martes, 16 de diciembre de 2014


Aumenta la fiebre por el cuidado de la zona íntima

El culto a la parte más íntima de la anatomía femenina no es nuevo, aunque el interés estético por esta zona parece estar experimentando máximos históricos en la actualidad. Si hace una década las operaciones íntimas con fines meramente estéticos se convertían en la opción más novedosa en un terreno prácticamente limitado durante años a la depilación, en cualquiera de sus versiones, y a los jabones o desodorantes específicos; en la actualidad el cuidado y la estética del pubis vive un gran desarrollo.
Las conocidas como cirugías íntimas saltaron a la primera línea de actualidad en el 2012, a raíz de un artículo publicado por el periódico inglés Daily Mail que apuntaba a un gran aumento entre las inglesas menores de 14 años. Pero no solo las jóvenes británicas se someten a operaciones íntimas, la demanda de este tipo de intervenciones ha crecido significativamente en la última década tanto en todo el mundo, como en España. "No se saben los datos concretos de cifras de operaciones QX, no hay ningún registro oficial pero si se sabe que ha aumentado mucho la demanda en los últimos 5-10 años. Siguen a la cabeza los países de Sudamérica y Estados Unidos, aunque en Europa se incrementa cada vez la solicitud de esta cirugía", asegura el Doctor Juan José Escribano, especialista en ginecología y obstetricia y jefe de Unidad Ginecoestética de IML.
Desde la reducción del clítoris hasta la liposucción del Monte Venus, la lista de operaciones íntimas a disposición de la mujer es amplia y adaptada a las necesidades específicas de cada persona. Sin embargo, la Doctora María José Barba, pionera en este tipo de intervenciones en el país, señala la labioplastia o reducción de labios menores como la más demandada junto con el rejuvenecimiento vaginal. En cuanto al perfil de las intervenidas, "las pacientes de la labioplastia de reducción suelen ser mujeres de entre 18 y 30 años", mientras que "el rejuvenecimiento vaginal o pérdidas de orina es más común en mujeres que han tenido hijos (30-70 años)". Dalí con sus modelos

Tratamientos sin cirugía

Sin embargo, no todos lo procedimientos estéticos de la zona íntima requieren intervención quirúrgica, según señala el Doctor Escribano"el aumento de labios mayores con ácido hialurónico, el aumento del punto G, el blanqueamiento de la región perineal con láser, el rejuvenecimiento de las paredes vaginales con láser o el tratamiento de la hiperlaxitud vaginal postparto con láser son algunos de ellos".
El sector de la medicina no ha sido el único en prosperar, también lo ha hecho el de la estética, donde cada vez más centros deciden incorporar a su lista de servicios tratamientos de belleza diseñados específicamente para la zona íntima. El prestigioso salón neoyorquino J Sisters, especializado en depilación, se ha convertido en uno de los pioneros en el cuidado de la zona íntima femenina con el lanzamiento de dos tratamientos. Por un lado, 'J Sisters Couture', una propuesta a medida que incluye un servicio de depilación y coloración de la zona biquini. Por el otro, el revolucionario 'Gommage Therapy', un servicio que hidrata, rejuvenece y exfolia esta parte del cuerpo.
Y mientras millones de mujeres plantan cara al vello púbico desde hace décadas, para otras la ausencia del mismo se ha convertido en un problema, que, sin embargo, también tiene solución: microinjertos. En países como Corea del Sur es una técnica de lo más demandada para combatir un desorden denominado por la Korean Association of Medical Journal Editors como 'pubic atrichosis'. Los injertos de pelo en la zona del pubis también han llegado a España, aunque su demanda es mucho menor. "El perfil de mujer que se lo hace es de unos 50-60 años, que culturalmente no están muy acostumbradas a ir depiladas totalmente y asocian la perdida de vello púbico a vejez", explica la Doctora Barba. Su precio, aunque depende en gran parte de la cantidad de vello a trasplantar, ronda los 5.350 euros, según asegura el Doctor Escribano.

No solo estética, también salud

Conscientes de que la apariencia exterior importa, pero lo hace aún más su interior, las terapias y centros especializados en el trabajo de la zona ya han comenzado a proliferar. En el Centro de Body Language son especialistas, entre otras, en el entrenamiento del suelo pélvico, el entramado de músculos y tejidos que sostiene los órganos internos y el sistema urogenital. "Gracias a su trabajo mejoramos aspectos estructurales, prevenimos pérdidas de orina, prevenimos problemas internos derivados del descuelgue de la matriz y disfunciones sexuales. Además se mejora la calidad de las relaciones sexuales, haciéndolas más placenteras y potenciando la consecución del orgasmo", asegura Ari Sudhibjo y Vicente Palau, directores de de Body Language y Kung fu sexual.
Una disciplina apta, recomendada y beneficiosa para todas las edades y tipos de mujer. "Por supuesto, los casos más sensitivos son los que necesiten potenciar alguno de los aspectos mencionados como pérdidas de orina, recuperación postparto, mejora en la sexualidad pero la recomendación sería para todos los casos, el trabajo sobre el suelo pélvico es beneficioso de por sí al ser una zona que se utiliza constantemente pero en la mayoría de deportes y ejercicios no se trabaja específicamente, hay que buscar un entrenamiento a medida", explica Ari Sudhibjo.
Aunque lo cierto es que sus ventajas no solo son físicas, también estéticas, según matiza Sudhibjo. "Tal y como lo trabajamos nosotros tratamos de englobar el entrenamiento sobre el suelo pélvico en un programa de bienestar general que incluye respiración, tonificación, estiramientos, con lo cual además de fortalecer el suelo pélvico con el Body Language se endurece, se pierden centímetros y se tonifica".

El futuro

El último gran avance en el campo de la salud y la belleza íntima saltaba a las páginas de actualidad hace tan solo unos días, de la mano de la presentación del proyecto en la una conferencia Demo celebrada en la localidad californiana de San José. Austen Heinz y Gilad Gome sorprendieron al mundo con 'Sweet Peach', un suplemento probiótico personalizado con el que prometían, entre otros beneficios, cambiar el aroma vaginal de las mujeres que lo consumieran.
Una facultad que, sin embargo, y tal y como ha aclarado días después la joven que se encuentra detrás del proyecto, la universitaria de 20 años Audrey Hutchinson, tras el revuelo mediático causado, no debería atribuirse a 'Sweet Peach'. El principal propósito de esta idea, aún en vías de desarrollo y a la búsqueda de financiación en una plataforma de crowdfunding, no es estético, sino médico. Lo que Hutchinson pretende es crear un probiótico a medida de cada persona que ayude a controlar las bacterias que residen en la vagina, previniendo así infecciones y otro tipo de enfermedades.