sábado, 30 de junio de 2018


La ventaja de ser hombre, probada científicamente

CC0 / Pixabay

Las mujeres pueden ser más susceptibles a las migrañas y menos receptivas a su tratamiento que los hombres, reveló un estudio recién publicado realizado en ratas.
Una mujer deprimida
De los más de 38 millones de estadounidenses que sufren migrañas, 28 son mujeres. En comparación con los hombres, las mujeres también experimentan migrañas más frecuentes y severas y no responden tan bien a los tratamientos con medicamentos.
El nuevo estudio sugiere que el problema se puede deber a las fluctuaciones en la hormona estrógeno, que afectan a las células del cerebro.
El estudio examina el papel del intercambiador de protones de sodio NHE1 en las migrañas. El NHE1 regula el transporte de protones e iones de sodio a través de las membranas celulares, incluidas las que forman la barrera hematoencefálica.
Cuando el NHE1 no está presente en niveles lo suficientemente altos o no funciona correctamente puede causar una mayor señal de dolor que provoca la migraña. Los problemas con el NHE1 también pueden alterar directamente la capacidad de los medicamentos contra la migraña para cruzar la barrera hematoencefálica.
Según el nuevo estudio, los investigadores examinaron ratas machos y hembras y descubrieron que los niveles del NHE1 eran cuatro veces mayores en los cerebros de las ratas macho. En cuanto a las ratas hembra, observaron que los niveles más altos de estrógeno se correspondían con los niveles más bajos del NHE1 ​​en las células que formaban los vasos sanguíneos del cerebro.

Un hospital madrileño pionero en una tecnología que facilitará el diagnóstico de enfermedades cerebrales

El Hospital Clínico San Carlosha comenzado un «estudio piloto descriptivo, prospectivo y observacional» para comparar y validar la calidad de la imagen del nuevo PET con la ofrecida por el convencional en 40 paciente

10 Curiosidades Sobre o Cérebro Humano - YouTube



El centro hospitalario a través de su servicio de Medicina Nuclear ha comenzado un «estudio piloto descriptivo, prospectivo y observacional» para comparar y validar la calidad de la imagen del nuevo PET con la ofrecida por el convencional en 40 pacientes, según ha explicado durante la presentación de la nueva máquina el director del departamento que lleva a cabo las pruebas, José Luis Carreras, que ha contado con la presencia del consejero de Sanidad regional, Enrique Ruiz Escudero.
El madrileño Hospital Clínico San Carlos Madrid ha sido elegido en el primer ensayo en el mundo para aplicar una nueva tecnología en diagnóstico por imagen (PET) que permitirá estudiar con mayor detalle el cerebro y las estructuras intracraneales del sistema nervioso central. Este desarrollo tecnológico facilitará el diagnóstico y seguimiento de enfermedades neurodegenerativas, cerebrovasculares y tumores cerebrales.
Una vez sea validada esta fase, comenzará un estudio multicéntrico internacional que liderará el hospital madrileño con 150 pacientes a los que se sumaran el Hospital de Tübigen (Alemania), el Massachustts General Hospital (Boston) y el Nothern Californbia PET Imaging Center (Sacramento) hasta alcanzar una totalidad de 310 pacientes. Este ensayo clínico está financiado con fondos de la Unión Europea dentro del programa de innovación Horizonte 2020.


Esta nueva tecnología, que consta de 48 detectores distribuidos en tres anillos de 16 detectores cada uno y cristales monolíticos, «mejora la resolución espacial en más del doble y consigue el triple de sensibilidad que los PET de cuerpo entero más avanzados», señala un comunicado .
Esto ayudará a generar «imágenes de mayor calidad y más precisas de la función cerebral en menos tiempo y con menor dosis de radiofármaco para el paciente», que también gozará de un mayor confort durante la realización de la prueba. Además. se reducirá la duración de la prueba , y en 10 minutos será capaz de realizar un estudio completo de las funciones cerebrales del paciente.

El PET consiste en la administración de un radiotrazador por vía intravenosa que permite visualizar la función de un órgano y su comportamiento.

viernes, 29 de junio de 2018

CON LOS COJONES EN SU SITIO


MAMIFEROS AFROTERIANOSAsí puso la evolución los testículos en su sitio

La mayoría de los mamíferos tienen sus gónadas masculinas en el escroto para conservarse frescas. Solo los afroterios, como los elefantes, guardan estos órganos blandos en el interior del abdomen. El rastreo de genes antiguos permite escribir la historia evolutiva de su posición estratégica.



Los afroterios, como los elefantes, son el único grupo de mamíferos actuales que tienen los testículos en el interior del abdomen/Agencia SINC
El descenso de los testículos durante el desarrollo sirve para situarlos en un lugar donde puedan estar más frescos que el resto del cuerpo, lo cual es importante para la maduración de los espermatozoides. Sin embargo, en un grupo de mamíferos, los afroterianos –que incluyen manatíes, elefantes y varios insectívoros pequeños–, los testículos no descienden, sino que se retienen en lo más profundo del abdomen durante la edad adulta.
Según un estudio publicado en la revista PLOS Biology, los testículos del ancestro de los mamíferos placentarios indican que esta parte del cuerpo descendió durante el desarrollo evolutivo del grupo. La existencia de mamíferos africanos modernosque aún los conservan en el interior del abdomen se debe a cambios genéticos específicos tardíos.
Debido a que, como la mayoría de los tejidos blandos, los testículos no se conservan en el registro fósil, no estaba claro si los ancestros de los mamíferos los tenían en el interior o no.
"Los vestigios moleculares ofrecen una estrategia alternativa. En lugar de investigar directamente una estructura de tejido blando, se puede rastrear la evolución de los genes que son cruciales para el desarrollo de esta estructura", explica Michael Hiller, científico del Instituto Max Planck de Biología Celular Molecular y Genética en Dresde (Alemania) y coautor de la investigación.
Como los testículos son blandos y no se conservan en el registro fósil, no estaba claro si los ancestros de los mamíferos los tenían en el interior o no.
Para explorar esta cuestión, el equipo liderado por el Instituto Max Planck analizó los genomas de 71 especies placentarias de mamíferos, centrándose en dos genes clave (RXFP2 e INSL3) que se sabe que inducen el desarrollo del gubernáculo, unos pliegues que ayudan a empujar a los testículos hacia abajo.
Este trabajo revela que los dos genes están completamente inoperantes en cuatro especies de afroterianos: tenrec, musaraña elefante del Cabo, topo dorado del Cabo y manatí. Las pérdidas de genes ocurrieron después de que el grupo afroteriano se separara del mamífero placentario ancestral, hace alrededor de 100 millones de años.
Además, las mutaciones que existen en estos cuatro linajes evolutivos sugieren que las causas moleculares por las que han retenido los testículos son aún más recientes (de hace entre 20 y 80 millones de años) e independientes en las cuatro especies.
“Más allá de resolver un acertijo específico en la evolución de los mamíferos, el examen de los vestigios genéticos de los tejidos blandos puede tener aplicaciones para reconstruir los cambios en las partes del cuerpo y los procesos de desarrollo a lo largo de la historia evolutiva”, concluye Hiller.

jueves, 28 de junio de 2018

MIRAME CUANDO TE HABLO...CUANTAS VECES TE LO HAN DICHO TUS PADRES ?


El cerebro atiende más al lenguaje cuando se ven los movimientos faciales


Los movimientos oculares o labiales que se producen en la conversación cara a cara no solo adquieren gran valor social, también cerebral. Por primera vez, una investigación internacional en la que participa la Universidad Complutense de Madrid revela que durante la comprensión del lenguaje el cerebro muestra una actividad diferente si recibe información visual de los movimientos faciales del interlocutor.

<p>El cerebro presta más atención si ve la cara en movimiento. / <a href="https://flic.kr/p/RJgB8h" target="_self">Ars Electronica</a></p>
El cerebro presta más atención si ve la cara en movimiento. / Ars Electronica
Ante una conversación cara a cara, que se caracteriza entre otras cosas por ver los movimientos faciales de los interlocutores, el cerebro tiende a prestar más atención al lenguaje que si la cara estuviera estática, según una investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y de la Universidad de Humboldt (Alemania).
El estudio, publicado en la revista Cortex, se realizó con el objetivo de indagar en las particularidades cerebrales de la comunicación frente a frente para conocer cómo los movimientos faciales de los hablantes, pueden influir en la comprensión semántica de oraciones.
“Aunque nos pueda parecer que es indiferente, al cerebro le importa mucho que la persona que nos habla esté delante y podamos verla además de oírla. En estas circunstancias en las que el contexto social es más rico y permite recibir información tanto de la mirada como especialmente de los labios, se presta mucha más atención a cada una de las palabras que escuchamos”, explica David Hermández Gutiérrez, miembro de la Sección de Neurociencia Cognitiva del Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos.
Sin embargo, lo curioso es que ese efecto no ocurre siempre. Según los resultados de la investigación, únicamente cuando el lenguaje es sencillo y no requiere gran esfuerzo comprenderlo, ver la cara en movimiento del interlocutor aumenta la atención de la persona que escucha, de manera similar a como lo hacen, por ejemplo, las emociones.

Actividad eléctrica cerebral peculiar
“Cuando el contenido del lenguaje es difícil de entender, el cerebro se centra en los procesos lingüísticos, dejando de lado la información social que recibe de manera visual”, aclara el investigador de la UCM.
Esta investigación comprendió tres experimentos con electroencefalografía, en los que los participantes escuchaban oraciones acompañadas por el correspondiente vídeo de la persona hablando, o por una imagen estática de la misma persona, mientras se registraba su actividad eléctrica cerebral. 
Algunas de estas frases eran predecibles, siendo la compresión semántica sencilla, pero otras eran impredecibles, lo que dificultaba su comprensión. Los resultados obtenidos mostraron que la comprensión semántica de las oraciones impredecibles no se vio afectada en absoluto por el dinamismo facial.
Sin embargo, hubo un resultado interesante e inesperado: la actividad eléctrica cerebral correspondiente a la comprensión de frases predecibles mostró una actividad peculiar cuando iban acompañadas del vídeo y que no ocurría ante una imagen estática del hablante.
“Esta respuesta cerebral, caracterizada como una Positividad Posterior Tardía, era particularmente grande cuando se mostraba la cara completa, y más pequeña cuando se tapaban los ojos y especialmente la boca. Esto reflejaría un aumento de la atención en contextos comunicativos realistas, parecidos a una situación natural de una conversación cara a cara”, señala Hernández Gutiérrez.
Hasta ahora, la psicología y la neurociencia cognitiva se habían centrado en la percepción de fonemas o palabras aisladas en la comunicación cara a cara pero “el lenguaje es mucho más, contiene oraciones que llevan un mensaje que hay que comprender”, concluye el experto. Y el cerebro prefiere entenderlos en persona.
Referencia bibliográfica: 
David Hernández Gutiérrez, Rasha Abdel Rahman, Manuel Martín-Loeches, Francisco Muñoz, Annekathrin Schacht y Werner Sommer. “Does dynamic information about the speaker´s face contribute to semantic speech processing? ERP evidence”. Cortex 104. 2018. DOI: 10.1016/j.cortex.2018.03.031

miércoles, 27 de junio de 2018


Cómo detectar pacientes con infección latente por un parásito de la malaria


El parásito Plasmodium vivax, que provoca millones de casos de malaria fuera de África, permanece latente en el hígado de la persona durante muchos años sin síntomas. Un estudio ha logrado ahora detectar proteínas de la fase hepática latente del parásito a partir de pequeñas vesículas extracelulares que circulan en la sangre. Los resultados abren la vía para identificar pacientes con infección asintomática, un requisito indispensable para frenar la transmisión de P. vivax.

<p>Los ratones humanizados contienen células de hígado humanas, que los hace susceptibles a la infección por <em>P. vivax. </em>Este modelo experimental sirve, entre otras cosas, para buscar biomarcadores de infección asintomática. / Gualdrón-López M</p>
Los ratones humanizados contienen células de hígado humanas, que los hace susceptibles a la infección por P. vivax. Este modelo experimental sirve, entre otras cosas, para buscar biomarcadores de infección asintomática. / Gualdrón-López M
Plasmodium vivax es el parásito de la malaria más predominante fuera del continente africano y provoca unos 16 millones de casos al año. Aunque considerada más benigna que la malaria falciparum, la malaria vivax también puede ser grave y provoca una considerable morbilidad y mortalidad en regiones endémicas. Además, la malaria vivax representa uno de los mayores obstáculos para cumplir la meta de la Organización Mundial de la Salud de eliminar la malaria en 35 países para 2030.
Esto ocurre porque, tras la infección inicial, el parásito puede permanecer en forma latente en el hígado durante muchos años, sin provocar síntomas. La reactivación de la fase latente (llamada hipnozoíto) implica una recaída para el paciente y la posibilidad de transmitir el parásito a otras personas. Actualmente, no existen herramientas de diagnóstico capaces de detectar a pacientes asintomáticos portadores de hipnozoítos.

Para ello, usaron un modelo experimental innovador desarrollado por colaboradores del 
CIDR (EE UU): ratones ‘humanizados’, que tienen células hepáticas humanas y por lo tanto pueden ser infectados por P. vivax. A partir de la sangre de dichos ratones, Melisa Gualdrón-López (postdoctoranda del programa PERIS), aisló exosomas de origen humano que contenían hasta 17 diferentes proteínas del hipnozoíto, incluyendo una que aún no se había descrito.En un estudio, publicado en Frontiers in Microbiology, el equipo investigador liderado por Hernando del Portillo (ICREA) y Carmen Fernández-Becerra, investigadores en ISGlobal y en el Instituto Trias y Pujol (IGTP), se propuso explorar la posibilidad de utilizar exosomas (pequeñas vesículas secretadas por las células) circulando en la sangre para detectar la presencia de hipnozoítos en el hígado.
“Estos resultados son una prueba de concepto de que los exosomas de origen hepático pueden ayudarnos a identificar marcadores de infección por hipnozoítos y así desarrollar pruebas de diagnóstico para estos pacientes asintomáticos”, señala del Portillo. Además, este modelo experimental permitirá conocer más sobre la fase de infección en el hígado.
“Este trabajo es el resultado de un proyecto SUMA en colaboración con Juan Ramón González, y ha servido de base para un proyecto financiado por la NIH (EE UU) que continuará en la misma línea de investigación”, añade el investigador.
Referencia bibliográfica:
Gualdrón-López M, Flannery EL, Kangwanrangsan N, et al. "Characterization of Plasmodium vivax proteins in plasma-derived exoosmes from malaria-infected liver chimeric humanized mice"Frontiers in Microbiology. 25 Junio doi: 10.3389/fmicb.2018.01271

martes, 26 de junio de 2018

SI,SE PUEDE

Amaxofobia: qué es y cómo se puede superar

Mujer conduciendo de noche con cara de miedo.Derechos de autor de la imagenNYCSHOOTER / GETTY IMAGES
Image captionA algunas personas les puede dar incluso décadas después de estar conduciendo.
Lo peor de todo, como en cualquier fobia, es "el miedo al miedo", me explica por teléfono Francisco Javier Díaz Calero, que desde hace más de dos décadas trabaja ayudando a personas con amaxofobia a superar su miedo a conducir.
Más que temerle al coche, al tráfico o a los otros conductores, "le tienen miedo a sus propios nervios, a su propio descontrol".
María, de 51 años, sabe perfectamente de lo que habla este psicólogo clínico y profesor de autoescuela de Madrid.
Ella era una conductora habitual, con 30 años de experiencia al volante, cuando de repente un día sufrió un ataque de pánico en plena autopista.
"Tuve que parar el coche literalmente en el lateral de la autopista porque no fui capaz de seguir conduciendo", le contó a BBC Mundo.Saltar las recomendaciones
Cuando reunió fuerzas para volver a arrancar María siguió avanzando por el arcén, iba "muy, muy despacito y muy pegada a la orilla, que era donde me sentía más segura", hasta que consiguió encontrar la primera salida de la autopista y llegó a población.
"Salí como pude", dice ahora, tres años después, al recordarlo.
"Me asusté muchísimo". "Todos los coches me pitaban, lo pasé muy mal".
"La situación fue muy dura, la verdad".
Mujer tapándose los ojos en un coche que circula a gran velocidad.Derechos de autor de la imagenRUSLANDASHINSKY / GETTY IMAGES
Image caption"Muchas veces el miedo se basa en una fantasía, en un miedo sobre lo que creen que va a ocurrir", dice el psicólogo.
A partir de entonces María tenía tanto miedo a que le volviera a pasar lo mismo que poco a poco fue dejando de conducir: primero evitó las autopistas, las vías rápidas y al final ya incluso conducir por ciudad, a pesar de que el coche era esencial para su vida diaria.
"Hasta cambiar de carril me producía miedo", admite. "Y me planteé dejar de conducir totalmente, porque cada vez tenía más miedo".
Pero la idea de pasar a depender de otras personas le causaba una frustración grandísima, así que después de varios años decidió buscar ayuda.

Vinculado al estrés

Francisco Javier Díaz Calero va charlando con sus pacientes-clientes mientras van al volante, gracias a un vehículo de autoescuela de doble mando que le permite garantizar su seguridad y la de los conductores mientras éstos se enfrentan a su miedo.
Explica que esta fobia está muchas veces vinculada a un estado de ansiedad generalizada y que por eso en paralelo al pánico y a las habilidades psicomotoras propias de la conducción también va trabajando otros factores como "la gestión del estrés y la autoestima, que es un factor fundamental y determinante".
Vehículo avanzando en un túnelDerechos de autor de la imagenAEROGONDO / GETTY IMAGES
Image captionEl especialista estima que un 7% aproximado de los conductores siente tanto miedo que no puede manejar.
María cuenta que cuando tuvo ese primer ataque de pánico al volante estaba pasando por "una situación de estrés personal y laboral importante".
Además, añade que no encontró mucho apoyo en su entorno: "la gente pensaba que era una tontería y no entendían que me pasara esto después de tantos años de experiencia conduciendo".
No hay cifras específicas sobre cuántas personas tienen amaxofobia. Según Díaz Calero las estimaciones en España varían alrededor del 25-30% de quienes tienen licencia, que pueden experimentar nervios o miedo.
Pero el especialista estima que para un 7% aproximado de los conductores esa inseguridad se convierte en un pánico que imposibilita el manejo del automóvil.

Tres perfiles típicos

Según Díaz Calero, en general son tres tipos de personas las que desarrollan un caso serio de amaxofobia:
  • En el primer grupo están los conductores como María, ya experimentados, que sufren un ataque de ansiedad o de pánico mientras conducen -y que no necesariamente está vinculado al manejo del vehículo sino a una situación de estrés. En algunos casos es un ataque de agorafobia, que hace que tengan miedo sobre todo al conducir por vías rápidas.
  • El segundo lo integran los conductores que han tenido un cierto miedo a conducir desde el principio que nunca llegaron a superar y que con el tiempo empeoró. Es habitual en este grupo encontrar, por ejemplo, a mujeres que se divorcian y que al verse solas necesitan volver a conducir para garantizar su independencia.
  • Y el tercero, agrupa a las personas que han sufrido un gran accidente de tráfico que les ha causado un Trastorno de Estrés Post Traumático.
Si bien hay terapias psicológicas que utilizan la hipnosis o la realidad virtual para tratar a pacientes con fobias, Díaz Calero cree que en el caso de la amaxofobia es más eficaz hacerlo con técnicas de exposición.
Joven llamando por teléfono después de un accidente.Derechos de autor de la imagenLPETTET / GETTY IMAGES
"El problema de la conducción es que en un despacho no se puede tratar", afirma después de varias décadas de experiencia.
Argumenta que al ser una habilidad psicomotora es necesario practicar, "porque si pierdes el hábito se incrementa el problema".
"Yo me meto con ellos en el coche", dice, algo que podría ser temerario para un psicólogo habitual.
Díaz Calero empieza con un coche de autoescuela de doble mando y va haciéndoles circular por situaciones cada vez más difíciles en sesiones semanales.
"Vas trabajando sus miedos justo en el momento en el que aparecen", explica, analizándolos, viendo cómo se sienten.
Un miedo muy habitual, dice, son las cuestas abajo.
"Muchas veces el miedo se basa en una fantasía, en un miedo sobre lo que creen que va a ocurrir. Y lo que haces, por ejemplo, es contrastarlo con la realidad".
El objetivo es conseguir "que mejoren su control emocional y su habilidad de conducción". Y hacia el final de la terapia ya viajan en el propio vehículo del paciente.

"Ahora ya cambio de carril"

Recuperarse puede tomar tiempo.
Carretera despejada en medio de un paisaje amplioDerechos de autor de la imagenFRANKMARKSERGE / GETTY IMAGES
Image captionLa agorafobia puede desencadenar un ataque de ansiedad al volante.
"Ahora llevo cuatro meses de terapia y ya he conseguido conducir de una manera normal en población, haciendo mis cambios de carril", dice María.
"Antes me ponía detrás de un coche y no era capaz de adelantarlo siquiera".
Otros pueden tomar años y no llegar a recuperarse por completo o no llegar a poder conducir por carretera.
"Ahora estamos en la fase de conducir por las autovías y la verdad es que me voy sintiendo más tranquila dentro del coche, con más ánimo y con más fuerza para superarlo".
"Si puedo volver a conducir en autovía y autopista ya me conformo. Poderrecuperar la normalidad de la vida de uno es importante", dijo con optimismo.