS”. Hoy, según el documento del Senado al que tuvo acceso Tiempo Argentino, ese mismo punto dice que “las enfermedades preexistentes pueden establecerse por declaración jurada u otros medios complementarios a cargo de la entidad de medicina prepaga, Y PODRÁN SER TENIDAS EN CUENTA A EFECTOS DE ADMITIR NUEVOS USUARIOS”. Es decir que, con el cambio, las Prepagas están en condiciones de discriminar a gente con una enfermedad crónica (diabetes, HIV, cáncer, etcétera) que se quiere afiliar. Lo más llamativo es que ese artículo, tal como adelantó el presidente de Swiss Medical, Claudio Bellocopit, a este diario, es el único que las empresas del sector no están dispuestas a aceptar. “Teníamos que adecuar el proyecto, si se pone este artículo, las Prepagas dejan el negocio. Quisimos armonizar, entre el derecho de la gente y la sustentabilidad del sector”, explicó uno de los asesores que trabajaron en el proyecto, quien intentó excusarse por el escrito al decir que “todavía no lo vieron los senadores”. La Comisión de Salud, presidida hoy por el radical José Cano, está compuesta por legisladores de la UCR, el PJ, Trabajo y Dignidad, Frente Cívico y Social, del duhaldismo, y Buenos Aires Federal.
Pero hay más. En el paper que hicieron los asesores, en su artículo 11, se especifica que “LA EDAD NO PODRÁ SER TOMADA COMO ÚNICO CRITERIO DE RECHAZO DE ADMISIÓN”. En cambio, en la media sanción de Diputados no se menciona en ningún momento la posibilidad de que no se afilien personas por longevidad, y sí se prohíbe expresamente aumentar las cuotas a los mayores de 65 años.
Otro de los asesores contó que “no nos presionaron las Prepagas, aunque sí nos visitaron a principios de año”, y reconoció que “los empresarios querían podar el 50% de la ley, para reafirmar el statu quo”. Aunque el Senado intentó despegarse del tema, las modificaciones son funcionales a las pretensiones de las Prepagas. Un documento exclusivo al que accedió este diario contiene todas las críticas que el sector hizo al proyecto que aprobó Diputados. Si bien aparecen comentados los 30 artículos que conformaron la ley, la bajada de línea se concentra en el 10 y el 12: con respecto al primero, que expresa que no se pueden rechazar pacientes con enfermedades crónicas, las Prepagas señalaron que “(con esto) se corre el riesgo de que ciertas personas se afilien sólo para un tratamiento en particular” y que “si el número de pacientes se incrementa, el sistema colapsa”. Y respecto del 12, que habla de no subir tarifas a jubilados, las empresas señalaron que “una vez más, se establece un esquema de control de precios, al depender de la autoridad para la determinación de incrementos en las cuotas en función de la edad”. Por otra parte, y ante la pregunta de por qué se demora la aprobación de una ley tan importante, los asesores le echaron la culpa a la anterior conducción de la Comisión de Salud, y admitieron que en una nota girada en marzo de este año al cuerpo legislativo, el propio ministro de Salud, Juan Manzur, señaló como prioridades de sanción a las leyes de control de Prepagas y de Salud Mental.
A pesar del escándalo que supondría la implementación de estos cambios, la ley se tratará el martes próximo en comisión, para lograr allí dictamen para ser debatida en el recinto. Allí estará la responsabilidad de parar una iniciativa que nació ejemplar y hoy parece hecha a la medida de los que deberían ser controlados.