lunes, 14 de febrero de 2011

MUERTE DE NIÑOS ARGENTINOS

“El problema sanitario no debería existir en el norte de Salta”

Urtubey acusa a las víctimas en vez de ocuparse de las verdaderas causas de las muertes de los chicos. El dice que (los hasta ahora ocho bebés de familias aborígenes) murieron desnutridos porque sus padres no los llevan al hospital. Y eso no es cierto. Más allá del factor económico, del que no se hace cargo, podemos dar fe de que van si se sienten bien atendidos; y que dejan de ir cuando se los maltrata o humilla”. Así, de un trazo y con la autoridad que les dan sus treinta años en salud pública en el departamento salteño de Iruya, la pareja de médicos Alicia y Tomás Torres Aliaga refutó las aseveraciones del gobernador y analizó “los múltiples factores” que terminaron con la muerte de los chicos.

Desde su casa en Anisacate, en el sur cordobés, adonde regresaron a vivir luego de la jubilación de ella, ambos le apuntaron a “dos problemas básicos e irresueltos” hasta el momento: el factor socio-económico, que significa la propiedad de las tierras, y los planes asistenciales diagramados desde Buenos Aires o despachos salteños, sin “real conocimiento de la cultura” de ésos pueblos.

Según la médica, “son comunidades collas que, en su mayoría, han quedado cercadas en territorios inhóspitos, como les pasa a los wichís de Santa Victoria del Este. Sólo pueden alimentarse de lo que pescan en el Pilcomayo. Los terratenientes los han mantenido como mano de obra barata y sin respeto por sus derechos”.

Tomás la sigue en su razonamiento: “El problema sanitario no debería existir. De hecho nosotros vivimos una experiencia muy diferente entre 1978 y 2008 (lo plasmaron en su trabajo Por qué callan si nacen gritando , que pronto presentarán en Córdoba). La gente de las comunidades confía tanto en sus propios remedios como en la ciencia. Y sí van a los dispensarios a pesar de que las distancias y los caminos muchas veces son casi imposibles. Pero también dejan de ir si se los maltrata. Y eso, desgraciadamente, ocurre. La discriminación existe”.

¿Se puede evitar que mueran más chicos? Alicia: Creemos que sí, porque hemos trabajado en esas zonas y sabemos que con US$ 150 por persona por año (se estima que son 500 mil) se puede sostener un buen sistema de salud para ellos. En cuanto a los planes trabajar, aunque tengan buenas intensiones, han resultado contraproducentes ya que por ejemplo si una mamá o un papá lo tienen, no pueden ingresar a la Asistencia Universal por Hijo. Y allí las familias son numerosísimas: cinco hijos promedio. Eso implica que el padre va a barrer las calles de una ciudad por $ 800; o la madre a cocinar a una escuela, y que los chicos queden solos. Y la soledad es una de las principales causas de desnutrición. Hay que replantear las soluciones y ayudas para estas poblaciones. Y para hacerlo, primero hay que documentarse, conocer sus culturas.

Tomás, médico pediatra, interviene: “Y cuidar a las madres desde que el bebé está en la panza. Si la madre está anémica o malnutrida, el bebé corre riesgos. Las mujeres suelen tener partos prematuros, y de allí hay un trecho corto a una muerte temprana”.