sábado, 18 de marzo de 2017

LOS ESPAÑOLES TIENEN PELOS EN LA PALMA DE LA MANO...

Tres libros que nos escandalizaron hablando solo de sexo

No hablamos de literatura erótica, aunque hay pasajes en estos tres volúmenes que sonrojarán a muchos lectores de la cabeza a los pies
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La Venus de Willendorf, nuestra primera diosa carnal
Los caminos del deseo son misteriosos, pero solo porque viven en guerra encarnizada con la prescripción sociocultural. A la patología resultante la llamamos tabú. El único detalle verdaderamente escandaloso de la serie de Sorrentino  The Young Pope es el deseo del Cardenal Voiello por la Venus de Willendorf, la diosa paleolítica de la fertilidad. La encontraron a orillas del Danubio, pero vive ahora en el Vaticano, vigilada en su prisión de cristal, como un animal exótico y peligroso. Tiene todo el sentido del mundo que una diosa paleolítica de la fertilidad inspire pasiones en un hombre adulto, por muy cardenal que sea. Pero nos escandaliza porque en ella se concentra todo aquello que intentamos reprimir: la exuberancia de la carne, el exceso de curvas, las grasientas glándulas mamarias. La venus es una flor henchida de primavera en un campo de inofensivas florecillas silvestres. Es natural que Voiello responda. A diferencia de nosotros, no está programado por la gran máquina de la publicidad occidental.
Los tres libros que siguen reflejan la misma esquizofrenia entre lo que realmente deseamos y lo que deberíamos querer. Aunque pertenecen a épocas diferentes, su objetivo es el mismo; romper con los tabús de su tiempo usando como argumento la imposibilidad de contener los impulsos sexuales ajenos. 
Sexo Futuro: poliamor, tinder y otros animales nocturnos
Sexo Futuro. El amor en el siglo XXI.
Emily Witt
Como la joven  Anastasia Steele, Emily Witt empieza el libro sintiéndose una chica corriente, si bien preocupada porque su ultima ruptura la dejaba fuera del  Chattanooga Choo Choo de la realización femenina heterosexual: Romance-amor-sexo-matrimonio-maternidad-jubilación compartida. Los encuentros que no conducen al  Chattanooga se descartan como distracciones, síntomas de inmadurez o peor, de envejecimiento.
Entonces tenía 30 años. Ocho capítulos, muchas experiencias y varios años más tarde, la protagonista puede ver "la fabricación de mi sexualidad. Veía las costuras de su construcción y la naturaleza arbitraria de sus mitos. Había llegado a entender que la sexualidad tenía muy poco que ver con el sexo que practicabas en la realidad. (...) Un sexo futurísta no es un nuevo tipo de sexo históricamente irreconocible, sino simplemente una nueva manera de hablar de él". 
Entre medias, la búsqueda de respuestas, de compañía y de satisfacción carnal la lleva en un viaje que incluye encuentros con desconocidos a través de plataformas de contactos, talleres de orgasmos, espectáculos de pornografía en directo, comunidades que rechazan la monogamia a cambio de las múltiples satisfacciones y complicaciones del poliamor. Lo que separa este libro de otros relatos de autodescubrimiento es la mirada disciplinada, interesante y sagaz de la propia autora, que escribe regularmente para publicaciones como The New Yorker, The New York Times, London Review of Books. 
No codiciarás a la mujer de tu prójimo, Guy Talese
La mujer de tu prójimo
Gay Talese
Este retrato de la revolución sexual en la Norteamérica de los 80, en la antesala del Sida, es un buen acompañante para Mad Men y Revolutionary Road, la novela de  Richard Yates sobre la generación verdaderamente perdida que se tragó el sueño americano y con ese sueño se envenenó.
El énfasis en la juventud hizo que muchos americanos se sintieran viejos a los treinta, especialmente todos los ejecutivos junior que, habiéndose identificado con empresas y habiendo asociado la sabiduría con la antigüedad, de pronto se sentían inseguros y fuera de lugar en esa era de nuevas personalidades y valores oscilantes. 
Talese tardó nueve años en escribirlo y a punto estuvo de acabar con su matrimonio durante la exhaustiva investigación. Su mujer, Nan Talese, era editora en Random House. Como se hace evidente en el libro, su nivel de inmersión fue profundo y problemático. "Si quieres escribir sobre orgías, - explicaba tres décadas más tarde- no te quedas en la sala de prensa con tu pequeño pase de prensa manteniendo una prudente distancia. Tienes que tener un affair con tus fuentes. ¡Te tienes que relacionar!". Lo que perdura es un análisis asombroso sobre las expectativas de clase, género, ambición y estándares de una generación que no parece tan diferente a la nuestra. O la sensación de que, cuando se trata de sexo, ninguna lo es. 
Miedo a volar, el clásico de Erica Jong cumple 45
Miedo a volar
Erica Jong
"Había ciento diecisiete psicoanalistas en el vuelo de la Pan Am a Viena, y yo había sido paciente por lo menos de seis de ellos", relata  Isadora Wing quien, haciendo deshonor a su nombre, tiene miedo a volar. Isadora viaja con su infiel marido a una conferencia sobre psicoanálisis, en la que se zumba a un doctor que la libera de varias cosas, incluyendo su matrimonio. El doctor se llama  Goodlove. Como ven, las metáforas de esta novela no tienen nada de postmoderno. 
Como la mayor parte de las mujeres de su generación -y gran parte de la nuestra- los sueños de Isadora están inextricablemente atados al romance y el matrimonio. "Tan pronto como me imaginaba escapando de un hombre, me veía a mí misma atándome a otro. Era como una barca que necesitaba siempre un puerto en el que atracar. Simplemente era incapaz de imaginarme sin un hombre". Miedo a volar relata el proceso en el que se convierte en capitán de su propio destino, hombre tras hombre, polvo tras polvo. Y qué complejas, divertidas, interesantes y transformadoras son todas las relaciones que emprende y de las que se desprende, cada vez más ligera de peso, en busca de su propia autoridad.
Cuánto dio que hablar este libro cuando se publicó por vez primera en 1973, con su preciosa portada de Judith Seifer.  La inteligente, feroz y provocadora voz que lo escribe encandiló a John Updike, Henry Miller y ha despertado a varias generaciones de mujeres, incluyendo las cuatro chicas egoístas y valientes que protagonizan la increíble  Girls

UNA ESPERANZA PARA EL DAÑO MEDULAR

Un futuro by-pass para lesiones medulares

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Este año se ha puesto en marcha ByAxon, un proyecto europeo coordinado por el instituto IMDEA Nanociencia de Madrid, para desarrollar un implante que logre restaurar la transmisión de señales eléctricas en una médula espinal lesionada. El Hospital Nacional de Parapléjicos, en Toledo, también participa en este proyecto de base nanotecnológica.
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<p>Esquema del by-pass que van a desarrollar los investigadores para aplicarlo en lesiones medulares. / IMDEA Nanociencia</p>
Esquema del by-pass que van a desarrollar los investigadores para aplicarlo en lesiones medulares. / IMDEA Nanociencia
Un consorcio europeo, liderado desde el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Nanociencia (IMDEA Nanociencia), va a crear una nueva generación de sensores y electrodos basados ​​en materiales nanotecnológicos para la interconexión neural dentro del proyecto ByAxon. La iniciativa está financiada por la Unión Europea a través del programa para tecnologías futuras y emergentes (FET-OPEN) con 3,7 millones de euros.
El objetivo es diseñar y construir el prototipo de un implante que pueda trabajar directamente a nivel de la médula espinal. Su labor será restaurar la transmisión de señales eléctricas en las médulas lesionadas, actuando como un by-pass local activo, un avance que todavía no es posible con la tecnología actual.
ByAxon se presentó el pasado febrero en la sede de IMDEA Nanociencia durante una reunión a la que también acudieron representantes de otros centros asociados al proyecto, como el Hospital Nacional de Parapléjicos (Toledo), referencia en España en la rehabilitación integral de pacientes que han sufrido daños en la médula espinal.

Con el nuevo proyecto se busca desarrollar sensores con suficiente resolución y que funcionen en temperaturas in vivo o ambiente. Los nuevos sensores podrán emplearse así, no sólo en usos médicos sino también en una variedad de interfaces cerebro-máquina cotidianas que, haciendo, por ejemplo, uso de comunicación inalámbrica ayuden a controlar ordenadores y robots con sólo pensarlo.
Dentro de ByAxon se emplearán materiales magneto resistivos de superficie escalonada a escala nanométrica, que servirán para desarrollar sensores capaces de detectar el campo magnético producido por la actividad neuronal, cuyo valor es unas diez mil veces más pequeño que campo magnético terrestre. Detectar estas señales a nivel cerebral es hoy sólo posible empleando la técnica de magneto encefalografía, que requiere el uso de materiales supercoductores, y por lo tanto de nitrógeno líquido, para su funcionamiento.
En paralelo, los investigadores trabajarán en la fabricación de electrodos eléctricos de alta biocompatibilidad y adherencia gracias a su superficie cubierta de nanohilos conductores. Estos electrodos permitirán emitir impulsos eléctricos que desencadenen la actividad neuronal con bajo impacto, haciéndolos de gran interés para tratamientos del Parkinson, o en implantes retinales.
ByAxon cubre así tanto la detección como la producción de la actividad neuronal con una nueva generación de interfaces mejoradas de alta resolución y gran flexibilidad de uso. En último término, busca interaccionar a nivel local ya no con el cerebro sino con la médula espinal para crear dispositivos compactos que permitan recuperar funciones perdidas en personas con la médula espinal dañada.
Tres de investigación, un hospital y una empresa alemena
Dentro de ByAxon, las tareas de fabricación correrán a cargo de la Dra. Teresa Gonzalez, investigadora principal del proyecto y que forma parte del programa de Nanomedicina de IMDEA Nanociencia, liderado por su director, el profesor Rodolfo Miranda, y del grupo del doctor Laurence Merchin del Centre National de la Recherche Scientifique en Caen, Francia.

El proyecto, cuya duración será de cuatro años y está enmarcado en el programa de la Comisión Europea cuyo objetivo consiste en "fortalecer investigaciones de alto riesgo basadas en ideas rompedoras" y su más ambicioso objetivo es fabricar el prototipo de un implante activo que pueda funcionar directamente en la médula espinal lesionada, como un
 by-pass. Es decir, la función primordial de este dispositivo es por tanto restituir la trasmisión de señales neuronales sensoriales y motoras (potenciales eléctricos), actuando como un puente activo local en la médula espinal, algo que no es viable con la tecnología disponible la actualidad.La biocompatibilidad de todos los dispositivos será estudiada y mejorada por el equipo del Hospital Nacional de Parapléjicos dirigido por la doctora María Concepción Serrano, mientras que los experimentos de funcionamiento en muestras biológicas se realizarán en el grupo de la doctora Laura Ballerini en la Scuola Internazionale Superiore di Studi Avanzati de Trieste (Italia). La empresa alemana MfD-Diagnostics estará a cargo de los estudios in vivo.
El desafío al que hace frente el proyecto es muy complejo y hasta ahora las estrategias seguidas para restaurar y reparar la falta de transmisión de la señal no han tenido buenos resultados. La solución que proponen investigar los socios de ByAxon es muy disruptiva ya que consiste en desarrollar nuevos sistemas y estructuras que recuperen la conectividad pérdida en las lesiones a partir de la nanotecnología.
Según Teresa Gonzalez: "Nos vamos a centrar en recuperar las funciones sensitivas. Lo que queremos es que señales que parten de las extremidades vuelvan a llegar al cerebro. Esto es muy importante ya que se ha demostrado que las terapias centradas en recuperar cuanto antes la parte sensitiva suelen ser más exitosas en recuperar también la parte motora”.
Solo en España se producen unas 1.000 lesiones de médula cada año, y existen más de 30.000 personas con una lesión de este tipo.