sábado, 22 de diciembre de 2018

EL TABACO YA MATA A LOS 40,ES LA NUEVA EPIDEMIA DEBIDA A LA MEZCLA CON "PORRO"

Muere Pablo Herreros, el divulgador que nos enseñó hasta qué punto "somos primates"


Fallece a los 42 años

Pablo Herreros junto a un gorila en el zoo de Madrid ANTONIO HEREDIA

El primatólogo Pablo Herreros, que fue colaborador de El Mundo, ha fallecido a consecuencia de un cáncer de pulmón
En su último libro, La inteligencia emocional de los animales, Pablo Herreros Ubalde contaba que los humanos no somos las únicas criaturas que sentimos dolor ante la muerte de un ser querido: se ha comprobado, por ejemplo, que los elefantes forman un círculo alrededor de un miembro fallecido de la manada, y acarician sus huesos en señal de duelo.
Esta es solo una de las muchísimas lecciones que Pablo nos enseñó a lo largo de su vida para demostrar, como le gustaba decir a él, que "los humanos somos más animales de lo que creemos, y los animales, más humanos de lo que nos han hecho creer hasta ahora". Hoy, tras conocer la trágica noticia de su fallecimiento como consecuencia de un cáncer de pulmón, todos los que le conocimos y aprendimos tanto de él nos sentimos huérfanos, no solo por la pérdida de un brillante comunicador científico, sino también de una persona excepcional que transmitía bondad y generosidad hacia todos los animales (humanos o no) que se cruzaban en su camino.
Pablo Herreros Ubalde fue el gran pionero de la divulgación primatológica en España. Inspirado sobre todo por las investigaciones de Jane Goodall, Frans de Waal y Marc Bekoff, logró transmitir a un público muy amplio, a través de sus blogs, libros, series de televisión y conferencias, los múltiples descubrimientos que han demostrado en las últimas décadas los comportamientos que nos asemejan a otras especies en el árbol evolutivo, y sobre todo con nuestros parientes más cercanos del reino animal.
Pablo solía citar con frecuencia una frase de Charles Darwin que resumía perfectamente sus motivaciones a la hora de estudiar y divulgar el comportamiento de los simios: "Aquel que entendiera a los primates, haría más por comprender la esencia del ser humano que el filósofo John Locke". Estaba convencido de que mirarnos en el espejo de nuestros hermanos primates es una de las estrategias más eficaces para comprendernos a nosotros mismos (tanto nuestras grandezas como nuestras miserias), y se volcó durante toda su carrera profesional en comunicarlo de manera rigurosa y a la vez accesible para todos los públicos.
Nacido en Torrelavega (Cantabria) en 1976, la pasión y fascinación de Pablo por los animales venía de lejos, ya que su familia había sido fundadora y propietaria de un zoológico en Santillana del Mar, y desde pequeño había pasado muchas horas observando a toda clase de criaturas, además de jugando con sus queridos perros, Truska, Tara y Lupo. Inicialmente estudió Sociología, pero tras licenciarse en esta disciplina, le pareció que para realmente entender en profundidad a las "manadas" humanas, primero tendría que explorar nuestras raíces evolutivas a través de la observación de nuestros parientes más cercanos, y decidió lanzarse a la aventura de la primatología.
Tras realizar un Máster en esta disciplina por la Universidad de Barcelona, se enroló en sus cursos de Doctorado para realizar una tesis, pero poco después le surgió la oportunidad de empezar a colaborar con Eduardo Punset como guionista en Redes, entonces el programa estrella de ciencia en televisión. A partir de entonces, la divulgación científica se convirtió en su gran pasión, y a través de la Fundación Punset lanzó su primer blog, Somos primates, y empezó a dar conferencias en las que explicaba a ejecutivos cómo el estudio de las manadas de chimpancés podría ayudarles a comprender las claves del liderazgo y el éxito empresarial.


Somos primates era no solo el nombre del primer blog de Pablo, sino también de su cuenta de Twitter; y fue a través de los ingeniosos y provocadores tuits que lanzaba en esta red social (en los que comparaba, por ejemplo, a los directivos que dan puñetazos en la mesa con las demostraciones de fuerza en las que los gorilas se golpean el pecho), cómo le descubrí yo cuando era el redactor jefe de Ciencia de El Mundo.
Después de una deliciosa entrevista que le concedió a este periódico, la desbordante personalidad de Pablo, y su capacidad para divulgar los hallazgos de la primatología con ejemplos de nuestra vida cotidiana, me convencieron de que podría ser un gran fichaje como bloguero para la sección digital de Ciencia ELMUNDO.es. En cuanto le propuse la idea a Fernando Baeta, que en aquella época era el director de la web de El Mundo, no solo le gustó, sino que de inmediato me propuso un nombre para el nuevo blog. "¡Lo llamaremos Yo, mono!", exclamó Baeta en una explosión de entusiasmo.
Así, el 10 de noviembre de 2012, nació un blog que tuvo un enorme éxito de público, colocándose repetidamente en la lista de noticias más leídas de la web de El Mundo. De hecho, su popularidad fue tan notable que, dos años después, la Editorial Destino le ofreció a Pablo publicar un libro también titulado Yo, mono https://www.elmundo.es/blogs/elmundo/yomono/ y al año siguiente, La2 de RTVE también le ofreció dirigir y presentar un programa de televisión de 10 capítulos de nuevo con este mismo título. Tanto en el blog original, como en el libro y en la serie televisiva, el objetivo de Pablo, siempre fue el mismo: intentar explicar las claves del comportamiento humano al gran público, partiendo de la base de que somos primates, y que, por lo tanto, hay muchos aspectos de nuestra psicología (desde la agresividad a la bondad, o desde la xenofobia a la solidaridad) que sólo podemos comprender si tenemos en cuenta de dónde venimos desde un punto de vista evolutivo.
Para Pablo, una lección fundamental de la primatología era que cuando hablamos de "la ley de la jungla", decimos que "el hombre es un lobo para el hombre" o insultamos a alguien llamándole "salvaje", caemos en el error de pensar que todo lo malo que tiene el ser humano es su lado "animal", mientras que lo bueno o ético es lo que logramos inculcarle a través de la "civilización".
Sin embargo, lo que demuestran múltiples investigaciones que Pablo citaba repetidamente en su blog, sus libros o sus intervenciones televisivas, es que en realidad la empatía y el altruismo ya están presentes en muchas otras especies animales. Por lo tanto, el hecho de que "somos primates" significa que nacemos con una herencia biológica que nos capacita, al igual que a los chimpancés y bonobos, para sufrir compasión por el dolor de los demás y ayudar al prójimo cuando lo necesita.
"Lo que trato de transmitir", me decía Pablo en una entrevista publicada por este periódico, "es que la violencia y la agresividad son sólo una parte de la historia. Y que cada vez hay más evidencia de que tanto en los primates como en los primeros homínidos la solidaridad y el altruismo fueron las claves del éxito de nuestra especie. Es decir, somos los herederos de unos primates especialmente cooperativos, que usaron el altruismo y el ingenio para conquistar el planeta".
Además de "Yo, mono", Pablo también realizó en El Mundo otro videoblog divulgativo titulado "Sociedad animal", en el que cada semana analizaba diferentes aspectos del comportamiento no solo de primates, sino de muchas otras especies, mediante reportajes realizados en los recintos del Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Además, también colaboró en otros proyectos de divulgación científica en televisión, como el programa ADN Max, presentado por Xavier Sardá en Discovery Max, y fue un conferenciante de gran éxito en formatos como los TED Talks https://www.youtube.com/watch?v=hiZ8E956PiU,siempre centrándose en el comportamiento animal, y en cómo su observación sirve para comprendernos mejor a nosotros mismos.
En los últimos años, se volcó en la escritura de La inteligencia emocional de los animales, un ensayo en el que explora hasta qué punto las emociones que solíamos considerar un monopolio exclusivo del ser humano pueden observarse también en otras especies.
Siguiendo una vez más la estela del propio Darwin, Pablo argumentaba con múltiples ejemplos de las investigaciones más recientes que las diferencias entre humanos y animales son de grado y no de tipo, y que por lo tanto prácticamente todas las emociones, incluyendo las que asociamos con la moral, existen en otros animales, aunque sea de una forma más primaria o arcaica. Afortunadamente, antes de que cayera enfermo con el cáncer que ha acabado con su vida, pudo dejarnos esta última joya divulgativa.
"Cuanto más estudio a los animales, más conozco a las personas. Lo mismo pasa a la inversa", declaraba Pablo a este periódico hace tan solo unas semanas, en la que ha resultado ser su última entrevista. Su trágico y prematuro fallecimiento supone una pérdida irreparable para el mundo de la comunicación científica en España, y deja un desgarrador vacío imposible de llenar para la legión de primates amigos que formábamos parte de su "tribu".

Top ten de la revista ‘Science’

Diez avances científicos de 2018 que han hecho historia


La revista Science ha elegido las investigaciones más importantes de los últimos doce meses. Las técnicas de secuenciación de ARN, el hallazgo de un gigantesco cráter en Groenlandia y los restos de un probable cruce entre neandertal y denisovano encabezan la lista. También tiene un puesto destacado el trabajo que están haciendo algunas instituciones para acabar con el sexismo en la ciencia.

<p>Un asteroide de 1,5 kilómetros, entero o en pedazos, se estrelló contra una capa de hielo al noroeste de Groenlandia en tiempos geológicamente recientes. / NASA Scientific Visualization Studio</p>
Un asteroide de 1,5 kilómetros, entero o en pedazos, se estrelló contra una capa de hielo al noroeste de Groenlandia en tiempos geológicamente recientes. / NASA Scientific Visualization Studio

Desarrollo de organismos célula a célula

¿Cómo a partir de una sola célula puede llegar a formarse un animal o un ser humano? Aunque este sigue siendo uno de los grandes misterios de la ciencia, gracias a las técnicas de secuenciación de ARN conocidas como RNA-Seq, estamos a un paso más cerca de desentrañar el proceso completo.
En 2018, científicos de todo el mundo han logrado aplicar estas técnicas para monitorizar el desarrollo de embriones de vertebrados. En junio, un equipo, liderado por el experto en genética Jeffrey A. Farrell de la Universidad de Harvard (EE UU), describió los patrones de expresión génica de cada una de las células de un embrión de pez cebra.
Asimismo, otro grupo del Departamento de Biología de Sistemas de la Facultad de Medicina de Harvard logró  rastrear la formación de los órganos de una rana, desde las etapas más tempranas. Para Science, el desarrollo de las tecnologías que han hecho posibles estos hallazgos constituye el avance más relevante del año por “su potencial para estimular avances en investigación básica y en medicina”.

Un cráter gigante en Groenlandia

Ilustración del impacto en la capa de hielo de Groenlandia
Ilustración del impacto en la capa de hielo de Groenlandia/ Carl Christian Tofte
El descubrimiento de un gigantesco cráter de 31 km de diámetro, tan grande como el área metropolitana de Madrid, es otro de los temas científicos más importantes del 2018 . Un  equipo internacional de investigadores, liderados desde el Museo de Historia Natural de Dinamarca (Universidad de Copenhague), lo descubrieron al noroeste de Groenlandia, oculto por el glaciar Hiawatha.
El cráter se formó cuando un meteorito de hierro, de aproximadamente 1, 5 km de ancho, se estrelló contra esa zona de Groenlandia, pero desde entonces ha estado cubierto bajo casi un kilómetro de hielo. Para los expertos, las características del agujero indican que se formó después de que las capas de hielo comenzaran a cubrir Groenlandia, por lo que tiene una edad comprendida entre los tres millones de años y 12.000 años.
Este hallazgo también está relacionado con el clima, ya que los grandes impactos pueden influir en la temperatura terrestre, lo que tiene importantes consecuencias para la vida. Un ejemplo podría haber sido la colisión que acabó con los dinosaurios. De acuerdo con esto, quizás nuestros antepasados no vieron caer el meteorito en Groenlandia, pero sí pudieron sentir sus consecuencias climáticas.

La hija de una neandertal y un denisovano

En una cueva de las remotas montañas siberianas, apareció un pequeño trozo de hueso, de apenas dos centímetros, perteneciente a una adolescente que vivió hace más de 50.000 años. Los análisis genómicos realizados por investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania han revelado este año un resultado sorprendente: la madre de la joven fue una neandertal y su padre, un denisovano.
Estos dos grupos de homínidos extintos habitaban Eurasia mientras se expandían los humanos modernos. Los datos del genoma de la joven también han servido para obtener información sobre las ascendencias de los progenitores y de sus respectivos grupos. Así, se conoce que aunque el padre era denisovano, tenía al menos un antepasado neandertal en su árbol genealógico.
Este hallazgo es importante porque constituye una evidencia directa del cruce de neandertales y denisovanos, si bien los expertos señalan que los dos grupos permanecieron genéticamente distintos el uno del otro, quizá porque las hibridaciones, aunque ocurrieran, fueran limitadas. No obstante, los resultados de este estudio están siendo ampliamente debatidos.
Localización de neandertales (azules), denisovanos (rojos) y primeros humanos modernos (amarillos)
Localización de neandertales (azules), denisovanos (rojos) y primeros humanos modernos (amarillos) datados en unos 40.000 años o antes. / S. Pääbo et al./Nature

La vida se organiza en gotas

El citoplasma de una célula, el líquido espeso que rodea el núcleo, contiene miles de proteínas y de otras moléculas que se empujan entre sí y actúan para realizar funciones como descomponer nutrientes o liberar energía.
Muchas de esas proteínas, que se separan o condensan formando pequeñas gotitas en las que concentran su contenido, desatan una serie de reacciones bioquímicas que es clave para entender cómo se organiza el interior de una célula, al pasar a estado líquido.
Este año, un estudio liderado por la Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill, ha corroborado que algunas proteínas que impulsan la transferencia del código genético del ADN al ARN (el primer paso en hacer nuevas proteínas) pueden condensarse en gotas que se adhieren al ADN. Según Science, “estos estudios demuestran el papel que desempeña la separación de fases en uno de los misterios fundamentales de la vida, la expresión selectiva de los genes”.

Los test genéticos te delatan

Los kit de ADN para conocer los orígenes o encontrar parientes están en pleno apogeo, pero ¿qué ocurre luego con esta información? Los resultados, que quedan almacenados en bases de datos abiertas accesibles a todos, tienen distintas utilidades. En EE UU, los equipos forenses están empleando estos datos para desenmascarar a criminales a partir del ADN de familiares.
Sin ir más lejos, el pasado mes de agosto las autoridades estadounidenses detuvieron a un asesino en seriegracias a las evidencias genéticas y a las bases de datos de ADN contrastadas con las muestras obtenidas en las escenas de los crímenes. El trabajo estuvo liderado por Barbara Rae-Venter, una bióloga y abogada retirada, especializada en investigar árboles genealógicos.
Poco después, un estudio realizado por la empresa MyHeritage, junto a la Universidad de Columbia (EE UU) y la Universidad Hebrea de Jerusalén, reveló que cerca del 60% de las personas que se someten a un test genético puede ser identificado a partir del ADN de un familiar. Ambos acontecimientos avivaron el debate ético entre la privacidad genética y la lucha contra el crimen. Para los científicos, la solución pasa por crear políticas que garanticen la privacidad genética.

Dickinsonia, el primer animal conocido que pobló la Tierra

Restos fósiles de Dickinsonia
Restos fósiles de Dickinsonia / Ilya Bobrovskiy
Un estudiante de doctorado de Universidad Nacional de Australia (ANU), Ilya Bobrovskiy, descubrió un fósil de un enigmático organismo llamado Dickinsonia muy bien conservado en un área remota cerca del Mar Blanco, en el noroeste de Rusia. El tejido de estos restos aún contenía moléculas de colesterol, un tipo de grasa que es marca distintiva de la vida animal.
Este 2018, un equipo de científicos liderado por la ANU concluyó, gracias al análisis de estas moléculas de grasa, que este ejemplar es el primer animal confirmado en el registro geológico, ya que vivió en la Tierra hace 558 millones de años.
La explosión cámbrica sucedió cuando animales complejos y otros organismos macroscópicos, como moluscos, gusanos, artrópodos y esponjas, comenzaron a dominar el registro fósil. Este organismo formaba parte de la biota de Ediacara, formado por los primeros seres vivos que poblaron la Tierra 20 millones de años antes de la explosión cámbrica de la vida animal.

Aprobado tras 20 años el fármaco que silencia genes

El pasado mes de agosto, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó la primera terapia basada en la interferencia de ARN (RNAi), una una técnica que puede utilizarse para silenciar genes específicos vinculados a una enfermedad y que fue descubierta hace 20 años.
En concreto, el nuevo fármaco llamada Patisiran, desarrollado por la compañía farmacéutica Alnylam, en Cambridge (Massachusetts), actúa desactivando el gen defectuoso que subyace a una enfermedad rara llamada amiloidosis hereditaria por transtiretina. En esa afección, las formas mutadas de la proteína transtiretina que se acumulan en el cuerpo dañan la función del corazón y de los nervios.
Esta nueva estrategia terapéutica “podría formar parte de una nueva clase de medicamentos dirigidos a los genes causantes de enfermedades”, dice Science.

Análisis molecular a mayor velocidad

El pasado mes de octubre, dos investigaciones, llevadas a cabo por  la Universidad de California en Los Ángles y por varias instituciones alemanas y suizas, describieron una nueva estrategia para identificar las estructuras moleculares que forman pequeños compuestos orgánicos.
El punto fuerte de esta técnica de difracción de electrones microcristalinos, conocida como MicroED, es su rapidez. Los métodos tradicionales cristalografía de rayos X tardaban días, semanas o incluso meses en tener los resultados. Ahora, sin embargo, se pueden cartografiar  pequeñas moléculas, como las hormonas o algunos fármacos, en cuestión de minutos.
Para la revista, este hallazgo “podría tener un profundo impacto en diversos campos, que van desde la síntesis y el descubrimiento de nuevos medicamentos hasta el diseño de sondas moleculares para el estudio y seguimiento de enfermedades”.
MicroED
Uso de MicroED para analizar la estructura del polvo / American Chemical Society

Mensajeros de una galaxia muy muy lejana

IceCubeLab
Ilustración de IceCube Lab / IceCube/NSF
Después de décadas buscando dónde nacen los neutrinos y los rayos cósmicos más energéticos del universo, un equipo internacional de científicos presentó en 2018 un objeto que los produce: un blazar, una gigantesca galaxia con un agujero negro y un chorro de partículas apuntando directamente hacia la Tierra.
El hallazgo del blazar TXS 0506 + 056, situado en la constelación de Orión a unos 4.000 millones de años luz de nosotros, se realizó en el observatorio IceCube de la Antártida, en colaboración con telescopios de todo el mundo, como MAGIC en Canarias.
Según los especialistas, este descubrimiento puede ayudar también a resolver un misterio centenario sobre el origen de los rayos cósmicos, partículas muy energéticas que bombardean continuamente la Tierra desde el espacio.

El #MeToo alza la voz también en la ciencia

El pasado mes de junio, las Academias Nacionales de Estados Unidos de Ciencias, Ingeniería y Medicina publicaron un informe que analizaba el acoso sexual que sufren las mujeres que estudian o trabajaban en el ámbito científico.
El estudio concluyó que más del 50% del profesorado femenino de dos grandes centros universitarios habían sufrido acoso sexual. Asimismo, entre el 20% y el 50% de las estudiantes, un porcentaje que varía dependiendo del curso y la rama científica a la que pertenecen, también había  sido víctima de violencia sexista tanto verbal como no verbal –como el desprecio o la venganza-.
Según Science, “el acoso sexual en el ámbito científico ha sido poco denunciado y, en gran medida, ignorado”. Por eso, la publicación cierra la lista de los avances del año mencionando a algunas de las instituciones que han impulsado políticas para acabar con el sexismo en la ciencia. Entre ellas, destaca la Fundación Nacional de Ciencias de Virginia (EE UU), que en septiembre dijo que de aquí en adelante, las universidades deben informar cuando un trabajador está siendo investigado por acoso sexual, para tomar medidas al respecto.
Sin embargo, el ritmo del cambio no es lo suficientemente rápido para los críticos como Beth Ann McLaughlin, una neurocientífica de la Universidad de Vanderbilt en (Nashville, EE UU), que este año fundó el grupo de defensa #metooSTEM. McLaughlin opina que “las instituciones y empresas tienen todavía mucho por hacer”.
Científica
El #MeToo alza la voz por las científicas/ Fotolia

Los tres fracasos de 2018 en ciencia

Junto a los diez avances de 2018, Science ha publicado los que considera los tres fracasos más sonados de este año.
Incendios, ciclones, huracanes, inundaciones. Para la revista, este 2018 debe ser recordado como el año de los desastres relacionados con el clima. Hace tan solo unos días, los 200 países reunidos en la Cumbre del Clima celebrada en Polonia cerraron un pacto de medidas contra el calentamiento global. Uno de los objetivos acordados es lograr que la temperatura del planeta no suba por encima de 1,5 grados. El problema es que en 2018 la cifra ya se sitúa en 1 ºC, según los informes del IPCC.
Otro de los acontecimientos negativos del año ha sido el incendio del Museo Nacional de Río de Janeiro. La primera institución científica brasileña, de más de 200 años de antigüedad,  albergaba más de 20 millones de piezas de valor incalculable para la ciencia. 
Finalmente, este 2018 el desarrollo de la genética ha planteado nuevos retos éticos y legales. En noviembre, el científico chino He Jiankui  aseguró haber creado los primeros bebés modificados genéticamente con la herramienta CRISPR. El investigador habría utilizado esta técnica en dos gemelas para eliminar el gen CCR5 con el objetivo de hacerlas resistentes al VIH, la viruela y el cólera. Jiankui fue duramente criticado por exponer a estas niñas a riesgos desconocidos e ignorar importantes consideraciones éticas.