La resaca es peor cuando se combina alcohol y tabaco
Con el mismo número de copas, los que fuman mucho tienen más posibilidades de desarrollar una resaca o sufrirla de forma más intensa, según un estudio
La resaca, esa combinación de dolor de cabeza, náuseas y fatiga después de una noche de mucho alcohol, puede ser aún peor si hemos abusado también del tabaco. Así lo asegura un estudio norteamericano que se publicará en la edición de enero de «Journal of Studies on Alcohol and Drugs».
«Tomando el mismo número de copas,
las personas que fuman más de lo normal tienen más posibilidades de
desarrollar una resaca o sufrirla de forma más intensa», ha señalado el
investigador Damaris J. Rohsenow, doctor del Centro de Estudios en
Alcohol y Adicciones de la Universidad de Brown, en Rhode Island (EE.UU.).
Los investigadores encontraron que
los estudiantes universitarios eran más propensos a padecer síntomas de
resaca tras una noche en la que habían ezclado alcohol y tabaco. Para
llegar a esta conclusión, realizaron una encuesta online a 113
estudiantes que reprotaron, durante ocho semanas, su consumo de alcohol y
tabaco y cualquier síntoma de resaca. En general, cuando los
estudiantes bebían mucho -el equivalente a cinco o seis latas de cerveza
en una hora- los que habían fumado más ese mismo día tenían mayores
probabilidades de sufrir una resaca a la mañana siguiente y que fuera
más dolorosa.
Pese a que el porqué de este
fenómeno no está todavía muy claro, Rohsenow ha citado otra
investigación que demostraba que los receptores de nicotina en el
cerebro están involucrados en la respuesta subjetiva a la bebida. Fumar y
beber al mismo tiempo aumenta la liberación de dopamina, un
neurotransmisor del cerebro responsable de hacer que el cuerpo se sienta
relajado. El hecho de que la nicotina y el alcohol están conectados en
el cerebro puede explicar por qué fumar está ligado a la resaca.