jueves, 7 de julio de 2011

YA NI NACEN ESPAÑOLES

España registra la tasa de natalidad más baja desde el año 2003, tras un nuevo descenso en el número de nacimientos

España registró el año pasado la tasa bruta de natalidad más baja desde el año 2003 con 10,5 nacimientos por cada 1.000 habitantes, después de que el número de nacidos descendiera por segundo año consecutivo.

Durante el año pasado se produjo un descenso del número de fallecimientos, pero la contracción de la natalidad ha conseguido reducir el crecimiento vegetativo hasta las 105.388 personas, el nivel más bajo desde 2005.

El INE explica que el descenso en el número de nacimientos fue resultado, principalmente, de una reducción progresiva del número de mujeres en edad fértil, ya que el número medio de hijos por mujer apenas ha variado respecto de 2009, con 1,38.

No obstante, la fecundidad se redujo "ligeramente" tanto entre las mujeres españolas (cuyo indicador bajó a 1,32 en 2010), como entre las extranjeras (1,64). La proporción de nacimientos en este grupo poblacional, el 20,3 por ciento del total, se estabilizó en niveles similares a los observados en los dos últimos años.

Por su parte, la edad media de maternidad mantuvo una "suave tendencia creciente" hasta alcanzar el nuevo máximo de 31,2 años, aunque cuando se analizan sólo las españolas, se observa que tienen a sus hijos, de media, a los 31,9 años de edad mientras que las extranjeras suelen tenerlos cuando rondan los 28,7 años.

La esperanza de vida al nacimiento aumentó en 2010 hasta los 82 años de media, que son 78,9 años en el caso de los varones y los 84,9 cuando se trata de mujeres, lo que supone un incremento de 0,4 y 0,3 años, respectivamente, respecto al año anterior. Además, la esperanza de vida una vez cumplidos los 65 años se sitúa en 18,4 años para los hombres y 22,3 para las mujeres.

La estadística arroja además, que el número total de fallecidos se redujo el año pasado ligeramente respecto a 2009, hasta los 378.667, lo que contribuyó a que la tasa bruta de mortalidad (fallecidos por cada 1.000 habitantes) también disminuyera, pasando de de 8,34 a 8,22.

Destaca que pese a que los extranjeros suponen el 12 por ciento de la población de España, el año pasado sólo fueron un 2,8 por ciento de los fallecidos, lo que el INE explica por que de media, es una población más joven. Con todo, siete de cada diez de estos fallecimientos correspondieron a nacionales de países miembros de la Unión Europea, que son los extranjeros residentes en España con edades medias más avanzadas.

Por comunidades autónomas, el crecimiento vegetativo de la población fue negativo en Galicia, Castilla y León, Principado de Asturias, Extremadura y Aragón en el año 2010, cuando el número de defunciones superó al de nacimientos.

La tasa de natalidad se redujo durante el año 2010 en todas las comunidades autónomas, salvo en Aragón, Castilla y León, País Vasco y la ciudad autónoma de Ceuta. Principado de Asturias (7,39 nacidos por 1.000 habitantes), Galicia (8,07) y Castilla y León (8,24) registraron las tasas de natalidad más bajas.

Estas tres comunidades, que se encuentran entre las regiones de población más envejecida, también presentaron las tasas de mortalidad más elevadas. Así, Principado de Asturias tuvo 12,06 defunciones por cada 1.000 habitantes, Galicia 10,89 y Castilla y León 10,77.

NUPCIALIDAD

Por otra parte, la estadística indica que el año pasado se celebraron 169.020 matrimonios, un 3,6 por ciento menos que en 2009. De este modo, la tasa bruta de nupcialidad se redujo hasta 3,67 por cada mil habitantes, frente a los 3,82 que se registraron en 2009.

En el 21,5% de los matrimonios celebrados al menos uno de los cónyuges era extranjero, frente al 21,8% de 2009, y tres de cada cuatro eran mixtos (un extranjero y un español). Los celebrados entre personas del mismo sexo representaron el 2,1 por ciento del total, frente al 1,7 por ciento que fueron en 2009.

La tendencia a la reducción del número de matrimonios, en términos relativos, fue común a la mayoría de comunidades autónomas durante el pasado año. De hecho, la tasa de nupcialidad sólo se incrementó, y muy ligeramente, en Galicia y en la ciudad autónoma de Melilla.