viernes, 23 de febrero de 2018

NOSOTROS SOMOS ELLOS AUNQUE LOS HUESOS HAYAN CAMBIADO

Si los neandertales desaparecieron, ¿qué hacemos nosotros aquí?

La extinción de esta especie humana es uno de los grandes misterios de la prehistoria

Los prehistoriadores Dirk Hoffmann y Alistair Pike toman muestras de la calcita sobre el dibujo realizado hace 65.000 años. FOTO: JOÃO ZILHÃO | VÍDEO: EPV
La extinción de los neandertales plantea una pregunta inevitable: si ellos desaparecieron, ¿por qué nosotros seguimos aquí? Hasta ahora, la respuesta era más o menos sencilla: nosotros somos más listos. Los neandertales son una especie humana que vivió en Europa unos 200.000 años como mínimo y que desapareció hace unos 40.000, precisamente cuando nuestra propia especie, el Homo sapiens, llegó al continente. Se trata de un espacio de tiempo descomunal: si lo comparamos con la invención de la escritura, que marca el final de la prehistoria y el principio de la historia, estamos hablando de sólo 6.000 años, una fracción mínima del tiempo que nuestros primos (o hermanos) habitaron Europa. Supieron adaptarse a cambios climáticos gigantescos y, durante el último periodo de su existencia, sobrevivieron durante miles y miles de años a las brutales condiciones de la Edad de Hielo. Pero, en un periodo relativamente corto, desaparecieron de los registros arqueológicos.
El descubrimiento, anunciado este jueves en la revista Science, de que los neandertales fueron capaces de producir arte abstracto y complejo es gigantesco, pero no sorprendente. En los últimos años, gracias entre otras cosas a excavaciones en la península Ibérica, en la cueva asturiana del Sidrón y en las gibraltareñas de Vanguard y Gorham, la idea de que fueron unos seres brutos, sin apenas luces, se ha derrumbado. Se medicaban, cuidaban a sus ancianos, decoraban sus cuerpos con colores y plumas, habían sido capaces de producir dibujos geométricos y poseían el gen FoxP2, que permite el lenguaje.

Pero este hallazgo, basado en una nueva datación de pinturas, va más allá porque les convierte en nosotros. La pregunta de qué nos convierte en humanos tiene muchas respuestas, pero una de las más frecuentes es precisamente esa: la capacidad para producir arte y contar historias. Ahora sabemos que ellos también la tenían. Entonces, queda la pregunta más inquietante. ¿Qué les llevó a desaparecer después de vagar por la tierra durante tanto tiempo? Seguramente no existe una respuesta y, desde luego, no existe una respuesta única. ¿Les matamos nosotros? Es posible, aunque también desaparecieron de lugares que no habían alcanzado los sapiens. ¿Cambió su ecosistema con la llegada de nuestra especie? ¿Se adaptaban peor a las transformaciones? ¿Les dejamos sin caza? Puede ser. En cualquier caso, la confirmación de la complejidad de su inteligencia constituye una gigantesca advertencia sobre la fragilidad de todas las especies, incluida la nuestra
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GRACIAS M.RAJOY Y EL FASCISTA PP QUE ODIAN A LOS INTELECTUALES

Barbacid compara la investigación en España con un enfermo terminal

El bioquímico lamenta que el descenso de fondos públicos en este apartado no haya hecho reaccionar a los científicos





Barbacid, que ha impartido un seminario de trabajo en el Centro del Cáncer de Salamanca (CIC), ha incidido en la necesidad de
 seguir investigando en cáncer para descubrir las dianas más óptimas y eventualmente llevarlo a la clínica.El bioquímico Mariano Barbacid ha comparado este jueves la «crítica» situación en la que se encuentra la investigación en España con «un enfermo terminal» y ha lamentado que la reducción de la financiación pública a la mitad en los últimos cuatro años no haya hecho reaccionar a los científicos.
Así, en su laboratorio se emplean en descubrir y validar dianas para poder curar los tumores inducidos por el oncogén K-Ras que son, especialmente el adenocarcinoma de pulmón y el de páncreas, dos de los que presentan «peores índices de supervivencia, sobre todo páncreas, que es menos del 5 por ciento».


«Utilizamos ratones genéticamente modificados que reproducen muy fielmente la historia del cáncer humano», pero lo que funciona en este tipo de animales «no es tan fácil» que lo haga en seres humanos por lo que ha abogado por seguir investigando y por descubrir «las dianas más óptimas y eventualmente llevarlo a la clínica».
Ha confesado que le llama la atención que muchísimos investigadores no sean críticos ante la reducción de financiación que se está dado en España, que hace que la situación sea «realmente crítica» y especialmente a partir del recorte que se ha dado al último plan nacional que acaba de salir. El científico ha dicho que los recursos públicos se han reducido a la mitad en los últimos cuatro años y que si no hay dinero europeo o de alguna otra fuente «con el que te dan es prácticamente imposible investigar».
«Estamos en una situación crítica total y si fuéramos pacientes estaríamos como un enfermo terminal», ha remarcado Barbacid, quien ha alertado de la necesidad de «hacer algo» ante la elevada edad -una media de 58 años- de los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Ha lamentado la también situación «realmente crítica» de que los científicos jóvenes, menores de 40 años, estén fuera de España, al menos 600 en Suecia o más de 3.000 Inglaterra, y que esto no llegue a la sociedad, «más preocupada por que no haya camas en un hospital», informa Efe.
El científico ha aludido también a la pérdida de puestos que está experimentando la producción científica española en los ránking internacionales, así como el factor de impacto al situarse a «la cola del mundo desarrollado». Ha vuelto a insistir en que el problema no es que los investigadores se vayan fuera, que además deben de hacerlo, sino en que no puedan volver.

Finalmente, ha puesto como ejemplo al Ayuntamiento de Salamanca por impulsar un programa de atracción de talento que, dotado con 2,5 millones de euros, facilitará el desarrollo de cinco proyectos de investigadores brillantes y cuya presentación oficial tendrá lugar el próximo mes.