miércoles, 20 de junio de 2012

Hallan el lugar exacto del cerebro donde se origina el amor

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Los estudios de neurociencia han demostrado muchas cosas sobre cómo funciona nuestro cerebro.
Cerebro
El amor activa una zona llamada núcleo estriado, que es la misma que se activa con la adicción a las drogas.
Sabemos, por ejemplo, dónde se almacenan los recuerdos, dónde se controla la ira y el miedo y dónde razonamos para resolver problemas.
Sin embargo se sabe muy poco sobre una de las emociones humanas más poderosas y complejas: el amor.
Ahora una nueva investigación internacional encontró el sitio exacto donde se originan los sentimientos que experimentamos cuando estamos enamorados.
Según los científicos de la Universidad de Concordia, en Canadá, el sitio donde se ubica el amor está vinculado al lugar donde se origina el deseo sexual, pero ambos están separados.
Y el estudio demostró que el amor está en la misma zona cerebral de la adicción a las drogas, señalan los investigadores.
Los estudios del cerebro ya han demostrado que las emociones humanas se originan en el llamado sistema límbico, un conjunto de estructuras importantes que incluyen el hipocampo y la amígdala, entre otras.
En esta región se controlan una serie de funciones que incluyen las emociones, la conducta, la atención, el estado de ánimo, la memoria, el placer y la adicción, etc.
Hasta ahora, sin embargo, había sido muy difícil ubicar el lugar exacto del amor, porque tal como señalan los expertos, a diferencia de otras emociones "concretas" como la ira o el placer, el amor es mucho más complejo y abstracto y parece involucrar muchas áreas del cerebro.
La nueva investigación, en la que también participaron neurocientíficos de las universidades de Sycaruse y Virginia Occidental en Estados Unidos y el Hospital Universitario de Ginebra en Suiza, revisó 20 estudios que habían analizado la actividad cerebral del amor y el deseo sexual.
En los estudios se había sometido a los participantes a escáneres de fMRI (imágenes de resonancia magnética funcional) para observar la actividad de su cerebro mientras estaban comprometidos en tareas relacionadas a imágenes eróticas o a observar la fotografía de la persona de quien estaban enamorados.

Núcleo estriado

"El amor realmente es un hábito que se forma con el deseo sexual y que recompensa a ese deseo. Y en el cerebro el amor funciona de la misma forma como cuando la gente se vuelve adicta a las drogas"
Prof. Jim Pfaus
Los resultados de los estudios revelaron que dos estructuras del cerebro en particular, la ínsula y el núcleo estriado, eran las responsables tanto del deseo sexual como del amor.
La ínsula es una porción de la corteza cerebral que está plegada en una zona entre el lóbulo temporal y lóbulo frontal, mientras que el núcleo estriado está localizado cerca, en el cerebro anterior.
Los científicos observaron que tanto el amor como el deseo sexual activan diferentes áreas del núcleo estriado.
El área que se activa con el deseo sexual se activa también con otras cosas que producen placer, como la comida.
Pero el área del núcleo estriado que se activa con el amor es mucho más compleja.
Y aunque también se activa con el placer o deseo sexual, sólo funciona cuando hay algo con "un valor inherente" para activarla, dicen los científicos.
"Nadie había colocado estos dos sentimientos juntos para ver cuáles eran los patrones de activación" explica el profesor Jim Pfaus quien dirigió el estudio.
"No sabíamos qué encontraríamos, pensamos que ambos estarían completamente separados. Pero resultó que el amor y el deseo activan áreas específicas pero vinculadas en el cerebro".
"Mientras el placer sexual tiene un objetivo muy específico, el amor es más abstracto y complejo y por lo tanto menos dependiente de la presencia física de otra persona" agrega.
Algo que sorprendió a los científicos fue encontrar que la zona del núcleo estriado que se activa con el amor también está asociado a la adicción a las drogas.
Según el profesor Pfaus, esto tiene sentido.
"El amor realmente es un hábito que se forma con el deseo sexual y que recompensa a ese deseo" dice el científico.
"Y en el cerebro el amor funciona de la misma forma como cuando la gente se vuelve adicta a las drogas" agrega el profesor Pfaus.