Los certificados médicos más absurdos
Desde fuera, la labor del médico suele percibirse con una visión muy romántica (en algunos casos particulares, también satánica): El galeno atiende al paciente, charla con él para deducir un diagnóstico, pide algunas pruebas si hacen falta, le pauta un tratamiento y, si es necesario, se hace un seguimiento. Así es, en teoría y en general, el día a día del médico.
Rellenar informes, historias clínicas, recetas, certificados, solicitudes, partes… El papeleo constante ocupa una gran parte de la rutina del médico y la tarea es aún mayor entre los médicos de atención primaria. Tanto es así, que en los últimos años se han formado varios grupos e iniciativas Antiburocracia para intentar frenar el aumento constante de los papelitos a rellenar.