jueves, 1 de diciembre de 2016

El sexo antes, durante y después del embarazo

  • Los padres no deben olvidar, mientras se adaptan a la nueva vida, que siguen siendo una pareja
El sexo antes, durante y después del embarazo
Las relaciones sexuales se ven alteradas durante el proceso de gestación y nacimiento de un hijo (mizikm / Getty)
Cuando una pareja decide empezar la búsqueda de un embarazo hay mucha ilusión y se suele pensar que no se tardará mucho tiempo en conseguirlo. Se está pendiente del ciclo, de la temperatura basal, de la ovulación… Pero cuando el embarazo no aparece tan pronto como se tenía planeado, el sexo puede convertirse en algo automatizado y puede vivirse como una obligación y con mucho estrés: ¡cariño, hoy toca!
El riesgo que puede tener todo esto es que se pierda lo erótico, lo sensual, que se tenga sexo sin ganas, únicamente para cumplir y con el único objetivo de conseguir el embarazo. Evidentemente todo ello puede afectar considerablemente a la relación de pareja.
¿Qué podemos hacer para que esto no ocurra? Buscar momentos especiales y de intimidad, sitios diferentes donde mantener relaciones sexuales, incorporar elementos que nos saquen de la rutina, tener sexo no solo cuando se está, o se cree que se está, ovulando (y si un día no apetece, ¡no pasa nada!), y recordar que si pasa más de un año y el embarazo sigue sin darse, deberíamos consultar con nuestro ginecólogo.
Durante la gestación

¡Cariño, estoy embarazada! ¿Qué pasa con el sexo? Cada embarazo es un mundo y cada mujer lo vive de formas diferentes. En consulta, por norma general, solemos ver que el sexo durante el embarazo disminuye considerablemente, especialmente en el tercer trimestre.
A veces esta disminución en el nivel de actividad sexual viene por diferentes motivos: ya sea por los síntomas frecuentes en el primer trimestre (náuseas, vómitos, sueño, malestar…) que pueden dejar el sexo en el último lugar, el miedo a poder tener un aborto, el dolor que experimentan algunas mujeres durante la penetración, algunas mujeres pueden sentirse menos atractiva debido a los cambios físicos evidentes de un embarazo, la incomodidad cuando la barriga ya es muy grande y el bebé se mueve, la creencia de algunas personas que el sexo puede generar contracciones...
La recomendación Durante el embarazo se puede tener sexo, siempre y cuando el ginecólogo no nos haya indicado lo contrario
Hay que tener presente que durante el embarazo se puede tener sexo, siempre y cuando el ginecólogo no nos haya indicado lo contrario. Es importante adaptar el sexo a la etapa del embarazo en la cual nos encontremos y seguir manteniendo espacios de intimidad con la pareja. ¿Y cómo lo hacemos?
• ¡La comunicación y la escucha activa son fundamentales! En esta etapa es muy importante que la mujer se sienta comprendida y que su pareja la respete adaptando el ritmo y la sexualidad al momento que se está viviendo.
• Hacer y ayudar a que la mujer se sienta atractiva y sensual.
• Adaptar la postura sexual al tamaño de la barriga, y a la etapa del embarazo.
• Recordar que la penetración no lo es todo en el sexo.
Después del parto

¿Y qué ocurre cuando el bebé ya ha nacido? ¡Bienvenida cuarentena y postparto! Es muy importante no olvidar que durante este período la mujer puede quedarse embarazada, así que debemos utilizar algún método anticonceptivo. Es ideal poder comentarlo con tu ginecólogo para que os recomiende la mejor opción. Ya que muchas parejas reducen su actividad sexual por el miedo a un embarazo no deseado.
El cambio Si la mujer decide dar el pecho, es normal que pueda verse disminuido el deseo sexual, además de por el cansancio y los cambios físicos
Durante el postparto es normal sentir molestias los 2-3 primeros meses, por eso es muy importante seguir con las revisiones ginecológicas y acudir a un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico para hacer una valoración después del embarazo y el parto.
Si la mujer decide dar el pecho, es normal que pueda verse disminuido el deseo sexual y que haya menos lubricación vaginal, debido a la prolactina, hormona que se libera durante la lactancia. También puede afectar directamente al deseo el cansancio, los cambios físicos y emocionales, y el miedo a la penetración por si ésta produce dolor.
Es importante en este momento no ponerse presión, ser conscientes de que es una etapa de adaptación, pasado un tiempo, cuando los síntomas del postparto hayan disminuido y nos hayamos adaptado a la “nueva vida”, habrá que ponerse las pilas para no olvidar que ahora, a parte de padres, seguís siendo pareja. El cariño, la sensualidad y el juego entre vosotros se tiene que mantener, con lo que es importante buscar espacios en los que os podáis encontrar el uno con el otro.