martes, 15 de abril de 2014

LA FARMAFIA A TOPE


Revelan nuevos casos de sobornos de Glaxo

GlaxoSmithKline
Que las farmacéuticas tienen una estrecha relación con los médicos no es algo que sorprenda a muchos. Es esa delgada línea ética la que puede causar polémica.
Ahora, la empresa británica GlaxoSmithKline vuelve a estar en el centro del debate con una investigación criminal en Polonia por presuntamente sobornar a doctores.
El programa de investigación de la BBC, Panorama, reveló que 11 médicos y el gerente regional de GSK tienen cargos por presuntos actos de corrupción realizados entre 2010 y 2012.
Un exvendedor de la farmacéutica explicó que a los médicos se les pagaba para promover el medicamento para el asma de GSK, Seretide.
La empresa anunció que uno de sus empleados ha sido sancionado y que está cooperando con la investigación.
Si los alegatos prueban ser ciertos, GSK puede haber violado tanto la ley de soborno de Reino Unido como la ley estadounidense de prácticas corruptas en el extranjero.
En ambos países es ilegal que sus empresas sobornen a empleados de otros gobiernos.

"Ganancias financieras"

"No podemos decirle a un médico 'necesito 20 recetas más'. Lo que hacemos es preparar un acuerdo en el que ellos le dan charlas a los pacientes, nosotros les pagamos US$170, pero a cambio esperamos tener más de 100 recetas para ese medicamento."
Jarek Wisniewski, exvendedor de GSK en la región polaca de Lodz
El exvendedor de GSK en la región polaca de Lodz, Jarek Wisniewski, le explicó a la BBC que allí "la ecuación es sencilla": "Le pagamos a los doctores, nos dan prescripciones. No le pagamos a doctores, no vemos prescripciones de nuestros fármacos".
"No podemos decirle a un médico 'necesito 20 recetas más'. Lo que hacemos es preparar un acuerdo en el que ellos le dan charlas a los pacientes, nosotros les pagamos US$170, pero a cambio esperamos tener más de 100 recetas para ese medicamento".
"Es un soborno", asegura Wisniewski, quien aclara que si bien en el papel esos pagos tenían fines educacionales, los doctores entendían claramente que a cambio debían producir una cierta cantidad de prescripciones.
En los documentos que GSK le dio a médicos de más de una decena de centros de salud, la fiscalía de Lodz encontró evidencias de las declaraciones de Wisniewski. No había pruebas de que se había "educado al paciente".
"Tenemos pruebas de que en más de una docena de casos era una forma de soborno camuflado", declaró el portavoz de la fiscalía Krzysztof Kopania. "A cambio de los beneficios financieros, los médicos favorecerían en la prescripciones el producto propuesto por la empresa farmacéutica".
Un médico ya ha confesado su culpabilidad. Dijo haber aceptado US$170 por una conferencia que nunca dio, pero aclaró que lo hizo por presiones de los representantes de ventas de GSK.
"Ellos seguían tentando, y yo sólo soy un hombre", le dijo a Panorama.
Este profesional fue suspendido y multado.

Disciplinado y amonestado

Fármaco de GSK
De acuerdo con los alegatos, GSK sobornaba a los médicos para que recetaran este fármaco del asma.
Glaxo informó que entre 2010 y 2012 médicos en Polonia llevaron un programa de entrenamiento para ayudar a mejorar los estándares de diagnóstico en enfermedades respiratorias.
"Estas sesiones las daban profesionales de la salud quienes, basados en contratos firmados con GSK, recibieron el pago apropiado por su trabajo y nivel de conocimiento y experiencia. Este programa estuvo acordado con los centros sanitarios polacos", se lee en un comunicado.
"Tras los alegatos sobre la conducta del programa en la región de Lodz, GSK ha investigado el asunto con recursos tanto de adentro como afuera de la empresa. La investigación puso al descubierto evidencias de comunicación inapropiada en contravención de las políticas de GSK de parte de un solo empleado. Como resultado, ese empleado fue disciplinado y amonestado".
La farmacéutica también asegura que la investigación continúa y que están cooperando "completamente" con la Oficina Central de Anticorrupción de Polonia.
En 2012, GSK pagó US$3.000 millones en el acuerdo de salud más grande de la historia de Estados Unidos después de declararse culpable de promover dos fármacos para usos inapropiados y por no haber dado información de seguridad sobre un medicamento de la diabetes a la Agencia de Control de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).
Y en diciembre pasado, la empresa anunció grandes reformas en su programa de incentivos después de un escándalo de corrupción en China.
En ese país asiático, el Ministerio de Seguridad Pública reclamó que entre 2007 y 2010 GSK canalizó tres mil millones de yuanes (US$500 millones) a través de agencias de viajes.
Ahora, como parte de un amplio esfuerzo para mejorar la transparencia, la farmacéutica británica dijo que pondría fin a los pagos directos a doctores para charlas promocionales y dejará de poner objetivos individuales a sus representantes de ventas.

LOS MANGANTES DE LA ENFERMEDAD AJENA

Sanitas: un seguro médico privado en observación

La aseguradora es investigada por presunto fraude fiscal en España mientras a su matriz en Gran Bretaña se le acusa de pagar a sus clientes para que se traten hospitales públicos y así ahorrar en tratamientos caros
Sanitas gestiona la sanidad pública de más de 300.000 españoles mediante dos hospitales y 22 ambulatorios en Valencia y Madrid
Manises, uno de los hospitales cedidos a empresas en la Comunidad Valenciana.
Manises (Comuniad Valenciana), uno de los hospitales públicos gestionados por Sanitas.
En diciembre de 2012, Sanitas adquirió el control del hospital público de gestión privatizada de Torrejón de Ardoz en Madrid. Se introducía así en el sistema sanitario público de la región sin haber concursado por él. Le compró el negocio a la contratista sanitaria Ribera Salud, que había obtenido la concesión del Ejecutivo regional. Al mismo tiempo, Sanitas también adquirió de Ribera Salud todo el paquete accionarial de la empresa concesionaria de otro hospital público, el valenciano de Manises –donde ya controlaba el departamento sanitario por encomienda de la Generalitat desde 2009–. Montante de la operación: 77,6 millones de euros en la compra-venta de acciones.
Según Sanitas, esta maniobra evidenciaba una "muestra del interés del Grupo BUPA-Sanitas por el mercado español, en el que tiene intención hacer fuertes inversiones en los próximos años". Este grupo sanitario privado aceleraba su despegue en lo que llama apuesta "por la colaboración público-privada, que considera un modelo de futuro que ofrece beneficios para todas las partes".
Apenas 15 meses después, el brillo de Sanitas, empresa que se postulaba y colocaba como segunda operadora privada del sistema sanitario público, se apaga. Este lunes 14 de abril de 2014, la compañía tenía que explicarse ante una investigación de la Agencia Tributaria por presunto fraude fiscal. Según informaba El País, el fraude podría alcanzar los 28 millones de euros. Sanitas reconoce en su Informe Anual 2012 que "tanto la sociedad como la dominante del grupo fiscal están siendo inspeccionadas por las autoridades fiscales en su presentación del impuesto de sociedades de los ejercicios de 2007 a 2010 (…) así mismo el resto de impuestos presentados por la Sociedad están siendo inspeccionados por el periodo entre septiembre d e2008 y diciembre de 2010". Luego se muestra tranquila, ya que no espera "que de esta inspección (…) pudieran surgir pasivos adicionales", es decir, que tenga que pagar más.
Hospital de Torrejón (Madrid) que adquirió Sanitas en 2012.
Hospital de Torrejón (Madrid) que adquirió Sanitas en 2012.
BUPA significa British United Provident Association y es el mayor asegurador privado de Gran Bretaña. Desde 1989, Sanitas pertenece a este grupo. La matriz de la empresa española también aporta su ración de quebraderos de cabeza. Anda estos días defendiéndose de una práctica, cuando menos, polémica: los gestores de la aseguradora están ofreciendo por carta a sus clientes una cantidad de dinero (en torno a 2.000 libras; unos 2.400 euros) si, ante ciertas enfermedades, optan por tratarse en hospitales públicos en lugar de acudir a los de BUPA en el Reino Unido. La carta de BUPA se encabeza con el título "dando a nuestros clientes mejores opciones" establece, según ha trascendido, que si los pacientes son "admitidos en un hospital del NHS [Sistema Nacional de Salud] le pagaremos una suma fija".  Entre las patologías señaladas están el cáncer o las cardiacas. Esta práctica que ha sido calificada como “soborno” y supone ahorros de hasta 10.000 libras en determinados procesos médicos. BUPA defiende que se limita a "ofrecer opciones a sus clientes".
Sanitas ganó en España 48 millones de euros en 2012 –el año anterior fueron más de 300–. La matriz BUPA ingresó 9.000 millones de libras y ganó 411 millones en 2013. La sociedad española gestiona en la Comunidad Valenciana la sanidad pública de 195.000 habitantes en el departamento de Manises, que incluye su hospital de referencia, los 22 centros de atención primaria de 14 poblaciones y el hospital de larga estancia de Mislata.
En la Comunidad de Madrid, el hospital Universitario de Torrejón da servicio a más de 136.000 tarjetas sanitarias. Sanitas había concursado –y obtenido sin competencia– la gestión de otro hospital público en Madrid –el de Coslada, distante 12 kilómetros de Torrejón– al decidir Madrid privatizar su dirección sanitaria, hasta entonces pública. La suspensión del proceso privatizador paralizó esa operación.
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